Antes de la llegada del hombre blancoun heterogéneo conglomerado de más de 500 pueblos distintos habitaban Norteamérica. Todos ellos estaban emparentados entre sí por lazos ancestrales que, en la mayoría de los casos, yacían soterrados desde hacía tiempo en el pasado olvidado y remoto que una tribu apenas veía en otra algo más que una potencial competidora... Todas aquellas tribu luchaban, cada cual a su modo, contra la naturaleza, sus caprichos y sus estaciones climáticas, contra los animales y, frecuentemente, unos contra otros. Luchaban, a veces encarnizadamente, pero, salvo contadas ocasiones, no se destruían unas a otras. Para eso tuvo que llegar el hombre blanco y sus codicias. Unos, nómadas, cazaban y buscaban forraje, y desarrollaron sociedad belicosas de grandes guerreros. Otros, ya asentados, se dedicaban a la agricultura y construían montículos para sus dioses y difuntos. Unos y otros vivían en cuevas, chozas, tipis, cabañas de madera e, incluso, en estructuras de bloques de hielo, armaban embarcaciones, se mantenían  interrelaciones y desarrollaban culturas más sofisticadas de lo que se suele creer.

ORACIÓN APACHE

Que el sol te traiga nueva energía cada día.
Que la luna restaure tu Ser suavemente por la noche.
Que la lluvia te limpie de preocupaciones. 
Que la brisa sople nuevas fuerzas en tu ser.
Que camines tranquilo por el mundo 
y aprecies su belleza todos los días de tu vida




ELLOS TE HABLAN EN EL SILENCIO.....

HABLAN DE LA VIDA, DE LA  TIERRA,

DEL MAR.....

HABLAN DEL RITUAL SAGRADO

DEL AMOR AL CANTO DEL PAJARO....

DEL MANANTIAL....SU SABIDURIA LLEGA AL ALMA

SIN PALABRAS...PORQUE AUN ESTAN AQUI...

SON PARTE DE LA MADRE TIERRA

SON PARTE DEL BOSQUE, DE LOS ANIMALES, DEL FUEGO, DEL SOL...

CUANDO CALLAS, ELLOS SUSURRAN A TU ALMA

PORQUE HACE MUCHO, MUCHO TIEMPO,

SUS VOCES NO FUERON ESCUCHADAS

FUERON IGNORADAS, Y HOY SOLO VOLVERAN

A HABLAR, A AQUELLOS QUE AMEN LA TIERRA

Y QUE EN SILENCIO ESCUCHEN SUS PALABRAS...

EL CANTO OLVIDADO DE SU DANZA ANCESTRAL....

 

PUBLICADO POR DANIELLA BOSSIO

Oda a la Madre Tierra                      

Por Francisca Zhagüi Chuchuca* 
 
Pachamama eres nuestra Madre,
la primera madre en este mundo
que el Todopoderoso creó.
 
Eres madre mujer generosa
que nos brindas todos los alimentos.
 
De ti nacen las vertientes de agua que forman ríos,
cuyos caudales van creciendo y
van regando las llanuras.
 
De ti se forman las montañas
donde el cóndor alza el vuelo.
 
También eres tierra firme donde nacen
árboles frondosos,
y mil riquezas guardas en tu corazón.
  
En las mañanas nos brindas tus sonrisas,
cuando sale el sol
te vistes de bellas flores de mil colores.
 
Sonríe Madre Tierra
que las aves te cantan.
 
Somos tus hijas,
que alimentas con tu naturaleza.
 
Somos mujeres como tú por eso te defendemos,
con nuestros pies firmes
para que nadie destruya tus riquezas. 

ORACIÓN APACHE

Mirando hacia atrás me siento  lleno de gratitud,

mirando hacia el futuro me lleno de visión,

mirando hacia arriba me lleno de fuerza,

mirando dentro, descubro la paz.

Oración indios Sioux

OH GRAN ESPÍRITU, CUYA VOZ OIGO EN EL VIENTO
Y CUYO RESPIRO DA VIDA A TODO EL UNIVERSO.
ÓYEME , SOY PEQUEÑO Y DÉBIL, UNO DE TUS MUCHOS HIJOS.
DÉJAME PASEAR EN LA BELLEZA Y PERMITE QUE MIS OJOS SIEMPRE PUEDAN CONTEMPLAR EL ROJO Y EL PÚRPURA DE LA PUESTA DE SOL.
HAZ QUE MIS MANOS RESPETEN LAS MUCHAS COSAS QUE TUS HAS CREADO Y AGUDIZA MIS OÍDOS PARA OÍR TU VOZ.
HAZME SABIO PARA COMPRENDER TODAS LAS LECCIONES QUE TU HAS ESCONDIDO DETRÁS DE CADA HOJA Y DE CADA ROCA.
DAME FUERZA NO PARA SER MÁS FUERTE QUE MI HERMANO SINO PARA LUCHAR CONTRA MI PEOR ENEMIGO: YO MISMO.
Y HAZME SIEMPRE LISTO PARA IR ANTE TI CON LAS MANOS LIMPIAS Y LA MIRADA RECTA PARA QUE CUANDO LA LUZ SE DESVANEZCA COMO SE DESVANECE LA PUESTA DE SOL MI ESPÍRITU PUEDA LLEGAR ANTE TI SIN NINGUNA VERGÜENZA..

La leyenda del Colibrí

Los mayas, más viejos y sabios, cuentan que los dioses crearon todas las cosas de la Tierra. Y a cada animal, a cada árbol y a cada piedra le encargaron un trabajo. Pero, cuando ya habían terminado, notaron que no había nadie encargado de llevar los deseos y los pensamientos de un lado a otro.Como ya no tenían barro ni maíz para hacer otro animal, tomaron una piedra de jade y tallaron una flecha. Era una flecha muy chiquita. Cuando estuvo lista, soplaron sobre ella y la flechita salió volando. Ya no era una flechita, porque estaba viva.Los dioses, habían hecho un colibrí.Era tan frágil y tan ligero el colibrí que podía acercarse a las flores más delicadas sin mover uno solo de sus pétalos. Sus plumas brillaban bajo el sol como gotas de lluvia y reflejaban todos los colores.Entonces los hombres trataron de atrapar al pájaro precioso para adornarse con sus plumitas.Los dioses se enojaron y ordenaron: “si alguien lo atrapa, el colibrí morirá”.Por eso, nunca nadie ha visto un colibrí en una jaula ni en la mano de un hombre.Así, el misterioso y delicado pajarillo puedo hacer tranquilo su trabajo: llevar de aquí para allá los pensamientos de los hombres. Si te desean un bien, él te trae el deseo; si te desean un mal, él también te lo trae.Si un colibrí vuela alrededor de tu cabeza, no lo toques. El tomará tu deseo y lo llevará a los otros; piensa bien y desea cosas buenas para todos. Por algo pasa el colibrí por tu camino; puede ser por bien…o puede ser por mal.

Caballos: Hijos del viento

EL ANIMAL PREFERIDO DE DIOS

 Dios recorría el mundo después de la creación cuando al pasar por el desierto escuchó los gritos y el llanto de un beduino. Al preguntarle porque lloraba, el árabe le respondió: Vi las riquezas que los otros pueblos ganaron y para mí solo me diste arenas. Dios percibió que no había sido justo en la distribución de los bienes de la tierra, y le dijo: No llores más, te voy a compensar dándote un regalo que no le di a ningún pueblo. Y tomando con la mano derecha al viento del sur que pasaba, dijo: ¡Plásmate, viento del sur! Voy a hacer de ti una nueva criatura. Serás mi regalo y el símbolo de amor a mi pueblo. Para que seas único y que nunca te confundan con las bestias, tendrás: La mirada del águila, el coraje del león y la velocidad de la pantera. Del elefante te doy la memoria, del tigre la fuerza, de la gacela la elegancia. Tus cascos tendrán la dureza del sílice y tu pelo la suavidad del plumaje de la paloma. Saltarás más que el gamo, y tendrás del lobo el faro. Serán tuyos los ojos del leopardo por la noche, y te orientarás como el halcón, que siempre vuelve a su origen. Serás incansable como el camello, y tendrás del perro el amor a su dueño. Y finalmente, caballo, como un regalo mío al hacerte caballo y hacerte árabe, te doy para que seas único: La belleza de la Reina y la majestad del Rey. Dios le dijo al Viento del Sur: "Conviértete en sólida carne porque quiero hacer de ti una nueva criatura, para que me honre y humille a mis enemigos y para que sirva a aquellos que estén bajo mi potestad". Y el viento del Sur respondió: "Hágase según tu voluntad tu deseo" Entonces Dios tomó un puñado de viento y sopló creando el caballo y diciendo: “Te llamarás árabe y la virtud inundará el pelo de tus crines y tu grupa. Serás mi preferido entre todos los animales porque te he hecho amo y amigo. Te he conferido el poder de volar sin alas, ya sea en el ataque o en la retirada. Sentaré a los hombres en tu grupa y rezarán, me honorificarán y cantarán aleluyas en mi nombre...ahora ve!, y vive en el desierto cuarenta días y cuarenta noches...sacrificarte y aprende a resistir la tentación del agua, broncea el color de tu cuerpo y aligera tus músculos de grasa...porque del viento vienes y viento debes ser en la carrera

 

 

Danzas Ancestrales 

Todo en la vida es una danza, desde el mismo universo que sigue un ritmo, un giro, una atracción y reacción mutua, hasta nuestras manifestaciones personales unidas a nuestro planeta, la madre Tierra. 

Danza y chacras

Con las danzas reafirmamos nuestro amor a la tierra y nuestro apego a ella y se involucran los tres primeros centros de energía o chacras, como son: el que tiene que ver con nuestro arraigo y el vinculado a la fertilidad y a la sexualidad. El tercero es el plexo solar que refleja la unión entre la energía terrestre y la aérea, nuestros valores y principios. 

Los otros centros de energía tienen que ver con lo espiritual, etéreo y sublime; es por eso que en las danzas levantamos los brazos y la cabeza, ordinariamente, hacia el infinito. 

Todas las acciones del ser humano se han reflejado en el arte, la danza no es la excepción. En ella se combina el ritmo, espacio, tiempo y energía. 

Los indígenas, de cualquier parte del mundo ubican en el mismo nivel de importancia a la danza y a la oración. 

Los egipcios y los griegos le dieron un lugar central a las danzas, así como a la arquitectura y a la escultura. Sin embargo, los romanos fueron dándole menos relevancia y no digamos en el inicio de la era cristiana, donde se interpretaba lo corpóreo como sensual y pecaminoso. Luego se dio paso a las danzas de salón y al teatro donde se tecnificó y surgieron otras danzas.

Danza y vida

Cuando cumplimos un año más de vida, cuando nos reunimos para disfrutar un rato, cuando queremos demostrar la fe popular religiosa, en un carnaval, se hace presente la danza. 

Las tribus o grupos indígenas, cuando se preparaban para la lucha, tenían danzas y sonidos especiales. Y no es remoto pensar que los desfiles militares modernos, los pasos, órdenes, uniformes y actitud no dejan de ser una manifestación danzaria. 

Antiguamente, para pedir a los dioses agua, cosecha, perdón o agradecer; las culturas recurrían a las danzas. 

Actualmente se ha ido variando el sentido de la danza, hoy lo hacemos como manifestación autóctona, vernácula o como expresión artística. Es una manifestación de alegría, a la que también recurrimos para estar en forma, por recreación y hasta por salud. 

En las danzas las parejas se unen y se entregan. En algunas culturas son ritos de iniciación a la vida juvenil o pre adulta. Las danzas son también una terapia natural para corregir y armonizar nuestro cuerpo, mente y espíritu, por eso son holísticas. 

Y es que en la danza aflora el subconsciente, por eso algunas veces se usan máscaras, pinturas, trajes, tatuajes e ilusionismo.

Es milenaria

Todas las culturas manifiestan tras las danzas sus sufrimientos y esperanzas. Los africanos con sus danzas excelentes y sonidos aborígenes, nos recuerdan la jungla, naturaleza y el deseo de libertad. 

Los hindúes y chinos representan por medio de la danza sus tradiciones, mitos y grandes valores a través de los tiempos. 

A los indígenas americanos se les reconoce por sus bailes folclóricos y regionales así como por los salones o estudios de la danza en sus diferentes manifestaciones. 

¡Baile y viva! La danza es la expresión más genuina y espontánea de nuestro ser.

Cómo es el mundo según los Sioux

Los lakota y los demás pueblos de las praderas de Norteamérica, agrupan cuanto existe en el mundo en grupos de cuatro.

Según ellos cuatro son las direcciones: el Poniente, el Norte, el Sur y el Oriente.El tiempo también se divide en cuatro: el día, la noche, las lunas y el año. Todas las plantas que brotan de la tierra tienen cuatro partes: las raíces, los tallos, las hojas y los frutos.

Cuatro son las especies de seres que respiran: los que se arrastran, los que vuelan, los que caminan en cuatro patas y los que caminan en dos.

Hay cuatro cosas sobre nuestra tierra: el Sol, la Luna, el cielo y las estrellas. Cuatro son las deidades: los Grandes, los Ayudantes de los Grandes, los que están por debajo de ellos y los Espíritus.

La vida del hombre también se divide en cuatro etapas: la primera infancia, la niñez, el estado adulto y la vejez. Por último los hombres tienen cuatro dedos en sus cuatro manos y pies. Los dedos pulgares y dedos gordos de los pies están frente a ellos para ayudarlos a trabajar y también son cuatro. 

El Gran Espíritu hizo todo en grupos de cuatro y los hombres deben obedecer esta norma y agrupar las cosas y tiempos así.

Además, las cuatro partes del mundo tienen forma de un círculo, pues el Gran Espíritu también quiso que todo fuera circular.

Éstas son las palabras de un chamán de los oglala, que son parientes de los lakota:

"El Gran Espíritu hizo que todo fuera circular, excepto las piedras. Por eso las piedras destruyen. El Sol y el cielo, la Luna y la Tierra son redondos como escudo, el cielo además es hondo como un cuenco. Cuanto respira es redondo, como el cuerpo de los hombres. Cuanto crece de la tierra es redondo como los tallos. Si así lo hizo el Gran Espíritu, los hombres deben considerar al círculo sagrado, pues es el signo de la naturaleza. Es el signo de los cuatro confines d el mundo y los vientos que entre ellos vuelan. También es el signo del año. El día y la noche, la Luna, dan vueltas en el cielo. El círculo es el signo de los tiempos."

Por eso los oglala y los demás hacen redondos sus tipis. También sus campamentos son circulares y se sientan en ruedas durante las ceremonias.

El círculo es el refugio y la casa. Los adornos en forma de círculo representan el mundo y el tiempo.

Cuando los hombres se sientan en un círculo alrededor de una fogata para fumar la pipa sagrada, la pasan de uno a otro y dicen:

"En círculo te paso esta pipa, a ti que con el Padre vives; en círculo hacia el día que comienza; en círculo hacia el hermoso; en círculo completo por los cuatro lugares del tiempo. Paso la pipa al padre, con el cielo. Fumo el Gran Espíritu. Sé nos  ha dado tener un día azul."

"Nos hicieron muchas promesas ,más de las que puedo recordar-.

Pero de todas sólo cumplieron una.

Prometieron despojarnos de nuestra tierra... y así fue"

Los Mohicanos

Cuenta la tradición mohicana que sus ancestros llegaron del mar, muy lejos en el noroeste, en busca de una tierra similar a la que dejaron atrás, cruzada por ríos y cubierta por bosques frondosos. Tras una larga marcha hacia el este. Con el tiempo se dividieron en varios grupos, con lenguas diferentes. El más viejo de todos era conocido por el nombre de “Muh-he-con-ne-ok” –y con el tiempo, Mohicano-, asentado junto a un río que llamaban “Muh-he-kun-ne-tuk” (más tarde Río Hudson). 

Siglos antes de la llegada de los europeos, los mohicanos ya estaban organizados políticamente como una confederación que se extendía desde Scoharie Creek al oeste, el lago Champlain al norte (territorio en permanente conflicto entre ingleses y franceses durante el siglo XVIII), los territorios de los actuales estados de Vermon y New Hampshir, y hasta la Isla de Manhattan, al sur. 

Su modo de vida estaba ligado a los bosques en los que vivían, en los que proliferaban robles, arces, abedules, olmos y, especialmente, abetos rojos. La pesca era muy abundante y no faltaba la caza de osos negros, ciervos, alces, nutrias, castores, visones, linces y pavos. 

Eran frecuentes los poblados cercanos a las márgenes de los ríos, facilitando así el abastecimiento de agua, el transporte y el comercio. Las viviendas (“wigwams”), en general de gran tamaño (a veces de hasta cien pies), eran rectangulares, con tejados inclinados, cubiertos con corteza de olmo. Caa una albergaba a varias familias del mismo clan y, aunque no tenían ventanas, cada cierta distancia, una obertura en el techo servía para la salida del humo del hogar de cada nucleo familiar. 

Las mujeres se encargaban de las pequeñas plantaciones y de la recolección de frutos, especialmente savia de arce con la que confeccionar un jarabe muy dulce. Mientras, los hombres utilizaban sus canoas para la pesca de arenques y salmones, usando tanto arpones como redes. La carne de caza completaba una rica dieta y permitía un excedente que aliviaba los rigores del duro invierno. A tal fin, tras desecar frutos, carne y pescado, se almacenaban en bolsas,. junto al tabaco, en agujeros no muy profundos, abiertos en el suelo de las casas, cubiertos con hierba, tierra o madera. 

Durante los meses de invierno, el tiempo se aprovechaba en la confección de mantas, utensilios de caza, guerra u hogar, desarrollando, también una alfarería decorada con vistosos dibujos. Si la reserva de alimentos bajaba en demasía, los hombres salían de caza, desplazándose sobre la nieve, provistos de raquetas. 

La irrupción de franceses, holandeses y británicos alteró drásticamente el equilibrio mantenido entre las tribus entre si y el de las tribus con su entorno natural. ´Las tensiones entre las diferentes naciones que convivían en la región se acentuó dramáticamente. En septiembre de 1609, Henry Hudson, comerciante holandés, entraba en contacto con los mohicanos tras llegar, a través del río en las tierras nativas. Ya en 1.614 existía un puesto comercial permanente, en Castle Island, a orillas del Río Hudson, el las que la piel de nutria y castor era la mercancía habitual de intercambio. 

Conforme se extendía el comercio de pieles, la competencia por la caza entre Mohicanos, Mohawks e Iroqueses del Oeste devino en constantes enfrentamientos, con el fin de mantener sus territorios y mantener la paz con sus respectivos aliados europeos, quienes comenzaron a utilizar a los nativos como carne de cañón y fuerza de choque en sus propias contiendas. La presión de la guerra obligó finalmente a los mohicanos a un nuevo asentamiento, más al este, en territorio de los actuales estados de Connecticut y Massachusetts. 

La influencia europea (desde determinado momento, predominantemente británica) arrasó también con su modo de vida tradicional. La artesanía y la confección de útiles decayó, para acabar dependiendo definitivamente del suministro de los comerciantes blancos. La tierra, antes comunal, comenzó a ser parcelada y, a la postre terminó cambiando de manos (no siempre de modo pacífico). Al drama de la desaparición de toda una cultura, hubo que añadir el desastre humano que se cobraron en decenas de miles de víctimas las enfermedades trasmitidas por los europeos, como la viruela o el sarampión. Las tradiciones culturales, los mitos y las creencias religiosas fueron suplantados por el cristianismo, presente en la región desde que, en 1.734, el misionero John Sargeant accedió a la región y comenzaran a construirse misiones antes de acabar esa década. 

NUESTRO CEREAL MADRE. EL UNIVERSO DEL MAÍZ

La historia de un pueblo sedentario está estrechamente vinculada al cultivo de un producto agrícola. Tal es el caso de México con el maíz. Y más aún: desde el norte de nuestra actual geografía política hasta el centro de Sudamérica, el maíz ha sido el alimento fundamental de sus habitantes y con frecuencia ha devenido incluso moneda indígena. De alguna manera, esta gramínea ha sido factor de unidad cultural y económica entre los pueblos del continente.

El maíz en el mundo prehispánico era sustento básico del cuerpo y también del espíritu. La religiosidad de los aztecas estaba vinculada de varias maneras al maíz: dioses representados con esa planta o con mazorcas; ofrendas de tortillas, atoles, pinole y tamales votivos; ídolos de masa; culto a la fertilidad y a la agricultura.

Dejemos que fray Diego Durán nos asome a ese mundo fantástico de los ritos prehispánicos nahuas y de otros pueblos:

Los sacerdotes y dignidades del templo tomaban el ídolo de masa y desnudarle aquellos aderezos que tenía, y así a él como a los trozos que estaban consagrados en huesos y carne suya, hacían muchos pedazos y, empezando desde los mayores, comulgaban con ellos a todo el pueblo, chicos y grandes, hombres y mujeres, viejos y niños, lo recibían con tanta reverencia y temor y lágrimas que era cosa de admiración, diciendo que comían la carne y huesos del dios; teniéndose por indignos de ello. (Historia de las Indias.)

El Popol Vuh, por su parte, deja constancia de la creación del hombre a base de maíz, en contraste con el barro de la tradición cristiana. Los dioses mayas intentaron sin éxito moldear al ser humano con tierra, pero se doblaba, de madera, carecía de alma:

He aquí, pues, el principio de cuando se dispuso hacer al hombre, y cuando se buscó lo que debía entrar en su carne .Y así encontraron la comida y ésta fue la que entró en la carne del hombre creado, del hombre formado; está fue su sangre, de ésta se hizo la sangre del hombre. Así entró el maíz por obra de los progenitores [...] De maíz amarillo y de maíz blanco se hizo su carne; de masa de maíz se hicieron los brazos y las piernas [...] Únicamente masa de maíz entraron en la carne de nuestros padres.

Doña Guadalupe Pérez San Vicente nos ilustra:

La vertiente náhuatl de nuestra herencia prehispánica coincide en lo fundamental con la aseveración maya. El maíz, grano divino o cinteotl, fue el alimento que los dioses guardaban en el centro de Tonacatépetl, el cerro de nuestra carne, y de allí lo sustrajo Quetzalcóat, el dios civilizador, disfrazado de hormiga roja, para entregarlo a la humanidad para que participara de la comida divina, tal como lo consigna la Leyenda de los Soles en el Códice Chimalpopoca. Gracias a ello, los individuos tenemos el sustento necesario para nuestras carnes.

Agradecidos, los hombres de maíz reconocieron el carácter divino de la planta y su grano, le otorgaron el culto adecuado según la etapa de su desarrollo y le trataron con veneración y delicadeza. Por eso cuando cocían el maíz, al ponerlo sobre cenizas, manifestaban su amor calentándolo primero con su aliento, en esta forma evitaban que sufriera con el cambio brusco de temperatura. (El maíz: nuestra carne y sustento.)

Nuestro cereal nativo sigue otro curso muy diferente allende el océano:

Fuera del Nuevo Mundo, el maíz fue inicialmente sólo grano para la alimentación animal. Siéndolo al poco tiempo también para el hombre, liberándolo, en especial en Europa, del fantasma del hambre. El maíz se introdujo en Europa no en sustitución del trigo, sino de los otros ingredientes con que los pobres fabricaban su pan: bellotas, cebada, centeno, avena, castañas, guisantes y aun cortezas de pino y abeto.

El hambre en la historia. El buen pan de trigo era para sectores privilegiados, urbanos o agrícolas. El maíz reducido a harina, se popularizó a través de las polentas italiana y rumana, del pan de maíz en el centro europeo, de la borona en algunas regiones españolas y más recientemente con la maicena y las hojuelas de maíz con las que Estados Unidos invade Europa.

Dentro de los varios aspectos que unen a los mexicanos sobresale el hábito del consumo de maíz, único alimento que sin discriminación consumimos todos. En efecto, sin distinción económica, social, cultural, intelectual o regional, todos los mexicanos comemos maíz y sobre todo tortillas. Somos una cultura maicera.

Después del encuentro de los dos mundos en 1492, han pasado casi quinientos años de mestizaje racial, religioso, cultural y por supuesto gastronómico, mediante el cual se ha agregado a nuestra dieta indígena el uso del trigo y del arroz.

En cuanto al maíz, su consumo en América es, con mucho, prehispánico. Hay numerosas pruebas arqueológicas que permiten fechar a este cereal con más de tres mil años como alimento básico mesoamericano. Al margen de cuál haya sido el origen del hombre en el Nuevo Continente —lo más probable es que sea un origen múltiple—, es indiscutible que el tránsito que va desde los nómadas cazadores hasta las civilizaciones sedentarias, estuvo vinculado en el México antiguo al inicio del cultivo del maíz.

Hoy sigue predominando su consumo, aunque las cifras per cápita son inversamente proporcionales al estrato socioeconómico de que se trate. No obstante, no hay miembro de nuestras "clases altas" que sea capaz de rechazar una tortilla echada a mano y recién salida del comal, aunque su único relleno consista en un poco de sal.

Hay que precisar que el maíz no sólo se convierte en tortillas, sino que se transforma en una muy amplia gama de variantes regionales, en México existen no menos de 700 formas de comer el maíz.

LOS MAYAS 

El Popol Vuh, o Popol Wuj en el idioma quiché, es la historia de la creación de los mayas. Los miembros de los linajes reales quiché que gobernaron las tierras altas de Guatemala registraron la historia en el siglo 16 para preservarla bajo el reino del imperio colonial. El Popol Vuh, que significa “Libro de la comunidad”, narra el relato de la creación maya, los cuentos de los Héroes gemelos y las genealogías y derechos de tierra quiché. En esta historia, los Creadores, Corazón del cielo y otras seis deidades incluyendo la Serpiente Emplumada, querían crear seres humanos con corazones y mentes que pudieran “llevar la cuenta de los días”. Pero sus primeros intentos fracasaron. Cuando estas deidades finalmente crearon humanos usando maíz blanco y amarillo que podían hablar, ellos quedaron satisfechos. En otro ciclo épico de la historia, los Señores de la muerte del Inframundo convocaron a los Héroes gemelos a jugar un memorable juego de pelota donde los Gemelos derrotaron a sus contrincantes. Los Gemelos subieron a los cielos, y se convirtieron en el Sol y la Luna. A través de sus acciones, los Héroes gemelos prepararon el camino para la siembra del maíz, para que los seres humanos vivieran en la Tierra y para la Cuarta Creación de los mayas.

 

“Nuestra historia de la creación nos enseña que los primeros abuelos de nuestra gente fueron hechos de maíz blanco y amarillo. El maíz es sagrado para nosotros porque nos conecta con nuestros antepasados. Alimenta nuestro espíritu al igual que a nuestros cuerpos”. Juana Batz Puac, maya quiche,

 

Los primeros mayas establecieron comunidades sedentarias en las regiones de la costa pacífica alrededor del 1800 AEC. Para el 250 EC, los mayas habían desarrollado una civilización vibrante que consistía de numerosas ciudades estados independientes, incluyendo los conocidos centros ceremoniales de Palenque, Tikal, Copán y Calakmul. Hoy la tierra de los mayas alberga miles de yacimientos arqueológicos, la mayoría de ellos aún no han sido explorados. Muchos de estos yacimientos antiguos están rodeados por pueblos mayas contemporáneos que han estado activamente poblados por varios cientos de años. La tierra natal de los mayas continúa influyendo su cultura y la visión del mundo de los mayas.

“Al viajar a través del mundo maya, he visto una gran variedad de paisajes, yacimientos antiguos y ciudades modernas. A pesar de las diferencias locales, he encontrado que todos nosotros compartimos una conexión profunda con la tierra en que caminamos, el maíz que comemos y el cielo que observamos”. Julián Cruz Cortés, maya yucateco, arquitecto

 

A pesar de las diferencias locales y más de treinta idiomas vigentes, los mayas comparten raíces culturales y el legado común de una civilización brillante que alcanzó su punto máximo entre 250 - 1200 d.C. El término maya es una palabra en maya yucateco que describe el idioma que hablan personas indígenas en la península de Yucatán, México. Los eruditos occidentales atribuyen este término a todas las personas mayas. La cultura maya se caracteriza por una arquitectura monumental, por iconografía y escritura jeroglífica y por los complejos sistemas matemáticos y astronómicos. El conocimiento de observación astronómica y agricultura sostenible continúan guiando las actividades diarias de la vida rural en el mundo maya. Los rituales y las ceremonias conectadas a su tierra y a su calendario todavía se practican hoy. Los mayas son participantes activos en la composición social de un mundo internacional y el legado de sus antepasados los impulsa hacia el futuro.

El árbol sagrado de los Mayas: La Ceiba

Por milenios, observaciones astronómicas cuidadosas han guiado los ciclos de la siembra del maíz, el cultivo principal maya. De la misma manera que sus antepasados observaban los movimientos del Sol en el horizonte, y observaban la aparición de ciertas constelaciones en el este, los agricultores mayas de hoy usan el conocimiento de los cielos para planificar el ciclo agrícola del maíz, y planificar el ciclo agrícola del maíz y el mejor tiempo para llevar a cabo ofrendas y ceremonias. Al observar los ciclos naturales que unen a la Tierra y el cielo a través de miles de años, los mayas han construido una visión del Universo donde el tiempo es cíclico y todas las cosas están inter relacionadas. 

“Mis antepasados creían que la ceiba, nuestro árbol de la vida maya, es la conexión entre la Tierra y el cielo. Hoy, el árbol de ceiba es considerado como sagrado, y a menudo se siembra en el centro de nuestros pueblos”.Alonso Méndez, maya tzeltal, astrónomo cultural

 

El Sol maya

 

El Sol y sus tradiciones acerca del tiempo son muy importantes a través de la tierra de los mayas. Observaciones sistemáticas del paso del Sol directamente por encima dos veces al año permitía que los mayas hicieran cálculos exactos que definían la duración de un año solar. Los mayas eran matemáticos y astrónomos destacados. Ellos inventaron el concepto del cero y registraron tablas matemáticas para predecir eclipses solares y lunares. Los astrónomos mayas tenían la habilidad de predecir y marcar el paso de las estaciones observando los movimientos del Sol por el horizonte o los movimientos del Sol con respecto a las pirámides y otros templos. El Sol y sus ciclos son la base para llevar la cuenta del calendario maya.

“Las grandes ciudades de nuestro pasado fueron diseñadas como paisajes simbólicos que imitan y realzan los alrededores naturales. Mis antepasados construyeron monumentos de acuerdo con los movimientos del Sol, la Luna y las Estrellas”. José Huchim Herrera, maya yucateco, arqueólogo y arquitecto

 

LOS AZTECAS

Los aztecas, luego de haber recorrido diversos lugares, se establecieron definitivamente, a principios del siglo XIV d C., en el valle de México. Allí fundaron su ciudad capital llamada Tenochtitlan, ubicada en la zona del lago Texcoco. En ese lugar se encontraron con otros pueblos y con ellos lucharon por la obtención de las mejores tierras y por el control político de la región. A los pocos años dominaron a todos sus vecinos y establecieron un imperio que impuso su predominio en toda la zona.

La expansión azteca se basaba principalmente en el poderío de su ejército. Muchas de las ciudades conquistadas, a pesar de tener que entregarles tributo a los aztecas, conservaban sus propias autoridades. Las rebeliones de los pueblos sometidos fueron frecuentes y muchos de ellos al producirse la llegada de los españoles, se aliaron con éstos para derrotar a los aztecas. La ciudad de Tenochtitlán. Estaba construida sobre las aguas del lago Texcoco. La comunicación dentro de la ciudad se realizaba mediante calzadas canales. Su población era muy numerosa. Se calcula en 300.000 personas aproximadamente. En el centro de la ciudad se encontraban 78 edificios, entre los que se hallaban el templo, una cancha de pelota, los palacios de los señores y abundantes jardines y huertas.

 

De forma general, llamamos aztecas a los habitantes de los territorios conquistados por Hernán Cortés, aplicándolo, por tanto, ese término no sólo a los propios aztecas sino también a los mexicanos. 

Los aztecas fundaron la ciudad de México, donde se establecieron.

La cultura azteca se caracteriza por ser buenos en la administración, de hecho, basaban la división de su territorio en 38 provincias tributarias y su organización social era una estratificación piramidal.

En lo alto de esta pirámide se encontraban los Nobles y los Sacerdotes. Después de éstos, estaban los mercaderes y los guerreros. Por último, en la base de la pirámide, se encontraban los labradores y después los esclavos.

Los principales cultivos que practicaban los aztecas eran el maíz, la fruta, el tabaco y las chiles.

Los aztecas hablaban una lengua llamada náhuatl. La escritura mezclaba pictogramas, ideogramas y signos fonéticos. En sus escritos queda reflejada su propia historia, geografía, economía, religión, etc. 

Algunos códices han perdurado a lo largo del tiempo como es el caso del Códice Borbónico. Se trata de un libro-calendario con dos partes, la primera un libro de los destinos, llamado tonalamalt y la segunda las fiestas de los meses, xiuhpohualli.

En la sociedad azteca, el emperador tenía poder ilimitado, que abarcaba todas las cosas y todas las personas. Junto a él, los guerreros y sacerdotes formaban el grupo social de mayor poder. Los guerreros eran el principal apoyo del emperador y permitió la creación de un imperio muy poderoso pero aislado políticamente. 

La mayor parte de la población eran artesanos, agricultores, servidores públicos, etc., que se organizaban en grupos de parentesco llamados calpulli.

Apenas había grupos sociales intermedios. Aquí podemos situar a los comerciantes enriquecidos de la capital, que conseguían ascender intercambiando sus riquezas por prestigio en las fiestas que organizaban y ofreciendo alguno de sus esclavos como víctima de un sacrificio ritual.

Otro aspecto fundamental en la vida cotidiana de los aztecas era la educación, que era obligatoria, aunque con diferencias según el sexo.

También había esclavos que se utilizaban para el trabajo agrícola, el transporte, el comercio o el servicio doméstico. Algunos de los esclavos se encontraban en esta situación de forma temporal, hasta que pagaran una deuda o una condena. Otros eran prisioneros de guerra que podían ser sacrificados a Huitzilopochtli. 

En el plano sexual, sólo existían dos formas de relaciones sexuales permitidas: las que tenían lugar dentro del matrimonio y las de guerreros solteros con sacerdotisas dedicadas a la prostitución ritual. Estas últimas se consideraba que estaban protegidas por la diosa Xochiquétzal. Estas relaciones siempre se mantenían antes de que los guerreros partiesen a la batalla. El adulterio, por otra parte, era severamente castigado. 

Cada aspecto de la vida sexual estaba asociado a un dios diferente.

Para los chicos había dos tipos de escuelas: el telpochcalli y el calmecac. En el primero se estudiaba en la escuela pero se iba a dormir a casa por las noches y el segundo era una especie de internado que se reservaba casi íntegramente a los nobles. 

Las chicas en cambio eran educadas por sus madres en casa para realizar las tareas del hogar. Sólo las nobles podían ir a aprender a una especie de monasterio donde vivían hasta el momento del matrimonio. 

En esta educación, la religión tenía un papel importante, pero también se aprendía escritura, lectura, historia y música.

MALINCHE

Malinche fue la hija de un cacique mexicano entregada a Cortés como esclava. Ella hablaba la lengua nahuati, de los aztecas, y la maya. Entre los españoles había un sacerdote que había vivido algunos años con un pueblo de lengua maya. Malinche traducía de la lengua azteca a la maya y luego el sacerdote traducía del maya al español. la colaboración de Malínche con los conquistadores de su pueblo dio lugar a una leyenda conocida como La maldición de Malinche, popularizada en una canción mexicana actual que dice:

 

Del mar los vieron llegar mis hermanos, emplumados eran los hombres barbados de la profecía esperada. 

Se oyó la voz del monarca de que el dios habla llegado y les abrimos la puerta por temor a lo ignorado. 

Iban montados en bestias como demonios del mal, iban con fuego en las manos y cubiertos de metal 

Sólo el valor de unos cuantos les opuso resistencia y mirar correr la sangre se llenaron de vergüenza. 

Porque los dioses ni comen ni gozan con lo robado y cuando nos dimos cuenta ya todo estaba acabado. 

En ese error entregamos la grandeza del pasado y en ese error nos quedamos 300 años esclavos. 

Se nos quedó el maleficio de brindar al extranjero nuestra fe, nuestra cultura, nuestro pan, y nuestro dinero.

EL SOL AZTECA
El calendario Azteca estaba basado en el sol y por tal recibe el nombre de “solario”

 

- Pesa 24 tonelada  y mide 3.65m 

 

- Se compone de 18 meses, de 20 días cada uno y 5 días de inactividad llamados nemontemi. En total, suman 365 días. El Xiuhpohualli inicia el 2 de febrero y los nemontemi son los últimos días de enero y el primero de febrero.

 

- Cada cuatro años, se agrega un día nemontemi, que equivale al año bisiesto, y cada 130 años se suprime un día nemontemi. De esta forma se obtiene una aproximación al año solar trópico más exacta que la que proporciona el calendario gregoriano en uso.

El disco central: En él está la representación de Tonatiúh, el Sol, con todos los atuendos propios de su importancia. 
En los cuatro rectángulos que lo rodean, se representa la leyenda de los cuatro soles.

 

 

 


- Primer Anillo: Contiene veinte figuras que representan los días del mes. Cada mes se divide en cuatro grupos de cinco días, (llamados quintanas) Los nombres y significados de los días en castellano, son los siguientes: 

Cipactli (caimán), 
Ehécatl (viento), 
Calli (casa), 
Cuetspallin (lagartija),
Cóatl (serpiente), 
Miquistli (muerte), 
Mázatl (venado), 
Tochtli (conejo),
Atl (agua), 
Itzcuintli (perro), 
Osomatli (mono), 
Malinalli (hierba),
Ácatl (carrizo), 
Océlotl (ocelote), 
Cuauhtli (águila), 
Coscacuauhtli (zopilote),
Ollin (movimiento), 
Técpatl (pedernal),
Quiáhuitl (lluvia) 
Xochitl (flor). 

La cuenta de los días comienza con caimán y continúa en sentido contrario al de las manecillas del reloj. Los días van acompañados de un número consecutivo del uno al trece. De esta forma, no se repite la misma figura con el mismo número en un período de 260 días.

 


- Segundo Anillo. Está formado por 8 segmentos divididos por figuras en forma de V que simbolizan los rayos de luz solar. 

- Tercer Anillo. Está dividido en dos bandas anudadas de papel amatl. La parte superior, la más pequeña, contiene la fecha de terminación del Calendario, un ornamento de hierbas y flores y la cola de dos serpientes.
En la parte inferior aparecen los cuerpos de dos serpientes de fuego con escamas, Xiuhcóatl, formada por trece segmentos iguales cada una y el signo Tlachinolli, planta que semeja a una serpiente, con diez círculos pequeños y un doble marco.
En la parte inferior de este anillo, se observan las cabezas de las dos serpientes sobrepuestas, de cuyas fauces salen los rostros de Quetzalcóatl, personificado como Tonatiúh, el Sol, y de Tezcatlipoca, Señor de la Noche. Cada serpiente tiene patas con garras y un penacho con siete círculos cortados por mitad, que simbolizan la Constelación de las Pléyades. 

- Cuarto Anillo. En él se representan las estrellas sobre el cielo nocturno. Contiene ciento cincuenta y ocho círculos pequeños que rematan en las bandas de papel amatl.

Malinche

Malinche fue la hija de un cacique mexicano entregada a Cortés como esclava. Ella hablaba la lengua nahuati, de los aztecas, y la maya. Entre los españoles había un sacerdote que había vivido algunos años con un pueblo de lengua maya. Malinche traducía de la lengua azteca a la maya y luego el sacerdote traducía del maya al español. la colaboración de Malínche con los conquistadores de su pueblo dio lugar a una leyenda conocida como La maldición de Malinche, popularizada en una canción mexicana actual que dice:

 

Del mar los vieron llegar mis hermanos, emplumados eran los hombres barbados de la profecía esperada. 

Se oyó la voz del monarca de que el dios habla llegado y les abrimos la puerta por temor a lo ignorado. 

Iban montados en bestias como demonios del mal, iban con fuego en las manos y cubiertos de metal 

Sólo el valor de unos cuantos les opuso resistencia y mirar correr la sangre se llenaron de vergüenza. 

Porque los dioses ni comen ni gozan con lo robado y cuando nos dimos cuenta ya todo estaba acabado. 

En ese error entregamos la grandeza del pasado y en ese error nos quedamos 300 años esclavos. 

Se nos quedó el maleficio de brindar al extranjero nuestra fe, nuestra cultura, nuestro pan, y nuestro dinero.

LOS INCAS La civilización inca, también llamada civilización incaica o civilización quechua, fue la última de las grandes civilizaciones precolombinas que conservó su estado independiente (imperio incaico) durante la Conquista de América, hasta la conquista del Perú (1532-1533). Con la extensión del imperio, ésta fue absorbiendo nuevas expresiones culturales de los pueblos anexados, y se ubicó en los actuales territorios del Perú, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia y Ecuador.

 

Desde la ciudad sagrada del Cuzco, los quechuas consolidaron un Estado que logró sintetizar los conocimientos artísticos, científicos y tecnológicos de sus antecesores. Basados en un concepto de expansión del Estado, el Tawantinsuyo (Imperio inca) recogió aquellos conocimientos y los potenció. En la actualidad, algunas costumbres y tradiciones de la desaparecida civilización inca prevalecen aún en Bolivia, Ecuador y el Perú.

 

La conquista del Perú, realizada entre 1530 y 1540 por los españoles, encabezados por Francisco Pizarro, puso fin al imperio. Sin embargo, focos de resistencia de los llamados Incas de Vilcabamba se mantuvieron hasta 1572.

 

La economía inca se basó en la agricultura que desarrollaron mediante técnicas avanzadas, como las terrazas de cultivo llamados andenes para aprovechar las laderas de los cerros, así como sistemas de riego heredados de las culturas preincaicas .

Los incas cultivaron maíz, maní, yuca, papa, frijoles, algodón, tabaco y coca, entre otras.

 

Las tierras eran propiedad comunal y se trabajaban en forma colectiva.

Desarrollaron también una ganadería de camélidos sudamericanos (llama y alpaca).

Por los excelentes caminos incas (Cápac Ñan) transitaban todo tipo de mercancías: desde pescado y conchas del Pacífico hasta sal y artesanías del interior.

Entre las expresiones artísticas más impresionantes de la civilización inca se hallan los templos (Sacsayhuamán yCoricancha), los palacios y los complejos estratégicamente emplazados (Machu Picchu, Ollantaytambo y Písac).

Si bien no puede hablarse de un imperio monárquico socialista, por la clara diferenciación económica, política y social, el Imperio incaico estableció el sistema de reciprocidad y complementariedad económica.

La organización política incaica fue una de las más avanzadas de América precolombina. Tuvo una monarquía absoluta y teocrática. El imperio adoptó el nombre de Tahuantinsuyo, es decir, los cuatro suyos o regiones, concordantes con los cuatro puntos cardinales.

La jerarquía imperial

El Sapa Inca o, simplemente, el Inca era el máximo gobernante, uniéndose en su persona el poder político y el poder religioso, por lo que sus súbditos acataban con sumisión sus órdenes. Símbolo de su poder era la mascapaicha, una especie de borla de lana roja que ceñía en la cabeza. Ejercía las funciones de su gobierno desde el palacio particular que cada uno se hacía construir en el Cuzco. Allí concedía audiencia todo el día y administraba justicia. Pero también viajaba con frecuencia por todo el territorio de su imperio, llevado en andas sobre hombros de cargadores, para atender personalmente las necesidades de su pueblo.

Al Inca le seguían en jerarquía:

·         El Auqui o príncipe heredero. En vida de su padre, ejercía el cogobierno, para ejercitarse en las funciones imperiales.

·         El Tahuantinsuyo Camachic o Consejo Imperial, integrado por cuatro personajes o apus, que tenía a su cargo el gobierno de cada uno de los suyos o regiones. Algunos autores lo denominan Suyuyuc Apu.

·         Los gobernadores o Apunchic, con atribuciones político-militares. Su labor consistía en mantener en orden las provincias.

·         El Tucuirícuc o tocricoc, “el que todo lo ve”, una especie de supervisor imperial, que controlaba a los funcionarios de provincias, y en caso necesario, ejercía las funciones de gobierno. Como símbolo del poder que le otorgaba el Inca, llevaba siempre un hilo de la mascapaicha, que era inconfundible para la gente.

·         El curaca, era el jefe del ayllu o comunidad. Equivalente a cacique. Solía ser el más anciano y sabio de su pueblo, aunque a veces los incas imponían sus propios curacas en las poblaciones recalcitrantes a su dominio. Vigilaba por el orden y aplicaba justicia; también se encargaba de recolectar el tributo para el Inca.

La base decimal de la administración

Para la mejor administración del imperio, era necesario asegurar que todos trabajaran y cumplieran lo que se les imponía. Con esta finalidad, los incas crearon una organización decimal que consistía en una escuela de funcionarios, cada uno de los cuales controlaba el trabajo de diez que estaban bajo su inmediata autoridad:

·         El Purec o jefe de familia (la base de la sociedad).

·         El Chunca-camayoc, encargado de una Chunca, es decir, el conjunto de diez familias. Mandaba a diez purecs y estaba encargado del censo de las personas correspondientes a su jurisdicción, distribuirles tierras y dirigirles en el trabajo.

·         El Pachaca-camayoc, funcionario al parecer equivalente al curaca, que controlaba una Pachaca o conjunto de cien familias. Estaba encargado de vigilar a loschunca-camayocs en el cumplimiento de sus obligaciones y revisar las decisiones que hubiesen tomado en asuntos de su jurisdicción.

·         El Huaranga-camayoc, a cargo de una Huaranga o conjunto de mil familias. Supervigilaba a los pachaca-camayocs; especialmente debía cuidar la exactitud de los registros censales y la equidad de la distribución de tierras, para evitar que aquellos aprovechasen su autoridad en perjuicio del bienestar del pueblo.

·         El Hunocamayoc, al mando de un Huno o conjunto de diez mil familias, amplitud que hace pensar en una confederación tribal estabilizada por la autoridad del Inca. Supervigilaba a los huaranga-camayocs. Conservaba los registros censales y de acuerdo con ellos dirigía la política agraria y los trabajos artesanales. Se hallaba subordinado al Tucuirícuc y al Suyuyuc Apu.

 

El sistema vial y el transporte

Los Incas se preocuparon por tener buenas vías de comunicación y por ello se dedicaron a construir a lo largo y ancho de sus dominios una vasta y compleja red de caminos. Estos tenían la función de integrar y unificar el Imperio.

 

El Qhapaq Ñan o Camino Real es, indudablemente, el más imponente ejemplo de la ingeniería civil incaica. Tiene una longitud de 5.200 km y servía de enlace a una red articulada de caminos e infraestructuras de más de 20.000 km, construidas a lo largo de dos milenios de culturas andinas precedentes a los incas. Todo este sistema de caminos recorría, superando los potenciales obstáculos de los candentes desiertos, de la anfractuodidad de las montañas, los zigzag de las quebradas, las correntadas de los ríos, vinculando diversos núcleos productivos, administrativos y ceremoniales: cuyo centro era la ciudad del Cuzco, donde, como en la Roma antigua, todos los caminos confluían.

El Qhapaq Ñan se dividía en dos ramales longitudinales: el camino de la costa y el camino de la sierra. Interconectaba localidades tan distantes como Quito, al norte, y Tucumán, al sur. Los cronistas españoles alabaron no solo su extensión, sino su trazado, anchura y calidad, sobre todo por el esfuerzo que significó su construcción en medios tan agrestes como los Andes y los desiertos costeros; tanto así que lo compararon con la red vial del Imperio romano. Es evidente que la red vial incaica facilitó la conquista española, según lo aseveran los entendidos.

En el 2014, la Unesco proclamó al Qhapaq Ñan como Patrimonio de la Humanidad.

Los puentes

Puente colgante de Q'eswachaca construido según la antigua técnica inca.

Para cruzar ríos, salvar quebradas o desfiladeros, los incas construyeron ingeniosos puentes. Existieron tres clases de estos:

Los puentes de piedra o puentes fijos, que se construían en medio de ríos de poco caudal o quebradas angostas.

Los puentes colgantes, fabricados de resistentes fibras de maguey, que soportaban el peso de hombres y animales de carga.

Los puentes flotantes o de oroyas, constituidos por grandes cestos o balsas sujetas con gruesas sogas, que se extendían de una orilla a otra, donde los cabos se sujetaban a peñascos o pilares. Para cruzar el río el viajante se subía a la balsa y tiraba de la soga, hasta llegar a la otra orilla.

 

Los tambos

 

Un tambo era una construcción que servía de depósito de alimentos, vestidos, herramientas y armas, que los incas hicieron construir a lo largo de los caminos que cruzaban el imperio, a fin de que allí pudiesen descansar y reparar sus fuerzas los funcionarios, los ejércitos en campaña y aun el mismo Inca con su séquito. Los viajeros particulares no podían participar de estos beneficios pues estos estaban obligados a llevar alimentos de su propia tierra. Había tambos aún en los lugares desiertos y cuando estaban cerca de algún pueblo tenían por objeto evitar que el paso del ejército y los funcionarios no aumentara la carga tributaria al mismo. Los españoles admiraron este sistema y lo aprovecharon.

LOS CHASQUIS

Los chasquis eran enviados personales del Inca o emperador delImperio Incaico y, como tales, tenían sobre sí la gran responsabilidad de trasladar los mensajes y productos que se les encargaba.

El término chasqui proviene del quechua chaskiq o chaskij, que significa ‘el que recibe y da’. Entre los siglos XIII y XVI, llevaban encomiendas (incluidas noticias, órdenes y comunicados) y encargos mediante un sistema de postas o entrega a otro chasqui que continuaba rumbo al destino final.

Se trataba de comunicadores que llevaban mensajes verbales o codificados en quipus (tiras con nudos que se utilizaba para contar y escribir), que eran leídos por los quipucamayocs o lectores de quipus.

Los chasquis eran jóvenes preparados físicamente para recorrer las vías del Camino Inca. Solo se detenían en tambos (lugares de reposo, alimento y abastecimiento).

Llevaban un pututu para anunciar su llegada con su sonido característico, un quipu (con información) y un qëpi a la espalda, donde cargaban objetos y encomiendas.

En la cabeza lucían un penacho de plumas blancas, que lo identificaban como chasquis en el camino y ante quienes estaban listos para recibir los mensajes o productos que trasladaban.

Cronistas indican que con el sistema de chasquis, el Inca en el Cusco, Capital del Imperio, recibía pescado fresco de la costa gracias a la rapidez de estos jóvenes y al sistema de caminos y postas.

Para llevar las órdenes y disposiciones del Inca a todos los confines del Imperio en la menor brevedad posible, existió un sistema de correo de postas denominado de los chasquis. Estos eran jóvenes corredores apostados en los caminos y que se cobijaban en chozas. Cada puesto estaba a una distancia prudencial del otro, aproximadamente de 1.5 km, pues decían que aquello era lo que un joven podía correr con ligereza, sin cansarse. Cuando el encargado de llevar el mensaje llegaba al puesto en donde terminaba, anunciaba su llegada por medio de unpututo (trompeta hecha de concha marina), saliendo a su encuentro otro mozo, que escuchaba el mensaje dos y tres veces, hasta memorizarlo exactamente y, a su turno, salía a la carrera para transmitirlo al próximo puesto. Por ello el mensaje debía ser corto, concreto y muy simple para evitar que se olvidasen. Otras noticias se transmitían por quipus o hilos con nudos, sistema mnemotécnico cuyo significado solo lo podían descifrar las personas entendidas. De ese modo, se llevaba a cabo una gigantesca carrera de postas que permitía que las órdenes, noticias, mercaderías, etc., llegara a su destino con bastante rapidez. Se asegura que así se conocían en Cuzco las noticias de Chile o Quito sólo en el término de 15 días y aún menos; y que el Inca recibía en su palacio cuzqueño pescado fresco desde la costa.

 

GUERREROS INCAS

Los incas formaron un ejército fuerte acorde con las necesidades de su estado expansionista. Se dividía en grupos de guerreros profesionales y soldados reclutados especialmente para cada campaña, y basaba su poder en la cantidad de hombres, la eficiente logística, la férrea disciplina y moral de combate, y la construcción de fortalezas militares. Las acciones bélicas guardaban un carácter religioso.

Fortalezas: el Estado Incaico planificó tanto las conquistas de pueblos vecinos como la defensa del territorio propio. Su base fue un ejército bien dotado, una red de caminos que facilitaban su desplazamiento y la construcción de grandes fortalezas que cumplían como principal función la disuasión de posibles ataques y su contención, si se producían.

Los soldados: la mayor parte de los soldados eran campesinos (solo la guardia del Inca reinante estaba compuesta por combatientes de oficio, casi todos de origen noble). Cada provincia del imperio debía aportar una cuota de reclutas según su población.

Estrategia: el ejército inca arrollaba a sus enemigos por su superioridad numérica. Expertos en el enfrentamiento cuerpo a cuerpo y dotados de armas y defensas, resultaron incontenibles.

El armamento: preferentemente utilizaron la maza, confeccionada con una piedra pesada encajada en un palo, también el hacha, la lanza, la honda entre otras.

Protección: los guerreros vestían túnicas de algodón reforzado y cascos de madera o de cañas entretejidas con hilos de lana. También se cubrían la espalda con placas de madera, y llevaban escudos.

Entrenamiento: los hombres lo recibían como parte de la educación tradicional; en períodos de conflicto,la preparación se realizaba en las fortalezas militares.

El Ayllu

La base de la organización social del Tahuantinsuyo estuvo en el Ayllu, palabra de origen quechua y aymara que significa, entre otras cosas: comunidad, linaje, genealogía, casta, género, parentesco. Puede definirse al ayllu como el conjunto de descendientes de un antepasado común, real o supuesto que trabajan la tierra en forma colectiva y con un espíritu solidario.

En el Imperio todo se hacía por ayllus: el trabajo comunal de las tierras (tanto las del pueblo mismo como las del Estado); las grandes obras públicas (caminos, puentes, templos); el servicio militar y otras actividades.

El jefe del ayllu o curaca era el anciano más recto y sabio, asesorado por un grupo de ancianos. Sin embargo, cuando el peligro amenazaba, el mando militar lo ejercía un sinchi, guerrero aguerrido y prudente elegido entre los más fuertes del ayllu.

Clases sociales

 

El Inca Pachacútec y su hijo, el príncipe heredero Túpac Yupanqui(dibujo de Martín de Murúa).

La sociedad en el Incanato estuvo organizada a base de clases sociales. Existían dos clases muy diferenciadas: la Nobleza y el Pueblo. En cada una de estas clases había diversos niveles.

Nobleza:

La realeza o la corte imperial, conformada por el Inca (el monarca o rey), la Coya (esposa principal del Inca) y los príncipes legítimos o auquis.

 

Nobleza de Sangre, conformada por los descendientes de cada Inca, quienes integraban los ayllus reales o panacas. Ejercían las más altas funciones, como funcionarios imperiales, gobernadores, generales, sumos sacerdotes, etc.

Nobleza de Privilegio, cuyos miembros no pertenecían a la familia real, sino que eran nacidos del pueblo, pero que por sus grandes servicios prestados al Estado (en las guerras, en el culto religioso, en las obras públicas, etc.) habían alcanzado tal jerarquía. Tal era el caso de los jefes militares, los sacerdotes y las acllas o escogidas.

Pueblo:

Hatunrunas, conformada por la gran masa del pueblo. Dedicarse a las labores agrícolas, aunque también prestaban su trabajo en las obras públicas. Vivían agrupados formando parte de los ayllus. Eran los verdaderos forjadores del imperio.

Mitimaes o Mitmaqkunas, eran aquellos pobladores que, habiendo demostrado fidelidad al Inca y asimilado la cultura quechua, eran enviados a colonizar los nuevos territorios conquistados. Había otro tipo de mitimaes, que, como castigo a su rebeldía, eran enviados a zonas distantes de su lugar de origen. Tal fue el caso de los aymaras del altiplano, que fueron trasladados a diversas regiones del Imperio, como a la actual provincia de Aymaraes, en Apurímac.

Yanacunas o yanaconas, eran personas que no pertenecían a ayllu alguno y oficiaban de criados perpetuos al servicio del inca y de los grandes señores.

Origen de los Incas 

Origen.

Para explicar los orígenes de los incas los especialistas emplean una diversidad de fuentes y métodos, siendo estos los mitos y leyendas, recogidos por los cronistas españoles, durante y después de la conquista, en los siglos XVI y XVII. A continuación veremos la explicación mítica del origen de los incas.

 La explicación mítica.

Antes que nada, debemos manifestar que algunas sociedades explican sus orígenes utilizando los mitos. Pues bien, esto corresponde a sociedades que creen que el mundo esta gobernado por fuerzas sobrenaturales.

Para explicar los orígenes de los incas existen de los mas conocidos: La leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo y el mito de los hermanos Ayar.

 La leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo.

Este relato fue difundido por el cronista mestizo Garcilazo De La Vega. Cuenta la leyenda que el dios inti (sol), apiadado de la barbarie en que vivían los seres humanos, decidió enviar a sus hijos Manco Capac y Mama Ocllo para civilizarlos. Estos salieron de las espumas del Lago Titicaca y anduvieron errantes hasta encontrar un lugar donde se hundiera una vara de oro que les había dado el sol. Tras un largo viaje, la vara se hundió en las faldas del cerro Huanacahuere, donde fundaron la ciudad del Cusco.

 

 

 

El mito de los hermanos Ayar. Según este relato, de la cueva de Tampu Tocco, en el cerro de Pacaritambo, salieron cuatro parejas: Ayar Cachi con Mama Huaco, Ayar Uchu con Mama Cora, Ayar Auca con Ragua Ocllo, y Ayar Manco con Mama Ocllo. Los ocho iniciaron un largo recorrido en busca de un lugar donde establecerse. De todos los hermanos, Ayar Cachi era el más poderoso, una especie de brujo. Sus hermanos le tenían envidia y, valiéndose de engaños, lo encerraron en Tampu Tocco. Aun así, Ayar Cachi volvió a aparecérseles como ave y se convirtió en su protector. Posteriormente, Ayar Uchu se convirtió en piedra en el cerro Huanacahure y a Ayar Auca le sucedió lo mismo en el Inticancha. Finalmente, Ayar Manco, acompañado de sus hermanas y esposas, fundó el Cusco.

 

 

 

¿Qué explican estos relatos?

Estos dos relatos explican aspectos distintos de los orígenes de los incas. El mito de los hermanos Ayar se refiere a la llegada de los primeros grupos incas al Cusco procedentes del altiplano y sus luchas para poder asentarse en dicha zona. La leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo, en cambio, explica la superioridad de los incas sobre los demás pueblos andinos y, por tanto, justifica las conquistas incaicas.

Organización militar

Los incas formaron un ejército fuerte acorde con las necesidades de su estado expansionista. Se dividía en grupos de guerreros profesionales y soldados reclutados especialmente para cada campaña, y basaba su poder en la cantidad de hombres, la eficiente logística, la férrea disciplina y moral de combate, y la construcción de fortalezas militares. Las acciones bélicas guardaban un carácter religioso.

·         Fortalezas: el Estado Incaico planificó tanto las conquistas de pueblos vecinos como la defensa del territorio propio. Su base fue un ejército bien dotado, una red de caminos que facilitaban su desplazamiento y la construcción de grandes fortalezas que cumplían como principal función la disuasión de posibles ataques y su contención, si se producían.

·         Los soldados: la mayor parte de los soldados eran campesinos (solo la guardia del Inca reinante estaba compuesta por combatientes de oficio, casi todos de origen noble). Cada provincia del imperio debía aportar una cuota de reclutas según su población.

·         Estrategia: el ejército inca arrollaba a sus enemigos por su superioridad numérica. Expertos en el enfrentamiento cuerpo a cuerpo y dotados de armas y defensas, resultaron incontenibles.

·         El armamento: preferentemente utilizaron la maza, confeccionada con una piedra pesada encajada en un palo, también el hacha, la lanza, la honda entre otras.

·         Protección: los guerreros vestían túnicas de algodón reforzado y cascos de madera o de cañas entretejidas con hilos de lana. También se cubrían la espalda con placas de madera, y llevaban escudos.

 

·         Entrenamiento: los hombres lo recibían como parte de la educación tradicional; en períodos de conflicto, La preparación se realizaba en las fortalezas militares.

Economía 

La economía inca estaba basada en la previsión y planificación de todas las etapas del proceso productivo. En el Tahuantinsuyo, nada estaba fuera del control permanente y directo del Estado, que, haciendo suyas las experiencias tecnológicas y culturales desarrolladas por las culturas preincas, organizó un aparato productivo, fundamentalmente agrícola, que dio solución a los problemas de alimentación, vestido, vivienda y seguridad social de una población cada vez más numerosa. Se estima que a la llegada de los españoles, esta ascendía de 6 a 10 millones de habitantes.

El trabajo

El trabajo era considerado como una función social de la que no podía eximirse ningún individuo; era pues obligatorio. Todos los habitantes del Imperio, hombres y mujeres, debían trabajar, pero no era igual para todos sino que se asignaba a cada individuo según sus capacidades. «A nadie se le exigía más de lo que podía dar; así, el niño trabajaba mucho menos que el joven y éste menos que el adulto, edad en la que se exigía el máximo esfuerzo, descendiendo después la exigencia a medida que iba ascendiendo la edad». (Luis E. Valcárcel).

El trabajo era colectivo, pues siempre lo hacían con la intervención de todos los miembros de la comunidad o ayllu, los mismos que se ayudaban mutuamente unos a otros. Modalidades de trabajo comunitario eran la mita, el ayni y la minca.

División de las tierras

Las tierras del Imperio se dividían en tres sectores:

·         Tierras del Sol, destinadas a la obtención del alimento necesario para la ofrenda de los dioses y para el sustento de la clase sacerdotal encargada del culto.

·         Tierras del Inca o del Estado, destinadas a proporcionar alimento al Inca, su familia, la nobleza y los funcionarios. De estas tierras se sacaba también alimento para la gente que trabajaba al servicio del Inca, para los ejércitos en campaña y para ayudar a los pueblos que por alguna catástrofe perdían sus cosechas. Estos alimentos se guardaban en los graneros. Tanto las tierras del Sol como las del Inca eran trabajadas en comunidad por el pueblo.

·         Tierras del Pueblo, eran de mayor extensión destinadas a los ayllus para que obtuvieran su sustento. Cada año se hacía el reparto de estas tierras entre los hombres y mujeres aptos para realizar las labores agrícolas. Cada hombre casado recibía un tupu (o topo), otro por cada hijo varón y medio tupu por cada hija mujer. De acuerdo a las informaciones del Inca Garcilaso, un tupu era igual a una fanegada y media (2.880 m2) y representaba una extensión de tierra donde se podía sembrar un quintal de maíz (46 kg). En realidad, según la opinión de Baudin, un tupu era el lote de terreno necesario para cultivar lo suficiente para una familia sin niños. Su extensión debía variar según la clase de tierra.

 

 

Agricultura

Agricultura incaica

Andenes en el Valle Sagrado de los Incas(Písac).

Los incas fueron un pueblo esencialmente agrícola; sin embargo, tuvo su asiento en un territorio falto de tierras cultivables. Para superar tal deficiencia aplicaron técnicas agrícolas, las principales de las cuales fueron las siguientes:

Andenes o terrazas, para evitar la erosión y aprovechar las laderas de los cerros.

Waru waru, técnica heredada de las poblaciones del altiplano, en la que se araban surcos alrededor de los cultivos y se les llenaba de agua para crear un micro clima más estable que el ambiente.

Pozas secas que se llenaban en época de lluvias. Era muy empleado en la costa. Se les llamaba simplemente lagunas o cochas.

También tuvieron sistemas de riego mediante acueductos o canales y utilizaron abonos (excrementos de camélidos, de cuyes, y el guano de islas). Se debe resaltar además su técnica de mejoramiento de especies, como al parecer lo atestigua el sitio de Moray, conformado por una serie de andenes circulares, que simula un anfiteatro, sitio que posiblemente fue un centro de investigación agrícola, donde se llevaron a cabo experimentos de cultivos a diferentes alturas. La disposición de sus andenes produce un gradiente de microclimas teniendo el centro de los andenes circulares concéntricos una temperatura más alta y reduciéndose gradualmente hacia el exterior a temperaturas más bajas, pudiendo de esta forma simular hasta 20 diferentes tipos de microclimas.

Se estima que los incas cultivaron cerca de setenta especies vegetales, entre ellas, papas (cerca de 200 variedades), camotes, maíz, ajíes, algodón, tomate, maní,coca y quinua.

La vida de los Incas

 

Su hogar, su espacio, la familia, el cultivo, sus creencias.

Cada integrante adulto del pueblo inca era siempre un campesino, todos trabajaban el campo, salvo quizás, los funcionarios del estado, la realeza inca y los sacerdotes. Cierto que en las zonas muy altas la actividad principal era el pastoreo, pero también practicaban la agricultura donde podían.

Los incas formaron un gran imperio que sin embargo siempre estuvo constituido por pequeñas agrupaciones humanas, desde antes de su unificación incluso. Dichas agrupaciones de campesinos eran denominadas ayllus. Los ayllus se agrupaban entorno a markas, terrenos comunes y particulares en donde pastaba el ganado o se cultivaba la tierra. El ayllu designaba principalmente el nombre de familia, eran agrupaciones patrilineales descendientes de un mismo antepasado común, y que generalmente tomaba el nombre de un animal pero también, en ocasiones, el nombre o la forma de un objeto natural, preferentemente el de una piedra a la entrada del pueblo o cerca de una montaña, una cueva o un lago.

Según algunas fuentes históricas, los pequeños pueblos no tenían gobernadores más que en caso de guerra con los vecinos. Pero dada la existencia de divisiones entre los pueblos (y ciudades: Cuzco), los de arriba y los de abajo, hanan-saya y hurin-saya, y de la existencia difundida de los curacas, generalmente hombres ancianos que tomaban decisiones, la primera hipótesis parece poco probable. Los curacas eran depuestos o confirmados por el gobierno central inca. Las markas eran distribuidas o redistribuidas anualmente, según el número de integrantes de cada familia. Existían tierras de barbecho que podían ser destinadas a las nuevas parejas; quien se ausentaba no perdía su marka, pero los demás pobladores tenían derecho a cultivarla; así mismo, las tierras de las viudas o de los enfermos eran cultivadas por el resto de la comarca.

Cada ayllu y cada marka era bastante independiente con respecto al resto y no comerciaban más que algunos pocos artículos. Aunque debían pagar tributos en especie: artesanías, telas, ropas, a los recaudadores imperiales. Las congregaciones urbanas, las ciudades como el Cuzco eran llamadas llactas, frecuentemente rodeadas por ayllus y markas cercanas. Por eso se hablaba de las llactapachas y de las runapachas, siendo las primeras, tierras del poblado, siempre en las laderas, en la altura, con su centro de convenciones, terreno para fiestas, y tierra de pastoreo para las llamas comunales; las runapachas eran las tierras de las parcelas individuales, con sus propias dependencias, más extensas que las primeras. Existían entonces tierras del pueblo y tierras de la familia.

Ninguna otra civilización antigua produjo ni igualó las más de cuarenta especies vegetales que cultivaban o cosechaban los campesinos de la civilización Inca. Dicha abundancia es explicable por el número de poblaciones independientes que luego se juntaron, por las varias civilizaciones que precedieron a la Inca y que seleccionaron los vegetales durante centenares de años, y finalmente, por la gran variedad de pisos climáticos tan cercanos unos de otros. La papa, el maíz, la quinua, la calabaza, el tomate, el aguacate, el pimiento, el fréjol (porotos), la mandioca (yuca) y el algodón son todos originarios del continente americano. Más impresionante aún es saber las dificultades topológicas que tuvieron que vencer, creando terrazas o sembrando en empinados abismos.

Según Benjamín Carrión los trabajos de cultivo eran cooperativos, “todos... ayudaban a todos en la siembra, la deshierba, la cosecha. El producto en cambio, era individual y pertenecía al usufructuario de la chacra (huasipungo) y su familia”...descontados los impuestos al Inca y la clase sacerdotal, habría que agregar.

Para lograr obtener buenas cosechas en las tierras altas debieron construir un magnífico sistema de irrigación para hacer llegar el agua a todas partes; sin la ayuda del hierro ni de máquinas sino simplemente formando inmensas cadenas humanas. “Los indios no vacilaban en poner diques a los ríos y en corregir sus cauces y hasta desviarlos si era necesario. Las aguas almacenadas en los depósitos de reserva o en cisternas eran distribuidas por medio de esclusas”. Solo así lograron hacer frente a los a veces prolongados períodos de sequía, dirigiendo el agua frecuentemente desde el pie de los glaciares. Para abonar la tierra conocían y usaban los enormes yacimientos de guano de ave, que repartían a todos los habitantes del imperio, sin distinción ni exclusión. Las aves marinas proveedoras del guano eran protegidas por estrictas leyes, amenazando de muerte a cualquier habitante que diera muerte a cualquiera de las aves o que osase entrar en las islas cuando ovaban. Los incas no conocieron ni la rueda ni el arado, basaban su fuerza cultivadora únicamente en los hombres.

cubiertas con rastrojo. Parece que no tenían muebles al interior, y dormían directamente en el suelo envuelto en lanas de alpaca. Lo que no quiere decir que carecieran de objetos, siempre había un telar, vajilla, algún instrumento musical (flauta, quena...), vasijas para guardar semillas, chicha...

Los habitantes de las altas planicies se sustentaban por la domesticación de la llama y de la alpaca. Eran poblaciones casi enteramente pastorales pero no por ello de las más pobres, pues obtenían todo lo necesario a partir de la lana (sobretodo de la alpaca) y de la carne de sus animales. La llama además les servía como bestia de carga, aunque se rehusa a cargar más de 25 kilos y se niega a avanzar más de 15 kilómetros al día, se compensa por su resistencia a los climas y por su frugalidad alimenticia. Los incas no conocieron la rueda, ni menos los carros de carga.

Los indios Incas situaban sus casas entre el valle y la cima de las montañas, frecuentemente en terrenos pedregosos no aptos para el cultivo; así lograban estar cerca tanto de sus cultivos del valle como de los pastizales de las cimas. A menudo reunían sus casas entorno a las del anciano; protegían con cercas el patio, que impedía que las llamas a las que tenían derecho se les escaparan por las noches. En los valles de los Andes centrales, las casas eran rectangulares, construidas a partir de adobe y paja seca o piedras

La religión Inca estaba estrechamente vinculada a la tierra y por eso el calendario inca (que los ayllus debieron haber seguido) correspondía con precisión al de las estaciones y los trabajos agrícolas. Los puntos críticos de los tiempos agrícolas eran decididos por los amautas (hombre sabio en ciencias del hombre y de la naturaleza). Los campesinos, a través de su religión pagana, reverenciaban sobretodo a la Pacha-Mama (madre tierra), y es poco probable que su origen sea Inca sino que más bien provenga de una tradición más antigua, de alguna de las civilizaciones o tribus que vivieron en los Andes americanos.

Existe una palabra que los campesinos Incas utilizaban para designar todo objeto, fenómeno o ser vivo anormal: huaca. A los ídolos y los santuarios también se les llamaba huaca; era un nombre genérico. Por eso también se les llama en el Perú de hoy huaqueros a todos los saqueadores de tumbas. Huaca era un niño con seis dedos, o la pequeña piedra del hígado de los animales, cierta montaña, árbol o animal insólito, todo lo que sugiriera la presencia de fuerzas oscuras. También el culto de los antepasados estaba muy difundido, probablemente para mantener la cohesión de cada agrupación; cada uno tenía un kamak, un creador, que había inventado las leyes del grupo y determinado ciertas costumbres y vestidos particulares que lo distinguían de los demás. Así mismo, existía un creador de todos los grupos, Viracocha; decían de él que una vez concluida su obra había enterrado a todos sus antepasados, en una montaña, una piedra, un lago, una cueva o un árbol; y “es por haber salido de aquellos lugares y haberse multiplicado, que los indios hicieron de ellos su huaca, o santuario, en recuerdo del primer hombre de su linaje que allí apareció". El pakarina no es solamente el antepasado mítico, es también el lugar de su epifanía y el sitio en el que fue convertido en piedra.

La roca que representaba al antepasado humano o animal se llamaba marcayok, “que los españoles tradujeron como patrón o defensor de la comunidad”. El marcayok estaba en la huaca, y los campesinos iban hasta allí para hacer sacrificios o para obtener energías revitalizantes que emanaban de tales sitios. El otro objeto de veneración que le sigue en importancia a las huacas de piedra son los restos fósiles de aquellos antepasados, huesos llamados malquis, a veces huesos de todo el cuerpo que decían eran hijos de los huacas. Los conservaban en lugares apartados del campo, en los machay, que eran sus antiguas sepulturas, cubriéndolos con finas telas, los kumbi, o con plumas de diferentes colores.

Los incas no enterraban ni incineraban a sus muertos. Los muertos eran depositados en cuevas o en bóvedas sobre torres o precipicios, por lo general en altura. Eran reverenciados y se les ofrecían sacrificios y ofrendas. Cuando los jesuitas los obligaron a enterrarlos y les preguntaban porque no los enterraban, los indígenas respondían: “por piedad y conmiseración con nuestros muertos, a fin de que no los fatigue el peso de montones de tierra”.

Todas las familias de los diferentes ayllus poseían amuletos, conocidos como conopas o chancas, o también con el genérico de huacas. Casi siempre se trataba de piedras, a veces coloreadas, a veces labradas hasta obtener diferentes formas; se supone que protegían los rebaños y las cosechas, por lo que se enterraban en los sitios que ellos querían que se proteja, si protegían las casas de la comunidad, disimulados debajo de alguna piedra, o se llevaban siempre consigo, para protección contra enfermedades u otros desastres. Así mismo, la Sara-Mama (madre del maíz) era reverenciada con conopas que guardaban en graneros o cerca de las cosechas.

Los conopas que protegían a la comunidad eran desenterrados de tanto en tanto, o sacados de sus escondites; entonces se les ofrecían plegarias, se esparcían polvos de oro o de plata en ellos, se los sumergía en sangre de víctimas, quemaban plantas aromáticas en su honor o se les regaban hojas de coca.

También los montones de piedra de los desfiladeros o de los lugares de descanso eran considerados huacas; se trata de los apachetas. Los caminantes nunca dejaban de agregarle una piedra más al montículo; en señal de homenaje se arrancaban un pelo de las cejas, o un trapo del vestido, o una sandalia, y la arrojaban al montículo. Los indios lo hacían porque tenían la creencia que si no se adoraba la apacheta aquella no los dejaría pasar al regresar, y que además el hacerlo se deshacían de la fatiga y recobraban el aliento.

Las comarcas contaban también con sacerdotes y magos; los primeros eran por lo general ancianos, que ya no eran útiles en el campo pero que sin embargo sabían muchas cosas por su edad; vivían de lo que los campesinos ofrecían a los dioses. Los magos eran cierta clase de hombres bien específica: eran magos aquellos hombres que habían sido alcanzados por un rayo y que habían sobrevivido, pues consideraban que Illapa, el dios del rayo los había favorecido. Ellos dirigían las ceremonias, predecían el futuro y curaban a los enfermos; también eran los encargados de descubrir a los esporádicos ladrones que se atrevían a robar.

Los campesinos incas, además de adorar a dioses tutelares, también creían en los malos espíritus; las hapiñuñu eran mujeres de senos caídos que atraían a los viajeros solitarios para devorarlos; creían en cabezas volantes que se clavaban en la nuca para chuparles la sangre; los anchanchu, seres que se alimentaban de la grasa de quienes sorprendían durante la noche. Así mismo, creían que las almas de los muertos no se iban con facilidad, y que más bien se quedaban extrañando a sus seres queridos, como tratando de llevárselos con ellos.

Arquitectura

 

Los ejemplos más típicos de la arquitectura inca se encuentran en la ciudad que fue su capital, Cuzco, donde destaca Sacsayhuamán, mal llamada “fortaleza”, pues en realidad es un templo, rodeado de tres murallas en zig zag, formadas por bloques ciclópeos, que se conserva todavía en muy buen estado. Otros complejos importantes fueron las de Písac,Ollantaytambo y Machu Picchu, que son, junto con Cuzco, los principales centros arqueológicos de la cultura inca.

La ciudadela de Machu Picchu fue descubierta científicamente en 1911 por el estadounidense Hiram Bingham. Está ubicada a casi 2400 metros de altura, en la provincia de Urubamba, departamento del Cusco, en pleno Andes Amazónicos. Se trata de un conjunto de palacios, torreones militares (sunturhuasis) y miradores, que se elevan entre los picachos Machu Pichu (cumbre vieja) y Huayna Pichu (cumbre joven). Es sin duda una de las realizaciones más impresionantes de la ingeniería a nivel mundial. Pocas obras como esta muestran tanta armonía con el entorno natural. Fue construido, según todas las probabilidades, en el reinado de Pachacútec, en el siglo XV. Actualmente es uno de los sitios arqueológicos más importantes del mundo y el principal destino turístico del Perú. En 1983, fue incluida por la Unesco en la lista del Patrimonio de la Humanidad.

Entre los templos más importantes que se conservan de esta civilización, cabe citar la de la Casa del Sol en la isla dellago Titicaca; el templo del Sol o Coricancha en el Cuzco; y el templo de las Tres Ventanas en Machu Picchu. En cuanto a los palacios, se destaca el de las Ñustas, también localizado en Machu Picchu; el Amarucancha y elColcampata, en el Cuzco.

También es representativa de la arquitectura inca el complejo de Tambo Colorado en Pisco y el sector Inca de la Huaca "La Centinela" centro administrativo de los chinchas en Chincha, ambas en departamento de Ica.

Los Incas desarrollaron un estilo altamente funcional de arquitectura pública que se distinguió principalmente por sus técnicas avanzadas de planificación territorial, y refinada arquitectura de piedra.

El plano de sus ciudades estaba basado en un sistema de avenidas que convergían en una plaza abierta rodeada de edificios municipales y templos, también se usaban ladrillos de adobe y paja, la construcción de grandes complejos tales como la hoy denominada fortaleza de Sacsayhuamán cerca de Cuzco, que en realidad fue un extenso complejo inca de naturaleza religiosa y científica, y de gestión del territorio, de acuíferos para abastecer al valle de Huatanay.

Enormes edificios con mampostería de piedra encajada cuidadosamente sin argamasa (simulando una mazorca de maíz), como el Templo del Sol en el Cuzco, fueron edificados con una eficaz técnica constructiva.

Otros logros destacables incluyen la construcción de puentes colgantes a base de sogas (algunos de casi cien metros de longitud), los extensos caminos empedrados que comunican la variada geografía andina, los canales para regadío y acueductos.

 

Sacsayhuamán (en quechua Saqsaywaman, de saqsay, lugar de saciarse, y waman, halcón, es decir, "Lugar donde se sacia el halcón") es una "fortaleza ceremonial" inca ubicada dos kilómetros al norte de la ciudad del Cuzco. Se comenzó a construir durante el gobierno de Pachacútec, en el siglo XV; sin embargo, fue Huayna Cápac quien le dio el toque final en el siglo XVI. Con el aniquilamiento de la nobleza inca desaparecieron de la memoria humana las técnicas que permitieron la construcción de esta monumental fortaleza o santuario; el cual produjo la admiración de Pizarro y sus hombres. Pedro Sancho, secretario de Pizarro, deja una primera descripción del edificio; pero la más detallada es la del Inca Garcilaso de la Vega (Cronista mestizo). La "fortaleza ceremonial" de Sacsayhuamán es con sus muros megalíticos, la mayor obra arquitectónica que realizaron los incas durante su apogeo. Desde la fortaleza se observa una singular vista panorámica de los entornos, incluyendo la ciudad del Cuzco.

Ollantaytambo (quechua: Ollantay Tampu) es un poblado y sitio arqueológico incaico, capital del distrito de Ollantaytambo (provincia de Urubamba), situado al sur del Perú, a unos 90 km al noroeste de la ciudad del Cuzco.

Durante el incanato, Pachacútec conquistó la región y construyó el pueblo y un centro ceremonial. En la época de la conquista sirvió como fuerte de Manco Inca Yupanqui, líder de la resistencia inca. Es la única ciudad del incanato en el Perú que aún es habitada. En Ollantaytambo hay andenes de resistencia (para evitar deslizamientos), no agrícolas como en los demás sitios arqueológicos del Cuzco. En la actualidad es una importante atracción turística debido a sus construcciones incas y por ser uno de los puntos de partida más comunes del camino inca hacia Machu Picchu.

Machu Picchu (del quechua sureño machu pikchu, «Montaña Vieja») es el nombre contemporáneo que se da a una llaqta —antiguo poblado andino— incaica construida a mediados del siglo XV en el promontorio rocoso que une las montañas Machu Picchu y Huayna Picchu en la vertiente oriental de la cordillera Central, al sur del Perú y a 2490 msnm, altitud de su plaza principal. Su nombre original habría sido Picchu o Picho.1

Según documentos de mediados del siglo XVI,2 Machu Picchu habría sido una de las residencias de descanso de Pachacútec, noveno inca del Tahuantinsuyo entre 1438 y 1470. Sin embargo, algunas de sus mejores construcciones y el evidente carácter ceremonial de la principal vía de acceso a la llaqtademostrarían que esta fue usada como santuario religioso.3 Ambos usos, el de palacio y el de santuario, no habrían sido incompatibles. Algunos expertos parecen haber descartado, en cambio, un supuesto carácter militar, por lo que los populares calificativos de «fortaleza» o «ciudadela» podrían haber sido superados.4

Machu Picchu es considerada al mismo tiempo una obra maestra de la arquitectura y la ingeniería.5 Sus peculiares características arquitectónicas y paisajísticas, y el velo de misterio que ha tejido a su alrededor buena parte de la literatura publicada sobre el sitio, lo han convertido en uno de los destinos turísticos más populares del planeta.6

Machu Picchu está en la Lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1983, como parte de todo un conjunto cultural y ecológico conocido bajo la denominación Santuario histórico de Machu Picchu. El 7 de julio de 2007 Machu Picchu fue declarada como una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno en una ceremonia realizada en Lisboa (Portugal), que contó con la participación de cien millones de votantes en el mundo entero.

VOCES ANCESTRALES

Las VOCES buscan que lo antiguo sea escuchado, que las mujeres logren con su canto recobrar su memoria, que los niños recuerden su historia. Con los cantos sagrados de la Madre Divina. Nuestra misión es llegar a cada Alma dispuesta a Amar y entregarse al Servicio Divino con respeto y compromiso. Queremos que tu escuches y con tu canto y oración regreses a tus raíces y protejas lo sagrado... Todos somos parte de lo mismo, todos nos necesitamos, todo vibra porque estamos vivos.

 

 " Gracia y Verdad se han encontrado; Justicia y Paz se han besado. La Verdad misma brotará de la tierra y la Justicia misma desde los Cielos mirará hacia delante.... Yo Soy un Espíritu Libre, llena de Amor y Luz, compartiendo mi Paz contigo...

MAKTUB

Esta palabra que lleva años viajando conmigo a todas partes..

Fue a raíz de leer "El Alquimista" de Paulo Coelho, cuya peregrinación por el desierto enseña al ser a descifrar y conocer el lenguaje de las Señales del Universo, que dicha palabra se gravó en mi mente con letras gigantes que incontroladamente y a menudo me repito... MAKTUB, MAKTUB, MAKTUB...

MAKTUB significa "estaba escrito" y quiere representar todo aquello que el hilo sutil del "destino" conecta con nuestra vida, según el Plan Divino, y con nuestra Alma y el Divino Ser Supremo.

Por lo tanto, de igual manera que creo firmemente en el significado de esta palabra, creo también en la existencia del destino.

Considero que de la misma forma, hablando desde el punto empírico y científico, que nacemos con unos genes heredados de nuestros antecesores, también llegamos al mundo con nuestra vida ya escrita.

Quiero referirme con esta afirmación al hecho de que alguien o algo, una mano mágica o una pluma astral escribe nuestro destino.

Nuestro camino, nuestros pasos, nuestros errores al igual que nuestros logros ya están escritos y publicados en el gran libro de la vida del ser.

Nacemos con un fin y con una meta personal que debemos alcanzar y que consciente o inconscientemente conocemos desde el mismo instante en que tenemos uso de razón.

Por lo tanto, cuando nos fijamos esa meta en la vida luchamos por conseguirla.

Los libros de Paulo Coelho, autor que sigo y admiro, recogen citas que explican mejor que mis palabras los hechos a los que me vengo a referir.

Citas tales como...

"Cuando quieres algo, todo el Universo conspira para que realices tu deseo"

"Sólo una cosa convierte en imposible un sueño: el miedo a fracasar"

"Cada hombre tiene un tesoro que lo está esperando"

Estas citas me han hecho creer en el significado que tiene la palabra maktub, y creer de igual manera que a mí, así como al resto de los mortales, nos pertenece un único destino YA ESCRITO.

Es la primera cita que nombro de Paulo Coelho, la cual a pesar de releerla cientos de veces, consigue estremecer mi mente  una y otra vez como si fuera la primera vez que mis ojos la leen. Contiene la fuerza que todos empleamos para lograr nuestro sueño, el sentido y el valor que le damos a nuestro esfuerzo y la fe en que el Universo nos ayude a realizarlo.

Con la palabra sueño no vengo a referirme a un único ámbito de la vida, porque su significado puede llegar a ser tan amplio como para abarcar cualquier aspecto, ya sea social, profesional, económico, académico, o bien personal. Aunque sí considero que los sueños que realmente se desean lograr en la vida de cualquier individuo con conocimiento y criterio suelen ser personales.

Así entonces, con el significado de la palabra sueño me refiero a la meta que debemos lograr. Y así es como Paulo Coelho nos advierte del único impedimento con el que nos podemos encontrar: el miedo a fracasar.

¿Por qué vivimos acongojados por el miedo a fracasar? ¿Por qué nos asusta cambiar de vida, de trabajo, de pareja, de vivienda...?

 

Una metáfora describe mi sincera respuesta frente a dichos miedos:

EL BARCO NO FUE CONSTRUIDO PARA QUEDARSE AMARRADO AL PUERTO

De la misma manera, mi admirado autor respondería a estas preguntas con:

"No tenía miedo a las dificultades: lo que la asustaba era la obligación de tener que escoger un camino. Escoger un camino significaba abandonar otros"

"Todas las batallas en la vida sirven para enseñarnos algo, inclusive aquellas que perdemos"

Sobretodo esta última cita nos da lugar a la reflexión. Todas las batallas en la vida, tanto las que perdemos como las que salimos victoriosos nos enseñan algo...

 

REFLEXIONEMOS

En definitiva, mi creencia en "MAKTUB" se basa en su propio significado, en que "ya estaba escrito", en que nos fue asignado un destino a cada uno de nosotros, el cual no conocemos hasta que nos cruzamos con él, pero sí vamos palpando las pistas que la vida nos deja caer a lo largo de nuestro camino.

 

Una Apacheta es según definición, un montículo de piedras colocadas en forma cónica una sobre la otra, como ofrenda realizada por los pueblos de los Andes a las  deidades del lugar y en las cuestas difíciles de los caminos 

La palabra Quechua lo describe como tal, y vemos que no es algo exclusivo de los pueblos Quechuas, también los pueblos Inuit de la zona del Círculo Ártico las hacían bajo el nombre de Inushuk.; eran los Guardianes según su tradición y eran los indicadores y guías en el camino.

 

O sea que su esencia era la de ser guardianes e indicadores en el camino Ancestral.

Se las encuentra en las zonas inaccesibles y las abras o pasos entre las montañas. Y se sabe que son utilizadas por los viajeros quienes piden que se aparten las desgracias (chiknis) de su camino para seguir el viaje con salud y tranquilidad.Es por ello que la mayoría de las apachetas pueden apreciarse a los costados de las carreteras, caminos y senderos.

Normalmente los viajeros que pasan por esos sitios, piden y agradecen a la Pachamama (Madre Tierra) y a los Apus (dioses de las montañas) colocando una piedra sobre la otra y, en algunos casos, dejando todo tipo de ofrendas como comida, bebida, cigarros, y demás elementos.

Es por ello que, los lados de las carreteras y caminos del altiplano, pueden verse cantidad de apachetas desafiando a la gravedad.

 

Según la tradición Ancestral no escrita son puntos de conexión interdimensional, o contacto entre dos planos de sueño , o fractal, donde es factible entrar en contacto más fácilmente con los Apus que son seres vivientes, y con el Hananpacha o mundo espiritual superior.

Son lugares que son activados solo por los sacerdotes videntes Incas o los llamados Hanan  Qhawaq con ceremonias y trances especiales. Esto es porque son puntos de sinergía con los Awichas o Abuelos (viento, fuego, aire, agua) y los Taytamamas (Sol y la Pachamama). 

O sea son lugares mágicos en donde se da un fenómeno en el cual actúan varios actores, factores, e influencias, creando un efecto más grande que el que hubiera podido esperarse. Para ello el sacerdote tiene que estar debidamente preparado por sus guardianes personales.

 

 

Altar sagrado creado en las encrucijadas de caminos o en sitios solitarios por los viajeros indígenas de la región andina sudamericana, y en el que ocasionalmente se depositan ofrendas; la costumbre de construir apachetas tiene su origen en la época incaica, por ejemplo en el camino del inca. Se trata dejar piedras por los viajeros que con el paso del tiempo se convierten en marcas, que demarcan los caminos. Es en esos puntos es donde los viajeros piden y agradecen a la Pachamama (Madre Tierra) y a los Apus (dioses de las montañas).

Altar sagrado creado en las encrucijadas de caminos o en sitios solitarios por los viajeros indígenas de la región andina sudamericana

El Dios Sol, Inti, fue desde los principios el Dios más reverenciado, a quien se ofrecía el mayor número de tributos, mujeres y de sacrificios, que como ahora sabemos, iban a parar a la casta de los sacerdotes y a la familia real. Incluso los emperadores le rendían tributo tras conquistar nuevas tierras. En toda región conquistada se levantaba algún altar en su nombre; frecuentemente la adoración a Inti (Dios principal) y al Sepa-Inca (soberano, rey, emperador) eran confundidas.

La religión Inca respetaba las creencias y costumbres de cada comarca, pero también exigía que se le rindiese homenaje a Inti, Dios principal, y que se entregaran los debidos tributos. La imposición de Inti iba de la mano con las conquistas territoriales. El más famoso de sus templos era el Coricancha, en Cuzco, que brillaba sobretodo por todo el oro con que estaba adornado, aunque su construcción estructural no presentase demasiada refinación: el plano era idéntico al que presentaban las construcciones de las casas familiares. En su jardín se realizaba la fiesta de la siembra, cuando el emperador sembraba simbólicamente pepas doradas de maíz, que pasaron a formar parte del inventario del rescate de Atahualpa, y que dio origen a algunas leyendas que afirmaban que todo en el jardín era de oro: árboles, hierbas, flores e insectos.

Existía sin embargo otro Dios mayor, Viracocha (que significa “mar de aceite”), el Creador, cuyo culto fue introducido por el emperador Pachacuti tras soñar con él antes de la batalla de la conquista de los Chancas. Pachacuti instauró su culto e incluso desplazó a Inti como Dios supremo por un tiempo, adquiriendo Viracocha una importancia súbita tras la ascensión de Pachacuti, quien era su protegido; el emperador hizo que se le ofrecieran tributos y se le rindiese culto, e hizo construir una estatua del tamaño de un niño de diez años con el dedo índice extendido, como quien ordena.

Algunos historiadores han afirmado que la existencia del Dios creador se remonta a la civilización Tiahuanaco, pero según el autor es la representación de un mismo Dios que se ha venerado en toda América, desde Alaska hasta la Tierra del Fuego: el Dios creador y héroe civilizador. El gran Dios crea todas las cosas, instaura leyes, enseña técnicas a los hombres, y luego se retira no sin anunciar su retorno; tal es la constante.

Viracocha hizo primero el cielo y la tierra, además de una humanidad que vivía en las tinieblas; castigó a esta última por alguna falta (no especificada) y la convirtió en figuras de piedra. Luego salió del lago Titicaca donde reposaba, y creó Tiahuanaco, creando en la piedras gente con jefes para gobernarlas, mujeres embarazadas y niños, ordenándoles que se establecieran en lugares que el mismo había señalado. Abandonando su función creadora, se hizo civilizador, dispuso leyes y enseñó las artes. Finalmente, cuando todo marchaba bien, recorrió los Andes con un misterioso compañero, el “Engañador” de las mitologías indígenas, timador y estúpido que se opone al héroe civilizador (se cuenta que Viracocha, antes de crear todas las cosas, tuvo un hijo muy malo llamado Taguapica, que siempre contradecía a su padre, destruyendo lo construido y secando sus fuentes). Después de varias andanzas que explicaron muchas cosas naturales, Viracocha extendió su manto sobre el océano, se posó en él y desapareció en el horizonte buscando el sol poniente.

Según textos escritos por misioneros e indígenas que plasmaron los cantos al Creador, Viracocha era el creador del Sol y de los otros dioses, de los hombres y del alimento. 

Después de Inti y Viracocha, le seguía en importancia y veneración Illapa, el Trueno, el dios del rayo, del granizo y de la lluvia. Recorría los cielos y estaba representado por la Osa Mayor, sentado a veces en las orillas de un río (la Vía Láctea) donde recogía el agua para derramarla luego sobre la tierra. También se le veneraba y erigían monumentos, sobretodo en las cimas de las montañas, con especial atención durante los períodos de sequía; era acarreado sentado, como se lo hacía con el Inca, en un palanquín con incrustaciones de oro.

La luna era adorada como hermana y esposa del sol, representada también con un disco pero de plata. Los astros nocturnos eran reverenciados por la creencia de dioses que aseguraban la prosperidad de los rebaños; así, la constelación de Lira era el dios de las Llamas, la de escorpión representaba un felino y las Pléyades era la madre. Además de los tres dioses principales también se rendía culto, como ya fue mencionado, a innumerables huacas que eran consideradas sagradas; aquellas podían ser tanto grutas, montañas, lagos y piedras como templos, tumbas o pilares. Por lo general, todo lugar donde había pasado o reposado un Inca era declarado huaca, por el mismo, o por la gente de las comunidades. “La huaca, fuera lo que fuese, era un objeto sagrado. Tenía una fuerza sobrenatural con la que era conveniente conciliarse”. Por eso se creía de algunas huacas, grutas por lo general, que eran el origen del granizo o de los temblores de tierra; por eso se le ofrecían holocaustos o telas preciosas. Habían cerca de quinientas huacas en las proximidades del Cuzco.

Los incas solían no desprenderse nunca de ciertas figurillas de piedra que representaban algún Dios; se trata de las conopas, “hermanas de los incas”. Pachacuti llevaba una de Illapa.

Los meses de los incas seguían a la Luna por lo que tenían dificultades para hacerlos concordar con el calendario solar, decisivo a la hora de las siembras. Por eso Pachacuti mandó construir en Cuzco cuatro torres que según la época del año, anunciarían el momento adecuado para la siembra.

Numerosas fiestas alegraban la vida de los incas, por lo general duraban algunos días en cada mes y hasta semanas para las fiestas más importantes, como para el término de grandes trabajos o para la celebración del Dios Inti; ésta última coincidía con la veneración al Inca, el Inti de la tierra, durante el solsticio de Invierno austral, en Junio, que los indígenas andinos llamaban Inti Raymi. Durante el festejo el Inca se hacía acompañar por sus familiares y esperaba al sol con los pies desnudos; cuando aparecían los primeros rayos todos se postraban; luego el Inca se levantaba con los brazos extendidos y le arrojaba besos; llenaban dos copas con licor de maíz y ofrecía una de ellas (la derecha) al sol; todos saltaban de júbilo cuando el Inca derramaba la copa en señal de que Inti la había aceptado.

Otra gran fiesta era la de septiembre, llamada Sitowa, en que el pueblo se purificaba y expulsaba todos los males; cuatro grupos de cien guerreros completamente armados empezaban a correr hacia los cuatro puntos cardinales en señal de persecución; varias leguas más allá plantaban sus lanzas y con ello quedaba establecido que los males no pasarían de ese lugar. El pueblo también imitaba tal rito cazando males imaginarios en el aire. Los guerreros luego se bañaban ellos y a sus armas en los ríos para limpiarse de todo mal. Los habitantes de la ciudad perseguían con las antorchas a los males de la noche, sobrevivientes de los que habían escapado a las lanzas del día. Todos festejaban con cantos y bailes y terminaban la fiesta con un baño en el río, expulsando a viva voz a todos los males y pidiéndole a los Dioses un buen año.

Preparaban una pasta de maíz (sanko) con la que frotaban sus cuerpos y las entradas y alacenas de sus casas, “con la esperanza de expulsar enfermedades y debilidades". Estatuas, templos, fetiches y momias recibían la misma “profilaxis”. Durante la ceremonia acostumbraban sacrificar llamas blancas que dejaban desangrar para posteriormente mezclar su sangre al sanko. Todos, sacerdotes, mujeres, enfermos y niños comían al menos un pedazo de sanko santificado.

El sacerdocio incaico estaba estructurado en base a una jerarquía muy parecida a la real y administrativa; también tenía un gran jefe, el Viraoma, el gran sacerdote del Sol, generalmente tío o hermano del Sepa-Inca. Los sacerdotes que lo ayudaban en sus labores eran todos miembros de la nobleza. Cumplían diversas funciones, y al parecer eran llamados según aquellas: médicos, adivinos, confesores o inmoladores.

Los curacas de las provincias enviaban hombres escogidos para formar parte del sacerdocio, así como también mujeres de las más lindas, enviadas para una selección que quizás las conduciría hasta donde el Inca. Se trata de las aclla-cuna, mujeres escogidas, las famosas vírgenes del sol. Su destino era variable; si no eran escogidas para formar parte de las concubinas del Inca, o destinadas como regalo al harem de algún noble, eran sacrificadas en el altar de los dioses o destinadas al convento, donde pasarían su vida preparando chicha para las ceremonias, o alimentos especiales, o hilando tejidos muy apreciados, los kumbi, de lana de vicuña. Cada convento de las aclla-cuna tenía como responsable a una mujer que era considerada como esposa de Inti. El convento de Cuzco constaba con más de mil quinientas mujeres.

Todos los incas, incluida la casta real, eran en muy supersticiosos, tanto era así que las artes adivinatorias eran un recurso judicial cuando no se obtenían las confesiones que aclarasen los casos. “Si la lluvia se hacía esperar, si una helada maltrataba una cosecha, si el emperador estaba enfermo, todos estos eran signos de que se hacía indispensable una confesión y una expiación para restablecer el equilibrio de la naturaleza”. Algunos sacerdotes invocaban a los espíritus para encontrar algún objeto perdido, para ver el porvenir o para encontrar algún culpable viendo el pasado. La más impactante de aquellas consultas era el llamado a los muertos por medio de un brasero; antes, se sacrificaban llamas blancas, objetos de oro o plata o incluso niños. Las consultas realizadas por medio del fuego eran hechas sobretodo para desenmascarar a los traidores. A veces era toda una comunidad que debía ser confesada.

Cuando se trataba de pequeñas adivinaciones a particulares leían “la marcha de las arañas, la disposición de las hojas de coca o el correr de la saliva por sus dedos”, o también recurrían a tiradas de maíz interpretando las cosas según si salían pares o impares; pero cuando se trataba de leer la suerte del imperio recurrían a las vísceras animales, soplando por ejemplo por la tráquea e inflando los pulmones, de manera a poder leer sobre las venas.

Los rebaños y los campos del Inca bastaban con creces para satisfacer las necesidades de los sacrificios, mientras que los particulares que requiriesen reconciliarse debían echar mano a sus propios rebaños. “El sol pedía llamas blancas, Viracocha las pedía pardas e Illapa, animales bicolores”. La sangre de dichos animales era recogida en vasijas conteniendo harina de maíz, que posteriormente se arrojaba al viento, hacia los cuatro puntos cardinales, como ofrenda, y luego ofrecida a comer a los presentes.

Antiguos historiadores como Garcilazo de la Vega, trataron de no darle demasiado énfasis a los sacrificios humanos; pero aunque se sabe no gozaban de los sacrificios como los Aztecas, si recurrían frecuentemente a víctimas humanas, que por cierto eran parte del tributo de cada comunidad; frecuentemente niños y mujeres. Los sacrificios humanos se realizaban sobretodo ante grandes acontecimientos como los terremotos, el advenimiento de un nuevo Inca o un eclipse de Sol o de Luna. Los niños a sacrificar debían ser perfectos, cualquier mancha en la piel los descalificaba; se los alimentaba bien antes del sacrificio, y se los vestía espléndidamente. Se los embriagaba con chicha momentos antes y luego eran enterrados vivos. En raras ocasiones se les extraía el corazón (a la manera azteca), y se dibujaba con sangre una línea de oreja a oreja sobre el ídolo venerado. También algunas jovencitas eran sacrificadas; se las vestía con lujo y se las preparaba para el sacrificio diciéndoles que cumplían con un deber sagrado; se las embriagaba con chicha y luego las estrangulaban o degollaban.

El templo de Coricancha tenía un fuego perpetuo donde se quemaban alimentos, maderas aromáticas y plantas en honor de los dioses, sobretodo cestas con hojas de coca, muy apreciadas por la población por sus propiedades místicas y porque su ingesta era exclusiva del inca y de su familia. Inmensas cantidades de telas eran también consumidas por el fuego sagrado, además de miniaturas en madera ataviadas con finas telas de vicuña. Se enterraban figurillas de oro y de plata en los santuarios, y se ofrecían a los dioses conchas llamadas mullu. Las libaciones de los templos se hacían con chicha rociada con los dedos o derramada en tazas frente a los ídolos. El mismo inca llenaba con chicha una piedra hueca recubierta de oro.

El calendario inca es el sistema de medición del tiempo empleado por los incas, en el Cuzco. Estaba determinado a partir de la observación del Sol y la Luna.

El año, de 360 días, estaba dividido en 12 lunas de 30 días cada una. La organización mítico-religiosa determinaba la sucesión en el calendario a través de las 12 lunas. Correspondientes a festividades y actividades cotidianas:

·         Cápac Raymi Quilla, Luna de la Gran Fiesta del Sol, equivalente al mes de diciembre o descanso.

·         Zamay Quilla, Pequeña Luna Creciente, enero, mes del crecimiento del maíz.[cita requerida]

·         Hatun Pucuy Quilla, Gran Luna Creciente, febrero, tiempo de vestir taparrabos.

·         Pacha Pucuy Quilla, Luna de la flor creciente, marzo, mes de maduración de la tierra.

·         Ayrihua Quilla, Luna de las espigas gemelas, abril, mes de cosecha y descanso.

·         Aymoray Quilla, Luna de la cosecha, mayo, el maíz se seca para ser almacenado.

·         Haucai Cusqui Quilla, junio, cosecha de papa y descanso, roturación del suelo.

·         Chacra Conaqui Quilla, Luna de riego, julio, mes de redistribución de tierras.

·         Chacra Yapuy Quilla, Luna de siembra, agosto, mes de sembrar las tierras.

·         Coia Raymi Quilla, Luna de la fiesta de la Luna, septiembre, mes de plantar.

·         Uma Raymi Quilla, Luna de la fiesta de la provincia de Oma, octubre, tiempo de espantar a los pájaros de los campos recién cultivados.

·         Ayamarca Raymi Quilla, Luna de la fiesta de la provincia de Ayamarca, noviembre, tiempo de regar los campos.

 

COSMOVISIÓN INCA. ESPACIO Y TIEMPO

 

La cosmovisión es el concepto o interpretación que una cultura tiene acerca del mundo. En el mundo andino, el tiempo era concebido de manera cíclica, en una sucesión constante de períodos de caos (o desorden) y de cosmos (orden) del mundo. El espacio andino era concebido en dos niveles diferentes: 


En el plano horizontal, los incas veían el mundo de manera dual: hanan y hurin (arriba y abajo). Esta división era entendida como complementariedad, oposición y reciprocidad. Mientras que, a nivel vertical, el espacio estaba dividido en tres planos:

1. Hanan Pacha (mundo de arriba o supraterrenal): Era un mundo celestial y sólo las personas justas podían entrar en ella, cruzando un puente hecho de pelo. En la tradición andina se definió al Hanan Pacha como el mundo superior donde habitaban los dioses como Viracocha, Inti, Mama Quilla, Pachacamac, Mama Cocha, etc.

2. Kay Pacha (mundo del presente y de aquí) es el nombre del mundo terrenal, donde habitan los seres humanos y pasan sus vidas.

3. Uku Pacha: mundo de abajo o mundo de los muertos y de los niños no nacidos y todo lo que estaba bajo  la superficie de la tierra o del mar. Las fuentes, cuevas u otras de las aberturas de la superficie terrestre eran considerados líneas de comunicación entre el Uku Pacha.

El término pacha puede significar a la vez tiempo y espacio (mundo, tierra).


La cosmovisión está principalmente ligada a la cosmografía, que es la descripción del cosmos, en este caso correspondiente al cielo del hemisferio austral, cuyo eje visual y simbólico lo marca la constelación Crux, denominada Chakana (imagen de abajo) en la antigüedad y cuyo nombre se aplica a la Cruz Escalonada Andina, símbolo del Ordenador o Viracocha. 

 

 

En el universo Andino existen mundos simultáneos, paralelos y comunicados entre sí, en los que existe la vida y la comunicación entre las entidades naturales y espirituales.

 

La espiritualidad andina prehispánica era animista, y percibía a los astros y a los grandes hechos y fenómenos geográficos como deidades en sí mismas. El único dios en sentido pleno de la palabra, fue Wiracocha, el dios creador. Otras deidades importantes eran el sol (inti); la luna (Mama Quilla) protectora de las mujeres; la tierra (Pacha Mama) de la fertilidad agrícola y el rayo; (Illapa) trinidad del rayo, trueno y relámpago, dios de la batalla.

 

 

La Chakana

es la representación de un concepto que tiene múltiples niveles de complejidad de acuerdo a su uso.

La chakana o chaka hanan significa el puente a lo alto. Es la denominación de la constelación de la Cruz del Sur, y constituye la síntesis de la cosmovisión andina, asimismo, es un concepto astronómico ligado a las estaciones del año. Se utiliza para dar sustento a la estirpe y es la historia viviente, en un anagrama de símbolos, que significan cada uno, una concepción filosófica y científica de la cultura andina.

Esquema de YamquiChakanaFue el cronista collagua Juan de Santa Cruz Pachacuti Yamqui Salcamaygua, quien en 1613 al escribir su "Crónica de Relación de Antigüedades de este Reino del Pirú" dibujó e insertó en ella, un grabado sobre la cosmovisión andina, que se encontraba en el Altar Mayor del Templo del Coricancha en Cuzco, el cual denominó Chakana, el puente o escalera que permitía al hombre andino mantener latente su unión al cosmos.

Sujeto a varias interpretaciones, compatibilizando la estructura básica proporcionada por Yamqui Salcamaygua, con los comportamientos del hombre andino, las conclusiones mas aceptadas del mencionado dibujo son:

  • La chakana (puente o cruce) aparece en la intersección o en el punto de transición de las líneas trazadas de arriba hacia abajo o viceversa, verticalmente, y de izquierda a derecha o viceversa, horizontalmente.
  • Habría dos "espacios sagrados" que se oponen mutuamente: el primero, de proyección vertical, dividido en una mitad masculina y en otra mitad femenina; el segundo, de proyección horizontal, dividido en una mitad de los "seres celestiales" y en otra mitad de los seres "terrenales y subterráneos".
  • La orientación de arriba hacia abajo tendría connotaciones masculinas, y la de abajo hacia arriba, connotaciones femeninas.
  • La chakana tiene la forma de una X, las diagonales conectan las 4 esquinas de la "casa", es decir, del universo.
  • La chakana es el símbolo andino de la relacionalidad del todo.
  • La línea vertical expresa la oposición relacional de la correspondencia entre lo grande y lo pequeño: "tal en lo grande, tal en lo pequeño".
  • El espacio sobre la línea horizontal es el Hanaq Pacha (mundo de arriba, "estrato superior").
  • El espacio que queda por debajo de la línea horizontal es el Kay Pacha (este mundo).
  • Los canales de comunicación que existen entre los dos mundos, son los manantiales, lagunas, montañas.
  • Hay en ella múltiples relaciones de correspondencia y complementariedad, como por ejemplo entre el techo y el suelo, entre el sol y el fuego, entre el día y la noche y entre el varón y la mujer, que nos indican el derrotero a seguir para descubrir que en su construcción no cuentan únicamente las razones utilitarias, que no es simplemente una casa para estar y protegerse de las inclemencias del clima y que sus ocupantes no son únicamente quienes la construyen directamente.
  • Todos los objetos en ella tienen razón de ser, ninguno está por demás.

 

Simbología más aceptada

El Qhapaq Ñan (Camino de los Justos)

Siguiendo su marco cosmogónico; huacas, templos y caminos estarían construidos sobre una inmensa Chakana.

El Qhapaq Ñan (Camino de los Justos) es una línea recta de ciudades Incas ubicadas geográficamente en una diagonal a 45° del eje Norte-Sur.

Si no se tratara de una casualidad, la ruta sería una expresión de sabiduría Inca.

Si tomamos un cuadrado y su diagonal o "Qhapaq Ñan" a 45°, luego un circulo que lo circunscriba y un circulo más otro cuadrado inscritos, pero este último cuadrado con sus vértices en los puntos medios de cada lado, obteniendo los puntos A y D, luego trazamos la otra diagonal de nuestro cuadrado original y obtenemos los puntos B y C, cruzando líneas por estos puntos haremos surgir una Cruz Cuadrada inscrita en el círculo mayor, pero que tiene su mismo perímetro.

Este metodo es una de las fórmulas para obtener la Chakana. Esta Cruz Andina, nos arroja en su construcción 2 diagonales, además de las 2 del cuadrado inicial que tienen un ángulo de 45°, estas últimas trazan uno de 22° 30’ con respecto a la horizontal del dibujo.

Si superponemos este diagrama al globo terráqueo, el Qhapaq Ñan estará a 45° del eje Norte-Sur y la "línea o camino de la verdad" Chekaluwa prácticamente quedará superpuesta sobre el eje de rotación de la tierra que tiene un ángulo de 23° 30’. Lo cual nos lleva a concluir que esta "Línea de la verdad o de la vida"fue originalmente el ángulo del eje de rotación de la tierra que hoy en día tiene una inclinación de 23° 30’. Es de suponer que el ángulo "óptimo" u original del eje de rotación fue de 22° 30’, y que esta es la inclinación exacta que crea la vida y la biodiversidad en la tierra, al ser la causa de los solsticios, de las estaciones y la diversidad de climas.

Método Camino Real

Las culturas andinas festejan el Día de la Chakana cada 3 de Mayo, cuando la constelación de la "Cruz del Sur" adquiere la forma astronómica de una cruz perfecta, en posición vertical respecto al Polo Sur.

Vírgenes en el sol; ¿Quiénes son?

En la sociedad religiosa del antiguo Perú, se dice que las mujeres tenían un papel muy importante desde el punto de vista sagrado.

Ocultas en la ciudad sagrada de Machu Pichu, las llamadas “Vírgenes del Sol”, estaban encargadas de misteriosos ritos solares (de ahí el nombre).

La ciudad de Machu Pichu, muy vinculada a los cultos Solares, era una gran necrópolis, ya que éstas mujeres sagradas, vivían, dentro del recinto sagrado.

Las vírgenes del Sol eran las encargadas de mantener encendido el Fuego Sagrado y también se cuenta que en algunas noches, mediante una gran piedra verde (esmeralda), captaban el poder de las estrellas y que les otorgaba el don de la videncia.

Al parecer en Cuzco existía una especie de escuela de sacerdotisas, donde las mujeres sagradas eran iniciadas en ciertos rituales y ceremonias sagradas, como es el caso de la fabricación del licor de maíz fermentado, que se bebía en las fiestas del Sol.

 

Según algunas investigaciones, el Rey Inca, podía elegir esposa entre estas mujeres sagradas. La mujer sacerdotisa elegida, se convertía en la compañera del Dios Vivo

Las Rubias Vírgenes del Sol del Imperio Inca. Autor:

Esta historia viene de un libro que leí cuando era niño, de esos libros con páginas que parecen hechas de polvo y que a la mínima maniobra brusca van a desvanecerse; de esos libros que pertenecieron al hijo del primo del tío de tu tatarabuelo y que no sabes cómo existe  y ronda por la casa de tus abuelos sin saber cómo llega a tus manos. Supongo todos hemos tenido uno de esos libros, amarillos, gastados de tanto leer, las páginas a punto de desaparecer, en resumen, todo un tesoro. Si el libro está en esas condiciones significa que es bueno y su contenido le cambiará la vida.

Pues bien, este libro era ni más ni menos que de historia: La Historia del Ecuador, decía el título, contada por algún padre, franciscano o jesuita español cuyo nombre era ilegible y lamentablemente permanecerá en el anonimato. En sus relatos el sacerdote, franciscano o jesuita, nos contaba la historia de las antiguas culturas que habitaron este territorio, lo común que nos enseñaban en la escuelita, pero al llegar a la parte de los Incas había una sección que siempre me llamó la atención, era la parte que contaba sobre ‘Las Vírgenes del Sol’.

Las Vírgenes del Sol -leía- eran las sacerdotisas del Inca, encargadas de mantener el culto al dios Inti (Sol). Mujeres que eran iniciadas en los misterios antiguos y en los rituales sagrados. Además de relatar de la forma de vida de estas mujeres, mencionaba algo muy particular, describía a estas mujeres en detalle, citando a un amauta: ‘blancas, rubias, de ojos de azul cielo, destacando entre quienes las rodeaban’. Esta era mi parte favorita de todo el libro, encendía toda mi imaginación, cómo era posible que hayan existido mujeres rubias en este territorio, ¡y entre los Incas! Ojo, que se refería exclusivamente a las vírgenes del sol de Quito.

Vírgenes del Sol

El relato seguía. Estas mujeres eran las elegidas para desempeñar este cargo al ser consideradas descendientes de los dioses- existía toda una familia que se decía descendiente de los dioses, real y noble, aparte de la familia del Inca, que solo se permitía reproducirse entre ellos y así seguir entregando vástagos para los principales cargos. Es una pena que no recuerde el resto de la descripción sobre esta familia real. Pero estos fueron los párrafos que quedaron plasmados para siempre en mi mente.

Pero si esta familia y estas vírgenes rubias existieron, ¿dónde están sus restos o descendientes? Pues bien, un relato conocido en mi país es la llamada Resistencia de Rumiñahui, un general Inca que al enterarse de la inminente conquista española, arrasó con la ciudad de Quito, la quemó hasta sus cimientos y exterminó a las vírgenes del sol junto a sus consortes y familiares para que lo sagrado no sea vulnerado. Esto explicaría el porqué no se encuentra indicio alguno de éstos en la posteridad.

La simple idea de que la historia no sea siempre como nos la cuentan es algo que siempre ronda mi cabeza, y de algo de lo que estoy completamente seguro. Con el pasar de los años investigué sobre estas supuestas vírgenes del sol rubias pero no encontré nada, todo era tratado como un simple mito. Sin embargo algo en mí me decía que debía seguir investigando, que dentro de este mito había algo más que debía ser descubierto. Un rayo de esperanza vino a esta idea cuando hace algunos años leí sobre las momias rubias o pelirrojas encontradas en Perú y China, me pareció algo completamente fantástico, pero no pude encontrar ningún nexo fijo con las vírgenes del sol.

La idea seguía rodando en mi mente y llegué a las leyendas guaraníes del Paraguay, aquella de los reyes blancos y barbados. Ahora entraba en el “mito” de Los Vikingos en América, y los varios paralelismos que comparten con los guaraníes, en su idioma y religión. Una vez más me topé con investigadores fanáticos que se creían arios y no aportaban nada a la teoría, que, a pesar de parecer descabellada, no dejaba de ser interesante. Esta teoría nos habla de los Vikingos viajando a América varios cientos de años antes que Colón y fundando pequeñas colonias. ¿Acaso de alguna de estas “colonias” pudo descender aquella familia real de las Vírgenes del Sol?

Vikingos

No encontré pruebas suficientes que me digan que alguna vez los vikingos pisaron estas tierras, algún vestigio u osamenta por lo menos. Osamenta, sí. Volvía a las momias rubias, pero de éstas se dice que son mucho más antiguas que las culturas precolombinas conocidas. Estas momias databan de cuatro mil a ocho mil años A.C. cómo puede ser posible, estaba entrando en una nueva teoría, La Atlántida en Sudamérica. De acuerdo a esta teoría la mítica Atlántida de Platón sería la mismísima Sudamérica, y esto se apoyaría con las ruinas de Tiahuanaco en Bolivia, ¡donde existen puertos marítimos en medio del desierto! Hay varias teorías sobre estas ruinas, pero los locales siempre cuentan que la ciudad fue construida por los dioses, los mismos Incas afirmaban aquello y decían lo mismo de Machu Picchu. Se dice que pobladores de este antiguo continente sobrevivieron y viajaron a lo largo del mundo llevando con ellos el conocimiento, viajaron desde América hasta Egipto y Mesopotamia, Asia y diversos sitios del planeta, eran tratados como dioses a donde quiera que iban. Su aspecto era caucásico, y es por esto que a aquella familia de rubios incas se los consideraba descendientes de los dioses. Se han encontrado restos de humanos blacos, rubios y pelirrojos en China, y hasta en África, todo acompañado con folclor y mitos. Muy bonita esta teoría pero aún nos faltan pruebas.

La investigación seguía y finalmente dimos con una verdadera lumbre en el camino, se trataba de la comunidad de Chachapoyas en Perú, comunidad que también formó parte del imperio Inca, las personas de este sitio se distinguen por sus facciones claramente caucásicas, este hecho sorprendió a los Incas y a los mismísimos españoles, como leeremos a continuación en las crónicas escritas por Cieza de León:

 “Son los más blancos y agraciados de todos cuantos yo he visto en las Indias que he andado, y sus mujeres fueron tan hermosas que por serlo, y por su gentileza muchas de ellas merecieron ser de los incas y ser llevadas a los templos del Sol. Andan vestidas ellas y sus maridos con ropas de lana y por las cabezas solían ponerse llautos, que son señal que traen para ser conocidas en todas partes”

Incluso el afamado Inca Garcilaso de la Vega los describe como: hombres de piel rosada, ojos claros y cabellos rubios. 

Aborigen Chapapoya

Aborigen Chapapoya

¿Cómo puede ser posible? Arqueólogos alemanesconcluyeron que los habitantes de Chachapoyas son descendientes de Celtas, procedentes de la zona de Mallorca en España,  y de Cartagineses. Otro dato impresionante, celtas y fenicios en Sudamérica. Por increíble que parezca el mismo Inca Garcilaso de la Vega parecería confirmarlo sin saberlo al darnos pistas sobre el origen celta de este pueblo en la siguiente descripción:

Estos chachapoyas adoraban a las culebras y tenían al ave cúntur por su principal dios. Traen estos indios por tocado y divisa en la cabeza una honda, por la cual son conocidos  y se diferencian de otras naciones ; y la onda es de diferente  hechura  que lo que usan otros indios, y es la principal arma que en la guerra usaban , como los antiguos mallorquines” 

¡Boom! Todo parece indicar que los amigos alemanes tienen razón, ya que los “mallorquines” efectivamente proceden de la isla de Mallorca, en el archipiélago de las Baleares en España y fueron utilizados como honderos por ejércitos como el liderado por el general cartaginés Aníbal Barca (247-183 a.C) contra Roma en la Segunda Guerra Púnica.  Otros paralelismos con los Celtas:

  • Eran maestros en el arte de la trepanación del cráneo, para aliviar la presión craneal, al igual que los celtas.
  • También coinciden con los celtas en que coleccionaban cabezas cortadas de sus enemigos.
  • Construían casas de piedra redondas, con un diámetro de entre 7 y 9 metros, casas idénticas a las celtas.
  • Todavía hoy pueden verse las ruinas de las murallas de su imperio, muros enormes en elevaciones montañosas que recuerdan fortalezas europeas. (Fuente: mundo historia.org)
Aborigen Chachapoya

Aborigen Chachapoya

Impresionante, finalmente una nueva luz en el camino, todas las pruebas están ahí, ahora juzgue usted mismo.

Siguiendo con los pueblos aborígenes caucásicos, recordé que en el pueblo donde pasé algunos años de mi infancia, una zona llamada La Nena en la Provincia de Los Ríos en Ecuador, existía una pequeña zona donde la población tenía rasgos claramente europeos, recuerdo que mi primer amor platónico fue una chica pelirroja, en extremo hermosa, y una niña con rasgos nórdicos fue mi primera novia. Pensé que esto era algo normal, pero al salir de esa zona me encontré con que no era así. Lamentablemente esta zona y su población desapareció con el pasar de los años, pero si visitan aquellos lares se encontrarán con los campesinos más europeos que jamás verán.

Otro caso que tenemos en mi país es en ciertas zonas de la Costa Ecuatoriana, específicamente en la Provincia de Manabí, muchos clamaban que la razón de los rasgos europeos de varios habitantes de aquella zona se debía a la mezcla con norteamericanos llegados en la Segunda Guerra Mundial, pero he investigado y conversado con familias de la zona y me doy cuenta que son mucho más antiguas, son originarios del área, y tienen aquellos rasgos. El mismo caso podemos encontrarlo en la Provincia del Carchi, particularmente en el Cantón Maldonado, donde gran parte de la población tiene rasgos europeos, el origen de los mismos también se hallan ocultos, aunque la mayoría insista en que simplemente se deben a la mezcla con los “gringos” o su origen colombiano.

Pero no, hay algo más que bien podría ser similar al caso de los Chachapoyas, solo hay que seguir investigando y hasta lleguemos a comprobar que estas zonas están emparentadas entre sí, lo cual sería muy probable si consideramos que los Incas preferían a mujeres chachapoyas para llevarlas a los templos del Sol, y como es obvio varias de estas vírgenes chachapoyas, acompañadas de familiares, bien pudieron llegar a Quito, que fue la capital del Imperio Inca en los últimos años del mismo, y así se explicaría el gran misterio de las Rubias Vírgenes del sol del Imperio Inca. Incluso podríamos explicar el misterio de la comunidad de Maldonado en Carchi, al estar cerca de Quito no sería descabellado pensar que parte de esta población chachapoya llegó a esta zona y se quedó ahí fundando su propia colonia de aborígenes rubios. Suena muy lógico y plausible, ¿verdad, VERDAD? Sí, dentro de poco todo esto saldrá a la luz y formará parte de otro bonito libro de historia; soñemos juntos.

Ahora la pregunta subyace entre ¿las personas blancas vinieron a América o ya existían aquí con anterioridad y se extinguieron? ¿En verdad los europeos colonizaron estas tierras centenares de veces sin darse cuenta, o los vestigios de personas blancas encontradas en estos territorios son reminiscencias de una cultura antigua que tuvo que emigrar? Espero este artículo no se confunda con ínfulas de ‘europeísmo’ o frustración racial, peor con racismo en sí, no no no, simplemente busco desentrañar un misterio de nuestra América, uno de tantos, y seguir alimentando su curiosidad.

Quito

Quito

Como dato extra, si a usted le interesa el Quito incásico le dejo una descripción de los lugares sagrados de la ciudad, lugares que poco a poco han sido olvidados, y lugares buenos para visitar en los equinoccios (Fuente: Quito Adventure):

‘La ciudad inca de Quito solía estar en lo que actualmente es el centro histórico. Su centro era un gran Tianguez, el mercado que articulaba todos los productos de las diferentes llactas y ayllus tanto de los andes como de la costa y Amazonia, desde mucho antes que llegaran los incas; ahora es la plaza de San Francisco. El actual convento de esta congregación se encuentra donde antes empezaba a extenderse un gran complejo inca formado por las casas de los capitanes, patios, estanques y jardines, depósitos y aposentos militares, posiblemente lo que se llamaba el Coricancha (recinto de oro). Dentro o cerca debió estar el Inti Huasi, el templo del Sol, con su estructura recubierta de oro; al igual que la mayoría de edificaciones incas.

 Pero, sobre todo, la actual iglesia de San Francisco se habría construido sobre el Amaruhuasi o templo de Amaru, manifestación figurada de la deidad Illapa, segunda en importancia luego del Dios Sol o Inti. Illapa era el rayo, a Amaru se lo figuró como la gran serpiente fecundadora, un dragón cuyo aliento era el Huanacauri o arco iris. Varios autores sostienen que esta deidad fue remplazada por San Francisco, razón por la cual Atahualpa, antes de ser ejecutado, es bautizado con el nombre de Francisco, al igual que a sus dos hijos, siendo que este Inca se hacía identificar con Amaru, así como su padre era llamado el Inca Illapa.

 Otro sitio importante para los incas en Quito era el Inti Huatana, observatorio solar y lugar ritual. Constaba de un sistema de pilares usados para medir los recorridos del sol, las estaciones del año, los solsticios y equinoccios. Es muy probable que este se haya encontrado en la cima del Panecillo (antes Yavirak). Al pie del cerro debió estar el Acllahuasi, el hogar de las Acllas, las vírgenes del Sol. Del Quilla Huasi, o templo a la Luna, se tiene indicios que existía en lo que ahora es la loma de San Juan. El Palacio de Placer del Inca, en lo que es ahora el barrio El Placer (de ahí su nombre). Y así, existen numerosos lugares donde pudieron asentarse edificaciones incas, templos, aposentos, bases militares, mercados, etc., testimonios escondidos y olvidados, no sólo de incas, sino de las culturas ancestrales quitu y cotocollao que vivían hacia el norte del la actual ciudad de Quito y del Ecuador.’

Los Acllahuasis

Acllahuasis ( Casa de las escogidas, También conocido como monasterio de las Vírgenes del Sol o mujeres elegidas) - Los Acllahuasis eran recintos o instituciones religiosas en el imperio Inca, que eran una forma de comunidad femenina monástica, que reúne a un grupo de mujeres que vivían alejadas de sus comunidades dedicándose a oficios domésticos y cuya función era la de servir en los lugares de culto, la asistencia para el fuego sagrado del RAYMI y la prestación de diversos ministerios para las iglesias y el Inca. Los acllahuasis fueron fundados en el Cusco por el Inca Lloque Yupanqui (1260-1290 d.c).

Templo de las Vírgenes del Sol 

Las niñas eran llevadas a los Acllahuasis a partir de los 10 años de edad, estas mujeres eran seleccionadas mediante convocatorias anuales que se celebraba en todo el imperio como pago de tributos de una comunidad hacia el inca o por voluntad propia. Las mujeres residentes en los acllahuasis eran llamadas Ñustas o Acllas " Vírgenes del Sol" y se establecían bajo las ordenes de las mamacunas, las cuales las cuidaban y vigilaban para que cumplan sus funciones religiosas. Las acllas prestaban servicios en el templo, que incluía la preparación de las vestimentas para el Inca, la nobleza o aristocracia cuzqueña y ropas litúrgicas de los sacerdotes , también elaboraban productos ornamentales utilizados en ceremonias religiosas . En el caso de acontecimientos extraordinarios, como la muerte de un Inca, o una grave sequía, se elegía una aclla para que fuese sacrificadas , pero solo en casos raros.

Las mujeres, dedicadas a la vida monástica al dios sol "Inti" estaban obligados a mantenerse vírgenes durante su servicio en el Acllahuasi, cuando se violaban la regla de mantenerse pura y virgen se castigaba con la pena de muerte o el entierro en vida, mientras que su amante era colgado. Normas estrictas que prohibían la presencia de hombres en el monasterio bajo amenaza de tortura y muerte. La única excepción se refiere al soberano Inca, que como el Hijo del Sol tenía derecho a tener concubinas entre las acllas, que lo consideraban un acto religioso, en cierto sentido, . La mujeres elegidas para que sean sus concubinas por el Inca no regresaban a los acllahuasis , mas bien se le aseguraba una vida próspera a expensas del Estado.

Mamacunas: Tutoras y vigilantes de las Acllas

Las Mamacunas eran las sacerdotisa Incas que se suele dedicar a la adoración del sol , y también tenían las misión de tutoras o elemento rector de la pedagogía femenina de las Acllas en los Acllahuasis. Las mamacunas al igual que los Amautas tenían funciones de educación.

Las mamacunas se encargaban de las vestimentas del Inca o Sapa inca y los ídolos, también preparaba las bebidas para las fiestas religiosas, por eso la gente considera santa a las mamacunas por su cercanía a el Inca.

LOS 14 INCAS DEL IMPERIO INCAICO 

Galeria destinada a los 14 Incas del Imperio Incaico; según las crónicas de Inca Garcilaso de la Vega, con sus nombres en quechua, su significado en español, periodo en el que gobernaron, la panaca a la que pertenecieron y la dinastía. 

MANCO CAPAC - MANKO QHAPAQ 

LOS INCAS DEL IMPERIO INCAICO 

MANCO CAPAC - MANKO QHAPAQ - Jefe Poderoso. 

PERIODO: 1198 - 1228, PANACA: CHIMA PANACA, DINASTIA: HURIN 

Personaje semilegendario, sobre el que giran dos leyendas, que lo señalan como fundador del Imperio Incaico. Una indica que salio de las espumosas aguas sel Lago Titicaca, junto con Mama Ocllo. Su padre el Dios Sol, de dio una vara de oro, indicándole que donde se hundiera fundara el Imperio. En el cerro de Wanakauri se hundió la vara y fundo la Ciudad del Cuzco. El Sol, su padre le encomendó la misión de enseñar a los hombres los conocimientos propios del varón, necesarios para ser útiles a la patria que fundaba. 

Fue civilizador de las tribu salvajes que ocupaban el Cuzco, enseñándoles el cultivo del maíz y la papa y el cuidado de los animales como la llama. La otra leyenda cuenta que Manco Capac era uno de los cuatro hijos del Dios Sol, que salieron de una colina a 25 km. del Cuzco. 

Los cuatro hermanos Ayar: Manko (Qhapaq), Ayar Kachi, Ayar Uchu y Ayar Auqa, se casaron con cuatro hermanas: Mama Oqllo, Mama Huaqo, Mama Qora y Mama Ruwa. La jefatura fue asumida por Manko Qhapaq. Ayar Uchu quedo en el camino para servir al Sol, transformado en piedra en el cerro Wanakauri. 

Ayar Cachi, gran manejador de la honda, quedaría transfigurado en el valle al hacer caer montañas con su honda, mientras Ayar Auqa, debía ser un genio alado, también transformado en piedra y protector de la Ciudad del Cuzco a donde llegaría con Manko Qhapaq. Es considerado como Inca perteneciente a la dinastía de los Urin Qosqo en la pleyade de los Incas Legendarios, cuyo origen se remonta en la leyenda y el mito. Gobernó entre 30 y 40 años. 

SINCHI ROQA - SINCHI ROCA - SINCHI RUQ'A 

LOS INCAS DEL IMPERIO INCAICO 

SINCHI ROQA - SINCHI ROCA - Gerrero Magnífico. 

PERIODO: 1228 - 1258, PANACA: RAURA PANACA, DINASTIA: HURIN 

Sinchi Roca (Sinchi Ruq'a) fue el segundo gobernante del curacazgo inca. Su nombre en quechua significa Guerrero magnífico. Se cree que su gobierno empezó aproximadamente en el año 1230 y terminó aproximadamente en el año 1260 de nuestra era. 

Hijo legítimo de Manco Cápac y Mama Ocllo. Nació en Tampuquiro, parte del reino de Pallata, uno de los muchos paraderos en los cuales sus padres se detuvieron cuando iban en busca de un lugar fijo en el cual establecerse. Su padre, por fines políticos lo casó con Mama Coca, hija del señor del ayllu de Soña (lo que hoy es el barrio de San Sebastían, en Cusco). 

Cuando su padre murió portó orgulloso el Mascaipacha (corona real). 

A pesar de sus habilidades como guerrero Sinchi Roca no pudo expandir el pequeño dominio que su padre le había heredado, las etnias vecinas mostraban rechazo a los incas pues los consideraban unos invasores ocupando tierras ajenas y por ello atacaban constantemente al pequeño señorío inca con intenciones de expulsarlos. 

Sinchi Roca logró conseguir la amistad de algunos señoríos aledaños a sus dominios, y más importante fue la amistad con el jefe de los Ayamarcas, quien en un enfrentamiento previo a la tregua voló dos dientes delanteros a Sinchi. 

Sinchi Roca sólo pudo ser llamado eso: Sinchi, pues no pasaba de ser un guerrero valiente, no logró expandir los dominios mas sí pudo resistir a los constantes ataques y lograr paz con los Ayamarcas, en ese entonces el reino más temido por los habitantes del valle del Cusco, que no sólo eran los incas, sino muchos otros señoríos más. 

Sinchi Roca había decidido que su hijo Manco Sacapa iba a heredar el trono, sin embargo cambió de decisión por razones desconocidas, otorgando el trono a Lloque Yupanqui. 

Se desconoce las fechas exactas en que vivió y reinó Sinchi Roca pero varían bastante entre los distintos historiadores. Según Sarmiento (1572) nació en 548 y reinó entre 656 y 675 (superando los 100 años al iniciar su reinado); según Cabello Balboa (1586) reinó entre 1006 y 1083; Otros hablan de 1062 a 1091 o 1178 y 1197. 

Sus principales obras en favor del imperio son: Lazó vínculos de amistad con el jefe de la etnia Saños. Lazó vínculos de amistad con el jefe de la gran etnia Ayamarca. Resistió a los continuos ataques de etnias enemigas. 

LLOQE YUPANKI - LLOQUE YUPANQUI - LLUQ'I YUPANKI 

LOS INCAS DEL IMPERIO INCAICO 

LLOQE YUPANKI - LLOQUE YUPANQUI - Zurdo Memorable. 

PERIODO: 1258 - 1288, PANACA: AWAYNI PANACA, DINASTIA: HURIN 

Lloque Yupanqui (Lluq'i Yupanki) (en quechua: zurdo memorable) fue el tercer gobernador del curacazgo inca; no logró casi ninguna expansión territorial a lo largo de su gobierno pues las luchas constantes por la permanencia en el valle del Cusco lo impedían. Tuvo como esposa a Mama Cagua, hija del señor de Oma, un señorío a 11 kilómetros al sur de Cusco. 

Lloque Yupanqui no fue destinado originalmente a ser el sucesor de Sinchi Roca, una misteriosa decisión de último momento lo hizo heredar el trono. Tuvo como padres a Sinchi Roca y a su esposa Chimpo Urma 

Lloque Yupanqui rompió las buenas relaciones que su padre había conseguido con el poderosos señorío de Ayarmaca. Pese a tener un peligroso enemigo (nuevamente los Ayarmaca) Lloque Yupanqui se vio obligado a formar y mantener buenas relaciones diplomáticas con los señoríos aledaños, cosa que hizo, y lo hizo hábilmente. 

Durante su gobierno, el jefe-guerrero de Ayarmaca murió en combate (parece que el combate no fue contra los incas) y Lloque Yupanqui, aprovechando la situación logró vencer en algunas batallas a dicha etnia librándose así de sus peligrosos ataques por muchos años. Durante la anarquía del señorío de Ayarmaca, Lloque Yupanqui se hace amigo y aliado de algunas ciudades ayamarcas, y provoca rivalidades en este gran señorío. 

Los laureles del gobierno de Lloque Yupanqui no se ven en expansiones territoriales, sino en una época de relativa paz, donde mantiene buenas diplomacias con otros señoríos y se libra temporalmente de los Ayarmacas, que hasta ese momento siempre representaron una amenaza para el señorío inca. 

Murió en el Inticancha. Tras su muerte, a Lloque Yupanqui le sucedío su cuarto hijo: Mayta Cápac. 

Como en todos los Sapas Incas de la hsitoria local, su existencia esta puesta en duda, y también las fechas en que vivió y reino: 

Según Sarmiento(1572) afirma que nació en 654 y reino entre 675 y 786, es deicr, por 111 años. 

Según Cabello Balboa (1586) reino entre 1083 y 1161 (por 78 años). 

Según otras fuentes reino entre 1178 y 1197 (por 19 años). 

Otras fuentes hablan de 1091 a 1126. 

Sus principales obras fueron: 

Forma buenas relaciones diplomáticas. 

Se deshace temporalmente de la amenaza que representaban los Ayamarcas. 

Logra expandir unos pocos kilómetros sus dominios, derrotando la ciudad ayamarca de Maras, de la cual no toma posesión. 

MAYTA QHAPAQ - MAYTA CAPAC 

LOS INCAS DEL IMPERIO INCAICO 

MAYTA QHAPAQ - Donde está el Poderoso. 

PERIODO: 1288 - 1318, PANACA: USCAMAYTA PANACA, DINASTIA: HURIN 

Mayta Cápac (En quechua:Mayta Qhapaq que significa: ¿Y donde está tu riqueza?) fue el cuarto gobernador del señorío inca, cuando Lloque Yupanqui murió, Mayta Cápac era aún muy pequeño para asumir el poder, así que su tío asumió el mando hasta que este fuese maduro. 

Fue el cuarto hijo de Lloque Yupanqui, antes de que este gobernara, la etnia Alcahuisa vio en la anarquíca sociedad inca una oportunidad para liberarse, una noche atacaron por sorpresa el inticancha, en ese entonces palacio del gobernante, Mayta Cápac logró escapar favorecido por sus habilidades atléticas y después, la etnia inca combatiría a los rebeldes de Alcahuisa. 

Mayta Cápac se casó con Mama Tancaray, hija del curaca del señorío de Collagua. 

La guerra contra la rebelde etnia de Alcahuisa continúo por un tiempo prolongado, en tres batallas la victoria inca se acentuó tomando prisionero al líder de la etnia rebelde y matándolo de hambre en un sancayhuasi (cárcel). 

Cuando Mayta Cápac fue lo suficientemente maduro para ser gobernador, los incas ya representaban una preocupación para los Ayamarcas, quienes en un siglo no pudieron expulsarlo del valle del Cusco. 

Mayta Cápac cedió su gobierno a Tarco Huamán, quién recibió un golpe de estado por parte de su primo casi inmediatamente de iniciado su mandato. 

Su principal obra fue el que derrotó a los rebeldes de Alcayhuasi. 

QHAPAQ YUPANKI - CAPAC YUPANQUI 

LOS INCAS DEL IMPERIO INCAICO 

QHAPAQ YUPANKI - CAPAC YUPANQUI - Poderoso y Memorable. 

PERIODO: 1318 - 1348, PANACA: APU MAYTA CAPAC PANACA, DINASTIA: HURIN 

Cápac Yupanqui (Qhapaq Yupanki) fue el quinto gobernador del señorío inca, entró al poder mediante un golpe de estado a su primo Tarco Huamán. Cápac Yupanqui resultó ser un aguerrido gobernante, y también muy maquiavélico. 

Fue hijo de Curu Yaya, hermana de Mayta Cápac, primo de Tarco Huamán. Para asegurar su trono mató a 9 hermanos de Tarco, a otros les hizo jurar lealtad. Sin embargo fue más benevolente con Tarco Huamán pues sólo lo mandó a gobernar a los conquistados señoríos de Anta y Cuyo. 

Durante su reinado, derrotó a algunas pequeñas etnias como los Cuntis, agregando de esta manera unos pocos kilómetros cuadrados a sus dominios. La reputación del señorío inca iba creciendo, tanto así que el señorío Quechua, de Abancay les envió dos embajadores a solicitar ayuda para enfrentar al poderoso estado (casi imperio) Chanca. Cápac aceptó y envió a su primo Tarco a capturar 1000 avecillas de la selva y del altiplano para ser quemadas en rituales militares. 

En el gobierno de Cápac Yupanqui el señorío inca seguía siendo pequeño ante los Ayamarcas, y un diminuto señorío en comparación con el poderoso estado Chanca. 

El estado Chanca era ya temido por lo Ayamarcas (quienes se habían recuperado de las guerras civiles que Lloque Yupanqui generó entre ellos), y se proyectaba a la toma de toda la región Cuzco, incluyendo a los incas y ayamarcas. Por tal situación ambos buscaron una alianza, y se reflejó cuando el rey de Ayamarca obsequió a Cápac Yupanqui una esposa llamada Curi Hilpay. 

Cápac Yupanqui nunca se enfrentó al poderoso estado Chanca, pues murió envenenado antes de que estos llegaran al Cuzco. 

Cusi Chimbo, una de las esposas de Cápac Yupanqui lo envenenó antes de que este si quiera nombrase un sucesor. Esto, fue parte de un complot que organizó Inca Roca, rey de la dinastía inca Hanan. 

Sus principales obras fueron: 

Alianza con los Ayamarcas. 

Aportó unos pocos kilómetros al pequeño señorío inca. 

INKA ROQA - INCA ROCA 

LOS INCAS DEL IMPERIO INCAICO 

INKA ROQA - INCA ROCA - Inca Magnífico. 

PERIODO: 1348 - 1378, PANACA: WIKAK'IRAW PANACA, DINASTIA: HANAN 

A diferencia de Manco Cápac y sus sucesores, Inca Roca perteneció a la dinastía Hanan, la misma que gobernaba a los Taipicala, y restauró una diarquía que consistía en dar el gobierno a la dinastía Hanan, y el sacerdocio a la dinastía Hurin. Dicho cambio, obviamente sólo fue posible con su golpe de estado. 

YAWAR WAQAQ - YAHUAR HUACA - YAWAR HUACAC 

LOS INCAS DEL IMPERIO INCAICO 

YAWAR WAQAQ - YAHUAR HUACA - El Que Llora Sangre. 

PERIODO: 1378 - 1408, PANACA: AWKAYLLI PANACA, DINASTIA: HANAN 

Yahuar Huácac (Yawar Waqaq) (quechua: el que llora sangre), de nacimiento Tito Cusi Hualpa, fue el séptimo jefe militar del curacazgo inca y segundo registrado en llevar el título de inca. 

Fue raptado por los Ayamarcas cuando era niño. Durante su cautiverio, el rey ayamarco ordenó su ejecución. Cuando el niño se enteró, lloró sangre (quizá fue a causa de conjuntivitis aguda). Sin embargo, el gobernador ayamarco se compadeció de él. Un año más tarde fue liberado y gobernó por poco tiempo. 

Inca Roca tomó como esposa principal a Mamay Micay, ambos engendraron a Tito Cusi Hualpa quién más tarde pasaría a ser llamado Yahuar Huacac. Mama Micay pertenecía a la etnia de Huallacanes, fue ofrecida. 

Después de llorar sangre y ser devuelto al Cuzco, Tito Cusi Hualpa pasó a llamarse Yahuar Huacac (el que llora sangre). Todo esos sucesos ocurrieron durante el reinado de Inca Roca, como este no atacó a los Ayarmacas sabemos que inclusive cuando estos perdieron a los Pinaguas seguían siendo aún muy fuertes como para que los incas los invadan. 

Siguiendo el ejemplo de su padre, Yahuar Huacac unió a su gobierno al segundo hijo de la coya llamado Pahuac Gualpa Mayta pero el príncipe murió poco después, víctima de las intrigas de una mujer del Inca que deseaba ver a su propio hijo de corregente. 

Cuando organizaba una expedición de conquista, los Cuntis se rebelaron fastidiados por las mitas o trabajos para el Estado que los incas les impusieron. Su sublevación fue un éxito rotundo, casi arrasan con el Cuzco, y lo pudieron hacer, sin embargo una tempestuosa tormenta les hizo pensar que se trataba de un mal presagio y decidieron huir. 

La etnia rebelde, los Cuntis, atacaron su palacio, pero Yahuar Huacac logró escapar al Inticancha, sin embargo los Cuntis ingresaron al aposento y lo mataron junto a sus hermanos en la misma puerta del templo. Los destrozos fueron enormes y el señorío inca estuvo a punto de extinguirse. Felizmente (para los incas) cayó una tempestuosa tormenta la cual fue tomada los Cuntis que era un mal presagio obligándolos abandonar la ciudad. Yahuar Huacac no tuvo tiempo de elegir a su sucesor. 

WIRAQOCHA INKA - WIRACOCHA INCA - HUIRACOCHA - WIRAQUCHA INQA 

LOS INCAS DEL IMPERIO INCAICO 

WIRAQOCHA INKA - WIRACOCHA INCA - HUIRACOCHA - Espuma de Mar. 

PERIODO: 1408 - 1438, PANACA: SUQSU PANACA, DINASTIA: HANAN 

Hatun Tópac , después llamado Huiracocha Inca (quechua:Wiraqucha Inqa, 'el Inca de Huiracocha'), fue el octavo gobernante del señorío inca. Tomó el nombre de Viracocha Inca porque aseguró haber tenido un sueño divino con el dios Viracocha. 

Durante su gobierno conquistó algunos señoríos, hizo algunas obras en la capital (Cusco) y en las pocas provincias que habían. Aceptó la rendición y entrega de Cuzco ante una embajada Chanca y escapó con sus hijos preferidos, esposas y sirvientes. 

Tras el asesinato de Yahuar Huácac fue difícil escoger a un heredero pues muchos de sus hermanos e hijos fueron matados a su lado. 

No fue hijo de Yahuar Huácac, sin embargo fue presentado como tal porque pertenecía a la misma dinastía de su antecesor: los hanan. 

Conquistó los señoríos de Yucay y Calca, ahí en Calca construyó su propio palacio. Recibió ataques constantes de los Ayamarcas y Guayamarcas que logró sofocar exitosamente. 

Mejoró la agricultura y los abastecimientos incas. Amplió las arboledas y la producción textil, implantó los tocapus (figuras geométricas en la ropa de los nobles). 

Viajó al reino Aimara dejando como inca ratin (vice-gobernante) a su hijo preferido: Inca Urco. En Aimara, se hizo amigo de este y otros señoríos, al retornar decidió vivir en su palacio de Calca para estar permanentemente con Curi Chulpi, una esposa secundaria pero a quien amaba fervientemente más que a ninguna otra. 

Durante su gobierno, los poderosos Chancas le enviaron dos emisarios pidiendo su rendición y entrega incondicional de sus dominios, incluyendo Cusco, este aceptó y escapó a Chita junto a sus sirvientes, esposas e hijos. 

Sus obras fueron: 

Mejoró la agricultura inca. 

Amplió las arboledas. 

Venció a los señoríos de Yucaya y Calca. 

PACHAKUTIQ - PACHACUTEC 

LOS INCAS DEL IMPERIO INCAICO 

PACHAKUTIQ - PACHACUTEC - Transformador de la Tierra. 

PERIODO: 1438 - 1471, PANACA: HATUN AYLLU, DINASTIA: HANAN 

Pachacútec (quechua: Pachakutiq; "El que cambia el rumbo de la tierra"; fue el noveno gobernante del estado Inca y quien lo convirtió de un simple curacazgo a un gran imperio: el Tahuantinsuyo. Aunque no había sido designado como sucesor por su padre Huiracocha Inca, dirigió una defensa militar ante el belicoso ejército Chanca mientras que éste y su hijo Inca Urco habían huido del señorío. La victoria sobre los chancas hizo que wiracocha Inca lo reconociera como su sucesor alrededor de 1438. 

Como parte de su visión de estadista y caudillo guerrero conquistó muchas etnias y estados, destacando su conquista del Collao que acrecentó el prestigio de los incas y particularmente de Pachacútec, quien por la notable expansión de sus dominios fue considerado un excepcional líder, dando vida a historias épicas e himnos gloriosos en tributo a sus hazañas. Numerosos curacas no dudaban en reconocer sus destrezas e identificarlo como "hijo del Sol". Mientras aún vivía, su hijo y sucesor Túpac Yupanqui derrotó al señorío Chimú y continuó con la expansión del Tahuantinsuyo. Además de conquistador, guerrero y emperador, diversas crónicas afirman que fue también un gran administrador, planificador, filósofo, observador de la psicología humana y carismático general. 

Pachacútec es el primer inca del cual se encuentran referencias históricas que corroboran su existencia, por cual es llamado reconocido como el "primer inca histórico", sin embargo, la relevancia de su figura y legado, así como el de su denominación, lleva a pensar a varios estudiosos que tiene una importancia mucho mayor que la de solo un personaje, llegando a representar el inicio de toda una época de transición y reestructuración para la sociedad inca, etapa de cambios que continuaría posterior a su muerte en 1488, por su hijo Túpac Yupanqui y su nieto Huayna Cápac. 

Origen 

Nacido con el nombre de Cusi Yupanqui, fue hijo del inca Wiracocha y de Mama Runto; siempre fue admirado por los nobles incas pues tenía la valentía, inteligencia y madurez que tanto le hacía falta a su hermano Inca Urco (quien había sido nombrado como sucesor de Viracocha Inca), del mismo modo mostraba aptitudes para el gobierno y las conquistas, que de igual modo carecía Inca Urco. 

Repetidas veces fue recomendado a Huiracocha por los nobles como el más capaz de sus hijos para tomar la mascaipacha cuando éste muriese, pero según las crónicas Huiracocha se había encariñado tanto con Inca Urco que siempre lo prefería ante cualquier otra persona. 

Expediciones encargadas por Pachacútec 

Posterior a la victoria frente a chancas y collas, las obligaciones legislativas de Pachacútec lo retuvieron en el Cusco, por lo que tuvo que encargar (y no dirigir más) las siguientes expediciones conquistadores del Imperio Inca, mientras él se encargaba de la remodelación del Cusco y la consolidación del gobierno imperial. La primera de estas expediciones fue encargada a su hermano Cápac Yupanqui hacia territorios del reino Chimú, y las demás a su hijo y sucesor Túpac Yupanqui tanto al norte como al sur del imperio, con estas conquistas el Tahuantinsuyo llegaría cerca su máxima expansión y mejor consolidación, todo bajo el gobierno del noveno Sapa Inca: Pachacútec. 

AMARU INKA YUPANKI - AMARU INCA YUPANQUI 

LOS INCAS DEL IMPERIO INCAICO 

AMARU INKA YUPANKI - AMARU INCA YUPANQUI - Supremo Soberano Sagaz. 

PANACA: CAPAC AYLLU, DINASTIA: HANAN 

AMARU YUPANQUI: (Quechua: "Supremo Soberano Sagaz"; X Inca. Agobiado por las fatigas de su largo reinado, Pachacútec asoció a sus tareas a sus hijos Amaru Yupanqui y Túpac Yupanqui, a quienes distinguió por su lealtad y su valor, respectivamente. Y, a su muerte, lo sucedió el primero. Amaru en kechua es serpiente- boa- En aimara: prudente, sagaz, artificioso. Amaru Inca Yupanqui, vendría a ser: "Supremo Soberano Sagaz". Su corto gobierno fue agitado por el hambre y la peste; una expedición enviada al Antisuyo logró el descubrimiento del río Amarumayo (Madre de Dios), pero excitó la rebeldía de las collas; y sus vacilaciones para enfrentar la guerra aconsejaron su deposición. La debilidad de su carácter y la falta de dotes para el mando, cualidad esencial en el Imperio, dio lugar a un golpe de Estado por el Cuerpo Consultivo de Los Suyuyuc Apus proclamando en su reemplazo a su hermano Tupác Yupanqui. A ella accedió el mismo Amaru Yupanqui, después de oír al Huíllac-Umu y los orejones, y conservó una posición honrosa en el Imperio. Por eso no dio origen a una Panaca, y su descendencia se unió a la de Túpac Yupanqui, su hermano y sucesor; la memoria de su reinado fue oscurecida en los fastos oficiales de los Incas; y en la Huaa de Chaccuaytapara, donde tuvo su jardín, sólo podían colocarse conchas como ofrendas, y sin detenerse para practicar ante ella algún acto de veneración. 

TUPAQ YUPANKI - TUPAC YUPANQUI - TUPAQ INKA YUPANKI 

LOS INCAS DEL IMPERIO INCAICO 

TUPAQ YUPANKI - TUPAC YUPANQUI - TUPAQ INKA YUPANKI - Luminoso y Memorable. 

PERIODO: 1471-1493, PANACA: CAPAC AYLLU, DINASTIA: HANAN 

Túpac Yupanqui (Tupaq Inka Yupanki) fue el décimo gobernador inca. Sucesor de Pachacútec asumió el co-reinado a los 16 años, y aproximadamente a los 30, cuando murió su padre se hizo cargo absoluto del poder. Durante su co-gobierno y su gobierno empleó la mayor parte de su tiempo en campañas bélicas de conquista. Lo llamaban el "Inca viajero", por sus largas ausencias fuera de Cuzco, inclusive hay una teoría de que una de sus expediciones marítimas llegó a la Polinesia, en Oceanía. 

Tomó como esposa principal a su hermana paterna Mama Ocllo. Murió en Chincheros, se dice que envenenado por su esposa Chuqui Ocllo. 

Origen 

Pachacútec escogió inicialmente a Amaru Inca Yupanqui como sucesor, pero éste era muy pacífico y bondadoso, lo llamaban "el Bueno", se cuenta que cuando lo mandaron (prácticamente obligaron) a combatir contra los Guaraníes fue derrotado. Tales actitudes hicieron cambiar de opinión a Pachacútec nombrando a su hijo: Túpac Yupanqui como su sucesor. Cuando Pachacútec estaba ya muy anciano le dejó asumir casi todo el poder (co-gobierno). 

rvando desde la orilla la Isla de Chiloé, el "fin del mundo" y, sin interés por conquistar esas tierras, regresó al gobierno del Tahuantinsuyo, tras su larga ausencia. 

Muerte 

En Chincheros, Chuqui Ocllo, una de las esposas de Túpac Yupanqui lo convenció de que su hijo Cápac Huari lo sucediera, sin embargo Túpac Yupanqui cambió de opinión decidiéndose por Titu Cusi Yupanqui (Huayna Cápac). Esto provocó la irá en Chuqui Ocllo quien envenenó a Túpac Yupanqui aproximadamente en 1493. 

Posteriormente en 1532, cuando el ejército de Atahualpa tomó la ciudad de Cusco, las etnias que conformaban su ejército aún guardaban un resentimiento inmenso a Túpac Yupanqui por haberlos conquistado. Estas etnias quemaron su momia en Cusco bajo el mando de Quisquis. 

Obras 

Derrota del Imperio Chimú. 

Profesionalización del Ejército inca. 

La mayor expansión del imperio. 

WAYNA QHAPAQ - HUAYNA CAPAC 

LOS INCAS DEL IMPERIO INCAICO 

WAYNA QHAPAQ - HUAYNA CAPAC - Mozo Poderoso. 

PERIODO: 1493-1527, PANACA: TUMIPANPA PANACA, DINASTIA: HANAN 

Huayna Cápac (quechua: Wayna Qhapaq, "rey joven" fue el undécimo y penúltimo gobernante del incanato. 

Desarrollo 

Fue el primer emperador inca (histórico) no cusqueño, ya que nació en territorio ecuatoriano, en la actual ciudad de Cuenca (Tumibamba en ese entonces), mientras su padre, el entonces emperador Túpac Yupanqui, se encontraba de campaña militar en el actual austro de Ecuador. A su temprana edad tuvo que afrontar dos serios problemas en su ascensión al trono. El primero a causa de las intrigas de serrallo, propiamente de la colla Chuqui Ocllo, que pretendía el trono para su hijo, Capac Huari, que acabó con la muerte de la conspiradora y el apresamiento del joven. Luego se le adjudicaría un Regente (una práctica ya usada en el pasado) para que colabore con él en su formación como emperador Inca. Sin embargo, pronto fue descubierta una trampa para el joven Huayna Capac, planteada por su Regente y su primogénito, quienes trataron de huir pero sin mayor éxito, siendo pronto ajusticiados gracias a la oportuna llegada de su tío Huaman Achachi. 

Con un inicio tan agitado empezó el gobierno del nuevo Inca, que básicamente tuvo que dedicar todos sus esfuerzos a consolidar los terrenos conquistados por su padre y sofocar las revueltas de provincias levantiscas. Para esto, asumió el control político y religioso del Imperio, desplazando a Apo Chalco Yupanqui, el vigente Villac Umo. Por primera vez en la época imperial se concentraban todos los poderes en una sola persona. Sin embargo, casi al final de su vida nombra un pariente suyo, Cusi Túpac Yupanqui, como nuevo Sumo Sacerdote del Sol (aparentemente éste es el Villac Umo que corona a Manco Inca y que lo secundaría en sus guerras de reconquista como hábil estratega). 

Sus campañas tenían la tendencia a dirigirse siempre hacia el norte. Por un lado, la dura resistencia selvática (pobladores y la naturaleza en sí) les bloqueaba el camino hacia el este, mientras que por el sur y por el oeste ya estaba todo descubierto. Así, el único camino posible era el norte, virtualmente inexplorado y a su vez zona altamente inestable dada la gran belicosidad de sus naturales. 

Origen 

Nacido en Tomebamba (en la actual Cuenca, al sur de Ecuador), sus primeros años estuvieron envueltos en una serie de hechos muy particulares. 

Debido al derecho incaico, tenía que ser reconocido como auqui (príncipe) por las panacas reales del Cusco para poder ser Sapa Inca. Para cumplir este indispensable requisito, Túpac Yupanqui, que se hallaba en la conquista de Quito, se trasladó con la familia real al Cusco. Se dice que a la vuelta de ambos Pachacútec seguía con vida y salió al encuentro de ellos para conocer a su nieto. Parece que el muchacho causó tan buena impresión al anciano y por ello éste pidió que el menor dirija la carga del ejército incaico a la fortaleza de Sacsayhuamán, un acto ritual. Se cuenta que el príncipe hizo tan bien la faena que Pachacútec lo convirtió en su favorito y ello cimentó su futuro encumbramiento como Inca. 

Túpac Yupanqui habría nombrado como su sucesor a Capac Huari, pero finalmente se habría decidido por Huayna Capac provocando así la ira de Chuqui Ocllo, madre de Capac Huari. Este hecho parece haber sido el detonante que impulsó a Chuqui Ocllo a envenenar a Túpac Yupanqui. Más tarde ésta declaró que Túpac Inca había cambiado de opinión recién cuando estaba moribundo y con la razón perdida. 

Ante este hecho, Huaman Achachi, un general fiel a Túpac Yupanqui (y hermano suyo) ocultó a Huayna Capac y después de muchos pleitos y la enérgica protesta de Mama Ocllo (madre de Huayna Capac) condenaron a Chuqui Ocllo y sus cómplices a la pena de muerte. En cuanto al pequeño Capac Huari, no se le hizo ningún daño debido a su inocencia. Sin embargo, se lo desterró a un lugar apartado bajo la vigilancia de personas de la confianza de Huaman Achachi. 

Huayna Cápac, ya declarado sucesor de Túpac Yupanqui, tuvo como Regente a su tío Apo Huallpaya hasta que alcance su mayoría de edad. Más tarde Apo Huallpaya propuso a su hijo al trono argumentando que Huayna Cápac era incapaz para el cargo, Huamán Achachi supo que además Apo Huallpaya tenía intenciones de matar al joven monarca. Apo Huallpaya y su hijo fueron sentenciados a muerte por traición 

Campañas iniciales 

Entre las primeras se tiene su incursión al reino de los chachapoyas, que se habían rebelado al poder imperial aprovechando la muerte de Túpac Inca. El Inca se encontraba en los funerales de su madre cuando tuvo noticia del alzamiento y dispuso marchar de inmediato a la región, no sin antes pasar por pueblos históricamente ligados al origen del Imperio, como el de los soras y el de los lucanas, donde fue muy bien recibido. Más tarde marcha a Jauja, donde impartiría sabia justicia, logrando mucha fama regional pese a su corta edad. Después de haber estado en Yauyos, descansa en Cajamarca y se prepara para la larga lucha. 

Los primeros choques resultaron favorables a los chachapoyas, quienes hacen retroceder varias veces al ejército imperial. Sin embargo, la política incaica de renovar las tropas dio sus frutos, puesto que una nueva oleada de gente fresca terminó por aplastar a los agotados pero heroicos chachapoyas, quienes ofrecieron paz incondicional. Regresa al Cusco y se encarga de visitar el extremo sur del Imperio (Tucumán, Argentina y las provincias del Contisuyo), para luego volver a la capital y de ahí emprender una rápida campaña a Cajamarca, llegando a la región selvática de los Bracamoros, aunque fue repelido por los naturales y por las condiciones geográficas y climáticas de la región. 

Rehecho de su encuentro con los bracamoros, se dirigió a la región de los paltas, que habían dado muerte a los embajadores que dejó su padre. Enterados del arribo del Inca, enviaron espías disfrazados de leñadores, sin embargo, la treta fue descubierta y los espías recibieron castigo más que severo: los más acabaron asesinados, mientras que unos cuantos regresaron con narices y orejas cortadas, mientras otros con los ojos vaciados. Los paltas, ante esto, se rindieron. Finalmente arribará a Quito, previa estadía en su natal Tumibamba (hoy Cuenca), y luego emprenderá el viaje de regreso al Cusco, no sin antes dar permiso para que construcciones de tipo palaciego se puedan levantar en la hoy capital ecuatoriana. 

Sus visitas al santuario de Pachacámac fueron constantes y varias veces eran para ver la suerte que correría en una eventual campaña, como la que desarrolló por la costa norte hasta Tumbes. 

Rebeliones cerca a Quito y anexión de los Pastos (Sur de Colombia) 

Para su visita al litoral emprendió marcha rumbo al santuario de Pachacámac. Para esto recorrió los pueblos de los soras y lucanas, así como la región de los belicosos huancas hasta llegar a la ruta de Huarochirí, por la cual descendió hasta el valle limeño. 

Llegado al Santuario, recibió buenos vaticinios acerca de su campaña presente y la posterior, por lo que se dirigió a Tumbes, pasando por el territorio que fuera del Gran Chimú. Para esto tomó varios años, dado que a su paso fue construyendo canales y afirmando tierras de cultivo. Llegado a la región norteña, se informó de la rebeldía del cacique Tumbala, de la Isla Puná, y se dirigió hacia allá. El cacique consultó pueblos vecinos por ayuda, pero como todos ya se habían sometido al Inca, optó por una salida astuta. Fingió pasividad ante el Inca y cuando sus tropas se retiraban en balsas, atacó a la mitad y en la refriega cayeron muchos orejones. Huayna Capac, enterado de ello, montó en furia y él mismo dirigió la carga sobre los punaeños, venciéndolos tras dura lucha. 

Campaña al Collasuyo 

Artículo principal: Collasuyo 

Más tarde, envió a su tío Huaman Achachi (quien lo salvó del complot durante su infancia) a visitar las nuevas regiones conquistadas del norte, mientras que él se dirigió al Collasuyo. Atravesando el Collao, llegó a la región de los charcas y de ahí, por el Paso del Huasco, llegó a Chile. Una vez ahí, retiró a los gobernantes dejados por su padre y puso en su lugar a los descendientes de los antiguos caudillos regionales, ganando el favor de la región entera. Finalmente regresó al Cusco por Coquimbo, Copiapó, Atacama y nuevamente el Collasuyo. Sin embargo, hallándose en Cochabamba, obtuvo preocupantes noticias del Chinchaysuyo. 

Huaina Cápac se dirigió a Chile Central en persona con un poderoso ejército, sometiendo sefiitivamente de los valles desde el Río Aconcagua hasta el Río Cachapoal. 

Huacas y Pucarás en Collasuyo 

Atribuibles a este monarca sería la serie de Pucará existentes en Aconcagua, Mapocho y Maipo; en especial Chena, Angostura y Merchacas. En cambio las construcciones de Catemu y Cerro Mauco, podrían pertenecer al último tramo del reinado de Topa Inga Yupanqui, cuando el río Aconcagua constituía la frontera austral del imperio. 

Expansión hacia el sur en Collasuyo 

La expansión hacia el sur fue continuada por Huaina Cápac, que recorrió todo el territorio anexado, especialmente Quillota, Aconcagua y Mapocho. En el Valle de Chile invistió como Curaca (su representante ) a los jefes locales Michimalonco y Tangalonco, dejando en un segundo plano al gobernador inca Quilicanta. Probablemente este Inca organizó definitivamente la extracción del tributo en oro de Marga Marga, que debían enviar anualmente al Cuzco los curaca de Aconcagua, y la división del señorío político del valle en dos mitades: valle superior e inferior, quedando este último subordinado al primero. 

Los cayambis y los caranguis habían intentado desconocer el poder imperial y se levantaron contra el Inca. Huayna Capac recogió tropas en la región de los collas y se dirigió con ellas a la capital para hacer un último reclutamiento. Hecho esto, nombró generales a Auqui Toma (Hanan Cusco) y a Michi (Hurin Cusco). 

Indicios de decadencia 

Preparados para la campaña al otro extremo del Imperio, se dirigió con lo más selecto de sus tropas, contando entre ellas con la colaboración de dos de sus hijos: Ninan Cuyuchi, un hábil guerrero, y un joven pero experimentado Atahualpa. En el Cusco quedarían Huascar y los pequeños Manco Inca y Paullu Inca. 

Llegados a su natal y lejana Tumibamba, se levantó el palacio Mullu Cancha, en el cual se ubicaría una estatua de oro de su madre Mama Ocllo, que se dejaría al cuidado de la nación cañari. También se construyó la Casa del Sol y la de Ticci Viracocha Pachacama. Finalmente arribaría a Quito, desde donde despacharía emisarios para ordenar el sometimiento pacífico de los rebeldes, obteniendo una respuesta hostil. Es aquí que, reunido el Alto Mando, se decide lanzar una campaña a la región de los Pastos (Pats Awá o "gente escorpión", para lo cual se designa capitanes del Collasuyo, quienes afirmaban ser los más capaces para combatir en regiones como esa. 

Aparentemente, la afirmación resultó cierta, puesto que la victoria fue sumamente sencilla. Inmediatamente, a la llegada de la noche se dispuso una celebración entre los soldados triunfantes y fue en ese momento que el verdadero ejército de los Pastos cayó sobre los confiados incas, destrozándolos casi por completo. Los pocos que salvaron la vida se fueron replegando hasta que la guardia de los Orejones (que había quedado rezagada) logró defender la retirada. Se dice que aquí se lucieron tanto Ninan Cuyochi como Atahualpa. 

Conocedor de los hechos, Huayna Capac decidió enviar esta vez al grueso de su ejército, el cual sin problemas dominó la situación y produjo gran mortandad entre los Pastos, no salvándose ni mujeres ni niños. Dado que era época de lluvias, se replegaron todos a Tumibamba no sin antes haber dejado tropas y representantes en la región. 

Previo llamado de refuerzos, se dispuso el ataque a la región de los caranguis. La rendición de la primera fortaleza se logró con muchos apuros. Acto seguido, la mirada se dirigió al reducto principal de los caranguis, en pleno corazón de sus dominios, que estaba defendido no solo por los naturales, sino también por otabalos y cayambis, que les prestaban apoyo. Justamente para evitar más adhesiones a estos, Huayna Capac ordenó que sus principales jefes vayan por los alrededores anunciando que el Inca iba a tomar represalias contra la nación que apoyara de una forma u otra a los sitiados. 

Cumplido el cometido, se lanzó el primer ataque a la fortaleza. Un fracaso sonoro sacudiría los cimientos más profundos del Imperio en sí. Se produjo, por primera vez en la historia, la caída del Inca. Su litera, soportada por los Orejones, fue atacada por los cayambis y los cusqueños cedieron, provocando que el Inca impacte duramente contra el suelo. El desconcierto fue total y solo pudo salvar la vida Huayna Capac al ser protegido por 3 de sus más fieles capitanes. Finalmente, los Orejones también apoyarían y lograron poner a salvo al Inca. 

Lo que siguió a estos hechos es notable por cuanto el Inca decidió demostrar su enojo hacia sus capitanes y a sus nobles Orejones a través de varias acciones, como disminuirles las raciones de comida o no invitarlos a las fiestas en el campamento. Estos, al verse relegados públicamente, tomaron la imagen del Sol y se dirigieron al Cusco, siendo interceptados por mensajeros del Inca, a los cuales procedieron a capturar. Un último enviado recibió por respuesta: "decid al Inga que su poco apego y el hambre que nos apura nos hacen partir al Cusco". 

Finalmente, Huayna Capac se dirige a los Orejones en persona y les recrimina su actitud. Los Orejones de todas formas prosiguen su marcha y, Huayna Capac en acto insólito, pide que se retire la estatua de su madre, que se hallaba en el templo, para que la pongan frente a los desertores. Hecho esto, una india cañari sale al camino y, haciendo como si estuviera poseída por el espíritu de la Coya, les convence de quedarse. Los Orejones contestan al Inca: "Queremos más ser vasallos desfavorecidos que no hijos inovedientes". El Inca recurrio a este artilugio para ganar tiempo y organizar un banquete para agasajar a sus capitanes. 

Éste hecho es explicado por una arraigada costumbre andina, basada en la reciprocidad: todo Señor andino debía ofrecerles a sus súbditos regalos y favores a cambio de su labor, y Huayna Capac estaba dejando de lado esta obligación para con sus ejércitos, que estaban formados por varios pequeños ejércitos al mando de señores de diversas grupos étnicos. Estos formaban el corazón del Tahuantinsuyo. El Inca tuvo que ofrecerles las acostumbradas ceremonias de petición de favores, para lograr que sus ejércitos volvieran a su mando, antes de iniciar otro ataque. 

El ataque a la fortaleza se reanudaría con participación de los Orejones', que pelearon tan bien que consiguieron ganar 4 de los 5 muros de la misma. Sin embargo, la caída del hermano del Inca, Auqui Toma, obligó a un replanteo de la situación. El mismo Huayna Capac encabezaría las acciones. 

El desenlace 

Decidido a culminar aquella guerra, se pone al frente de una división. La otra estaría comandada por el general Michi, del Hurin Cusco (uno de los Orejones), y la última estaría compuesta por los soldados del Chinchaysuyo. Estas dos estarían encargadas de atacar por los flancos, a modo de sorpresa, mientras que la división principal sería dirigida por el propio Inca y sería la que habría de llevar el mayor peso en la contienda. 

La batalla duraría varios días y, al cabo de un tiempo, el Inca daría la orden de retirada. Sus tropas lo siguieron y tras ellos iban los caranguis, que salieron de la fortaleza con el deseo de aplastar a los incas definitivamente. Justo en ese momento, las tropas que debían flanquear la fortaleza salieron de sus escondites respectivos y las tres columnas atacaron la fortaleza de tal modo que la lograron ganar completamente. Las represalias fueron, al estilo del Inca, muy severas. Como dice el historiador Raúl Porras Barrenechea, Huayna Capac "deseaba ser tan temido que de noche le soñaran los indios". 

Como dato simbólico, se puede decir que Manco Inca reconoció en la táctica que usó Hernando Pizarro contra él en la batalla de Ollantaytambo la que su padre empleó muchos años antes en la tierra de los caranguis. Conociendo bien los pasos a seguir, pudo defender bien la fortaleza y anticipar los movimientos del corajudo capitán español. 

Sin embargo, súbitamente el emperador caería presa de una extraña enfermedad. A decir de Garcilaso, el Inca predijo la llegada de misteriosos viajeros que arribarían vía marítima (relato que muestra similitud con la historia chimú arribo de Naylamp en la costa norte peruana). Lo cierto es que el Inca llegó a saber de las naves que estaban explorando el litoral y que murió sin obtener una respuesta certera sobre la identidad de los viajeros. Finalmente, también murió sin dejar un claro indicio sobre su sucesión. El designado, de algún modo, llegó a ser Ninan Cuyochi, un hijo bastardo con gran manejo de las armas, pero que también moriría como su padre. Ante la gravedad de la situación, surge la figura del hijo de la segunda Coya (la primera no llegó a darle sucesión al Inca), Huascar Inca, quien se encargaría de gobernar al Imperio los próximos años. 

La figura de Huayna Capac se puede ubicar en la lista de los grandes gobernantes del Imperio, junto a su padre y a su abuelo, mientras que su hijo Huascar Inca representaría la decadencia. Sin embargo, lejos de tanta felicidad, lo cierto es que el Imperio ya había empezado a rajarse momentos antes de iniciarse el gobierno del joven Inca. El atentado de su regente, así como las intrigas de serrallo, pasando por el encumbramiento de las clases militares y terminando en el relajamiento de la nobleza (los pobres trabajaban ya no solo para el Inca y el Sol, sino que también debían trabajar para las familias de los que habían sido incas), eran muestras de que algo ya andaba mal en un Imperio que había crecido desmesuradamente rápido. Si bien Huayna Capac fue muy querido por todos, cometió muchos errores. Tal vez el más grave haya sido el encumbramiento de su ciudad natal, Tumibamba y el de Quito, que terminó siendo uno de los puntos más fuertes para la rivalidad entre ambas ciudades al llegar el reinado de Huascar Inca. Sin embargo, pese a su relajamiento y a su apego por la bebida y las mujeres, no puede negarse que mantuvo sólidamente unido al Imperio (a decir de un conquistador español, "si la tierra no huviera estado dividida, si Guaynacaba no huviera muerto, no la pudiéramos entrar ni ganar"

 producto de una gran capacidad de liderazgo, gran voluntad y un admirable arrojo. 

WASKAR - HUASCAR 

LOS INCAS DEL IMPERIO INCAICO 

WASKAR - HUASCAR - Cadena de Oro. 

PERIODO: 1527-1532, PANACA: HATUN AYLLU, DINASTIA: HANAN 

Huáscar fue el duodécimo emperador inca, uno de los doscientos hijos de sangre de Huayna Cápac y uno de los terceros con acceso al trono. 

Las versiones oficiales dicen que Huayna Cápac y su ya nombrado sucesor (Ninan Cuyuchi) fallecieron en 1527 de viruela, cuya epidemia empezaba a brotar por el Norte del imperio producto de la llegada de los conquistadores españoles. Ante este hecho, escoger al nuevo Sapa Inca se hacía difícil. 

Finalmente se decidieron por Huáscar pues éste había sido nombrado como incap rantin (vicegobernador) de Cusco por el mismo Huayna Cápac. 

Muchos pretendieron el trono, entre ellos su hermano Atahualpa, quien terminaría quitándoselo por las armas en 1532, apresándolo y posteriormente acabando con su vida ya siendo cautivo de Francisco Pizarro. 

Huáscar había nacido en Huascarpata, y de allí su nombre. Fue designado como sucesor por los orejones (nobles) de Cusco, mas no por su propio padre quien falleció junto a su legítimo sucesor. En la decisión tomada por los orejones tuvo influencia la experiencia que tenía Huáscar en gobernar una importantísima ciudad como era Cuzco. 

Durante el comienzo de su gobierno, todos lo reconocían como Zapa Inca, nombrando a su hermano Atahualpa incap rantin (vicegobernador) de Quito y su zona de influencia. Esta solicitud fue aceptada por Huáscar. 

Muchos fueron los que pretendieron el trono de Huáscar, entre ellos su hermano Cusi Atauche, quién con la ayuda de dos generales hermanos suyos atacó al ejército de Huáscar. Este intento fracaso y Cusi Atauchi fue sentenciado a muerte por traición. 

Ante estos hechos Huáscar empezó a desconfiar de todos, en ocasiones mató a sospechosos sin tener pruebas contundentes. Tal vez inclusive sufrió de esquizofrenia. 

Guerra contra Atahualpa 

Artículo principal: Guerra de subversión inca 

Su hermano Atahualpa tenía la ambición de apoderarse del imperio inca, para lo cual organizó un numeroso ejército conformado por etnias norteñas resentidas con los cusqueños por las matanzas que habían llevado a cabo Huayna Cápac y Túpac Yupanqui cuando conquistaron esos lugares. 

Las primeras acciones bélicas se iniciaron cuando Atahualpa desobedeció la orden de Huáscar de ir a Cusco. 

La primera batalla la ganó Huáscar con un ejército comandado por su hermano y general llamado Atoc. 

Atahualpa aprovechó una tregua (en época de cosecha se supone que ninguna etnia andina debe realizar campañas bélicas) y tomó algunas ciudades norteñas. Poco a poco llegó a Cusco casi invicto y derrotó finalmente a Huáscar. 

Una vez tomado Cusco, Atahualpa intentó borrar cada rastro percibible de Huáscar matando a sus familiares, sirvientes y simpatizantes. Y las etnias norteñas que conformaban el ejército de Atahualpa intentaron borrar todo rastro de Huayna Cápac y Túpac Yupanqui de quien inclusive quemaron su momia. 

ATAWALLPA - ATAHUALPA 

LOS INCAS DEL IMPERIO INCAICO 

ATAWALLPA - ATAHUALPA - Guerrero Valiente 

PERIODO: 1532-1533, PANACA: HATUN AYLLU, DINASTIA: HANAN 

Atahualpa (quechua: Ata-wallpa 'gallo') fue el decimotercero gobernante inca, y aunque tuvo sucesores nombrados por los españoles es considerado como el último emperador incaico. Nació en 1500; sin embargo, el lugar de su nacimiento es aún incierto. 

Cuando Huáscar se coronó en Cuzco como emperador le causó mucha preocupación la simpatía de su hermano con el ejército, motivo por el cual le ordenó que se presentara en Cuzco. Atahualpa, convencido por sus generales de que si iba sería muerto, decidió organizar un ejército norteño y se declaró Inca en la ciudad de Quito. De esta manera se dio inicio a la famosa guerra civil inca. 

Logró vencer a Huáscar en 1532 en Quipaypan, cerca de Cuzco, tras lo cual Atahualpa se proclamó Inca o emperador, después de haber ganado la guerra se dirigió de inmediato a Cajamarca para conocer a los españoles, después de un inesperado ataque español fue hecho prisionero por Francisco Pizarro. En prisión mantuvo algunos privilegios: se le permitió seguir administrando el imperio, aprendió a leer y escribir, también mantuvo una relación amistosa con Francisco Pizarro. A los pocos meses fue acusado de traición por los españoles, lo acusaron de ocultar un tesoro, conspiración contra la corona española y de matar a Huáscar. Para su rescate fue obligado a pagar dos habitaciones llenas de plata y una de oro, además de mujeres, entre ellas, su esposa Cuxirimay Ocllo quien fue traída desde el Cuzco y entregada como esclava a Francisco Pizarro. Aunque cumplió con su oferta, fue ejecutado de todas formas. Escogió ser ahorcado después de bautizarse como cristiano; la otra opción era morir quemado si no se bautizaba. 

Origen polémico 

Existen algunas dudas sobre el lugar de origen de Atahualpa. El conquistador Pedro Cieza de León aseguró en una de sus crónicas haber averiguado por las calles de Cuzco el origen de Atahualpa, según él los orejones (nobles) cuzqueños le dijeron que Atahualpa fue mayor que Huáscar y además cuzqueño como él. La mayoría de crónicas como las de Santa Cruz Pachacuti y Bernabé Cobo aseguran que Atahualpa nació en Cuzco, mientras que son pocos los que afirman un origen quiteño, entre otros a fines del siglo XVI Diego Lobato de Sosa (nacido en 1536 de una supuesta hermana de Atahualpa), y en el siglo XVII Pedro de Mercado y Jacinto Collahuaso. El cuzqueño Inca Garcilaso de la Vega es el principal cronista que presenta esta afirmación. 

Existen fuentes, en su mayoría escritas a fines del s. XVI y mediados del XVII, que respaldan su nacimiento en Tahuatinsuyu. El hecho de que Túpac Yupanqui haya nacido en Vilcashuamán y su hijo Huayna Capác en Tomebamba, parece indicar que Atahualpa muy bien pudo haber nacido en Quito, como parte de una política expansionista del Imperio y como una manera de reforzar una conquista de índole político-religiosa (Hugo Burgos Guevara, El Guamán, el Puma y el Amaru). Lastimosamente, al carecer los incas de escritura, nunca se sabrá el origen real de Atahualpa, si bien parece ser actualmente irrelevante. 

Otros cronistas relatan que vivió en Quito más de 10 años junto a su padre Huayna Cápac, y que su madre era la princesa quiteña Paccha, última Shyri de la dinastía de los Sushysela (Duchicela), su hermano Ninan Cuyuchi, y el ejército inca (con sus más influyentes generales). 

En lo que sí coincide la mayor parte de las crónicas de la época es que Atahualpa estuvo con su padre en Cuzco durante su infancia y juventud, recibiendo en esta ciudad la educación que en su condición de noble le correspondía. 

Los historiadores ecuatorianos tienen una opinión divida sobre el lugar de nacimiento de Atahualpa, algunos dicen que fue en Quito y otros en el Cuzco. 

Los historiadores peruanos tienen la opinión de un origen cuzqueño. 

Juventud 

Cuando Atahualpa tenía 16 años de edad, su padre Huayna Cápac decidió dejar Cuzco y marchar con él y con su hermano Ninan Cuyuchi hacia Quito al mando de un gran ejército, dejando a su hijo Huáscar como incap rantin (vicegobernador) de Cuzco. 

En Quito, Huayna Cápac encargó a Atahualpa el mando de una campaña militar para someter a los punaneños (del Golfo de Guayaquil) quienes se negaban a pagar sus tributos. 

Fue en esta permanencia de más de 10 años junto a su padre y a hábiles generales como Chalcuchímac y Quisquis que Atahualpa aprendió el arte de la administración y el gobierno; los cronistas lo describían intelectualmente como alguien de "vivos razonamientos y con mucha autoridad". 

Entronización 

Artículo principal: Guerra de subversión inca 

Ahí permanecieron juntos por más de 10 años sofocando rebeliones o conquistando nuevas tierras. En 1525 Huayna Cápac murió en Quito de una extraña enfermedad, y lo mismo sucedió con Ninan Cuyuchi pero en Tomebamba. La epidemia de viruela llegó también a Cuzco y mató a dos de los cuatro correinantes de Cuzco, haciendo que Huáscar sea el preferido de los cuzqueños para asumir el gobierno. 

Tras ser nombrado emperador inca por los nobles cuzqueños Huáscar fue víctima de un golpe de estado fallido. Esta acción hizo que reinara la desconfianza en Huáscar, y esta desconfianza a su vez hizo que reinara la antipatía de los nobles incas contra Huáscar. 

Preocupado por la estrecha relación de Atahualpa y el poderoso ejército norteño, Huáscar le ordenó que viniera a Cuzco, Atahualpa fue convencido por los generales norteños de no ir ya que si lo hacía sería ejecutado. No se sabe con certeza si fue por protección propia o por ambición, pero Atahualpa organizó ejércitos para que tomaran Cuzco y trajeran consigo a Huáscar. 

Terminada la guerra Huáscar fue tomado prisionero por los generales Quisquis y Chalcuchimac. Fue maltratado y traído descalzo hacia Atahualpa. En 1533, cuando Atahualpa estaba preso, ordenó su ejecución por temor a que los españoles le devolvieran el trono, es decir que no llegaron nunca a verse las caras desde que se inició la guerra. 

Se puede entender que Atahualpa prisionero mantenía cierto control sobre el imperio, pues ordenó ejecutar a Huáscar y que se le traiga su cráneo revestido de oro para ser usado como vasija. Tal acto sirvió de excusa para acusarlo de fratricidio lo que, sumado a cargos de idolatría, adulterio y otros, le significó una sentencia de muerte por incineración. 

La pena de incineración le fue sustituida por la de ahorcamiento, tras ser bautizado bajo el rito católico. Antes, al ser apresado, había echado al suelo una Biblia, pues no pudo escuchar en ella la "palabra de Dios", como anunciara un sacerdote. 

Captura 

Artículo principal: Captura de Atahualpa 

La embajada de Hernando de Soto 

Terminada la contienda, Atahualpa se dirigió rápidamente hacia Cajamarca, donde lo esperaban los españoles a quienes quería conocer. Cuando Atahualpa se hallaba en Los baños del inca, a media legua de Cajamarca, Francisco Pizarro envió a Hernando de Soto con 20 jinetes y un intérprete hacia el inca para decirle que lo estaban esperando en Cajamarca. Ahí, Atahualpa sorprendió a la embajada española, ya que según cuentan, Atahualpa nunca se asustó de los caballos que se le acercaron tanto que soplaron en su cara, sin embargo algunos soldados sí se atemorizaron y fueron castigados severamente por ello. Atahualpa confirmó que iría a Cajamarca al día siguiente. 

Toma de Cajamarca 

Al día siguiente los españoles se escondieron en los principales edificios incas de la Plaza cajamarqueña y esperaron ansiosos. Unas horas después vieron el fenomenal ingreso de Atahualpa, con un desfile de 30.000 hombres, quienes estaban tan confiados que fueron desarmados. Al entrar a la plaza el único español que le salió al encuentro fue el fraile Vicente de Valverde, quien a través del intérprete Felipillo, aunque otras fuentes dicen que fue Maritinillo o ambos, Valverde efectuó el Requerimiento donde se le ordenó aceptar el cristianismo como religión verdadera y someterse a la autoridad del rey Carlos I de España y al papa Clemente VII. Acto seguido le entregó un misario y un anillo como regalo, Atahualpa al ver que carecían de significado para él los tiró al suelo; esta acción causó indignación en los españoles, quienes inmediatamente rompieron el silencio al disparar su artillería y fusiles. Los súbditos que cargaban el anda de Atahualpa fueron también matados sin piedad, cuando algunos caían eran reemplazados de inmediato. Al ver esta situación uno de los conquistadores intentó matar al inca con un cuchillo, pero Francisco Pizarro lo impidió atajándolo (inclusive se lastimó la mano al hacerlo) y ordenó que "nadie tocase al inca". La matanza fue completa, más de 20.000 soldados incas murieron, y también fue asesinado el señor de Chincha, amigo íntimo de Atahualpa. 

Prisión 

Como resultado Atahualpa fue apresado en un palacio de Cajamarca; según Guaman Poma de Ayala estuvo sumergido en una época de depresión porque le quitaron a su coya (mujer), su riqueza y su reino. Cuenta que lloró, no comió mucho y dormía poco. En prisión Atahualpa organizó a espaldas de los españoles dos ejércitos, uno bajo el mando de Chalcuchímac para que fuese a Cajamarca a liberarlo y el otro bajo el mando de Quisquis para que tomase Cuzco y eliminara cualquier vestigio de Huáscar. Estando preso se hizo amigo de Pizarro, y le tuvo admiración a Hernando Pizarro, de quien dijo era un gran señor. También jugaba mucho a la "Taptana", un juego de mesa inca que algunos historiadores confundieron con el ajedrez. Según crónicas, aprendió castellano en veinte días. 

Muerte 

En prisión, Atahualpa ofreció a cambio de su liberación llenar dos habitaciones de plata y una de oro "hasta donde alcanzara su mano", los españoles aceptaron y de inmediato se mandó la orden a todo el imperio inca de que enviasen la mayor cantidad posible de oro y plata hacia Cajamarca. Después de cumplir su parte los españoles lo sentenciaron a muerte por idolatría, fratricidio, poligamia, incesto y lo acusaron de ocultar un tesoro. 

Se le concedieron las dos últimas opciones: ser bautizado como cristiano y luego ahorcado o ser quemado vivo. Al escoger la primera opción fue bautizado con el nombre cristiano de Francisco. Se cree que Francisco Pizarro lloró su muerte. (Pedro Pizarro narra en su crónica: "yo vi llorar al Marqués" 

Fue ejecutado el 26 de julio de 1533. La noticia de su muerte originó una gran anarquía, muchas etnias dominadas por los incas se sublevaron e intentaron recuperar su independencia. 

Fue enterrado en la iglesia de Cajamarca pero unos días después su cadáver desapareció misteriosamente; probablemente sus súbditos lo rescataron para momificarlo y enterrarlo junto con sus antepasados. 

Tras su muerte, muchos incas partidarios de Huáscar (como Manco Inca) se unieron a los españoles para derrotar a Chalcuchimac, Quisquis y los demás partidarios de Atahualpa. 

 

“CULTURAS ANCESTRALES ECUATORIANAS” 

 

Por qué estudiar las culturas del pasado? Es un derecho de todos los ecuatorianos; conocer el pasado de los pueblos que habitaron nuestro país. No solo el pasado inmediato, sino desde la aparición misma de los primeros habitantes, recorriendo todas las etapas de desarrollo cultural hasta llegar al presente. Este conocimiento que se transforma en un deber para entender el presente y proyectarnos al futuro. Porque somos el producto de miles de años de presencia humana. De las primeras migraciones humanas, de sus creaciones, de su desarrollo, de sus conocimientos, de la interrelación de estas sociedades. De la conquista de los Incas, de la llegada de los españoles y africanos de hace 500 años y también de las migraciones modernas. El acercamiento a la interacción de todas las personas con sus propias formas de vida, pensamientos, lenguajes, costumbres, etc. es lo que permite reconocernos con nuestras identidades y con las de los demás. Actualmente amparados en la Constitución tenemos derecho a convivir en la interculturalidad, es decir, respetar la cultura del otro, para que se nos respete nuestra cultura. Formas de vida o culturas que heredamos y desarrollamos permanentemente desde milenios. Investigar esta historia nos sirve para una actualización de conocimientos y apropiación de la misma; que nos reivindicará como pueblos de un Estado Plurinacional. Razones para que , se dominen estos hitos históricos; el origen de los ecuatorianos, su desplazamiento, conocimiento y manejo del medio ambiente y territorio, el nomadismo, la supervivencia de las personas, el aparecimiento de la agricultura, el sedentarismo, las ciencias y tecnologías, la religión, su organización social, lo que hemos heredado de ellos, los monumentos que ha pervivido, los objetos, etc. Que ahora está reconocido como el patrimonio tangible e intangible de los ecuatorianos, patrimonio que debemos proteger como el referente y fortaleza de nuestras identidades culturales, y con la debida responsabilidad, difundir esa riqueza cultural al interior del país y al extranjero. Por todo esto consideramos imprescindible compartir un conocimiento científico del desarrollo cultural de las sociedades prehispánicas del Ecuador, como fundamento de lo que ahora representa ser ecuatoriano y para un manejo adecuado de este patrimonio en el campo profesional turístico.

 

Cosmovisión Andina: Los pobladores actuales del Ecuador

Cosmovisión Andina Los pobladores actuales del Ecuador, y de los demás países andinos de Sudamérica, denominados como latinoamericanos somos herederos culturales de civilizaciones y culturas altamente desarrolladas propias o indígenas de esta parte del planeta y también producto del mestizaje con pueblos europeos y africanos desde hace 500 años. Los ecuatorianos actuales tenemos nuestras propias formas de vida e identidades particulares, lamentablemente no son valoradas por nosotros mismos. Por eso la necesidad urgente de conocer “quienes somos, de donde venimos y hacia donde vamos”. Una propuesta para este auto-reconocimiento es el acercamiento, la valoración y la aprehensión de nuestra cultura milenaria, así como un justo conocimiento y re-conocimiento de las culturas foráneas europeas y africanas que desde hace 500 años también son nuestras. “Cosmovisión” es una palabra compuesta de dos palabras: “cosmos” y “visión” que define a la percepción y respuesta religiosa de los pueblos milenarios al cosmos y a la vida. Equivale a la religión y filosofía de los pueblos occidentales. Al hablar de cosmovisión andina, nos estamos enfrentando a la percepción y forma de vida holística de los pueblos que vivimos en el área sudamericana, cobijada entre sí por la cadena montañosa de los Andes, e interrelacionada con los pueblos de las áreas tropicales de la Costa y Amazonía. El área andina en Sudamérica lo conforman los espacios geográficos, regiones, pisos climáticos, nichos ecológicos etc. de los países: Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, norte de Chile, norte de Argentina y sur de Venezuela. Condición filosófica-cultural andina Los pueblos que han vivido hace miles de años hasta la actualidad en estas regiones andinas tenemos nuestra propia forma de pensar, de reflexionar y  enfrentar al mundo y a la vida que está relacionada por los elementos de la particular geografía y sus inherentes relaciones sagradas que definen su macro-cultura, así compartimos elementos andinos esenciales y códigos propios. Además es imprescindible la caracterización o la personalidad propia de cada pueblo andino; es decir que siendo de los Andes compartimos paradigmas fundamentales, pero cada pueblo tiene su propia identidad cultural que la diferencia de los demás y que le permite su reproducción como cultura y la interrelación con los demás.

 

Religión andina

 

Las manifestaciones espirituales, así como sus ritos y ceremonias sagradas de las sociedades de esta parte del planeta, están íntimamente ligados a la singular concepción primordial que los elementos del cosmos y de la naturaleza, están cumpliendo su rol para que exista un equilibrio y armonía tanto en el medio físico como en sus habitantes y en las relaciones entre hombre - naturaleza. En nuestras distintas prácticas espirituales, llamadas religión o cosmovisión está viva la presencia femenina maternal, porque nuestro sentido de vida comienza en el seno de la Pachamama o Madre Naturaleza que nos pare, y cuando hemos terminado el ciclo vital nos vuelve a recoger en su seno, bajo ella. Este sentir y actuar está interiormente en los miembros de todas las comunidades indígenas inclusive contemporáneas, aunque muchas veces no esté racionalizado. Los elementos “madres” que protegen y permiten la vida y la continuidad de los pueblos, son: la Pachamama (madre tierra), Cochamama o Yacumama (madre agua), Cocamama (madre coca), Saramama (madre maíz), etc. Son seres arquetipos femeninos maternales que protegen a los humanos, donde el tiempo y el espacio están indivisiblemente unidos. Así concebimos que todos los seres de la naturaleza y debemos cumplir el rol que ella nos encarga para que haya armonía en el planeta. Desde los astros del cielo hasta los diminutos insectos que están bajo la tierra, pasando por los seres humanos y los demás elementos; como las montañas, rocas, piedras, las plantas, los animales, estamos entrelazados. La naturaleza y la gente vistos como partes de un todo holístico del cosmos, están jerárquicamente ubicados dentro del panteón religioso, y son numerosos estos parámetros sagrados que conforman una entidad y a la vez subdividida en la dualidad, la tripartición, la cuatripartición, el sentido colectivo o de grupo, la visión de que todos los seres tiene vida, espíritu y movimiento, los poderes que tienen el sol, la luna, las montañas, las fuentes, ciertos animales, entre 10 otros para que la existencia, armonía y salud de las personas y pueblos sea dada. En esta concepción lo femenino siempre estará junto al masculino, las personas, animales, plantas, y demás seres. Lo masculino y lo femenino diferentes, pero complementados para formar el “ser” y el todo integral y holístico. Por eso concebimos que son sexuados los cerros, las lagunas, los ríos, los astros; como masculino-femenino; hombre-mujer; cari-huarmi, macho y hembra. Nuestro lado femenino simboliza: el lado izquierdo del cuerpo humano, el lado afectivo, la noche, el corazón, la plata, etc. Junto con el lado masculino, el lado derecho, el día, el sol, la cabeza, el oro. 

Religión andina

 

La Montaña es Dios. Si logramos desprendernos de nuestra formación occidental, podremos aproximarnos a la religiosidad andina de amplia teogonía y cuyo templo es la Naturaleza misma. El Rayo, el Sol, la Montaña o el “ídolo” de Pachacamac, no re-presentan a las divinidades, sino que las presentan, son los dioses presentes. El culto al espíritu de la montaña es prácticamente universal en los pueblos que habitan bajo su influjo. La montaña es una deidad, los Apus, sus espíritus, son entes poderosos, pueden ser femeninos o masculinos, jóvenes o mayores, generosos, cordiales o rigurosos y severos, a ellos se les venera desde hace siglos hasta hoy día a lo largo de la cordillera, en aldeas aisladas y en las grandes urbes. Apus y Wamanis, espacio de vientos, nubes, lluvias, granizos, arco iris; todos ellos pueden tomar también formas humanas y animales”. (Massa, 2007) 

La dualidad de la vida y la muerte

 

Desde hace miles de años atrás, las culturas ancestrales dieron la expresión significativa de la importancia del culto a los muertos en el área andina, lo atestiguan las ricas ofrendas funerarias y los cientos de fardos funerarios ataviados con sus mejores ropas, muchas de ellas sin estrenar, o sea confeccionadas especialmente, así como la presencia de elementos acompañantes. Si se trataba de una tejedora: su telar, tintes, lanas y demás; si de un sacerdote o un guerrero, los propios de su investidura, jerarquía y rango. Conservaron esta costumbre pese a la llegada de los españoles y no solamente los hacían participar de sus fiestas compartiendo con ellos música, comida y bebida sino que también les acompañaban en situaciones trascendentes como cuando tenían que comparecer ante un tribunal de justicia. La concepción del muerto no es la misma para el cristiano que para el andino, al respecto señala la Dra. Bovisio: “El cuerpo del muerto es una entidad activa, una presencia viva y eficaz en el desarrollo de la comunidad y el rol oracular de las huacas documentado en las fuentes”. Las familias convivían con los Mallquis (ancestros) en sus casas, pues entendían que el muerto no había terminado su existencia sino que había adquirido una diferente. No existían los cementerios en el sentido actual. Las momias eran veneradas pero también temidas y respetadas. Se les consultaba sobre cuestiones varias: el tiempo de cosecha, la conveniencia o no de un matrimonio, la realización de una tarea que resultase importante, de ahí su valor como oráculo. Esta explicación sustenta el por qué nuestros antepasados enviaban a sus muertos con las ricas ofrendas y que ahora son consideradas patrimonio arqueológico. Aceptando que nuestros antepasados compartieron los principios andinos, la ubicación territorial, les concedió su propia identidad, como es el caso del equilibro en el tiempo y en el espacio, fundamentado en los ritos y ceremonias anuales que fueron cuatro, celebrando y festejando los equinoccios y solsticios. Sin duda alguna nuestras culturas fueron solares y el astro definió sus características.

La cruz cuadrada

es un diseño que está presente en muchas culturas ancestrales de América, pero en las sociedades del antiguo Ecuador constituye un elemento fundamental dentro de su cosmovisión e identidad, se repite desde las sociedades agrarias hasta la actualidad. La razón principal de su presencia está dada por la situación geográfica del Ecuador, donde predomina el equilibrio del tiempo y de la energía y, equilibrio que ha influido en la personalidad y en el comportamiento e identidad de sus habitantes. Se afirma que los pueblos ecuatorianos tuvieron conocimientos de astronomía que les permitieron definir el paso del tiempo y de las estaciones, tiempos claves durante el año agrícola, y la posibilidad de leer el calendario en los cielos fue trascendental para ellos. “Nosotros, descendientes de las culturas que se dedicaban a observar el sol, descubrimos que tuvimos un calendario científico, lógico y respetuosa de la naturaleza...nuestros antepasados midieron el tiempo por medio de las sombras proyectadas por altas columnas de piedra” (Guayasamín, 2000) 

Proceso histórico – cultural de la población ecuatoriana 

 

El desarrollo histórico cultural de nuestro país se registra con una antigüedad de aproximadamente 12 a 15.000 años atrás con la presencia de los primeros habitantes localizados en varios lugares de la Costa, Sierra y Oriente. Los Primeros pueblos compuestos por hombres, mujeres, ancianos, jóvenes y niños se organizaron para realizar múltiples actividades en bien del grupo como la cacería, la recolección de frutos silvestres, la recolección de moluscos tanto en el continente como en el mar, las relaciones con estos medios les permitió estructurar su religión entorno a la naturaleza, la misma que continuó vigente miles de años mas tarde.

Este proceso cultural fue evolucionando, cambiando hasta llegar a las formas de vida actual que tenemos todos los pueblos, pasando por la corta etapa del Tawantinsuyo, como resultado o producto de todo el proceso local de los pueblos andinos. Todos los ecuatorianos somos herederos de las ciencias, tecnologías y de la religión de estos antepasados milenarios.

 

El mestizaje

 

En nuestros territorios, se habían conformado y desarrollado grandes culturas o pueblos, con organizaciones político-culturales-religiosas. Con un alto desarrollo que tuvo su apogeo y luego también de decadencia al igual que todas las civilizaciones humanas; al final de la etapa prehispánica, se habían establecido alianzas para unificar a estos pueblos, pero también permitieron rupturas internas. Con la llegada de los españoles, se produce la mezcla biológica, que se dio sin lugar a dudas para todos los ecuatorianos, mestizos, indígenas y afroecuatorianos contemporáneos. Por eso somos pueblos distintos y similares a la vez, herederos de los diversos torrentes culturales; pero la sociedad ecuatoriana se desarrolló y continúa viviendo en este suelo y somos “alimentados” por la cultura matriz indígena. Un Ejemplo lo demuestra, la identidad de los ecuatorianos y la riqueza del maíz. El choque cultural, el genocidio, la implantación de nuevos modelos culturales, económicos y políticos, pero sobre todo la imposición de una nueva religión, diferente a la andina, crearon formas culturales que a lo largo de estas centurias, se han ido imponiendo la sobrevaloración a lo que creemos que es la cultura española y europea, lamentablemente con un gran desconocimiento de las mismas. Esta forma dominante de cultura ha exigido que la mayoría de los ecuatorianos nos sintamos en la necesidad de reconocernos como “blancos”. El reconocimiento de nuestras raíces milenarias y que hasta ahora son el mayor soporte cultural de los ecuatorianos continúa de manera emergente para los jóvenes. Cuando conocemos y describimos las formas de vida, costumbres cotidianas, manifestaciones religiosas, festivas del Ecuador; sale a la luz esta identidad andina que ha permanecido mimetizada en las propias sociedades, nos evidencian la riqueza de la multiculturalidad de los pueblos como característica y riqueza de que es posible el ideal de la “unidad en lo diverso”. 

Culturas Ancestrales Ecuatorianas, como la Arqueología ecuatoriana las clasifica:

Culturas:

En la arqueología ecuatoriana se denominan “culturas” a los distintos asentamientos o sitios que se desarrollaron y que lograron su permanencia durante un tiempo sea éste largo o corto La denominación de las culturas en su mayoría han sido tomadas de los nombres actuales de los sitios donde se han encontrado, ejemplos: la cultura Valdivia su denominación viene de la comuna actual Valdivia en la provincia de Santa Elena, la cultura Narrío de la montaña del mismo nombre en la población del Cañar, Cotocollao del barrio de la ciudad de Quito donde antiguamente se desarrolló dicha sociedad. Los bienes arqueológicos han sido encontrados en varios lugares del país y los nombres son en su mayoría, tomados de los nombres de los sitios geográficos. Las culturas han sido ubicadas de acuerdo a su cronología en cinco grandes períodos que abajo enumeramos. Cada período corresponde a ciertas características de desarrollo de las sociedades ancestrales:

1.- Período Paleoindio

2.- Período Formativo

3.- Período de Desarrollo Regional

4.- Período de integración

5.- Período Inca

Colecciones arqueológicas:

 

Se determinan como colecciones arqueológicas al conjunto de objetos o piezas ancestrales que han sido encontrados en el subsuelo o en el lecho marino, y posteriormente recuperados que reposan en museos, instituciones, fundaciones, en casas y oficinas de particulares. El origen de las colecciones se remonta a la época colonial y republicana y se han ido formando a través del tiempo como resultado, de la compra-venta, transferencias, intercambios, herencias o donaciones, sobre todo en el siglo XX. Unidad 03.- PERÍODO DE PALEOINDIO Tomado de libro Ecuador Ancestral Los grupos humanos pertenecientes a este período fueron por excelencia cazadores y recolectores. En varios lugares del territorio del actual Ecuador, vivieron los primeros habitantes de nuestro país: (Ilaló, Cubilán, Santa Elena, Chordeleg, Sigsig, Tabacundo, Cotocollao, Alangasí, etc.) los cazadores y recolectores fueron personas que vivían de forma colectiva, se movilizaban de acuerdo a sus necesidades. Estaban organizados, probablemente por “bandas”; compuesta por hombres y mujeres de todas las edades, donde el más fuerte o sabio (hombre o mujer), fueron sus guías tanto en la supervivencia como en la parte espiritual. El espíritu de grupo y convivencia que se originó en este tiempo, continuó con predominio hasta llegar a lo que hoy llamamos colectividad (comunidad) de varias nacionalidades indígenas. El conocimiento y manejo respetuoso y religioso de la naturaleza, les permitió a rotar cíclicamente en sus territorios, de acuerdo a la presencia de animales de caza o a las épocas de frutos. El largo tiempo que duró este período, es una muestra de que la 17 humanidad fue conociendo el comportamiento de cada elemento de la naturaleza y su validez para la supervivencia humana. Los vestigios de los cazadores-recolectores paleoindios, se han encontrado en los valles de clima templado del callejón interandino y en el bajo páramo. Subiendo esporádicamente a los páramos en busca de materias primas (obsidiana y basalto, pedernal y orsteno) para la elaboración de herramientas y armas para la cacería de animales. La subsistencia de los cazadores-recolectores se basó en la apropiación directa de recursos naturales, lo que significa que aprovechaban los animales y las plantas directamente en su medio natural. Estos antepasados primigenios habitaban en cuevas que les protegían de las inclemencias del tiempo y se supone que las mayoría de las actividades lo realizaban al aire libre. Los campamentos eran de ocupación temporal por los especialistas en piedra. Cazaron animales como: paleollama, osos, tigres dientes de sable, venados, zorros, conejos, cuyes, etc. La recolección de los frutos silvestres: moras, taxos, uvillas, gualicones, achupallas, etc., y quizá plantas comestibles. Los grupos arcaicos de la costa, además de la caza de animales propios de su medio, recolectaron concha prieta, cangrejos, almejas, etc

EL INGA (12.000 a 4.000 años a. C)

 

El Inga fue un campamento-taller, que fue ocupado por especialistas en el trabajo de lítica, de manera ininterrumpida, durante miles de años; está ubicado en el cerro Ilaló, entre los valles de Tumbaco y Los Chillos, al Este de la ciudad de Quito, a 2.520 metros sobre el nivel del mar. De esta zona existen instrumentos de piedra que consisten en: puntas de lanza o proyectil, tajadores, cuchillos bifaciales, raspadores, perforadores, escotaduras. En total, se han determinado alrededor de 50 diferentes tipos de artefactos de obsidiana y basalto (Bell, 1965). Puntas de lanza de forma llamada "cola de pescado". Foliáceas (en forma de hojas alargadas) y las lanceoladas (menos anchas que las anteriores). Las puntas eran colocadas en el extremo de un astil de madera, amarradas con fibras vegetales. Tendones de animal o cordones de cuero para, de este modo, obtener proyectiles utilizados en la caza.

CHOBSHI (9.000 a 6.500 a C.) 

 

La Cueva Negra de Chobshi  fue utilizada como campamento base por los cazadores-recolectores paleoindios del sur de la sierra durante más de dos milenios. Está ubicada cerca a la actual población de Sigsig en la provincia del Azuay, a 2.400 metros sobre el nivel del mar. Un abrigo natural cercano a un manantial de agua, posibilitó la 18 permanencia de los grupos humanos, además que la naturaleza les brindaba la recolección de frutos y también abundantes animales para la cacería. El piso de la cueva contiene una gran acumulación de vestigios de presencia humana en capas superpuestas correspondientes a ocupaciones sucesivas. Estos restos consisten en fragmentos de utensilios de piedra y hueso, así como desechos de comida (sobre todo huesos de animales de caza) y de otras actividades humanas. Entre los artefactos líticos (Eynch y Pollock, 1981), se destacan: puntas de proyectil lanceoladas y pedunculadas, cuchillos, buriles, raspadores y machacadores, etc. Entre los restos de fauna encontrados en este abrigo rocoso son: venado, conejo, oso y perdiz, zarigüeya, puerco espín, sacha cuy, perro y tapir. El venado de variedad cola blanca o pudú, es la más representativa de la evidencia recuperada. Sus artefactos están hechos de rocas y piezas de obsidiana, la cual procede de los flujos de Quiscatola y Yanaurco Chico en la provincia de Pichincha (Salazar, 1988), siendo el dato más antiguo de intercambio en el Ecuador. 

LOS GRUPOS HUMANOS ARCAICOS LAS VEGAS (8.800 a 4.600 años a C)

 

La sociedad arcaica del litoral, estaban organizados en grupos familiares, ocuparon el extremo occidental de la península de Santa Elena, en las cercanías del océano Pacífico. En el pasado existieron abundantes manglares, hoy desaparecidos debido al levantamiento tectónico y a la intervención humana (Stothert, 1988), de donde recolectaban a orillas del océano: peces, moluscos y crustáceos en playas y manglares. Además se dividirían en grupos que recorrían las zonas interiores de la península recolectando productos del bosque seco y cazando animales para la provisión de carne. La forma de vida de este grupo humano, denominada Arcaica, refleja una mayor dependencia en la obtención de productos, vegetales, animales y minerales, de abundancia local estacional (terrestre y marino). Esto posibilitó a los de Las Vegas una base 19 alimenticia relativamente abundante y segura, permitiéndoles una mayor permanencia En consecuencia, tuvo una mayor complejidad en su organización social y su vida espiritual y religiosa. Los vestigios dejados por este grupo humano han sido identificados con el nombre de Las Vegas, y han sido localizados en 35 sitios arqueológicos. La mayoría de los asentamientos se encuentran ubicados en terrenos altos (10 a 30 m.s.n.m.) a corta distancia de la orilla del océano, o en el interior de los pequeños valles fluviales de la zona, a pocos kilómetros de la playa. Esto posibilitó que la subsistencia fuera mixta, es decir, derivada de la caza, la pesca y la recolección. El 54 por ciento de los alimentos provino de animales terrestres, el 35 por ciento de pescado marino y el 11 por ciento de moluscos de manglar y playa (Stothert, 1988). La muestra faunística que corresponde a desechos de comida comprende: venado de cola blanca y cervicabra, lobo, conejo, roedores pequeños, comadreja, oso hormiguero, ardilla, saíno, zarigüeya, rana, loro, boa y lagarto, etc. Una importante fuente alimenticia fueron las especies marinas atrapadas cerca de la orilla y también en el interior del océano, lo cual está corroborado por los restos de una variedad de peces encontrados en el sitio OGSE-80. Es evidente que disponían de una tecnología avanzada para la pesca: anzuelos (posiblemente espinas de pez o de cactus) y sedales, redes tipo atarraya con pesas de piedra. Con el pasar del tiempo, la gente de Las Vegas trasplantó sus especies vegetales preferidas junto a los lugares donde vivían. El cuidado de plantas incluyó la eliminación de malezas a su alrededor y el riego con agua. De este modo, hacia el año 7000 a.C. se introdujo una tecnología revolucionaria para la producción directa de alimentos, dando así origen a la horticultura. Para cavar la tierra y poder sembrar, la gente de Las Vegas utilizó picos y hachuelas, fabricadas en grandes caracolas marinas. La planta que primero se cultivó fue el zapallo; más tarde, el maíz primitivo, el mate y una raíz llamada "leren", algodón, achira, frijoles, etc. El proceso constante de manipulación de las plantas les permitió incorporar cada vez nuevas variedades y así desarrollaron los cultivos hasta épocas posteriores. La práctica de una agricultura incipiente, acompañada de la estacionalidad de los productos y de la cercanía de los nichos ecológicos, hace suponer que posibilitó a este grupo humano asentarse en campamentos-base cada vez más estables y duraderos. En el sitio OGSE-80 se encontró un área de enterramiento con restos de, por lo menos, 192 personas, datada hacia el 6000 a.C. Por tanto, este yacimiento, que luego de ser ocupado como asentamiento principal, se lo utilizó también como cementerio comunal. Estos son los restos humanos más antiguos encontrados hasta ahora. La arqueóloga Stothert ha planteado que en el sitio se dieron tres tipos básicos de enterramiento: entierro primario individual individuo articulado en posición anatómica, pequeño entierro secundario o en paquete y entierro secundario masivo u osario (Stothert, 1988).

 

"Los amantes de Sumpa"

 

El entierro doble llamado "Los amantes de Sumpa", de un hombre y una mujer, entre los 20 y 25 años de edad, que al morir fueron enterrados abrazados, en una actitud amorosa, nos presenta la faceta humana de afecto y fertilidad. Sobre ellos fueron colocadas seis piedras grandes que sirvieron de protección espiritual (Stothert, 2006). Esta es la evidencia más antigua de la ritualidad funeraria, existente en varios pueblos hasta la actualidad. El creer que la muerte nos permite llegar a la eternidad y presentarse ante los dioses para interceder por los vivos. En las otras tumbas han colocado: conchas, caracolas, dientes de animal, terrones de ocre, un recipiente de concha, en su interior manchado de ocre, conjuntos de pequeñas piedras esféricas que han sido interpretadas como piedras chamánicas de uso mágico (Stothert, 2006) y una gran variedad de conchas recortadas y perforadas para elaborar cuentas de collar y otros adornos. En el cementerio de Las Vegas, se encontraron varias hachas pulidas, manufacturadas en andesita y otras rocas duras, huesos cortados con un extremo terminado en punta, que parecen haber sido anzuelos o puntas de proyectiles para la caza. Los grupos humanos arcaicos utilizaron diversas materias primas: piedra (horsteno, para pequeños instrumentos cortantes como lascas irregulares), han elaborado otros instrumentos cortantes, de percusión y de molienda, con cantos rodados y fragmentos grandes de roca: cuarcita, rocas silíceas, andesita, arenisca y argilita. Además de materiales como la concha, hueso, madera, cuero, etc. para la manufactura de sus armas, instrumentos y herramientas de uso cotidiano. En hueso de venado han trabajado: anzuelos y agujas para fabricar redes, etc. Del churo (Malea ringens) han trabajado cucharas y pequeños platos. Caracolas del género Melongena, perforadas y provistas de un mango de madera, les sirvió como picos para trabajar la tierra. Todos estos conocimientos y tecnologías otorgan a Las Vegas como la sociedad que revolucionó el desarrollo de las culturas ecuatorianas, el antecedente directo de los pueblos sedentarios y agricultores del siguiente período.

PERÍODO FORMATIVO

 

El período Formativo comprende la etapa entre los años 4000 al 300 a.C. es decir aproximadamente 6.000 años atrás. Aparecen las sociedades sedentarias en todo el país, con un nuevo estilo de vida marcado por la agricultura, es decir la producción de alimentos, no solo por la apropiación directa de los bienes que brinda la naturaleza, sino con una participación y esfuerzos humanos y tecnológicos; la actividad agrícola posibilita la consecución de alimentos de una manera estable, diversificada y en mayor volumen. La agricultura les obligó a permanecer más tiempo en solo espacio donde estaban sus tierras cultivadas, para el cuidado de las chacras. Momento en que las familias coexisten en un solo territorio, permitiéndoles organizarse de mejor manera, con una jefatura posiblemente femenina, con roles específicos para hombres y mujeres. Se emplearon varias técnicas de cultivo, de acuerdo a las características del suelo. El sistema más utilizado fue el denominado de roza, que implica la tala total o parcial de la vegetación y, en algunos casos también, la quema de la maleza. Se cultivó la yuca o el maíz, se plantaron frijoles, calabazas (mate, zapallo o zambo), camote, ñame, papa china, maní, etc. En este período se inicia en el Ecuador, el intercambio de productos y de conocimientos que posteriormente llegará a complejizarse en un sistema de comercio entre los pueblos andinos y los mesoamericanos. “Así nació la comunidad aldeana, que viene a ser un tipo de sociedad en que grupos menores de individuos, unidos por parentesco compartiendo un ancestro común, se engranan con otros progresivamente mayores en varios niveles de cohesión social, constituyendo, de este modo, linajes locales. La suma de éstos, conforman las comunidades aldeanas. Por tanto, parentesco y territorio se constituyen en los lazos de identidad, ya que un grupo de gente se identifica a sí mismo como diferente a otros colectivos sociales, siendo justamente los vínculos de parentesco los que les da derecho a las tierras de sus padres y sus abuelos”. (Ontaneda, 2010). 22 El óptimo manejo de la agricultura proporciona una base alimenticia más estable, diversificada y en mayor volumen, que hay un período de tiempo que transcurre entre la siembra y la cosecha, la gente de la época tuvo más tiempo para crear nuevos implementos para su desarrollo. Una característica innovadora que aparece en todo el mundo con las sociedades agrícolas y sedentarias tempranas es la manufactura de recipientes y otros objetos de arcilla cocida para uso cotidiano. El uso de los recipientes de cerámica, les sirvió para el almacenamiento y cocción de alimentos vegetales. Por su resistencia a la humedad, es muy adecuado para guardar los productos agrícolas. Su resistencia a las altas temperaturas y el ser un buen transmisor y conservador del calor, es ideal para cocer los alimentos. 

VALDIVIA (4.000 a 1.600 años a C.)

 

Valdivia es la primera sociedad de agricultores sedentarios y ceramistas en nuestro país y una de las más antiguas en Sudamérica, las investigaciones actuales le otorgan mayor antigüedad. Su nombre lo toma del actual pueblo de pescadores llamado Valdivia en la provincia de Santa Elena, teniendo como fuente alimenticia y de interrelación el océano, el río y el valle. La mayor parte de los sitios están localizados en al parte occidental de la península de Santa Elena. Otros sitios Valdivia están tierra adentro, en la cuenca media del río Guayas (yacimiento Peñón del Río). Y en algunos lugares en la costa de Manabí. En su cosmovisión religiosa, la Madre Tierra generadora de vida es la principal deidad matriz, las fuerzas masculinas completan la dualidad que perdurará hasta la actualidad. De esta manera, las prácticas religiosas giran, principalmente, alrededor de la propiciación de la fertilidad de la tierra femenina productora de alimentos. En su religión dos elementos marinos fueron de vital importancia en la vida ceremonial de los pueblos de toda América; el “mullu” o concha spondylus; princeps y calcifer, así como el “churu”, o caracola strombus que representaron la fertilidad femenina y masculina, la sacralidad de estas conchas perduró hasta la etapa colonial, cuando se impuso una nueva religión. Estas conchas fueron pescadas y elaboradas por artesanos especializados, quienes preparaban la materia para enviarlas a todo el continente. Conformaron adornos y objetos muy preciados por todos los personajes de rango. Los bienes de uso ceremonial y suntuario fueron adquiridos mediante la realización de intercambios a larga distancia. De la Amazonia provenía la coca y otras plantas medicinales y sagradas, y de la Sierra norte llegaba la obsidiana. Existieron también los intercambios por mar y tierra con zonas, cercanas, medianas y lejanas. En Valdivia, se dio un proceso de desarrollo de las técnicas agrícolas, iniciada con la agricultura del huerto casero, como continuidad de la horticultura de Las Vegas. Luego se pasó a la agricultura de roza y quema en sus diversas modalidades (vega, conuco y milpa), de acuerdo a 23 los diferentes nichos ecológicos existentes. La coexistencia de los agricultores estableció un patrón de asentamiento de aldeas. Más tarde, se llegó a la agricultura extensiva como efecto de un excedente poblacional en las aldeas, lo que permitió producir mayor cantidad de alimentos; optimizaron y controlaron el agua, a través de la construcción de los primeros campos de camellones realizados hacia el 2000 a.C. (Marcos, 2006). En Valdivia se ha encontrado una variedad de maíz de grano duro y grande, compuesto por ocho hileras, conocido como Kcello ecuatoriano. Además, se cultivó algodón, fréjol, ají, maní, zapallo, otoy y achira. Explotaron los nichos ecológicos terrestres donde se producían plantas alimenticias y fibras para cestería, cordelería, redes de pesca, etc. y recipientes mates; y los marítimos en playas y manglares se obtenían moluscos "churos" o caracolas, almejas, concha prieta, ostiones y crustáceos de diferentes especies. Las conchas de los moluscos tenían diferentes usos: ofrendas rituales, adornos personales, artefactos de uso doméstico como cucharones, implementos para la pesca, anzuelos y azadones para la agricultura, Instrumentos de convocatoria y musicales trompeta de "churo" o caracola, etc. La cacería en la sociedad valdiviana principalmente del venado de cola blanca y la cervicabra. La cerámica aparece por primera vez en América en sitios de la cultura Valdivia y de otras sociedades contemporáneas de la costa caribeña de Colombia, como Puerto Hormiga. La alta calidad técnica del material y sus diseños de los objetos de alfarería, desde la fase más temprana de la cultura Valdivia, iniciada anteriormente en los sitios San Pedro y la Ponga al interior de la costa. El aparecimiento de la cerámica en Valdivia es uno de los desarrollos culturales y tecnológicos más visibles en la historia del Ecuador. A partir de Valdivia todos los pueblos o culturas nos dejaron evidencia del manejo, uso e importancia del trabajo en arcilla. La cerámica presenta motivos lineales raspados, incisos o grabados, los motivos excisos presentan diseños geométricos y mascarones antropomorfos estilizados; algunos motivos corrugados realizados con las uñas, ramitas, etc. las herramientas de uso en la elaboración de la cerámica fueron de diversas piedras duras. Las estatuillas de cerámica representan, a seres humanos, sin características individuales claras. Las más abundantes y mejor trabajadas son las que representan claramente a mujeres. Las características de las estatuillas femeninas valdivianas están vinculadas, a prácticas rituales religiosas particulares. Las estatuillas más sagradas tienen una especie de cuenco en la parte superior de la cabeza, para depositar allí algunas substancias sagradas utilizadas en las ceremonias. También existen, representaciones de mujeres embarazadas con vientre hueco conteniendo una piedrecilla o bolita de barro, como amuletos u objetos de fertilidad. Las estatuillas femeninas expresan contenidos simbólicos y representaciones de estatus de acuerdo al peinado y representación de las características del cuerpo femenino con las diversas etapas en el desarrollo de la mujer, en especial la prepubertad, pubertad, embarazo y maternidad (Di Capua, 1994). El hallazgo de las estatuillas fragmentadas en el piso de las viviendas valdivianas, nos hacen pensar que fueron utilizadas en ceremonias religiosas femeninas realizadas en el lugar. Las primeras estatuillas fueron elaboradas en piedra, en pequeños y alargados cantos rodados, decorados con líneas de la anatomía femenina. Luego, hicieron en cerámica, siempre los brazos adosados al cuerpo y con variados peinados. En la religión valdiviana, el chamán se convierte en un mediador social entre el común del pueblo y recibe la fuerza espiritual del jaguar, el animal más poderoso entre los depredadores del bosque tropical sudamericano, está asociado con los ritos que realiza el chamán, quien lo invoca bajo el efecto de sustancias sagradas, para establecer contacto con el mundo de lo sobrenatural. Los recipientes de piedra llamados morteros en forma de felino, elaborados de piedra andesita, muestran claramente sus colmillos, indicando así su fuerza vital. Su cola en espiral, que se enrosca en sentido contrario a como lo hace un felino real, puede representar a la espiral de la vida. Restos de tejidos, redes o cordeles, se conocen de su elaboración y uso por la presencia de improntas de tejido en cerámica y en barro sin cocer, así como al hallazgo de torteros elaborados en concha y cerámica que servían para hilar algodón. En las aldeas se construyeron los centros ceremoniales. Ejemplo Real Alto, que hacia el 3800 a.C. fue un poblado circular de unos ciento cincuenta metros de diámetro, para luego cambiar su patrón hacia los 3.400 años a.C. La plaza central tenía forma rectangular con las viviendas al rededor, éstas se organizaban en grupos menores rodeando pequeñas plazas o patios comunales. Las viviendas eran de forma elíptica, con las paredes sostenidas por grandes postes de madera contiguos, probablemente cubiertos de bahareque y con techos de paja o ramas

MACHALILLA (1600 a 800 años a C.) La cultura Machalilla es la continuidad de Valdivia, al final de la fase Valdiviana, se produjo un movimiento poblacional, ocupando territorios más amplios. Estos pueblos mantuvieron su identidad, pero también fueron incorporando nuevos elementos culturales hasta presentar su propia cultura conocida como Machalilla. Desde hace unos 3600 años atrás, la gente de la cultura Machalilla ocupó, por unos siglos, una gran parte de la región costera ecuatoriana. Durante las fases medias de Valdivia, ya existen rasgos cerámicos de Machalilla, que evidencia que la cerámica se puede constatar los orígenes valdivianos de esta cultura. La cerámica de Machalilla tiene sus propias características, el aparecimiento de la “botella asa de estribo”, recipientes con una asa, que potencializa la trasportación de líquidos. Las representaciones humanas presentan por primera vez en nuestra historia, la deformación craneana, que es el alargamiento del cráneo con fines religiosos y estéticos. El uso de adornos corporales como collares, aretes y clavos faciales y sobre todo la pintura corporal. Elaboran cuencos con engobe rojo y vasijas de color negro al parecer ahumadas.

CHORRERA (1000 a 100 años a C.) Desde hace unos 3000 años hasta el año 100 a.C, en la península de Santa Elena y en la parte baja de la cuenca del río Guayas se desarrolló una sociedad llamada la cultura Chorrera. La cultura Chorrera es la más representativa en la elaboración de múltiples de objetos de cerámica. Llegando a perfeccionarse en las técnicas del trabajo de arcilla, técnicas que son desconocidas hasta la actualidad, como es el caso de la “pintura iridiscente” de los cuencos, que al mojarse permite ver los diseños y los colores. Los grados de cocción y los desgrasantes utilizados fueron los más resistentes al paso del tiempo, como hoy los podemos apreciar. Por todos estos conocimientos se decía que, Chorrera es el “núcleo de la nacionalidad ecuatoriana”. Los ceramistas chorrerianos fueron artistas por excelencia, realizaron objetos con representaciones de la fauna y flora de la naturaleza; muchos de los animales representados tienen la simbología religiosa para los pueblos de toda América; el mono, el murciélago, el delfín, etc. Representaron también a las personas: mujeres en distintas facetas, de su categoría social, por sus tocados que representan estatus. Hombres en varias actividades como remeros, contorsionistas, cargadores, etc. Las sociedades chorrerianas se extendieron por toda la región costera, tanto a orillas del océano como en la cordillera litoral y en los pequeños valles. Su cerámica se encuentra hasta en los valles de la Sierra ecuatoriana, por lo que ha sido considerada como la cultura que se extendió por el territorio ecuatoriano. Hasta ahora no se han establecido fases temporales dentro de la cultura Chorrera, pero se pueden distinguir algunas variantes regionales, las cuales parecen corresponder a diferentes grupos étnicos relacionados con esta cultura

NARRÍO (2.000 a C. a 400 años d C.) La cultura Cerro Narrío se desarrolló en la parte sur-andina del Ecuador, en las actuales provincias de Cañar y Azuay, también se han encontrado ciertas manifestaciones en el sur de Chimborazo (Alausí) y en la parte centro-norte de la de Loja. Es la cultura antecesora directa de la cultura Cañari del período de Integración. El sitio de Cerro Narrío más conocido está en la ciudad misma de la ciudad del Cañar. En la agricultura emplearon el sistema de roza en los bosques templados de los valles inter-andinos. Junto al maíz, se sembraban el fréjol, el chocho, la quinua, las calabazas (mate, zapallo o zambo), el ají, la papa, el melloco y la oca. Aparte de la cacería de animales, en sus casas se practicaba la cría de cuyes como un importante complemento alimenticio. En Narrío se encontraron estatuillas antropomorfas trabajadas en concha spondylus hoy denominadas “ucuyayas”, (padre interior) que se creen que fueron amuletos, además varios adornos como collares, pectorales con representaciones míticas, orejeras, etc. en este material.

La madreperla fue utilizada para fabricar colgantes circulares. Se usaron diversas piedras decorati-vas, como la calcedonia roja y verde, la turquesa y la serpentina. En alabastro se tallaron recipientes y el cuarzo sirvió para hacer incrustaciones. Se trabajó la piedra caliza para elaborar colgantes y placas recortadas. En hueso de venado y de camélido se hicieron espátulas, cucharas, colgantes de collar y artefactos para la manufactura textil, como agujas y separadores de urdimbre, etc. Su cerámica es muy fina el engobe es de colores rojizos, tiene representaciones míticas como las serpientes dobles, los micos como asas de sus vasijas y representaciones fitomorfas como la calabaza. Utilizaban para sus ritos, posiblemente agrarios sustancias que reposaban en cuencos de piedra alabastro. La preparación de trozos de spondylus como materia prima de exportación por vía terrestre hacia los Andes Centrales y objetos trabajados del mismo material, incluso con representaciones de seres mitológicos, abunda en Narrío.

 

COTOCOLLAO (1800 A 350 años a C.) El sitio Cotocollao está en un barrio del mismo nombre en la actual ciudad de Quito, en las laderas bajas y valles aledaños. Desde hace aproximadamente 4000 años, la gente de Cotocollao se ubicó en territorios de las actuales provincias de Pichincha, Cotopaxi y Tungurahua y en las estribaciones exteriores de los Andes, al noroccidente de la provincia de Pichincha. Cotocollao fue una cultura que realizó ceremonias funerarias, con conceptos de dualidad de vida y muerte, ejemplo claro de dicha ritualidad son los cuencos de piedra, característicos de esta cultura donde están incrustados cráneos humanos, como muestra de las ceremonias de los difuntos con las piedras, material eterno de la naturaleza. Las piedras también fueron aparte de sus adornos corporales con significados religiosos, usaron el pedernal, el cuarzo, el basalto en objetos de portar; orejeras, cuentas estrelladas, pendientes, etc. La cultura Cotocollao fue agricultora de maíz, fréjol, quinua, papa, oca y chochos, complementada con carne de venado, conejo, puma, lobo, cuy y tórtolas. Tuvieron también acceso al algodón, con el cual fabricaron prendas de vestir. Estuvieron relacionadas cultural y estilísticamente con Machalilla, por la forma de sus objetos de cerámica como es el caso de las “botellas con asas”.

EL MAÍZ EN EL ECUADOR

El Ecuador comparte con los demás países hermanos del continente americano el haber otorgado el maíz al mundo entero; alimento actual de los seres humanos de muchos países. Representa el origen del sustento alimenticio y cultural de sus habitantes.

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En el libro: “La verdadera historia del tiempo, de la explosión del Neolítico a los nudos y los agujeros negros”, propuesta para un reconocimiento justo para los cereales y gramíneas en la vida mismo de los seres humanos de todo el planeta; “El maíz es el logro más extraordinario que alcanzara jamás el ser humano en la mejora de plantas”, así lo ha reconocido George Beadle, famoso investigador de esta gramínea al también decir. “Es una monstruosidad biológica” (citado por Murgueytio y Guerrero, 1997).

Lo más extraordinario es su mazorca sustentada sobre tejido corchoso, infinidad de granos y de apariencia lechosa distribuidas con “sinuosa simetría en columnas en números múltiplos de cuatro. Cada planta conformada por un solo tallo, genera normalmente de una a tres mazorcas. Las flores separadas (órganos sexuales) permite la reproducción cruzada, por lo tanto el maíz es excelente para el fitomejoramiento por hibridación.

La diversidad de razas maiceras comprensible a su riqueza adaptativa, producto de un milenario proceso de selección artificial llevada a cabo por nuestros antecesores a través de su paulatina colonización de ecosistemas que implicó un caudaloso acervo de conocimientos.

Origen del maíz ecuatoriano

Las “condiciones de articulación socioeconómico-ambientales apropiadas para un desarrollo hortícola temprano, basado en el manejo de las plantas tropicales, está demostrado que la cuenca del Guayas es donde se iniciaron los primeros cultivos en la costa septentrional andina” (Marcos, 1983).

La agricultura “sustentada en una base de milenios de experimentación y un largo proceso de domesticación de plantas” (Marcos, 1983) técnicas y la adaptación de las experiencias de otras regiones locales mejoramiento de su cultivo, recolección y almacenamiento de productos útiles generó importantes progresos agrícolas, hidráulicos, así como el conocimiento y manejo de la Astronomía ligada a los ciclos de siembra y cosecha. La cultura Valdivia 6.000 años atrás aparece como un pueblo exclusivamente agricultor relacionado con el maíz y otros productos.

Técnicas ancestrales y actuales del cultivo del maíz

Nuestros antepasados utilizaron diversas técnicas de cultivo en : tierras de aluvión, cerca de los ríos; cultivo en camellones en regiones sometidas a elevados regímenes de lluvia y humedad como la sierra norte; cultivo en tierras secas en base a sistemas de riego, cultivo de roza y quema itinerante en tierras tropicales y subtropicales, talando y quemando la vegetación para sembrar en época de lluvia; técnicas de fertilización con ejemplos comprobados arqueológicamente como la asociación de una gramínea maíz con una leguminosa fréjol. “La gramínea es una planta exigente en nitrógeno, la

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leguminosa aporta ese elemento a la tierra fertilizándola. En la relación Anónima de Quito del año 1573, citado por Eduardo Estrella, se anota:

“el maíz se cultiva en camellones, habiendo poco más de un pie de uno a otro; hácese un agujero con el dedo, échase dos granos de maíz y uno de frisoles, cuando los quieren sembrar, los cuales, como van creciendo, se ciñen a abrazan con las cañas de maíz, y ANSI tiene fuerza para se levantar del suelo”. (R.G.I 1965, II: 205-232) (Estrella, 1988).

Otras formas de fertilización fueron el barbecho y el majadeo (de llamas) en tierras pobres; cultivos asociados aprovechando mejor la forma del terreno sembrando y cosechando varios productos. Técnica utilizada hasta la actualidad; los agricultores siembran juntos maíz y fréjoles; papas, quinua, chochos, y calabazas, productos intercalados o asociados.

Las herramientas utilizadas para la agricultura desde los milenarios Vegas hasta la colonia, las herramientas de concha, piedra hueso, cobre y madera (chaquitakllas); instrumentos diseñados para talar árboles, limpiar hierbas y malezas, cavar la tierra, romper terrones , construir surcos y camellones, hacer orificios para introducir semillas o mugrones, romper la tierra para cosecha tubérculos, deshojar maíz, etc.

De la colonia el mismo autor Estrella cita lo siguiente:

“con unas palas de madera recia, de cinco a seis palmos de largo y como uno de ancho, y en medio tiene una muesca que hace empuñadura con el que se hace fuerza, para dar mayor golpe, y con ellas labran la tierra mas de placer que con azadones, ANSI por el uso de dellas tiene, como porque desmenuzan mejor la tierra”. (R.G.I.1965, II: 205-232) (Estrella, 1983).

En las tierras de aluvión de la cuenca del Guayas, se usaban estacas para hacer hoyos e introducir la semilla del maíz igual cosa se hacía en Puerto Viejo (Anónimo, 1973). Juan de Velasco habla del “tacllayapuna” para designar al “arado de indios”, el cute era una especie de azada utilizada en el Carchi.

Las herramientas antiguas de la Sierra Norte recopilados por Estrella son: tula, maquitola, palondra, llachu, uti, arma, hualmo, huashmo, chaquin y tipina, varios de estos nombres todavía son conocidos.

La conservación del maíz

Sobre la conservación de alimentos en el caso del maíz se exponía al sol para secarlos; todas las variedades del maíz recibían este tratamiento. Para su almacenamiento se construían trojes o soberados, las collcas servían de graneros o desvanes. Con el maíz seco se elaboraban harinas para diferentes potajes; también se tostaban directamente el grano resultando la camcha o

tostado, la harina de maíz tostada se conocía como masca, hasta nuestros días se llama así la harina de cebada.

Para investigadores como José Echeverría y Cristina Muñoz el “maíz es una planta herbácea anual y monoica (cada planta posee flores masculinas y femeninas). El fruto (grano) es un cariópside, formado por al cubierta o pericarpio, el endospermo y el embrión o germen...”.

El maíz requiere de mucho nitrógeno por lo que requiere de un permanente re-abono y sembrarlo combinado con fréjol, calabazas y permanentes deshierbes, períodos de descanso o cultivos cíclicos. Antiguamente los terrenos donde se sembraba el maíz eran terrazas en las laderas y camellones en terrenos cienegosos, con canales de riego, etc.

Actualmente el maíz se continúa sembrando intensivamente, los pueblos indígenas se han visto obligados a convertir la agricultura del maíz en minifundios

Hoy en el Ecuador, la principal producción de gramíneas es el maíz, en estos años es abundante por la potencialidad de hibridación, existen 27 variedades y 18 clases en la Sierra. Los maíces cultivados en al Sierra son reconocidos como suaves y harinosos, mientras que el maíz de la Costa son variedades duras.

Las clases de maíz que hoy están en peligro de extinción son: el maíz morado (que en la época de la colonia fue utilizado para la colada morada), el maíz llamado “racimo de uva” sembrado entre los 2.400 y 2.800 metros de altura. Otros que pueden desaparecer son el tipo canguil y el chulpi o dulce.

El maíz en la identidad alimenticia de los ecuatorianos

La mayoría de los pobladores del Ecuador al igual que los demás de los países de nuestro continente dependemos para nuestra supervivencia exclusivamente de la presencia de esta gramínea. El Ecuador es un país plurinacional y multicultural. Pueblos ubicados en todas las regiones naturales y todos los ellos perciben al maíz como suyo, incluso la gran mayoría urbana mestiza cuya alimentación ha sido condimentada y apropiada en su acervo culinario. Varias de las comidas rituales ecuatorianos están ligadas a las celebraciones religiosas de los pueblos, como es el caso de la “colada morada”, la “fanesca” que tiene como elementos indispensables el choclo, el fréjol, la calabaza entre otros.

USO TRADICIONAL DE LA COCAMAMA EN EL ECUADOR

La Cocamama, es la primordial planta sagrada para los pueblos originarios que habitamos en los países de Sudamérica, fue y continúa siendo sustento alimenticio, medicinal, simbólico y religioso de nuestros pueblos andinos desde miles de años atrás hasta la actualidad. También fue patrimonio sagrado-religioso de los pueblos milenarios del territorio del actual Ecuador. Con distintos usos: socializador, energetizador, como ofrendas rituales a los seres tutelares, acompañó a los muertos en su viaje al más allá, sirvió en las prácticas de medicina, adivinación y buen augurio etc.

Para el Ecuador existen datos arqueológicos indirectos, de su domesticación, cultivo y uso junto con la calabaza y el maíz, desde hace 11.000 años atrás con el primer pueblo arcaico semi-sedentario denominado Las Vegas en la Costa ecuatoriana.

Del manejo y usos de los posteriores pueblos, sabemos por las representaciones de personajes importantes como sacerdotes, jefes, navegantes, hombres y mujeres con la protuberancia facial que indican la masticación de estas hojas sagradas.

De ese tiempo remoto tenemos también recipientes pequeñitos, las llamadas cajas de llipta que todavía contienen ceniza y cal utilizada para la masticación de estas hojas vitales para los seres humanos.

La siembra, la cosecha y el comercio de este producto sagrado suntuario, fue amplio a lo largo de todo el territorio.

También tenemos noticias escritas de los cronistas españoles desde su arribo a nuestros territorios hace 500 años de los lugares donde estaban los cultivos de la Coca, su recolección, comercio y diversos usos hasta el siglo XVIII. La plantación más grande conocida en el Ecuador fue la zona de Pimampiro en la provincia de Imbabura, ceja de montaña, hábitat ideal para la producción de la planta sagrada. Según las investigaciones, hasta ahora se han registrado 22 sitios donde se sembraba coca.

En la época colonial en territorio de la Gobernación de Quito existe información de que sirvió para hacer fortuna a algunos españoles. El Clero impuso un diezmo sobre el comercio de la coca. Los religiosos españoles también empezaron a masticar las hojas de coca apreciando las cualidades de esta planta, lo que causó horror en las autoridades clericales coloniales.

Con estos antecedentes la Iglesia Católica a partir de 1570, desarrolló una acción conjunta de los poderes político y eclesiástico para la erradicación de varias prácticas andinas. El “Primer Concilio de Quito” realizado en ese año, establece que se debe erradicar las costumbres asociados a la “brujería” entre ellas la masticación de las hojas de coca, hasta que en el año 1628 el Obispo de Quito, Francisco de Sotomayor, prohibió terminantemente el uso de la coca bajo la pena de excomunión. (Ontaneda, Santiago / Espíndola, Gustavo, Quito 2003)

A pesar de las prohibiciones eclesiásticas durante los siglos coloniales, el comercio de la coca todavía era vigoroso a lo largo del siglo XX a los mercados indígenas serranos seguían llegando de la Amazonía este producto.

En el siglo veinte los estudiosos en la materia seguían encontrando las plantas de coca en las provincias de Pichincha, Chimborazo, Pastaza, Cañar, Azuay y en otros lugares, crecida espontáneamente o sembrada. Hasta la primera mitad del siglo pasado en la Amazonía ecuatoriana se continuaba cultivando coca para consumo tradicional y para la industria farmacéutica de las ciudades.

En las poblaciones y en las comunidades campesinas amazónicas del Sur del país, en nuestros días la coca tiene un prestigio medicinal para toda la población, es usada en infusión para los dolores de estómago, cabeza y machacada y emplastos para curar las heridas, esta versión es común y la gente habla abiertamente de la planta. Hoy la gente sale al campo a recoger la coca que crecen en forma silvestre, médicos tradicionales del sur de la sierra viajan a recoger en cantidades grandes para el uso en las curaciones.En la zona de Imbabura, no se habla de la coca, solo algunos ancianos dicen que conocen a la planta, pero el uso medicinal continúa aunque de forma reservada, quizá por la expresa prohibición entendida como materia prima para la cocaína, difundida a través de los medios de comunicación masiva. En la gran mayoría de los ecuatorianos existe un desconocimiento total sobre esta planta sagrada y por lo tanto no hay la conciencia de valoración sobe la misma.

Los ecuatorianos actuales; pueblos indígenas y mestizos hemos sido despojados de nuestras prácticas ancestrales y de nuestra memoria colectiva en relación a esta planta, desconocemos los usos tradicionales de la Cocamama, lo poco que conocemos del valor sagrado es a través de las representaciones que nos dejaron nuestros antepasados conocidos a través de la arqueología ecuatoriana que los estudia. Pero esta información llega a muy pocas personas y tampoco hay un apropiamiento de lo ancestral en estos grupos.

La difusión para la valoración de la Cocamama y la toma de conciencia sobre su valor nutritivo, medicinal y sacralidad, nos ayudará a diferenciar del otro uso inadecuado que propende a la perdición de los seres humanos y al enriquecimiento ilícito de los traficantes. Miremos al pasado para reconocerla y reiniciar las prácticas agrícolas para volver a sembrar de manera tradicional la coca, así como lo hacían nuestros abuelos para alimentación y medicina que esta hoja nos brinda y que trabajemos conjuntamente para la revitalización de la Cocamama y retomar el uso ceremonial en nuestro territorio.

En nuestros días, en general la planta de la Coca está asociada con el clorohidrato de coca o cocaína, con la consecuente problemática social, legal, económica y cultural.

Siendo nuestra obligación el conocimiento de las características y bondades de esta planta, el uso sagrado de nuestros ancestros.

LA CONCHA SPONDYLUS Y LA STROMBUS EN LAS CULTURAS ECUATORIANAS La concha spondylus princeps son conchas bivalvas, llamadas por los pescadores actuales como la “ostra espinosa”. Por la apariencia del animal y por el color rojo o morado de los bordes de las valvas, fueron consideradas como elemento potenciador femenino. Las de bordes de color rojo y anaranjado se denominan spondylus princeps y las de bordes de color morado se llaman spondylus calcifer. La primera se encuentra en lechos arenosos a 50 a 70 metros de profundidad del mar y la segunda se encuentra adherida a las rocas de 30 a 50 metros bajo el nivel del mar. La strombus o caracola es un molusco univalvo, gran molusco univalvo marino de la especie Strombus, era considerado elemento propiciador y potencia masculina fertilizadora de la matriz terrestre femenina y complementaria. Constituyó una parte importante de las ofrendas rituales. Fue un instrumento de convocatoria, para llamar la atención de los dioses, atraer a la lluvia, convocar a los pueblos para las ceremonias y para la participación en trabajos colectivos. Los churos, como así los llaman se han encontrado como elementos destacados de importantes ofrendas religiosas desde inicios del período Formativo, a veces en asociación con conchas Spondylus. Los ritos asociados a la Spondylus estuvieron en las sociedades de América. En Chavín de la época la agricultura del maíz, se estableció la diada “mullo-pututo” en los objetos sagrados de Chavín de Huantar (cultura peruana), conchas que extrajeron las culturas ecuatorianas

COMERCIO O INTERCAMBIO ENTRE LAS CULTURAS PRECOLOMBINAS La consolidación de prestigiosos centros de culto, cuyos rituales atrajeron a fieles de una extensa región geográfica; alrededor de ellos se formaron amplias alianzas. Fue el inicio y la intensificación de los intercambios a larga distancia para la obtención de mercancías de uso religioso o suntuario, que llevó a la conformación de élites de comerciantes y sacerdotes, que adquirieron jerarquía social y poder económico a través del control del ceremonial religioso y de los réditos de la comercialización de mercancías de gran demanda. Las diferentes sociedades indígenas americanas necesitaron suministrarse de ciertos bienes, tanto naturales como elaborados, no existentes en su territorio. En las sociedades ecuatorianas, estos intercambios por tierra y por mar, tuvo una importancia decisiva en la vida cultural y económica.Entre las mercancías de mayor demanda en los intercambios a larga distancia, estaban la concha spondylus y la strombus. Estas conchas se exportaban por mar y por tierra, desde la costa ecuatoriana hacia los pueblos de los Andes centrales y hacia los pueblos amazónicos. La omnipresencia de la Spondylus sirvió, además, para que exista un flujo de productos, entre los que destaca el lapislázuli y la turquesa del norte de Chile. A nivel local, productos serranos como el cristal de roca son introducidos a la Costa, mientras la obsidiana es ya de uso extensivo, al igual que las hojas de coca. Todos estos productos son los principales indicadores de al importante actividad económica y ceremonial de todas las culturas ecuatorianas. Los valdivianos se trasladaron por mar hacia la isla de la Plata, para construir los centros ceremoniales. Los viajes a este lugar permitieron el manejo de las tecnologías de navegación y por lo tanto de comercialización de distintos productos ceremoniales como las hojas de coca, sal, objetos de metales preciosos, piedras preciosas y semipreciosas, textiles, productos agrícolas, objetos cerámicos, etc. desde período Formativo hasta la llegada de los españoles. Al final del período ancestral en la Costa, en el período de Integración se conformaron grupos de navegantes Mantaños-huancavilcas-Punáes, llamada por algunos investigadores como la “liga de mercaderes”, que se movilizaban por alta mar visitando los poblados del continente a través del océano Pacífico. Para el intercambio de larga distancia existían grupos particulares de especialistas, los mercaderes o mindaláes. Esta actividad comercial les proporcionaba riquezas y prestigio social. Debido al gran volumen y valor de las mercancías transportadas, las expediciones comerciales terrestres, podían componerse de varias personas, entre mercaderes, ayudantes y cargadores. Por vía marítima los comerciantes navegaban sobre una canoa larga, labrada en un solo tronco técnica conocida desde Valdivia hasta nuestros días, luego construyeron las grandes balsas de dos pisos donde transportaban muchas mercancías para el intercambio. Otro medio de navegación, conocido como caballito de totora servía solo para la pesca ribereña.

 PERÍODO DE DESARROLLO REGIONAL

Este período corresponde su nombre a que los distintos pueblos o culturas, lograron trascender por sus propios desarrollos y conocimientos, de acuerdo con su medio regional.

La característica principal en el tiempo comprendido entre el 300 a.C. y el 400 d.C., es que se desarrollaron sociedades estratificadas, y dedicadas a lo político - religioso, donde una sola persona representaba las especialidades del conocimiento de la salud, oficiaba los ritos para obtener la armonía y protección de la Madre Tierra. A estos personajes hombres o mujeres las ciencias actuales las denominan “chamanes”.

Sus divinidades fueron los animales con poder simbólico y de curación como: el felino, el mono, el águila arpía, el caimán, la serpiente, etc., que representaban a las fuerzas de la naturaleza: el aire, la tierra, el fuego y el agua. La religión se constituyó en el eje cohesionador que permitió la reproducción de la estructura social basada en una ideología común.

Debido a los conocimientos alcanzados, los sacerdotes poseían conocimientos astronómicos; las relaciones entre los fenómenos cósmicos (movimientos del Sol, la Luna y las estrellas) con los eventos climáticos y los movimientos del mar (lluvias, mareas); así desarrollaron un sistema de observación calendárico, que hacía posible la programación del trabajo agrícola y las demás actividades.

La cosmovisión religiosa al servicio de la obtención de alimentos y mantener el equilibrio social, estuvo relacionada con los elementos de la naturaleza. Consideraron al ser humano como parte de un todo inseparable, en donde todos los seres del planeta –astros, animales, plantas, accidentes geográficos– tenían espíritu y estaban íntimamente relacionados.

Los sacerdotes y las sacerdotisas, fueron los guías espirituales, médicos, herbolarios, parteras, etc., que cumplían el papel de mantener la salud y equilibrio de las personas, constituyéndose así en mediadores entre sus dioses, los seres humanos y el medio ambiente. Por ello la concepción de la salud-enfermedad está relacionada con las reglas de armonía y equilibrio en la naturaleza.

Los médicos tradicionales cuyos conocimientos y prácticas están presentes hasta nuestros días en los chamanes actuales que hacen medicina tradicional indígena, conocida como medicina alternativa, que sigue de algún modo las técnicas médicas milenarias heredadas y trasmitidas de generación en generación. Esta actividad está representada en las innumerables estatuillas de hombres y mujeres médicos-sacerdotes en actitudes de meditación, plegaria y curación.

Los símbolos de poder eran los adornos (narigueras, orejeras, collares, pendientes, pulseras,...) elaborados en materiales como lapislázuli, turquesa, concha Spondylus, obsidiana, cristal de roca (cuarzo), esmeralda y otras piedras verdes, oro, plata y cobre. Estos constituían productos con significación espiritual, emblemas en la comunicación con el mundo de los dioses y los ancestros.

Hombres o mujeres, se adornaban profusamente. La mayor abundancia y riqueza de los adornos y vestimenta está marcada en los personajes masculinos; los femeninos muestran su importancia y jerarquía a través de su vestimenta cuidadosamente decorada, con tocados complejos y adornados, utilizando la decoración corporal con motivos simbólicos, tatuada o pintada”.

Fueron importantes, los mercaderes, los orfebres, los constructores de templos, de tolas y de las grandes obras de infraestructura agrícola, es decir aquellas personas que se ocupaban en dirigir o realizar los trabajos especializados y que estaban al servicio de los líderes políticos y religiosos.

Por tanto, se trata de sociedades estratificadas sin que cuenten todavía con un poder central, sino compuestas por grupos de individuos de alta jerarquía que lograron tal estatus gracias al control personal de la producción del conjunto de la sociedad.

Los niveles de especialización entre las actividades ceremoniales, productivas y artesanales, generaron una mayor diversificación y estratificación de la población. Los artesanos especialistas alcanzaron un alto desarrollo tecnológico, y eran diestros en metalurgia, talla de madera, textilería, peletería, alfarería, cestería, etc. En este período proliferan los instrumentos musicales relacionados a las ceremonias y la salud de los miembros del pueblo.

Bahía (500 a.C. - 650 d.C.)

Hace aproximadamente 2500 años, los miembros de la cultura Bahía ocuparon la parte centro-sur de la actual provincia de Manabí, desde Bahía de Caráquez hasta el límite con la provincia del Guayas. Esta área está atravesada por pequeñas cordilleras que crean un clima de trópico lluvioso; además está alejada de la influencia directa de la corriente fría de Humboldt, por lo que constituye una de las mejores zonas para la agricultura, en donde el maíz persistió como cultivo primordial.

Era una sociedad dominada, al parecer, por una élite de chamanes y comerciantes. El centro de culto y peregrinación de la isla de La Plata, era un lugar sagrado, donde también existían importantes bancos conchíferos de la codiciada bivalva Spondylus, por lo que esta isla fue visitada desde épocas formativas. Los comerciantes de Bahía se dedicaban a los intercambios por mar con regiones lejanas, lo que exigió conocimientos de navegación oceánica efectuada en grandes balsas.

Con la utilización de la balsa fue posible obtener, de una manera más sostenida, productos requeridos procedentes de tierras lejanas, pues los líderes políticos y religiosos dieron gran impulso a la manufactura de bienes de prestigio, especialmente en metal, cerámica y piedras preciosas y semipreciosas.

Las numerosas ensenadas o bahías se constituyeron en importantes “puertos” para el transporte marítimo, como Puerto López, Puerto Cayo, Manta, Jaramijó y, sobre todo, Bahía de Caráquez. Sus poblados, ubicados generalmente junto a la playa, estaban constituidos por conjuntos de montículos artificiales y plataformas de tierra, sobre las que levantaron templos y viviendas.

En la actual ciudad de Manta se encontraron plataformas artificiales, de forma rectangular, de poca altura y con una escalinata en uno de sus lados. Estos montículos medían entre 50 y 175 metros de longitud y desde 20 hasta 50 metros de ancho (Estrada, 1962). Las maquetas de cerámica nos brindan información sobre sus viviendas de planta rectangular, con techo a dos aguas, o en ocasiones formando dos techos superpuestos que dejan una abertura para la ventilación de la casa.

La cerámica, la que pertenece a la etapa temprana de su desarrollo cultural corresponde a la transición Chorrera-Bahía o solo Bahía I (Estrada, 1957). Ésta constituye un magnífico ejemplo de la influencia típica Chorrera, de acuerdo a las evidencias sugieren una continuación gradual de las mismas, a tal punto que esta serie cerámica, a la que podemos denominar “bahioide”, “reúne los estilos Bahía, Tejar y Guayaquil”.

El estilo Bahía temprano tiene carácter escultórico, estatuillas medianas y pequeñas adornadas que, en muchos casos, con una pintura post-cocción, por lo que sin duda estos bienes estuvieron destinados al uso ceremonial. Posteriormente, la alfarería Bahía se caracteriza por representaciones sencillas de hombres y animales, dentro de una amplia variedad de formas. En las estatuas y estatuillas de Bahía está presente la representación de la serpiente, relacionada con la fertilidad masculina, por la insinuación fálica de su forma y por ser portadora del agua que fertiliza la tierra.

Las estatuas de gran tamaño, denominadas “gigantes” que fueron halladas luego de un maremoto que inundó la playa de Los Esteros en la actual ciudad de Manta, y que destruyó una duna que contenía en su interior centenares de estas esculturas de cerámica, dispuestas con una cierta ordenación y con una clara orientación hacia el mar.

Por lo general, estos personajes están en posición hierática, los hombres en posición de loto; y las mujeres con las piernas extendidas, en actitud de masticar hojas de la planta sagrada de coca (La planta de coca pertenece al a la familia Erythroxylaceae y al género Erythoroxylon) y con el instrumental necesario para esta tarea: el bolsito o “chuspa” para llevar las hojas de coca, un recipiente para la cal que contiene la sustancia alcalina (llipta) y una espátula.

Los instrumentos musicales llamados litófonos, son elaborados de lajas de piedra andesita y basalto de diferentes tamaños. Los litófonos, al ser golpeados, emiten sonidos musicales de timbre claro, casi metálico. Sonidos que fueron utilizados junto con los de otros instrumentos musicales en sus ritos y festividades.

Jama-Coaque (350 a.C. - 1532 d.C.)

Esta sociedad ocupó el norte de la actual provincia de Manabí y el sur de la provincia de Esmeraldas, en una área comprendida entre la ensenada de Bahía de Caráquez por el sur, Santo Domingo de los Colorados al interior y el antiguo cabo de San Francisco al norte, ubicado cerca a la ciudad de Esmeraldas.

Las investigaciones realizadas en San Isidro, el asentamiento más importante de Jama-Coaque, en el valle del río Jama, permitieron reconocer a este sitio como un gran centro ceremonial y administrativo de carácter regional. Su gran tamaño (40 hectáreas), su arquitectura monumental y la alta densidad de sitios satélites, indican la existencia de una sociedad estratificada. El principal

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monumento arqueológico en el sitio es un inmenso montículo artificial de forma cuadrangular, de tipo piramidal, que debió estar coronado por un gran templo.

La cultura Jama-Coaque de San Isidro, vivieron hasta la época colonial temprana, y posiblemente correspondan a la población histórica descrita por los primeros cronistas europeos, a la cual llamaron “Campace”.

Las manifestaciones culturales de Jama-Coaque son muy variadas. Su cerámica, caracterizada por la producción de estatuillas, decoradas con detalles hechos en pastillaje. El uso de la pintura post-cocción con los colores amarillo, rojo, blanco, verde y negro.

Estos objetos son una fuente de información sobre la vida cotidiana de esta antigua sociedad; están representados personajes con su indumentaria ceremonial, en donde el ritual relacionado al culto agrícola tuvo gran importancia. Igualmente, se puede apreciar una serie de personajes: músicos, danzantes, agricultores, cazadores, orfebres, guerreros, etc.

Los vestidos y adornos que llevan muchas figuras son: máscaras, tocados, adornos, armas, etc. Los personajes portan vestidos completos elaborados al parecer en tejidos, telas que cubren piernas y brazos, en muchos casos asociados a un arte plumario. Usan adornos como collares y brazaletes muy elaborados.

Guangala (100 a.C. - 800 d.C.)

Este pueblo ocupó la zona del golfo de Guayaquil y la península de Santa Elena, siguiendo hacia el norte los territorios comprendidos entre la faja costera y las cordilleras de Chongón-Colonche en la actual provincia del Guayas y la de Paján en Manabí, hasta la altura de la isla de la Plata. Se trata de una zona en la que existe variación en el régimen de lluvias, debido a la interacción de la corriente fría de Humboldt, de procedencia antártica, y la corriente cálida de El Niño, que viene del norte.

La gente de Guangala enfrentó a las condiciones climáticas ocasionadas por el fenómeno de El Niño, es decir, años prolongados de sequías seguidos de fuertes estaciones lluviosas de corta duración. Construyeron presas para retener el agua de lluvia, seleccionaron el área más baja donde se acumulaba el agua y la excavaron para que aumente su estancamiento.

Con la tierra extraída formaron muros de contención que alcanzaron entre cuatro y siete metros de altura. A estas construcciones se las conoce con el nombre de “jagüeyes” o “albarradas” técnica hidráulica milenaria que venía siendo utilizada desde los lejanos tiempos de las últimas fases de Valdivia.

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Dentro de su alfarería resalta una cerámica muy fina, policromada, de paredes delgadas y que lleva por decoración una pintura tricolor colocada antes de la cocción de los recipientes. Su color de fondo suele ser el leonado y sobre éste se colocaron colores predominantes como el café oscuro, negro y rojo

Guangala fue una cultura de músicos por excelencia, elaboraron variadas ocarinas de cerámica, generalmente con formas de animales, con un pulido muy cuidadoso, por lo general de color caoba-marrón, decorado con líneas incisas.

Trabajaron por primera vez el cobre en una variedad de objetos como agujas, anzuelos, anillos y pequeños artefactos en forma de estrellas con cinco puntas.

La Tolita (600 a.C. - 400 d.C.)

La Tolita ocupó un espacio territorial entre el río Saija en Colombia hasta la bahía de San Mateo en Ecuador, una franja costera de aproximadamente 500 kilómetros. Su medio ambiente ribereño y marino estuvo en estrecha relación con el manglar y el bosque tropical; el primer ecosistema ofrecía crustáceos, pequeños mamíferos, aves y algunas variedades de peces; mientras el bosque tropical brindaba una gran variedad de plantas y animales.

Las investigaciones de la isla de La Tolita en Ecuador, indica una posición ventajosa en la confluencia de tierra y mar, lo que posibilitó contactos marítimos con Mesoamérica. Investigaciones recientes demuestran que La Tolita es producto de adaptaciones y readaptaciones locales, relacionadas con grupos humanos del período Formativo. Los resultados de las excavaciones han permitido reconocer cuatro etapas de desarrollo cultural: Tolita Temprano, etapa de Transición, Tolita Clásico y Tolita Tardío.

La Tolita Temprano, correspondiente al período Formativo Tardío, sienta las bases (entre el 600 y 400 a.C.), de lo que posteriormente serán las manifestaciones culturales que caracterizan a esta sociedad. Éstas son el resultado de una continuidad cultural evidenciada en las afinidades existentes con las expresiones cerámicas de Chorrera.

La Tolita Clásico que dura aproximadamente tres siglos (entre 200 a.C. y 90 d.C.), la isla de La Tolita fue un gran centro ceremonial de importancia regional. Se inicia la construcción de montículos artificiales con una área de aproximadamente un kilómetro cuadrado. Más tarde la ocupación se torna más densa, evidenciada por la gran cantidad de restos arqueológicos y en los millares de enterramientos encontrados (Valdez, 1993). Algunos de estos enterramientos tienen ofrendas muy ricas, por lo que la producción de objetos suntuarios y ceremoniales elaborados por especialistas acompañaron a sus difuntos.

El surgimiento de otros centros menores hizo que el sitio de La Tolita vaya perdiendo su condición de centro ceremonial único y aglutinador, por lo que hace 1600 años atrás (400 d.C.) fue completamente abandonado.

En La Tolita, ubicado en la desembocadura del río Santiago, se han encontrado una gran cantidad de objetos de carácter sagrado; elaborados en metales (oro, platino, plata, cobre), cerámica, hueso y piedra en los enterramientos humanos y construcciones monumentales, por lo que se lo ha definido como un importante centro ceremonial y de comercio.

El lugar estaba compuesto por templos colocados sobre montículos artificiales, que tenían una altura de hasta siete metros, los que fueron construidos con un piso natural para sellar y compactar los materiales arcillosos, luego depositaron la tierra acumulada; esta primera cima también era quemada y se ponían, en ocasiones, tierras de distinto color y textura; posteriormente se nivelaba la nueva cima con un piso de tiestos o fragmentos de cerámica.

Su construcción exigió la presencia de la mano de obra de una buena parte de la población. Los especialistas en la edificación de tolas manejaron no solo el conocimiento que implica edificar estas obras y el significado simbólico de su diseño y ubicación, pues su orientación este-oeste tiene relación con los movimientos del Sol.

Los montículos artificiales o tolas conformaban amplios espacios públicos, aptos para la celebración de grandes festividades. Los sacerdotes y chamanes presidían los diferentes tipos de ceremonias, relacionadas con ritos de iniciación, cultos de fertilidad, mitos de origen, sacrificios rituales, prácticas mortuorias. Para ello, los sacerdotes se adornaban con máscaras y otros objetos imbuidos de atributos simbólicos que, a su vez, les conferían poder y autoridad.

En los centros ceremoniales se realizaba también, el intercambio de bienes como: ají, hojas de coca, algodón, sal de mina, etc., además artículos suntuarios, principalmente los de oro, platino, cobre, cristal de roca, obsidiana, jadeíta y esmeralda, que fueron muy apetecidos. Obtenidos por los mercaderes especializados a través de una red de intercambio a larga distancia.

La obsidiana tuvo un carácter ritual, material con que se elaboraron los llamados “espejos”, cuya superficie fue tan bien pulida que permitía el reflejo. Se trata de objetos que tuvieron una carga espiritual y fueron utilizados por los chamanes en sus curaciones.

Panzalo o Cosanga (1600 a.C. - 1532 d.C.)

Este grupo humano ocupó los valles de Misahuallí, Jondachi y Quijos en la actual provincia de Napo, en la Amazonía ecuatoriana.

Recientes investigaciones arqueológicas (Delgado, 1999) han constatado que la ocupación Cosanga es muy antigua desde hace aproximadamente 3600 años atrás, remontándose al período Formativo.

Los primeros grupos Cosanga se asentaron en el valle de Misahuallí. El tipo de asentamiento corresponde a unidades domésticas ubicadas sobre el sistema de colinas de Cotundo, y en las partes bajas, los cuales, una vez excavados, han evidenciado que contienen restos acumulados que forman una capa de más de 1.5 metros. Esto indica que los sitios fueron ocupados durante mucho tiempo.

En estos sitios se desarrollaron actividades de tipo ritual, social y político. Tal organización indica una especialización de actividades y funciones específicas de los sitios con mayor variabilidad de recipientes cerámicos con respecto a las otras zonas.

La existencia de sitios grandes que se pueden clasificar como “urbanos”, cuentan con construcciones de piedra y con estructuras asociadas a terrazas de cultivo. “Los sitios de habitación estaban compuestos por 15 ó 20 casas construidas sobre plataformas rectangulares de piedras lajas; éstas rodeaban una plaza central y contaban con calles de losas y senderos que conducían a las chacras, formadas por terrazas agrícolas, en donde cultivaban maíz, yuca y camote” (Porras, 1975).

La cerámica tiene una variedad de formas y se caracteriza por el fino espesor de sus paredes. Las grandes ollas esféricas con representaciones de caras humanas, es la representación de personajes “coqueros”. Las figuras cuentan con protuberancias en ambas mejillas por la masticación de estas hojas. Representaciones de personajes decorados con pintura facial y corporal, indican su estatus político y religioso.

Objetos de cerámica con estilo Panzaleo se han hallado en las provincias de la Sierra norte y Sierra central, desde Carchi hasta Chimborazo y en la provincia de Los Ríos. La alfarería Cosanga se encuentra junto a la cerámica propia de cada zona. Por esto se puede decir que fue considerada como bienes especiales, reservada para ceremonias festivas y rituales. La presencia de esta cerámica fina en los sitios serranos, se debe a contactos comerciales con los pueblos amazónicos.

En esta cerámica se ha realizado investigaciones de la composición química y mineralógica de la pasta con que están elaboradas estas piezas, las mismas que resaltan la presencia de materiales ricos en mica, que es un elemento que encuentra solo en la vertiente oriental de la cordillera Real. Desde el períodode Desarrollo Regional hasta Integración, los grupos de la Sierra importaron esta cerámica fina en Caranqui, La Chimba y Jardín del Este.

CHAMANISMO, ESENCIA DE LAS CULTURAS PREHISPÁNICAS

En el período de Desarrollo Regional, aparecen las representaciones de personajes que les podemos ubicar como sacerdotes o chamanes.

El chamanismo es una tradición espiritual humana común, relegada y minimizada con la aparición de las iglesias estatales a nivel mundial.

Todas las culturas del mundo han surgido de tradiciones chamánicas; los celtas, las culturas africanas, las culturas indoamericanas, los egipcios, etc. El chamanismo está en nuestro ADN y por lo tanto las respuestas no se encuentran necesariamente separadas de cada individuo, la intuimos y las expresamos con entusiasmo, curiosidad y misterio.

En los pueblos que habitan el norte de Asia, un chamán es un pontífice o sacerdote budista. Entre los Kanchalas es un sacerdote, adivino o médico. En nuestro medio cada cultura actual, tiene un nombre para estas personas que conocen sobre la curación, la interpretación de los sueños y las visiones, etc. así los conocemos como Yachac, Poné, Banco, Ibichiam, etc.

La palabra chamán procede del lenguaje de la tribu Tungus de Siberia. Esta palabra ha sido elegida especialmente por los antropólogos y dotada de, una definición técnica y específica, con el fin de describir con precisión a ciertos miembros especiales de dichas sociedades indígenas. Es un término para no confundir su significado que han sido cargadas de connotaciones negativas tales como brujo, hechicero, curandero, médium, vidente, etc.

Un chamán es un ser que viaja entre mundos y lo hace sin perder la conciencia de sí mismo, viaja a la realidad no ordinaria para ayudar al paciente, a la comunidad. Con fines adivinatorios y proféticos contacta al mundo de los “espíritus”, a los “animales de poder”, los “guardianes” en busca de consejos con fines curativos.

Un verdadero chamán nunca se llama así mismo chamán, es la comunidad que lo reconoce y lo hace cuando él como ser humano y curador ha demostrado conocimientos, sabiduría especialmente, integridad. “En el mundo del chamán todo tiene vida y espíritu.

Él desarrolla una íntima relación con todo lo que existe, está convencido de que todo lo que existe, proviene de lugares sagrados con poderes especiales y nada de lo que existe es profano. El reto del chamán es comunicarse con lo sagrado y lo hace a través de su “mesa” o “altar”. Cada elemento de su mesa está conectado con una montaña, río, cascada o lugar de poder. Un chamán puede viajar a través de estas líneas luminosas de conexión e ir a donde ellos necesiten, incluso a la infinidad.

El chamán se apoya en la ceremonia, en donde crea un espacio sagrado y seguro para realizar la curación. El poder visionario del chamán es una de las herramientas más importantes, en ellas interpreta, conoce y recoge información para ayudar en la curación física, mental y espiritual del paciente consultante.

Se conocen muchas formas de trance, meditación o sueño con la que los chamanes entran a su mundo interior, en el mundo visionario, en el mundo no ordinario, el más allá. El método de la concentración que consiste en excluir todo excepto un punto particular donde se concentra la atención.

El método de la privación sensorial o ambiente limitado usado por casi todas las grandes tradiciones religiosas, los monjes de tebaida en el siglo IV d. C. en el desierto egipcio; los ermitaños del Himalaya; los tibetanos e indúes que vivían en aislamiento completo en cuevas; el método de la respiración sistemática utilizada en la india; el ayuno en las tradiciones culturales de amerindia utilizado especialmente para los jóvenes iniciados. La utilización de plantas sagradas como el ayahuasca, los hongos, el peyote, la música como, la de los tambores, la danza en trance utilizada por chamanes siberianos y sudamericanos.

En las culturas ancestrales y en los actuales pueblos indígenas, estos personajes fueron y continúan siendo los “pilares fundamentales”: “Ningún acto importante se efectuaba sin consultarlos primero. En el mundo andino de la época final (incario), existían diversos tipos sacerdotes, cada uno con su especialidad: los Guacarimachic que hablaban con las huacas, los Ayatapuc se comunicaban con los muertos, los Huantuc, quienes después de beber un brebaje se trastornaban y emitían sus profecías, los Amurpa miraban las vísceras de los animales sacrificados.

En el Ecuador existen tradiciones chamánicas prehispánicas que se han mantenido y trasmitido oralmente de padres a hijos. Con una seriedad y riqueza simbólicas que son prácticas de curación que han dado apoyo a las comunidades indígenas y no indígenas de todo el país, como medicina alternativa y ecológica.

LA METALURGIA EN LAS CULTURAS ANCESTRALES

Los trabajos en metales preciosos fue patrimonio de las culturas ancestrales, tecnología que inició a finales del período Formativo y se expandió en Desarrollo Regional.

Obtención de los metales; el oro:

El oro en estado natural se encuentra en aluviones auríferos o placeres, en arenas de ríos y en minas o filones asociados a rocas cuarcíferas. En los ríos, la acción erosiva de las aguas va desgastando y triturando las rocas, desprendiéndose el oro en forma de pepita o polvo. El oro fue el más utilizado en la orfebrería prehispánica y se lo extrajo por medio del lavado en bateas.

Puede presentarse en diferente grado de pureza, según las fuentes. Puede contener otros metales en cantidades variables como: plomo, plata, platino, arsénico, antimonio, zinc, iridio, bismuto, hierro. Mientras más puro, se lo conoce como “oro dulce”, a diferencia del “oro agrio”, que por la cantidad de impurezas es difícil de trabajar.

Técnicas milenarias que se utilizaron para trabajar el oro.

Soldadura.- Para lograr uniones permanentes o soldadura se recurrió a dos técnicas: soldadura mecánica y soldadura, por calentamiento.

La soldadura mecánica se realizó por martillado, sobre bordes o extremos yuxtapuestos, o mediante el aditamento de lengüetas, cintas, correas, ranuras, martilladas hasta lograr la unión o comprensión. Por calentamiento se obtuvo una soldadura por fusión, o unión de dos bordes o extremos mediante la aplicación de calor.

Articulación.- Técnica que permite juntar o ensamblar piezas por medio de finos alambres o pequeñas láminas, logrando uniones fijas o móviles

Filigrana.- Con hilos de oro muy finos, obtenidos por estiramiento y martillado, se delineó el contorno de los objetos y se rellenaron los espacios con diseños muy delicados. A los hilos entorchados que constituyen la filigrana misma se lo fijó con puntos de soldadura casi invisible, logrando piezas de extraordinaria resistencia y delicadeza.

Fundición.- El oro era fundido en crisoles pequeños colocados sobre brazas ardientes. Los crisoles fueron hechos de barro mezclado con abundante polvo de carbón, para lograr una arcilla refractaria.

La temperatura necesaria se obtenía al soplar las brasas a través de canutos de caña guadua que llevaban en uno de sus extremos un aditamento de cerámica a manera de pera llamada “tobera”, que se adelgazaba externamente para lograra un buen acople con la caña, e internamente para obtener una mayor fuera de salida del aire.

“…Cuando funden el oro y la plata, colocan el metal en un crisol largo o redondo… lo ponen al fuego… y con 5 o 6 canutos de caña, ora, mas ora menos, tanto soplan que este terminan por fundirse”. (Benzoni, 572)

Laminado.- A la barra sólida se la sometió a un proceso de martillado continuo, que producían una deformación plástica del metal, hasta alcanzar secciones de lámina de acuerdo al grosos requerido. Durante el martillados e sometía a la lamina aun sucesivo calentamiento o recocido, enfriándola en agua o tierra húmeda para evitar su resquebrajamiento, restableciendo de este modo su elasticidad.

Martillado.- La forma del artefacto se obtenía martillando láminas de oro, posiblemente sobre moldes de madera, utilizando pequeños yunques y martillos de piedra (sílex negro). Se martillaba sobre el metal o interponiendo cueros de consistencia blanda. Posteriormente mediante un frotamiento continuo con instrumentos lisos, se compactaba e igualaba la superficie logrando acabados muy uniformes y brillantes.

Incrustación.- El metal era horadado para incrustar otros metales, conchas o piedras semipreciosas.

Repujado.- Mediante presión o repetidos golpes de martillo se logró producir decoraciones en relieve y moldear distintas figuras y diseños

Cera perdida.- El artefacto era modelado sobre la arcilla previamente mezclada con carbón y sometida a altas temperaturas, o directamente sobre una piedra.

El molde se cubría con una capa de cera siguiendo el contorno de la pieza. Se añadía una porción de cera en forma de embudo, a través del cual se vertía el metal líquido y, así mismo, se colocaba otro conducto para el escape del aire, gases y cera derretida.

Sobre la cera modelada se colocaba una capa de carbón finamente triturado o arcilla semilíquida y se procedía a cubrir todo el molde con otra capa blanca de arcilla refractaria (mezcla de arcilla y abundante carbón). Se ponía a secar durante varios días.

El molde se sometía al fuego, con lo cual se derretía la cera, dejando una cabida en el que se vertía el metal fundido. Enfriado el molde, se lo rompía y se procedía a terminar la pieza, puliéndola con abrasivos finos.

(Tomado de las cédulas de la sala de los metales para el Museo Nacional del Ministerio de Cultura)

El trabajo del platino en el antiguo Ecuador: un hito tecnológico de carácter universal

(Tomado de la conferencia de Roberto Lleras Pérez, especialista en orfebrería prehispánica)

¿Que es tan especial en el platino? ¿Porque aun hoy nos maravillamos frente a un objeto de platino incluso más que frente a uno de oro? Toda la fascinación y la magia que produce el oro las genera el platino multiplicadas por tres o más. Es escaso en la naturaleza, no hay, en efecto, muchos lugares en el mundo en donde se encuentre y menos aun que sea abundante. Su producción es difícil y entraña procesos de extracción, molienda y refinación que son tecnológicamente difíciles y requieren grandes inversiones.

Se trata de un metal denso, de color blanco grisáceo, símbolo químico Pt, peso atómico 195 y numero atómico 78. Es supremamente resistente al ataque con ácidos y a la corrosión. En estado puro es maleable y dúctil, aun cuando mucho más duro que el oro, sobretodo si contiene impurezas. Se encuentra en la naturaleza asociado a otros metales de su grupo (los metales de transición), que son similares en aspecto y características: rutenio, osmio, rodio, paladio e iridio. En el litoral del Pacifico de Colombia y norte del Ecuador el platino aparece asociado principalmente con oro y plata en las arenas de los ríos o placeres, meteorizado en granos medianos y pequeños.

La distribución geográfica de las piezas de platino es más bien restringida. Una gran proporción, quizás el 95% del total conocido, proviene de la región correspondiente a la cultura La Tolita – Tumaco, que en su época de mayor expansión ocupó las tierras bajas del litoral Pacifico desde la costa norte de la provincia de Manabí (sitios de: Convento, Mongoya y Rocafuerte), la provincia de Esmeraldas (sitios de Rio Verde, Montalvo, Esmeraldas y Atacames), los departamentos de Nariño, Cauca y Valle del Cauca en Colombia (sitios de Tumaco, Barbacoas, Timbiquí y El Bordo) hasta la bahía de Buenaventura. Los hallazgos al interior son mas escasos y solo se registran en Quinindé y Limones en Ecuador y Rio Naya en Colombia.

Sin embargo, en el Ecuador cerca del 80% de los hallazgos se reportan como provenientes de un solo sitio, la isla de La Tolita. Ejemplo; la figuraantropomorfa de oro con un ojo de platino y otro de plata encontrada en el sitio de El Angel en la provincia de Carchi.

El punto principal del platino es el alto punto de fusión, 1770 ºC, una temperatura difícil de alcanzar. Sin embargo los orfebres indígenas trabajaron este metal.

Los orfebres de La Tolita – Tumaco utilizaron con frecuencia el oro aluvial que, en esa región, viene naturalmente mezclado con proporciones variables de plata, platino y metales del grupo del platino, además de hierro. Los análisis realizados sugieren que, en algunos casos, se pudieron haber realizado procesos manuales de separación para reducir la cantidad de platino y platinoides presentes en el oro. En determinados casos conservaron, e incrementaron, la cantidad de platino presente naturalmente, separando el oro, para lograr un polvo compuesto mayoritariamente de partículas de platino y platinoides. Desde allí se imponía la invención de un método metalúrgico para trabajar estas mezclas de polvos de oro y platino.

Una vez desarrollada y perfeccionada la técnica de trabajo del platino los orfebres de La Tolita se esmeraron en aprovechar sus conocimientos para emplearlos en piezas de gran complejidad. Hay, por supuesto, piezas de platino sencillas como orejeras y narigueras anulares o semilunares, algunas macizas y otras huecas. Pero, la maestría de la metalurgia del platino se revela sobretodo en algunas narigueras, orejeras y colgantes de orejera muy elaborados, en unas pocas miniaturas y en las famosas mascaras y mascarillas ensambladas. En estos ejemplares, al trabajo de sinterización, se sumaron el enchape de platino sobre oro, la soldadura de platino con oro y/o platino con platino y el ensamblaje mecánico para obtener objetos de gran complejidad formal y tecnológica.

El color plateado, o gris acerado, del sinterizado de platino encarnó y representó uno de los principios opuestos y complementarios de esta forma de pensamiento frente al oro que encarnó y representó al otro principio. Tal cosa no es nueva, se ha registrado y documentado para la tradición metalúrgica incaica y, antes de ella, para todas las culturas que usaron oro y plata en el Ecuador prehispánico (Cañari y Puruhá para solo citar dos ejemplos bien evidentes).

PERÍODO DE INTEGRACIÓN

Etapa comprendida entre el 400 y el 1500/1532 d.C. donde se caracterizó por la presencia de numerosos pueblos en cada región, donde la organización política fue superior a la religiosa; La organización social y política, se complejizó, el aparecimiento de guerras y alianzas en la consecución de tierras y territorios para su existencia y desarrollo. En este período se organizan en confederaciones, es decir la unión voluntaria de varios pueblos vecinos que se aliaban al mando de un curaca o señorío étnico. Los trabajos colectivos de gran envergadura se realizaron en este tiempo, la numerosa mano de obra y una dirección apropiada, permitieron construir tolas, centros ceremoniales, palacios, plazas, caminos, etc. Obras de este tiempo son, Cochasquí, Ingapirca, etc. Lo mismo ocurrió con el trabajo agrícola, se intensificó el manejo de suelos y las tecnologías para obtener mejores cosechas; el uso de los camellones, las terrazas agrícolas, las andenerías, el riego, la fertilización de los campos de cultivos, etc. Se fortalecen las redes de intercambio, la organización óptima de mercaderes a corta y larga distancia, como es el caso de los Manteños. En cada unidad territorial gobernaba un cacique supremo o señor étnico, En Integración se realizó un cambio social muy importante, en el que la fuerza política y guerrera. Surgió una nueva estructura en las relaciones sociales desiguales con un poder centralizado al mando de individuos, caciques o curacas, líderes de los linajes de mayor prestigio y riqueza.

 

Fue necesario crear un nuevo orden, con la existencia de obligaciones más complejas de unos seres humanos para con otros, en función de su derecho de participación en el proceso de producción y distribución de los bienes de consumo. Al ir anexando nuevos territorios, fueron ocupando distintos pisos ecológicos, con diversas características según la altura a la que se encontraban con respecto al nivel del mar. Cada uno tenía una temperatura y humedad determinadas, a lo que les correspondía un tipo de vegetación y fauna particular. Denominado por los investigadores como la “verticalidad” en el manejo de los pisos climáticos. Las comunidades vivían en caseríos, formando así una familia ampliada o núcleo familiar que tenía su líder. Estos grupos no estaban aislados, a más de participar en la satisfacción de sus necesidades, también colaboraban con otros grupos familiares emparentados que ocupaban zonas vecinas. Estos lazos les permitieron reconocerse entre sí, conformando lo que se llama un ayllu o parcialidad, con una persona principal o jefe, que tenía autoridad sobre los miembros del grupo quien organizaba el trabajo para atender las necesidades colectivas. Para el estudio de este período a más de las investigaciones arqueológicas tenemos, la versión de los etnohistoriadores, quienes complementan los datos como pueblos coloniales de la etapa hispana, así se conoce el pueblo de los Pastos.

PASTO (700 a 1.500 años d C.) El pueblo de los Pastos habitó la zona interandina entre el río Chota-Mira, en la provincia del Carchi, extendiéndose por el actual territorio colombiano hasta la cuenca del río Guáitara, antes de la ciudad de Pasto. En el lado del actual territorio ecuatoriano existieron cuatro unidades socio-políticas: Tulcán, Tuza, Guaca y Mira; en el lado colombiano estaban: Ipiales, Túqueres y Pupiales, y el asentamiento de Mallama, en las estribaciones occidentales de la cordillera andina. El pueblo de Mira, llamado también Chontahuasi, era el asentamiento más meridional cercano al río Chota y tuvo vinculación con los pueblos no Pastos de las riberas del Mira. Los territorios que ocuparon los Pastos están conformados por mesetas onduladas y páramos, con acceso al bosque húmedo de las selvas oriental y occidental, su principal producción agrícola fue: papas, maíz, coca y algodón, entre otros. La ciudad de Tulcán circunscribía al poblado de Taques; Guaca que abarcaba a Chuquín, Guaca y Pun; mientras que Tuza, el actual pueblo de San Gabriel, incluía a El Ángel y Puntal (hoy Bolívar). Cada uno de ellos contaba con muchos pueblos (Landázuri, 1995). El valle del río Chota (límite con los Caranquis) fue un centro de producción y comercio de artículos estratégicos como la coca, la sal de mina, el algodón y otros productos como aves y plumas multicolores. Ahí se encontraba Las Salinas, el gran centro productor de sal, y Pimampiro, el mayor sitio productor de coca en el antiguo Ecuador.

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Las Salinas y Pimampiro de al confederación de los Caranquis. Los Pastos tuvieron acceso a ellos bajo distintas modalidades, tuvieron la categoría de centros multiétnicos. Se conoce noticias de que indios Pastos residían ahí como camayos, pues debido a su condición de especialistas en el cultivo de coca, los dueños de las sementeras les encargaban la producción de los cocales. En el Ecuador existen tres estilos cerámicos de Pasto: Capulí o Negativo del Carchi con cerámica pintada con la técnica del negativo rojo sobre negro. Piartal o Tuncahuán del Norte, con el uso de los colores: leonado, rojo y negro; y Tuza o Cuasmal que pintaban sus objetos de rojo sobre leonado

MILAGRO-QUEVEDO (400 a 1532 d C.) Esta sociedad se asentó desde el golfo de Guayaquil hasta la zona de Santo Domingo de los Colorados, que es la cuenca fluvial muy grande, en donde se encuentran importantes vías de comunicación entre Costa y Sierra. Tal es el caso de los valles y ríos serranos de Chimbo y Chanchán que se unen al sistema fluvial del Yaguachi, que va a alimentar las aguas del río Babahoyo y que, a su vez, permite una fácil conexión con el río Guayas, todo el golfo de Guayaquil y finalmente, el mar. Posiblemente fue el pueblo que los españoles les llamaron “Chonos”. Esta confederación contó con una organización social central, con centros administrativos importantes, organizados en señoríos de una amplia densidad demográfica. El territorio Milagro-Quevedo, fue un sitio de intensa actividad agrícola, donde se transformaron los terrenos anegadizos en tierras cultivables, moviendo la tierra con mano de obra que utilizaba palos, azadas de madera y cestos para cargar la tierra. Construyeron zanjas de tierra, anchas y profundas, para formar bancos elevados conocidos como "camellones", que fueron utilizados para la agricultura, principalmente de maíz y yuca. Milagro-Quevedo también construyó montículos artificiales o tolas que sirvieron de asentamiento de viviendas, y que a veces tienen enterramientos. Otras fueron utilizadas como base de casas comunales, templos o adoratorios, y dentro de ellas siempre se encuentran varias tumbas, de personajes importantes. Los enterramientos se los realizaba depositando el esqueleto en un ducto compuesto por dos o más vasijas grandes superpuestas. Son urnas funerarias con la característica que, o no tienen fondo, o lo tienen roto, a excepción del recipiente inferior que es donde descansa el esqueleto y el ajuar. De esta manera, se forma un tubo largo conocido con el nombre de "tumba de chimenea". El ajuar funerario de los personajes importantes tenía abundantes objetos de cerámica, cobre, oro y plata, hachas de piedra, textiles etc. Su especialidad fue el trabajo en metales como: el cobre, cobre dorado, oro, plata, etc. Numerosos son los objetos metálicos, principalmente adornos corporales de los personajes importantes. Esta actividad les relacionó con las culturas de la sierra central y sur, con los Puruháes y Cañaris.

MANTEÑO (500 a 1532 años d C.) La confederación Manteño-Huancavilca ocupó el territorio de las provincias del actual Santa Elena, Guayas, y Manabí. Existió una división entre lo urbano y lo rural. En el campo, construían sus casas formando poblados dispersos por todo su territorio. Las casas, pequeñas y rectangulares, ocupadas por una familia, eran levantadas sobre terraplenes recortados en el declive de los cerros. Los caseríos contaban con casas comunales, como las encontradas en Cerro de Hojas, Cerro Jaboncillo, Cerro Montecristi, etc. También construyeron grandes centros urbanos, como Jaramijó. Entre éstos se destacó Jocay, ubicado en lo que hoy es la ciudad de Manta. En este poblado, con centenares de pequeños montículos tipo plataforma, se han descubierto restos que demuestran la existencia de una organización por barrios, compuestos por familias de artesanos. Otro centro urbano de importancia fue Agua Blanca, a ocho kilómetros del mar, situaba en la ruta de acceso hacia Puerto López y Salango, que era su puerto principal. Ahí se han encontrado más de cien cimientos de piedra que soportaron el peso de las casas construidas en madera, con techos de paja u hoja de palma; estructuras para los cultos ceremoniales y numerosos fragmentos de sillas ceremoniales de piedra en forma de U. Su cerámica es de color negro, ahumado y bruñido; y rojo pulido, los más representativo son los incenciarios antropomorfos, utilizados en sus templos para las ceremonias religiosas. Los cronistas informan la existencia de la diosa Umiña, una esmeralda del tamaño de un huevo. Los Manteños Huancavilcas fueron excelentes navegantes, comerciantes, artesanos y agricultores.

CARANQUI (700 a 1.500 años d C.) La confederación de los Caranquis se desarrolló, desde el 700 d.C. hasta 1430 asentados en las actuales provincias de Imbabura y norte de Pichincha, en la región interandina comprendida entre los ríos Chota-Mira al norte y Guayllabamba al sur. Se trata de la gran confederación de los señoríos Otavalo-Cayambe-Caranqui que cuenta con una clase élite centralizadora, que va monopolizando el acceso a enclaves reducidos de producción de recursos estratégicos como la coca, el algodón y el ají. Esta numerosa población poseía, una producción agrícola intensa, por lo que incorporaron zonas antes no explotadas y de difícil productividad, gracias a la construcción de camellones, terrazas y canales de riego para el cultivo. Según Gondard y López, (1983), en la región existen 98 sitios con montículo, reconocidos a través de fotografía aérea. También se han localizado extensos campos de camellones, terrazas y canales de riego que, junto a la similitud en el estilo cerámico y a la existencia de una lengua común conocida por datos etnohistóricos, atestiguan la unidad cultural de esta confederación en esta etapa.Los principales conjuntos de tolas son: El Quinche, Guayllabamba, Cochasquí,Puntiachil, Paquiestancia, Zuleta (Cochicaranqui), Otavalo aborigen, Pinsaquí, Perugachi, Gualsaquí, Atuntaqui, Socapamba y Urcuquí. Su cerámica, fundamentalmente de uso cotidiano es de pasta gruesa, de color amarillo: vasijas, botijuelas, compoteras, cuencos. Utilizaron además metates y morteros de piedras para la molienda de los granos

CHAUPICRUZ - LA FLORIDA (100 a 1500 d C.) La meseta de Quito, durante el período de Integración, es conocida arqueológicamente como Chaupicruz, debido a los primeros hallazgos en la antigua hacienda Chaupicruz, en el norte de Quito, que corresponde a lo que es hoy la parroquia del mismo nombre en la ciudad de Quito. La ubicación geográfica de esta región, fue un sitio de confluencia para el intercambio de productos con la Costa y la Amazonia, a través de los pasos naturales de comunicación, denominados "bocas de montaña", como Calacalí, Nono, Lloa, Tandapi y Guamaní. La Florida, sitio antecesor de Chaupicruz, está localizada en las faldas del Pichincha, en el barrio del mismo nombre al norte de la ciudad de Quito. Ahí se encontraron tumbas formadas por pozos cilíndricos, con una profundidad de 15 metros aproximadamente, con una cámara central. Las tumbas contenían entierros múltiples, depositados en posición sedente. Con una cronología de 100 a 680 años d C. La cerámica Chaupicruz, procedente de tumbas son principalmente compoteras, algunas decoradas con negativo, con diseños de cenefas geométricas y cuatriparticiones.

PURUHÁ (300 a 1.500 años d C.) Los Puruháes se desarrollaron en lo que hoy son las provincias de Chimborazo, Tungurahua y una parte de Bolívar. Los análisis realizados en textiles adheridos a piezas de metales, procedentes del sitio llamado Alacao, ubicado en Guano, tenemos la fecha de presencia de pueblos oganizados en el año 300 d.C. Las fuentes etnohistóricas han constatado la existencia de, centros de poder: Punín, Yaruquíes y Guano. Otros pueblos importantes en época incaica fueron: Chambo, Pungalaá, Químiac, Pallatanga, Licán, Calpi, Licto y Penipe, etc. Los Chimbos, un pueblo desarrollado en la provincia de Bolívar, tuvieron interrelaciones culturales, económicas y religiosas con los Puruháes. Su cerámica tiene un parecido en la forma, pero se diferencia en la decoración de “canuto” en las vasijas.

Evidencias de cerámica amazónica que se ha encontrado en Chimborazo, indica la interrelación entre los pueblos amazónicos y los Puruháes, principalmente por Palora, paso natural al Oriente. Las relaciones de Puruhá, con Panzaleo y con Cañari, están demostradas por la presencia de cerámica híbrida, es decir objetos con las características de Panzaleo - Puruhá, así como Cañari –Puruhá. Los Puruháes defendieron su territorio, durante varios años de la conquista Inca. Su presencia es importante en la etnohistoria, fue conocida la población de San Andrés de Xunxi, como un centro administrativo. La antigüedad de la presencia humana está corroborada por el sitio de Chalán del Formativo. La cerámica Puruhá ha sido encontrada en Guano, San Andrés, Huavalac, Tuncahuán, etc. Las formas de los objetos cerámicos son: vasijas triangulares antropomorfas estilizadas, cuencos, compoteras, vasos, vasijas trípodes, etc.

La cerámica Puruhá ha sido encontrada en Guano, San Andrés, Huavalac, Tuncahuán, etc. Las formas de los objetos cerámicos son: vasijas triangulares antropomorfas estilizadas, cuencos, compoteras, vasos, vasijas trípodes, etc.

CAÑARI (400 A 1.500 C.) Esta cultura ocupó, el territorio de las actuales provincias de Cañar y Azuay, donde se encuentran las hoyas de: Cañar, Azogues-Cuenca, Paute-Gualaceo y Jubones. Existen los ríos Chanchán al norte, Jubones al sur, y el Paute que desagua al oriente. La cerámica cañari, está clasificada en dos fases: Tacalshapa y Cashaloma con decoraciones geométrica en color blanco y negro sobre rojo. Evidencias cerámicas de ocupación Cañari existen en el sur de la provincia de Chimborazo en Achupallas y Pumallacta, en el norte de la provincia de Loja y al interior de la provincia de El Oro. Los cacicazgos Cañaris eran: Hatun Cañar, Molleturo, Cañaribamba, Taday-Pindilig y Sigsig. Hatun Guapondélico Cañaribamba, (actual Cuenca) Taday-Pindilig, entre otros. Al igual que las demás culturas serranas, los Cañaris mantenían relaciones comerciales con los pueblos de la Costa y con los de la Amazonia. Entre los productos más comerciados están: algodón, plumas exóticas y de colores, sal, coca, pescado conservado por sal, etc. Los Cañaris fueron los proveedores de metales a sus vecinos Milagro-Quevedo, especialmente del cobre, ya que el territorio Cañari es altamente cuprífero. Como evidencia de los intercambios, en algunas tumbas Cañaris se encontraron abundantes conchas caracolas marinas. En unas tumbas de pozo con cámara Cañaris se hallaron grandes cantidades de piezas elaboradas de oro y plata (Uhle, 1922), con una decoración al estilo Huari; e influencias de Recuay y Pachacamac, del Perú. Rendían culto a los cerros como el Huacayñán, Shin y Molleturo, entre otros, huacas principales que dieron el origen mítico de los Cañaris. Adoraban a la luna, a determinados grandes árboles y el material para elaborar sus ofrendas fueron las piedras. Los Cañaris fueron un pueblo guerrero, combatieron contra las tropas Incas, liderado por el cacique Duma de Sigsig.

El origen de este pueblo se remonta a tiempos inmemoriales y hace referencia, entre otras tradiciones, al diluvio universal que todas las culturas señalan en sus respectivas historias sagradas. Según el mito, en esta región andina solo dos hermanos salvaron sus vidas alcanzando la cima del Huacayñan, monte sagrado de los cañaris. Allí fueron socorridos en la alimentación por dos guacamayas con rostro de mujer, con quienes después de atraparlas "se casaron" y procrearon seis hijos: tres varones y tres mujeres. Estos, a su vez se desposaron entre hermanos y poblaron todos estos territorios generando así la raza cañari.

Los datos históricos aseveran de la existencia de un reino cañari, similar al de Quito, con más de veinte y cinco tribus, cuyas capitales eran: al Norte, Hatum Cañar o Ingapirca, y al Sur, tomebamba o la actual ciudad de Cuenca en Ecuador. Sin embargo, los cronistas poco o nada dicen de estos pueblos. Posteriormente, estudios de carácter lingüístico sugieren una procedencia mesoamericana tolteca o de los Mayas Quichés, a más de una fuerte relación con los Chumús del norte del Perú, inclusive en medio de una mayor área geográfica - lingüística conocida como Puruhá - Mochica. Todos los investigadores concuerdan en las intensas migraciones que se dieron entre estos últimos pueblos, especialmente por razones religiosas que les permitía llegar a los célebres santuarios de Pachacámac (Perú) y Culebrillas (Ecuador).

Por la presencia de la cerámica se puede afirmar que durante el período de Desarrollo Regional (500 a.C. - 500 d.C.) las migraciones o intercambios étnicos continúan, dejando en estos territorios huellas profundas de las culturas peruanas tiahuanacoides, antecedentes de Tacalshapa cañari, mientras en el norte del Ecuador florecía la cultura Tuncahuán. En el último período de la Prehistoria ecuatoriana, el de Integración (500 d.C. - 1534 d.C.) con sus dos fases conocidas como Cashaloma y Tacalshapa, los movimientos migratorios entre Norte y Sur se reducen y los cañaris ingresan en una intensa actividad comercial especialmente con la Costa, aunque también sus diferentes pueblos se enfrascan en contínuas guerras por la búsqueda de un poder hegemónico.

Precisamente, en estas circunstancias surge Ingapirca como el gran centro religioso, político y administrativo que se impondrá en todos estos territorios y que con la llegada de los Incas su importancia crecerá hasta niveles de máximo apogeo, teniendo como rival tan solo a Tomebamba, la nueva Cuzco en el Norte del Tahuantinsuyo (Chinchasuyo) y sobre cuyos vestigios se encuentra la actual ciudad de Cuenca, Provincia del Azuay.

NAPO (1200 a 1532 años d C.) Fue una cultura ubicada en las actuales provincias de Sucumbíos, Orellana, Napo y Pastaza, en la Amazonia ecuatoriana. Por el norte el río Aguarico, por el Este territorio peruano y por el Oeste los valles de Misahuallí y de Jondachí. Su origen está relacionado con los Omagua, de la familia lingüística tupi-guaraní, proveniente del Amazonas medio. Los sitios Napo están ubicados en los márgenes altos del río Napo y están localizados en las cimas de las colinas próximas al río. El hallazgo de metates y manos de moler evidencia el uso de granos en su alimentación, probablemente de maíz. Su cerámica, principalmente la funeraria tiene formas humanas, cuadrangulares, rectangulares, con varios colores. Los diseños de su cerámica son de formas geométricas. Un sinnúmero de hachas de piedra, de varios tamaños y formas, fueron herramientas para su trabajo diario.

Cultura Napo: (600 DC - 1600 DC) Urna funeraria de lo que podría haber sido un sacerdote. Esto se deduce de la erección y recipiente que la figura tiene en sus manos. La figura está en un estado de éxtasis.

EL TAWANTINSUYO DEL ACTUAL TERRITORIO DEL ECUADOR (1430 a 1534 años d C.)

Los Incas fueron una cultura que duró hasta la llegada de los españoles. Su organización estuvo basada en incorporación de pueblos y territorios en un área muy grande de Sudamérica, Su organización social y política es conocida en términos actuales como un imperio. Su primera capital fue el Cusco, la segunda capital fue Tomebamba (actual Cuenca).

El dominio inca se extendió en los Andes, desde el Sur de Colombia hasta el centro de Chile, incluyendo gran parte de los territorios que hoy constituyen las repúblicas de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina.

Los Incas se consideraban descendientes y herederos de la cultura Tiahuanaco, domi-nadores de gran parte del altiplano boliviano y del desierto de Atacama en el norte de Chile con su capital ubicada en la parte sur del lago Titicaca. Los Incas fueron extendiendo sus dominios en todas direcciones, en campañas militares dirigidas por el Inca Yupanqui, denominado también Pachacuti, el Reformador. El inca más famoso fue Huayna Capac, quien nació en Tomebamba, fue quien organizó la conquista a los territorios del norte. A su muerte le heredaron sus hijos Huascar nacido en el Cusco y Atahualpa que se dice que nació en Caranqui. Este fue el último Inca que murió en Cajamarca en manos de los españoles. Las guerras y anexiones al Tawantinsuyo se dieron durante varios decenios. Primero Tupac Yupanqui conquistó el territorio Cañari, construyendo una ciudad Inca en la capital de los Cañaris Guapondelig; que más tarde se llamó Tumipamba o Tomebamba. Luego avanzó al norte al territorio Puruhá donde resistieron a la conquista por algunos años. En Quito, construyeron un centro administrativo, civil, religioso y luego conquistaron el territorio de los Caranqui.

Los incas entran al territorio de lo que actualmente es la Republica del Ecuador hacia el año de 1450; la invasión de la Sierra, comandada por Tupac Yupanqui quien enfrentó una dura resistencia y solo, años después, Huayna Capac completó la conquista del norte (Meyers 1998). La Costa no escapó al influjo económico y cultural del Imperio Incaico.

La dominación Inca desaparece con el arribo de los españoles y el desmembramiento del Tawantinsuyu entre 1532 a 1533 (Meyers 1998). Se trata, de un periodo muy corto, tan solo unos ochenta años que, no obstante, marcó definitivamente la vida y la cultura de las culturas del Ecuador prehispánico y que dejo una huella profunda en la cultura material, en la cerámica y en la metalurgia.

La influencia incaica en la metalurgia se pudo dejar sentir varias décadas antes de la invasión física del Ecuador. Los incas eran una fuerza cultural arrolladora en la Sierra Norte del Perú desde 1400 d.C. y es muy posible que sus objetos metálicos se conocieran en el Ecuador antes de que llegaran las tropas de Tupac Yupanqui.

Para designar un fenómeno cultural, visible en los vestigios materiales, se puede entender desde dos puntos de vista: una primera acepción indicaría que hay una integración de las sociedades en escalas regionales, desfigurando los límites estrechos de las aldeas e integrándolos en unidades políticas y económicas mayores (Meggers 1966). Por otro lado, la integración puede entenderse como la configuración de horizontes culturales más amplios para lograr agrupar a los pueblos de los cuatro suyos.

En cuanto a la cerámica inca se han encontrado en toda la sierra objetos incas del estilo imperial es decir, cerámica inca propiamente dicha en la forma de los objetos y en la pasta del Perú. También se han encontrado objetos llamados inca-local, es decir objetos híbridos con características locales e incas.

CAMINOS ANDINOS Y EL CAPAC ÑAN

Las redes viales son producto de las necesidades de la interrelación entre las personas y entre los pueblos, por eso desde la presencia misma del ser humano en cualquier parte o territorio del mundo nos encontramos con estos espacios, sean éstos, senderos, caminos, carreteras, autopistas, etc.

Los caminos como espacios geográficos que unen pueblos entre sí, permiten que las personas se desplacen de un lugar a otro. Estos senderos o caminos se fueron haciendo desde la presencia de los primeros habitantes de hace 15.000 años. Cuando los cazadores y cazadoras iban y regresaban desde su campamento hasta las minas de obsidiana. Seguían las rutas de los animales para la caza o la recolección de frutas silvestres.

Así, desde “los primeros pobladores de la zona ecuatorial Vegas, Valdivia, Chorrera, Jama Coaque entre otras construyeron una vía principal que comunicaba la región andina con el litoral, caminos antiguos que luego fueron utilizados en al conquista inca” (Marcos, 2009).

“La primera evidencia concreta de interacción entre los pueblos de la costa y los del callejón interandino, existen desde 4.000 años atrás durante la fase Valdivia . Los yacimientos fuentes de la evidencia: Real Alto, en la baja cuenca del río Verde, cercano al estuario de Chanduy, que desemboca en el Golfo de Guayaquil, en la zona sur de la provincia de Santa Elena, Cotocollao y La Mena en el Valle de Quito. La corrida de obsidiana en Quiscatola, entre otros.

Por los análisis y estudios del material de obsidiana encontrado en Real Alto se infiere que llegó del valle de Quito. Se evidencia que los productos de intercambio desde Valdivia 7 (primeros agricultores) comerciaron productos de varias zonas, además se deduce la presencia de rutas o caminos que los comerciantes caminaron para comerciar, corroborando la existencia de una red de intercambio.

Los productos ceremoniales como el mullo o concha spondylus, muy importante en la cosmovisión religiosa de América, al igual que la “cocamama”, la sal, etc., necesitó de una gran red de mercaderes por el océano y por el continente. Conformándose por el continuo uso, en rutas de comercio.

La existencia hasta la actualidad de caminos en varias direcciones, llamados “culuncos” que confluyen hacia las bocas de montaña, senderos a modo de trincheras en la zona del noroccidente de Pichincha. El “camino de los yumbos”, que circunda el Rucu Pichincha por el lado sur, que fue utilizado por los yumbos para movilizarse entre la costa y la sierra.

La red vial en nuestro territorio estuvo adaptada a la pronunciada topografía y los pisos ecológicos. Cuando las culturas ecuatorianas se incorporaron al Tawantinsuyo. Los caminos se agrandaron, se mejoraron, se construyeron tambos o casa de albergue para los caminantes. En varios lugares permanecen todavía tramos del Camino Real o Capac Ñan, ejemplos al sur de Quito, en el sitio llamado el Troje, en Achupallas al sur de la provincia de Chimborazo, entre otros.

Ahora existe un proyecto internacional de recuperación del camino del inca que unió a territorios de Sudamérica, como un proyecto turístico y de desarrollo, que implica el concurso de todos los países andinos por donde pasa dicho camino.

El Camino del Inca o Ruta del Qhapaq Ñan Patrimonio Mundial de la Humanidad.

 

El Camino del Inca o Ruta del Qhapaq Ñan fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco el pasado 21 de junio, durante la realización de la 38ª sesión del Comité de Patrimonio del organismo, realizada en Doha-Qatar, hecho que propició gran júbilo en autoridades de los países competentes.

Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú alzan sus banderas para celebrar la inclusión del Qhapaq Ñan (Sistema Vial Andino) a la Lista de Patrimonio Mundial, un patrimonio común de valor excepcional que comparten estos seis países.

Por tal motivo, nace un compromiso de las autoridades nacionales, departamentales y municipales por donde atraviesa la ruta del Qhapaq Ñan, con el Plan de Conservación y difusión de la dote precolonial.

El Director de Patrimonio cultural, Marcos Michel López, se refirió a la declaración como patrimonio mundial como uno de los más representativos del país, también hizo la descripción del Camino Real Inca o “Qhapaq Ñan” Sistema Vial Andino, que se extendía desde el sur de Colombia a Argentina y Chile, mismo que es considerado como una de las construcciones monumentales de mayor trascendencia en la historia de la humanidad.

El camino central o Taypi que forma parte de la carpeta de nominación para Patrimonio Cultural de la Humanidad de la Unesco se inicia en Desaguadero, sobre la ruta Urco, continúa hasta Tiwanaku, sigue a Kallamarka y se une nuevamente al camino Uma en Viacha, constituyendo un eje central que llega a Tiwanaku como principal punto de origen civilizatorio de los Andes.

El Camino del Inca o Qhapaq Ñan es la expresión tangible de un gran proyecto político de las sociedades andinas del pasado, tuvo como objeto la integración social, política y económica de gran parte del territorio andino que hoy conforman seis países que gozan de una de las mayores diversidades étnicas, lingüísticas, culturales y biológicas

 El Qhapaq Ñan en Bolivia adquirió especial relevancia debido a que comunicó y articuló a importantes grupos étnicos del pasado, en la actualidad reúne gran diversidad de técnicas, pensamientos, mitos, tradiciones, música, gastronomía y costumbres que conviven armoniosamente con la naturaleza.

Bolivia ha considerado el Tramo Desaguadero – Viacha, el camino Real Urco que circunda la orilla sur del lago Titicaca, llega a Puno, Desaguadero, incluye Guaqui, siguiendo en un ramal central por Tiwanaku, Callamarca, Viacha para continuar hacia Calamarca, Sica Sica, Ayo Ayo, Caracollo y Paria.

Las localidades para el tramo nominado son: Desaguadero - Viacha, que comprende tres segmentos: Desaguadero-Titijoni; Tiwanaku y Callamarca-Apacheta

Finalmente el Jilakata de la Comunidad Marka Callamarca, Pablo Yujra expresó su satisfacción por esta nominación de Patrimonio Mundial por la Unesco, sobretodo, porque impulsará al mejoramiento de la calidad de vida. “La Comunidad Marka Callamarca aún mantenemos nuestras costumbres desde la vestimenta, música, alimentación y nos ayudará a mejorar nuestra calidad de vida”, manifestó la autoridad originaria.

BENEFICIOS

El Qhapaq Ñan traerá beneficios para las comunidades que forman parte de la Ruta, la apertura de posibilidades para las firmas de convenios para  la conservación y difusión de patrimonio, mejorar la calidad de vida de las comunidades, impulsará el flujo de turismo y mejorará la economía local y nacional como parte de una actividad turística; además de lograr el compromiso de las autoridades nacionales y locales. Se beneficia, también, con la elaboración y aplicación del Plan de Mejoramiento Vial.

QHAPAQ ÑAN

Para su postulación internacional se articularon por primera vez seis países: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú. Todo ese proceso comenzó el 29 de enero de 2003 en París-Francia, oportunidad en la que el Centro de Patrimonio Mundial convocó a los representantes de los seis países para sostener un intercambio de opinión y coordinar acciones para lograr la inscripción del Qhapaq Ñan o Sistema Vial Andino en la Lista de Patrimonio Mundial. En consecuencia, Perú fue el responsable de organizar una reunión técnica con el apoyo financiero del Centro de Patrimonio Mundial para iniciar el proceso de concertación de criterios en torno al desarrollo del proyecto y la elaboración de uno de los expedientes patrimoniales de mayor extensión y complejidad.

La integración metalúrgica incaica

Los incas entran al territorio de lo que actualmente es la Republica del Ecuador hacia el año de 1450; la invasión de la Sierra, comandada por Tupac Yupanqui enfrento una dura resistencia y solo, años después, Huayna Capac completo la conquista del norte (Meyers 1998). La Costa no parece haber sido directamente controlada, pero tampoco escapo al influjo económico y cultural del Imperio Incaico. La dominación Inca desaparece con el arribo de los españoles y el desmembramiento del Tahuantisuyu entre 1532 a 1533 (Idem). Se trata, por tanto, de un periodo muy corto, tan solo unos ochenta años que, no obstante, marco profunda y definitivamente la vida y la cultura de las etnias del Ecuador prehispánico y que dejo una huella profunda en la cultura material, incluida la metalurgia. Esto, sin contar el hecho muy probable de que la

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influencia incaica en la metalurgia se pudo dejar sentir varias décadas antes de la invasión física del Ecuador. Los incas eran una fuerza cultural arrolladora en la Sierra Norte del Perú desde 1400 d.C. y es muy posible que sus objetos metálicos se conocieran en el Ecuador antes de que llegaran las tropas de Tupac Yupanqui.

Aun cuando el periodo cultural anterior a la llegada de los incas se conoce en la arqueología ecuatoriana como el Periodo de Integración (700 a 1450 d.C.) lo cierto es que en la metalurgia arqueológica tal integración no es ni mucho menos evidente. Al utilizar un termino como este para designar un fenómeno cultural, visible en los vestigios materiales, se le puede entender desde dos puntos de vista: una primera acepción indicaría que hay una integración de las sociedades en escalas regionales, desfigurando los limites estrechos de las aldeas e integrándolos en unidades políticas y económicas mayores (Meggers 1966). Por otro lado, integración puede entenderse como la configuración de horizontes culturales y quizás económicos, ya que no políticos, que desbordan los límites de los territorios étnicos.

MONUMENTOS ARQUEOLÓGICOS DEL ECUADOR, HALLADOS E INVESTIGADOS

Los monumentos arqueológicos ecuatorianos, son aquellos bienes patrimoniales inmuebles que fueron construidos, usados y dejados por las sociedades que nos antecedieron en el actual territorio del Ecuador que se mantienen in situ. Es decir el patrimonio que es inamovible. Su antigüedad va desde los 9.000 años antes de nuestra era hasta 600 años atrás. Conforman cuevas, restos de ciudades, yacimientos arqueológicos, cementerios, tumbas, pirámides, montículos, centros ceremoniales o templos, palacios, minas, canales, paredes, etc.

Monumentos arqueológicos hasta ahora conocidos

Sitios y monumentos de la Sierra:

Piedra del Athal

Tolas de Socapamba

Inkawasi Palacio de Atahualpa

Terrazas agrícolas de Pimampiro

Plataforma de la hacienda “La Mesa”

Camellones de la hacienda “La Vega”

Las Tolas de Zuleta

Puntiachil

Cochasquí

Pucará Quito Loma

Aldea Formativa de Cotocollao

Pucará de Rumicucho

Tabavela

Rumipamba

La Florida

El Panecillo

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El Ilaló

Tulipe

El Palacio del Callo

Pucará El Salitre

Proyecto de arqueología industrial, Cutuchi

La Antigua Riobamba

La Asunción de Guano

Cuartel del Inca

Loma Pucará

Alacao

Molobog

Tulabug

Chambo

Guayllabamba

Cojitambo

Complejo arqueológico de Culebrillas

Ingapirca de Cañar

Baños de Coyoctor

Las Ruinas de Tomebamba

Las Ruinas de Todos Santos

La cueva negra de Chobshi

Paredones de Molleturo

Yacuviñay

Mirador de Mullupungo

Ingapirca de Chobshi y Shabalula

Tambo Blanco

León Dormido

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Ingapirca de Saraguro

Cerro de Puñay

El Capac Ñan, camino que recorre de sur a norte de la sierra con sus ramales hacia la costa y la Amazonía.

Sitios de la Costa:

La Tolita

Laguna de la Ciudad

Agua Blanca

La Isla de La Plata

Salango

Sumpa

Real Alto

Cerro Jaboncillo

Sitios del subsuelo marítimo continental donde reposan objetos

Sitios de la Amazonía:

La Esperanza-Huila

Macanas

Chontaloma

Limonyacu

Petroglifo de Lumbaquí

Petroglifo río Duvino

La Cueva de los Tayos

Palanda Zamora Chinchipe

Complejo Sangay o Huapula2.

Sitios y objetos arqueológicos encontrados en Pichincha:

La Magdalena.-Quito, en 1908, Jacinto Jijón encontró restos fósiles.

Barrio de La Tola.-1911, según Jijón y Caamaño, el señor José Delgado encuentra un sepulcro precolombino.

Puengasí.-, 1918 Jijón y Caamaño encuentra una punta de jabalina.

Cementerio incásico del Itchimbía.-1918 investigan y luego publican los resultados Jijón y Caamaño y Carlos Manuel Larrea.

Cumbayá.- 1926, Max Uhle descubrió un cementerio y una gran población indígena muy antigua.

Alangasí.- 1938, encuentro de un mastodonte en asociación de fragmentos de cerámica y puntas de flecha de obsidiana. Estudia el científico Spillman ayudado de Max Uhle.

Chillo y Cumbayá.- 1960, Estudian J Meyer, Oakes, Carlos Manuel Larrea y la doctora M. A. Carluchi. Objetos tallados en obsidiana.

Ilumbisí.- 1960, hallazgo de un camélido de madera, un felino y un bastón con rostro humano. Estudian los mismos autores anteriores.

El Inga.-1961-1962, El Dr. Robert Bell descubre un taller de hombre paleolítico y una enorme cantidad de piezas de obsidiana: flechas, hachas, cuchillos, raspadores, buriles, etc.

Cochasquí.- 1963-1965, hacienda del señor Carlos Calisto. Investiga la misión arqueológica alemana de la universidad de Bonn, presidida por el Dr. Udo Oberem. Veinte tolas y trece pirámides, abrió 3 tolas-tumbas y realizó una multitud de cortes de prueba.

Sincholagua.- (faldas), hacienda de propiedad del señor Guillermo Chiriboga. Existen más de 300 tolas cubiertas de pajonal. Sería preciso establecer si son arqueológicas o simplemente naturales.

San Antonio de Lulunbamba.-A pocos kilómetros de la línea equinoccial, al parecer son vestigios de pirámides antiguas.

Cotocollao.- En diferentes lugares de la población y en sus alrededores.

Pucará Alto y Pucará bajo.- Realizaron una investigación los señores miembros de la Sociedad Arqueológica del Centro Ecuatoriano Norteamericano.

Chaupicruz.- Sitio investigado por el investigador Jijón y Caamaño.

Chilibulo.-Sitio muy conocido cerca de la parroquia de la Magdalena y que ha sido estudiado por varios arqueólogos.

Jerusalén.-hacienda cercana a la población de Tocachi y adyacente a la hacienda de Cochasquí. Muchos vestigios aún del tiempo de la colonia.

Conocoto.-Diferentes lugares, algunos comprobados por el señor Carlos Manuel Larrea.

Guachalá.- Cerca de las pirámides de Oyambaro y Caraburo se encuentran numerosas tolas y fragmentos varios de cerámica.

Puembo.- Varios lugares, pero principalmente en la hacienda de San José.

Guambi.- Sitio cercano a la población de Puembo y a orillas del Río Guambi. Vestigios de un pequeño pueblo que habitó esa región3.

Sitios arqueológicos de Pichincha investigados y difundidos hasta el presente:

Cotocollao.-Cementerio de los aldeanos desde 1970.

La Florida.- Cementerio de Desarrollo Regional e Integración 1983.

Quitoloma.- Pucará investigación y restauración, 1988.

Tulipe.- Zona arqueológica yumbo 1980.

El Panecillo.- Excavaciones por el Cooperación Española, 1994.

Plaza y convento de Santo Domingo.- Excavación convenio Ecuador-Bélgica, 1990.

Hospital San Juan de Dios.- Excavación evidencias hispanas y muros incas 1998.

Iglesia de San Francisco.- Excavación en la iglesia y convento, muros incas y tumba indígena Cooperación Española, 1990.

Rumipamba.- Habitaciones, muros, tumbas de la época de Integración, 2000.

 

Piedra del Athal

Una enorme roca con inscripciones se encuentra al sureste de la hacienda El Vínculo (Carchi). Este petroglifo de forma paralelepída se ubica a unos 30m de la orilla este del río Cuasmal. Posiblemente corresponde al Período de Integración comprendido entre los años 700 d.C. hasta 1500 d. C., perteneciente a la cultura de los Pastos. Tiene una altura de 3m y sus cuatro lados de 2.60 a 2.80m En una cara tiene varios signos, la mayoría geométricos, sobresale un rectángulo dividido diagonalmente.

El arqueólogo alemán Max Uhle (1932), que lo visitó, cree que este signo está relacionado con el culto al sol. En cambio, Peñaherrera y Costales (1968:399) sostienen que dicho signo no tiene sentido heliolátrico y que el conjunto de signos estarían más bien relacionados con el culto al agua, a la fertilidad. 

En la prospección arqueológica realizada el 30 de octubre de 1997 (Echeverría J. y W. Oña, observación personal), se pudo constatar que los signos se grabaron superficialmente en la roca y no hay evidencias de pulimento. Por el efecto de los agentes externos a través del tiempo, casi

se han borrado y no hay contraste de color. 

A más de los signos señalados por algunos investigadores, descubrimos que también la superficie superior de la piedra tiene signos grabados, se destacan dos pares de doble espiral, una de aproximadamente de siete espiras o vueltas y otra de tres. Estos signos se hicieron seguramente para plasmar un mensaje, una creencia, pero en la actualidad, fuera del contexto original, es difícil su interpretación. Probablemente, sea la manifestación estilizada de algún mito, un lugar ceremonial, quizá de iniciación de un shamán; un mojón o límite tribal.

La espiral es una figura que expresa movimiento rotatorio, posiblemente la doble espiral signifique el viento (Porras 1985:230). Sin duda, este petroglifo merece una investigación profunda y una adecuación del sitio.

Tolas de Socapamba

Las tolas de Socapamba, ubicadas en la provincia de Imbabura, en el Cantón de Ibarra, son uno de los varios hallazgos arqueológicos de Imbabura y de gran atractivo turístico. Se encuentran dentro de la parroquia de Yahuarcocha, muy visitada por la laguna de su mismo nombre.

 

Las Tolas de Socapamba, ubicadas al pie de La Cordillera de Angochagua, constituyen un conjunto de montículos habitacionales que formaron parte de un asentamiento de los Caranques, una de las más importantes de la región.

 

Este sitio corresponde al período de integración, es decir, data del periodo anterior a la invasión de los incas en los territorios y pueblos del antiguo Ecuador. Se ha ubicado a este sitio arqueológico entre el 1.250 y 1.500 a.C., obra de los Caranques o Caras. También se considera que habitaron aquí los Cayambis, este conjunto de montículos de tierra fue en su mayoría de uso habitacional, en otros casos de uso funerario y también ceremonial.

 

El área comprende aproximadamente 12 km, en los que se distribuyen treinta montículos artificiales, la mayoría de ellos de forma circular, otros de plataforma piramidal y de dimensiones variadas.

 

Estas tolas se hicieron mediante la acumulación de tierra, y se considera que previamente fueron consolidadas en su piso superior antes de levantar la vivienda que utilizó materiales como el carrizo, la paja de páramo, la madera, y bloques de cangahua, además de la arcilla cruda para la elaboración de una especie de canales que se encuentran en la mayoría de las tolas y cuya finalidad aún no ha quedado aclarada.

 

La mayoría de tolas han sido saqueadas, lo poco que se ha podido rescatar incluye piedras de moler de diferente tamaño, vasijas trípodes, jarros, vasos, tiestos, herramientas, ánforas, platos y fragmentos de pieza.

 

Visitar las tolas de Socapamba también le permitirá conocer, a no más de 4 kilómetros, la laguna de Yahuarcocha, que le ofrece miradores naturales y una hermosa vista de la laguna. También puede visitar las Tolas del Tablón, al este de la laguna de Yahuarcocha. Además encuentra el autódromo Internacional de Yahuarcocha.

Inka wasi Palacio de Atahualpa

Inka Wasi, en idioma kichua significa la casa del Inca, es parte de los vestigios más septentrionales del asentamiento Inca más importante del Tahuantinsuyo en suelo ecuatoriano en el siglo XVI. 

El sitio arqueológico de Inca Huasi se ubica al pie del volcán Taita Imbabura cerca del centro de la parroquia de Caranqui. Representa la máxima extensión del Imperio Inca hacia el norte y probablemente el último evento de construcción imperial importante antes de la invasión española en 1532. Con respecto a quien dispuso la construcción de este sitio y porque, los escritos etno históricos son contradictorios, los unos lo atribuyen al Emperador Huayna Capac, para propósitos conmemorativos y los otros dicen que fue su hijo Atahualpa, como una preparación para su coronación como el nuevo Sapa Inca. Las investigaciones arqueológicas realizadas en Incawasi en los últimos años ofrecen nuevas perspectivas sobre la importancia de este sitio, estrategias incaicas del arte de gobernar durante las últimas fases de la expansión imperial, y las formas en que las instalaciones estatales incas comunicaban y forzaban a los nuevos sistemas de orden en las provincias.

El pueblo de Caranqui por mucho tiempo se ha reconocido como el centro antiguo de Ibarra. Numerosas y extensas tolas que datan del período tardío precolombino (AD 1250-1500), que una vez sirvieron principalmente como plataforma para la construcción de residencias, son conocidas por haber sido congregadas en Caranqui.

Desafortunadamente, la mayoría de estos lugares han sido casi completamente destruidos debido a su uso para la fabricación de ladrillos; solo queda un ejemplo de estos, una enorme tola que está ubicada a 2 cuadras al noroeste de la Plaza central de Caranqui. Otro indicio de la antigüedad de Caranqui es la presencia de una construcción incaica grande, preservada en propiedad privado de la Familia Flores, ubicada justo al este de la Iglesia Católica El Señor del Amor. Esta es una estructura rectangular, de estilo imperial rústico con hornacinas trapezoidales en las paredes interiores, ha sido conocida por los residentes locales como el Palacio de Atahualpa, pero es más probable que se utilizaba como un cuartel del ejército Inca.

El “Baño del Inca,” o “templo de agua” mostrando los canales para el ingreso del agua en el lado este de la estructura; el hueco grande anotado en el piso en la mitad norte de la estructura creemos fue hecho durante la época colonial temprano cuando el sitio fue huaqueado.

El soldado-cronista español Pedro Cieza de León pasó por esta zona en 1546, proporciona el único relato que atestigua sobre el sitio Inca-Caranqui, antes de que sea perdido de la memoria histórica. En su cuaderno de viaje, se menciona de manera especial de “un estanque hecho de piedra muy fina” en una plaza pequeña, la cual fue construida como los otros palacios y moradas de los Ingas encontrados allí. “hechos de grandes piedras soberbias y muy sutilmente asentadas sin mezcla alguna, que poco se ve.” También informa que “antiguamente” había en el sitio un templo del sol del tiempo de los Ingas “lleno de grandes vasijas de oro y plata y otras riquezas” en donde había más de 200 doncellas muy hermosas (las acllakuna). Se anota, adicionalmente, que los Incas mantuvieron en el sitio “sus guarniciones ordinarias con sus capitanes” las cuales estaban allí “para resistir a quienes se sublevasen” En conclusión, Cieza declara que “aunque esta esto todo muy arruinado, se ve que fue algo muy significante en la antigüedad”

Terrazas agrícolas de Pimampiro

Las terrazas agrícolas de Pimampiro se encuentran en una pequeña meseta al oriente del puente del río Chota, en la vía panamericana norte. Son el testimonio de una obra compleja en la que consiguieron salvar pronunciadas pendientes con el fin de ampliar el espacio agrícola. No tiene un patrón definido en cuanto a su ordenamiento vertical, tienen varias dimensiones y forma desorganizada de acuerdo a la topografía del terreno, Se hallan terrazas de 11 m. de ancho y hasta de 3 y 4 m.

Fueron construidas modificando la pendiente de la colina llamada El Cebadal, para obtener espacios horizontales, amplios y destinarlos al cultivo. Entre grada y grada el desnivel puede llegar a medir un metro. Esta conformado por muros de cangagua o acumulamiento de tierra en los bordes.

Este tipo de obra se encuadra en la producción agrícola intensiva que realizaron los pueblos prehispánicos de la sierra norte. Las terrazas permitieron proteger el cultivo y contrarrestar la erosión, también se ha sugerido que facilitaron el uso adecuado del agua, evitaban las heladas y permitían diversos cultivos.

Los vestigios de esta naturaleza superan las 2.000 hectáreas en la sierra norte, el cerro el Cebadal es tan solo uno de los 47 sitios registrados en los estudios de Pierre Gondard.

Se cree que estas estructuras pertenecieron al pueblo Caranqui, se mantuvo su uso durante el incario e inclusive se mantienen sembríos en la actualidad.

Plataforma de la hacienda “La Mesa”

La Plataforma de la Hacienda la Meza se encuentra ubicada en la hacienda del mismo nombre. Estos vestigios arqueológicos se localizan a 10 km. de distancia desde el centro poblado de Pimampiro, Imbabura.

Esta plataforma se encuentra en la planicie de la Hacienda mencionada y es mejor conocida con el nombre de Usurco (monte del oso). Presenta una estructura de forma rectangular de 31 m x 6 m recubierta con lozas de 2.5 x 0.5 x 7 cm. de grosor. La plataforma lítica tiene piedras labradas que evidencian motivos zoomorfos. Sobre un terreno plano se recubrió una superficie de lozas de 2.50 m. de largo por 0.50 m. de ancho y 7 cm. de espesor. Cada piedra está muy bien labrada y asentada directamente en el suelo sin ningún material de unión. Cuatro de ellas poseen altos relieves que representan una serpiente bicéfala y un animal que podría ser un mono aunque el hocico no corresponde a éste.

 

Muchas de las piedras de la plataforma del sector poseen motivos zoomorfos y antropomorfos que han sido asignados como pertenecientes al período de Integración (800 d.C.). Por su ubicación parece que fue considerada una vía de ingreso a la Amazonía a través del valle de Quijos, lo que sugiere, un comercio interregional. Además en la hacienda la Meza también se han encontrado cerámicas con procedencia de varias culturas de la Sierra y Amazonía, lo que sustenta esta hipótesis.

 

Se le ha dado a la plataforma un probable uso ceremonial. Según el arqueólogo Pedro Porras, la estructura pudo haber sido parte de un templo destruido en la época inca o colonial, que iba a ser destinada para secadero de hojas de coca. Los motivos en altorrelieve de las piedras que sugieren la práctica de ritos relacionados con divinidades provenientes de la naturaleza, no significan que se deba descartar la opción del espacio utilizado como secadero.

 

Dirigiéndose por la Panamericana Norte en el sector El Juncal se encuentra la vía que permite acceder al Cantón Pimampiro, desde Pimampiro puede tomar una camioneta que lo llevará en un tiempo estimado de 1 hora 30 min. a la Plataforma de la Hacienda la Meza.

 

Camellones de la hacienda “La Vega”

En la Parroquia de San Pablo, provincia de Ibarra, a 5 kilómetros del lago San Pablo encontramos otro sitio de interés arqueológico del Ecuador, los camellones de la Hacienda La Vega.

La zona arqueológica se halla en las riberas del río San Pablo y está constituida principalmente por camellones o plataformas de tierra, conocidas por la gente del lugar con el término de "ingahuachos" los mismos que los españoles nombraron a su llegada como camellones: montículos de modificación intencional con finalidades agrícolas.

 

Se ha considerado que los camellones fueron construidos para permitir realizar cultivos protegidos del daño de la anegación del agua y facilitar el escurrimiento del exceso de la misma. Se deduce que se trató de un método de agricultura intensiva aplicado en una época en la que fue necesario expandir la frontera agrícola por razones demográficas.

 

El ordenamiento de camellones de la Hacienda la Vega tiene la configuración de damero y en uno de los conjuntos se observa una plataforma con tronco piramidal y rampa de acceso. La elaboración de estas plataformas se realizó a través de acumulamientos de tierra con la finalidad de obtener una superficie elevada para realizar cultivos y se supone que ocasionalmente sirvieron también como espacios habitacionales o rituales.

 

En cada plataforma corre paralelo un canal o zanja, a través del cual se escurría el exceso de agua lluvia. Sus dimensiones son variadas, entre zanja y zanja existe de 3 a 7.5 m. de ancho, la altura puede llegar a 80 cm. y la longitud puede llegar a medir 450 m.

 

Cerca del lugar usted puede disfrutar de los atractivos naturales del lago San Pablo y la población de Ilumán, dedicada a la confección de sombreros y artesanías. Además usted puede visitar a menos de 30 minutos la ciudad de Otavalo, centro artesanal de la serranía ecuatoriana. También puede conocer la población de San Antonio de Ibarra especializada en el tallado de madera, o realizar igualmente un viaje corto a Cotacachi, población dedicada a la confección de artículos de cuero, y conocer la cascada de Peguche o la laguna de Cuicocha.

 

La Hacienda La Vega se localiza a corta distancia de la ciudad de Ibarra, exactamente en la parroquia San Pablo de Lago, en el sector conocido como La Rinconada. 

Las Tolas de Zuleta

Las tolas de Zuleta están ubicadas en la provincia de Imbabura, a 30 minutos de la ciudad de Ibarra. Estos montículos artificiales de tierra forman parte de la Hacienda Zuleta construida a fines del siglo XVI.

se localiza a dos horas de Quito, capital del Ecuador y comprende un espacio de 2000 hectáreas, que pertenecen a la familia del ex presidente Galo Plaza Lasso desde hace más de cien años.

 

La característica de la arqueología de Zuleta son los campos elevados o tolas. Son característicos en grandes llanuras con poco drenaje y asociados a tolas cuadrilaterales con rampa. La asociación de las chacras elevadas y los sitios con las tolas, sugiere según Gondard y Lopez, que los camellones fueron usados durante el periodo pre inca tardío. Estos camellones, tolas y elevaciones habrían permitido una cosecha doble y estiman que estos campo elevados pudieron mantener a unas 700 personas por kilómetro cuadrado, ya que estas mantienen una temperatura en la superficie mas alta que las chacras situadas en terrenos bajos.

 

El espacio arqueológico de Zuleta está constituido por un conjunto de montículos artificiales o tolas y varias pirámides truncadas. En toda la hacienda existen 148 tolas y 13 plataformas con rampa de acceso. La pirámide más grande tiene 90 x 90 m. en su base, 30 m. de altura y una rampa de 210 m. Los montículos son generalmente de forma circular y algunos ovalados.

 

Estos montículos artificiales se construyeron mediante acumulamiento de tierra y tienen una técnica constructiva en la que se utilizaron paredes escalonadas de cangagua a los cuatro costados. La cangagua se la extrae en bloques y puede ser tallada fácilmente. Se sabe además que en el interior de las paredes se acumulaba tierra en grandes volúmenes hasta alcanzar la altura deseada.

 

Las tolas hemisféricas por lo general se hallan levantadas sobre sepulturas, las de forma alargada u oval sirvieron como base para la construcción de viviendas y las plataformas truncadas fueron residencia de personajes de prestigio o alto rango y también fueron utilizadas para actividades ceremoniales. Esta zona se ubica en el período de integración, conformado por varios cacicazgos como los de Caranqui, Cochasquí y Cayambe.

 

Zuleta brinda a los huéspedes una variedad de actividades y lugares para visitar. Dentro de la hacienda Zuleta usted puede realizar cabalgatas, también puede escoger paseos en carreta, bicicleta o caminatas por distintos senderos turísticos, además puede visitar y conocer ordeños, campos cultivados, paisajes de altura o la apacible vida de la comunidad de Zuleta. Pueden también visitar el proyecto Cóndor Huasi que trabaja en la rehabilitación del majestuoso Cóndor Andino.

 

La Hacienda Zuleta está ubicada en las montañas Andinas al Norte del Ecuador, exactamente a 110 KM al norte de Quito. Tome en cuenta que el viaje hacia la Hacienda Zuleta desde Quito puede durar 2 horas.

Puntiachil

Puntiachil se localiza en el cantón Cayambe, en la zona urbana de la ciudad del mismo nombre en la provincia de Pichincha. Puntiachil es un espacio arqueológico conocido desde las descripciones y dibujos de Antonio de Ulloa, en el siglo XVII.

Estas edificaciones precolombinas de las que nos habla Ulloa, forman parte del la ciudad actual de Cayambe. En el presente es poco lo que se conserva del espacio arqueológico de Puntiachil, pero por las referencias históricas se conoce que estuvo conformado por pirámides truncadas, tolas, camellones y terrazas agrícolas. Ha sido considerado como un espacio habitacional, ceremonial y de producción agrícola.

 

Por descripciones y textos, especialmente de Ulloa, miembro de la Misión Geodésica, se conoce que hasta 1736 existía en Puntiachil un gran cilindro de adobe que al proyectar su sombra permitía conocer fenómenos astronómicos, como los equinoccios y solsticios. En la actualidad ha desaparecido, resultado de saqueos, efectos climáticos y el uso de sus paredes para la elaboración de adoquines y ladrillos. En aquella época, 1740, cuenta Ulloa que al pasar por el pueblo de Cayambe identificó un templo o adoratorio hecho de adobes, ubicado sobre un montículo de tierra no muy alto y con una figura perfectamente circular. Ulloa narra también que su diámetro era de ocho tuesas que hacen de 18 a 20 varas con corta diferencia es decir, la figura circular tenía un diámetro de entre 14 a 16 metros, además tenía 60 varas de circuito, es decir, 50 metros.

 

De este relato histórico se puede inferir que aquel espacio arqueológico, de forma cilíndrica y probablemente de cangagua, se hallaba en la cima de una plataforma artificial, que Ulloa la denomina “montecillo”. Esta construcción perteneció al período de integración (800 d.C. hasta 1500 d.C.); se atribuye como obra de los Caranquis, sin embargo no hay duda de que se trata también de un espacio histórico y cultural de los Cayambis.

 

Los datos nos conducen a relacionar en primer lugar esta narración con el pueblo Caranqui por las tolas asociadas a pirámides truncadas de forma cuadrangular, con o sin rampa de acceso, características de este pueblo. Estas últimas estructuras, por su dimensión y fuerza de trabajo, fueron centros de poder político de los caciques o señores étnicos, mientras que los montículos circulares fueron en la mayoría de los casos monumentos funerarios y los rectangulares, fueron base de viviendas.

 

Puntiachil, en el contexto que acabamos de reseñar, es uno de tantos sitios de ocupación de los antiguos habitantes del Ecuador, lamentablemente destruido por la expansión urbana de la ciudad y la actividad económica de los ladrilleros, que desde hace más de treinta años, utilizan la tierra de las tolas y pirámides. De este asentamiento, que también debió estar conformado por dos o tres pirámides truncadas, lo único que se conserva es parte de una de ellas, ubicada al oriente del cementerio de la ciudad. Por tratarse de propiedad privada, está restringida la visita.

 

El cantón Cayambe es conocido por ser uno de los centros más importantes en la producción de flores a nivel mundial. También son famosos sus manjares, el queso de hoja, bizcochos y diferentes bocaditos que solo se los encuentra en aquí. Así que si visita este sitio arqueológico no olvide degustar estas delicias.

El Parque Arqueológico de Investigación “Cochasquí” es una de las evidencias más importantes de la civilización pre-inca de la provincia de Pichincha y su patrón de asentamiento es diferente a los conocidos en Mezo América y Los Andes.

El complejo Cochasqui, ubicado en la parroquia Tocachi, cantón Pedro Moncayo, provincia de Pichincha, cuenta con 15 pirámides, 21 montículos funerarios, cuatro museos de sitio, 83,9 hectáreas de área arqueológica preservada y conserva una serie de estudios históricos, arqueológicos, antropológicos, etnográficos y arquitectónicos,  que representan la evidencia para resaltar el valor de la cultura Quitu-Cara.

 

Varias investigaciones llevan a creer que Cochasquí, como otros centros arqueológicos, son fiel evidencia de la cultura Quitu-Cara, una desarrollada organización social, tecnológica y científica que habitó una vasta región desde la Costa hasta la Amazonía y desde el norte de la provincia de Pichincha, hasta la región sur de Colombia.

En Cochasquí se maneja la hipótesis de una construcción Quitu-Cara, que pertenece al período de Integración de la prehistórica de 500 a 1.500 años d.C. Cochasquí I de 950 – 1.250 y Cochasquí II de 1.250 – 1.550 d.C.

En 1.933, el arqueólogo alemán Max Uhle desarrolló estudios y excavaciones y como conclusión e hipótesis dijo que las pirámides fueron sitios ceremoniales-rituales, ya que en una de ellas, encontró 556 cráneos.

Para 1.964, científicos alemanes de la Universidad de Bonn, realizaron estudios y excavaciones en las pirámides y en los montículos funerarios, los resultados confirmaron que Cochasquí fue un sitio habitacional, sin descartar lo ceremonial-ritual, porque sobre las pirámides estaban construidas habitaciones en forma circular (bohíos) para los gobernantes y unas plataformas de barro cocido, denominadas pisos de las casas; así mismo, lograron determinar la forma estructural de las pirámides.

Valentín Yurevitch, astrónomo ruso, en 1986, ejecutó estudios de arqueo-astronomía y en sus conclusiones se registran bajo el título “Posible significación astronómica”, afirmó que Cochasquí era un sitio ideal para observar los astros y las constelaciones que influyen en la Tierra.

Actualmente, el Parque cuenta con un museo arqueológico de sitio, dos museos etnográficos, un jardín etno-botánico y un museo didáctico que expone instrumentos musicales, armas y elementos de juego.

Las pirámides tienen como elemento constructivo predominante la cangahua. En la conformación urbanística, la orientación de los monumentos no guarda un orden predeterminado. El volumen corresponde a una escala mayor que destaca el carácter y la fusión de las pirámides con relación a sus entornos naturales y astronómicos.

La imponencia y majestuosidad del conjunto denota el desarrollo tecnológico-científico de la cultura pre-incásica que se asentó con esta región. Los museos cuentan con muestras de importancia etnográfica y para recrear un ambiente autóctono de las viviendas prehispánicas, el Museo Arqueológico tiene piezas de cerámica, lítica y obsidiana, en una construcción de cangahua, carrizo, paja de páramo, madera y otros

Cochasquí, según la lengua tsafiqui, que utiliza la etnia Tsáchila, significa “agua del frente de la mitad”, se muestra como un punto de visita todo el año, pero de manera especial en marzo, cuando se celebra la Mushuk Nina o Año Nuevo andino que marca el inicio del tiempo de cosecha.

El complejo está ubicado a 3.100 metros sobre el nivel del mar, tiene una visibilidad de 240 grados que facilita divisar cerros y nevados, como el Pambamarca, Pichincha, Puntas y Cayambe. Los  monumentos arqueológicos se integran al entorno natural por sus materiales y distribución urbano-arquitectónica.

Las zonas aledañas al parque Arqueológico Cochasquí también son apropiadas para practicar deportes de aventura, avistamiento de aves o visitar atractivos naturales como los espejos de agua de la laguna de Mojanda.

Además, se puede disfrutar de platos tradicionales como choclo con queso y habas, colada de quinua, la mashua, el dulce de zambo, las tortillas de maíz en tiesto y bebidas como el chahuarmisque y el guarango.

Glosario

Cochasquí: palabra de raíz Cara. Cochas: agua, lago. Qui: sitio de la mitad.

Cangahua: toba volcánica sin la consistencia de la piedra ni la maleabilidad de la tierra.

Carrizo: bambú de la altura, caña de los Andes.

Quitu-Cara: cultura pre-incásica del periodo de Integración del 500 al 1500 a d.C.

Pirámide trunca: tola de planta cuadrangular.

Montículo: tola de planta circular

QUILAGO

El fraile dominico español Fernando Montesinos, arzobispo de Potosí y cronista de Indias, nos relata en sus “Memorias Antiguas Historiales del Perú” la historia de la princesa cayambi Quilago, Señora de Cochasqui. Según el clérigo, después de la difícil pero victoriosa campaña inca al sur y centro de la Sierra del Chinchaysuyo, iniciada por Túpac Yupanqui en 1450, le corresponde a su hijo y sucesor Huaina Cápac la parte más dura de la guerra, o sea la conquista de las fértiles tierras norteñas de los Cayambis, donde encuentra una tenaz y organizada resistencia de los poderosos y ricos señoríos de la región. Los guerreros cayambis, en alianza con sus vecinos caranquis y el apoyo de malchinguíes, cochasquíes, además de pastos y quillasingas del Norte, se encontraban preparados para la guerra.

La zona de Cochasquí, de ascendiente cayambi, estaba gobernada por la princesa Quilago, quien se había fortificado en los bancos al norte del río Quispe (Pisque), lista a detener el avance de las tropas incas. Entre escaramuzas, batallas y negociaciones, durante dos años, Quilago y sus aguerridos guerreros, apoyados por el unificado señorío de Cayambi, detienen al invasor.

Finalmente Huaina Cápac sitia a los defensores de Cochasquí que resisten heroicamente. Los soldados incas, alertados por sus espías, descubren el punto débil de la fortaleza principal. Ataca el Sapa Inca quien, luego de dura lucha, rompe una gran roca que defendía uno de los flancos, obligando a los guerreros que la defendían a salir y presentar batalla campal. El mayor número de efectivos, más su superior preparación militar, deciden la batalla a favor de los cuzqueños. Quilago es detenida, tratada de acuerdo a su rango y luego, a cambio de un rescate de oro y joyas, devuelta al palacio de Cochasquí, pero en calidad de prisionera del Imperio.

La leyenda nos relata que ella, a pesar de ser prisionera y del buen trato que le dispensó el Inca, nunca olvidó a sus compatriotas; por ello en confabulación con el Señor de Cayambi, refugiado con el grueso de su ejército después de varias derrotas en la zona Caranqui, urdió una trampa para el Hijo del Sol, Huaina Cápac. En efecto, conocedora de la atracción que el Inca siente por ella, lo invita a una recepción en su palacio, donde lo intenta seducir con un erótico baile, en el transcurso del cuál haría caer en un pozo camuflado al Señor del Tawantinsuyo. Suponía que sin el Inca, como general en jefe del ejército, los sureños no reaccionarían rápido, y ante la confusión generada, las tropas cayambis atacarían exitosamente al desmoralizado ejército quechua.

El servicio de espías inca descubre el plan. Quilago y su corte son arrojados al pozo, muriendo en el acto, y estalla una insurrección generalizada en las zonas Cayambi-Caranquis ocupadas por los extranjeros, que mueren a centenares en los campos de batalla. El Sapa Inca trae refuerzos del Sur y, en maniobra de tenaza, ataca primero a los aliados de los Caranquis por el Norte: Pastos y Quillasingas son derrotados, lo que precipita la batalla final. Desde el norte y el sur, los efectivos incaicos atacan la fortaleza de Caranqui y, en maniobra de distracción, obligan a los guerreros cayambis a salir hacia el lago de Yaguarcocha, donde son ultimados casi en su totalidad.

Hasta aquí el relato legendario. Quilago es un personaje bastante curioso. Su leyenda está presente en unos manuscritos que Montesinos adquiere en 1637 en la ciudad de Lima, punto obligado del itinerario que realiza por el Virreinato del Perú entre 1634 y 1644. Ciento cincuenta años después de acontecidos los hechos, el dominico es uno de los cronistas más cuestionados por la poca veracidad de sus fuentes, y el prurito de hacer hasta lo imposible por ser reconocido por sus grandes dotes como clérigo y escritor.

Pucará Quito Loma

El sitio arqueológico de Quitoloma está localizado en la provincia de Pichincha, cantón Cayambe. Se circunscribe dentro de la parroquia de Cangagua a una altitud de 3780 metros.

Quitoloma Pucará es una construcción militar. La palabra se deriva del quechua (Perú) con la que los incas nombraban a una fortaleza o castillo. Los pucaráes en Ecuador están situados en la parte superior de lomas y cerros, y distribuidos a lo largo de toda la sierra andina. Se denominan también churos, ya que las fosas son de esta forma, desde su cima se obtiene amplia visibilidad del entorno para el control de los movimientos de tropas o movimientos comerciales.

 

El pucará de Quitoloma es considerado el más grande de la Sierra norte y pertenece a un gran complejo de varias fortalezas, llamado Pambamarca. Este pucará, cerca de la población de Cangagua, se halla en la cima de la colina desde la cual se divisa un extenso panorama en los cuatro puntos cardinales, incluida la capital, Quito. Las construcciones cubren una superficie de 20 mil metros cuadrados y constituyen la estructura defensiva más importante descubierta en el país.

 

La estructura de Quitoloma está caracterizada por espacios horizontales cercados alrededor de una pirámide ubicada en el noreste. Alrededor de esta pirámide, se distribuyen dos churos. Además se considera que en el lugar existió una zona con más de 80 recintos habitacionales. Dos fueron excavados por el Museo del Banco Central del Ecuador, y debido a que se encontraron objetos utilitarios, se comprobó que se trataban de estructuras habitacionales.

 

En cuanto a la técnica constructiva y los materiales, la forma del pucará necesitó primero una modificación de la colina para lograr terrazas y espacios interiores de diferentes niveles. Se construyeron posteriormente fosos defensivos y juntos a ellos muros de pirca, unidos con materiales como la argamasa de tierra obtenida de la misma zona.

 

Según algunos autores, es una construcción pre inca que servía como punto estratégico de vigilancia del cacicazgo Cayambi-Caranqui. Pero, autores y arqueólogos extranjeros principalmente, prefieren considerarlo como una construcción inca. Es por esta disyuntiva que se manejan dos teorías con respecto a su funcionalidad: a) fueron construidas por los incas para apoyar la campaña bélica de sus ejércitos en contra de los habitantes de la sierra norte del actual Ecuador, que representaron el grupo de resistencia más fuerte; b) fueron construidas por las etnias locales para defenderse de la conquista inca.

 

No se ha llegado a un acuerdo con respecto a sus ocupantes. Las primeras noticias de este complejo vienen de la misión geodésica francesa, que estableció en el Pambamarca uno de los puntos topográficos para la medición del arco del meridiano.

Aldea Formativa de Cotocollao

La cultura Cotocollao, considerada como una ocupación del periodo formativo, se asentó en la provincia de Pichincha, cantón Quito, en la parroquia actual que lleva su mismo nombre: Cotocollao.

Este asentamiento humano habitó una planicie de relieve, rodeada por una laguna de origen glacial que desapareció en los primeros años de la “fundación” española de Quito. En una superficie de 26 hectáreas, se asentó este poblado, distribuido en pequeñas casas de 5 metros de ancho por 8 metros de largo que se levantaron indistintamente en el área, buscando únicamente la cercanía al cementerio que probablemente era lugar de culto y veneración.

 

El cementerio descubierto en la aldea, en la primera etapa de ocupación (1500 a 1100 a.C.), estuvo conformado por enterramientos individuales así como en fosas circulares, en la que cada difunto estaba acompañado por ofrendas. En la segunda etapa u ocupación tardía (1100 a 500 A.C.), el rasgo funerario más importante fue el cementerio de tipo colectivo.

 

Se considera que la cultura Cotocollao desapareció por una erupción del Volcán Pichincha. El sitio es el primer asentamiento aldeano descubierto en el callejón interandino y es considerado como la primera población de Quito, por lo que podemos decir con toda certeza que la ciudad fue fundada por los indígenas cotocollaos hace mas de 2500 años, cuando grupos de agricultores y artesanos cotocollaos se asentaron en las faldas del Pichincha, en las laderas de la actual ciudad de Quito.

 

Los cotocollaos desarrollaron la agricultura gracias al clima favorable, las temperaturas constantes, las lluvias moderadas y los suelos fértiles, así como la presencia de dos lagunas. Tenían también una cultura muy artesanal y hacían figuras y cerámicas muy finas. Esta cultura sedentaria y agrícola se dedicó principalmente a la siembra del maíz, fréjol quinua, papa, ocas y chocho. Su dieta también incluía carne obtenida de la caza de venados, conejo, camélidos y aves silvestres.

 

Por intercambio con los habitantes de zonas más cálidas, utilizaban ya el algodón con el cual fabricaron prendas de vestir. Además, sus recipientes de uso doméstico y ceremonial eran de cerámica. Se caracterizaron por usar en su elaboración la piedra pulida, lo que los define cómo únicos en este género en la arqueología ecuatoriana. Desarrollaron variadas técnicas para trabajar esta cerámica, en cuyos rasgos decorativos demostraron una gran variedad y sensibilidad artística.

 

La primitiva población indígena de Cotocollao, fue inicialmente una parroquia rural de Quito, pero fue absorbida por el crecimiento de la ciudad moderna y hoy se ha convertido en una parroquia urbana de la capital. Si desea conocer el Museo de Sitio de Cotocollao este está ubicado en la calle Santa Teresa N70-121 y Loyola, en el barrio de Cotocollao, al que puede llegar desde la zona centro de Quito tomando el Metro Bus a la estación la Ofelia y desde este punto el alimentador Cotocollao.

Pucará de Rumicucho

El Pucará de Rumicucho es un sitio arqueológico ecuatoriano ubicado en la parroquia de San Antonio, en el cantón deDistrito Metropolitano de Quito, en la provincia de Pichincha.1 Posee una extensión de casi 3 ha construida sobre una colina cercana al lugar en que la Misión Geodésica Francesa fijó la mitad del mundo.2 Fue construida por los incas entre los años 1480 y 1500 para fines militares aunque por la distribución de su espacio arquitectónico pudo haber servido también para los asuntos religiosos, sin embargo se han hallado materiales que revelan la ocupación anterior y simultánea de pobladores locales como los panzaleos quitus, caranquis y cuasmal.

El nombre del pucará deriva de dos voces quechuas: "Rumi" (Piedra) y "Cucho" (rincón), al concatenar las voces se obtiene "Rumicucho" que quiere decir "rincón de piedra"; aunque antiguamente se denominaba Lulumbamba de "Lulum" (fertíl) y "Bamba" o "Pampa" (llanura) lo que significa "llanura fértil"

Cumplía diversas funciones como militar, religiosa y de control migratorio, aunque de todas ellas la más importante fue la primera. Luego de las conquistas de las zonas circundantes los incas construyeron este pucará como una forma de consolidar sus posiciones, los investigadores y arqueolos deducen que Rumicucho cumplían la función militar no solo por la ubicación estratégica en que se encontraba el pucará sino también por la forma arquitectónica es decir por la distribución de los espacios y los objetos hallados. En cuanto a la función religiosa es notoria la forma arquitectónica de la tercera terraza y como observación de los cerros La Marca y el Cayambe, colinas que están dispuestas horizontalmente en dirección este-oeste que en el equinoccio el sol recorre en esa dirección y teniendo en cuenta que elpucará se halla a poca distancia de la mitad del mundo, por lo que se deduce que Rumicucho fue también un lugar de adoración al inti y un observatorio astronómico.3 4 Además servía como puesto de control entre Quito y los pueblos del norte, los incas controlaban la entrada y salida de Quito a través de Rumicucho.

Rumicucho pertenece al estilo arquitectónico mixto (combinación de los estilos arquitectónicos incaicos con los estilos arquitectónicos locales), es de tipo pirka o rústico y corresponde a la fase imperial o de la expansión.[cita requerida] Tiene alrededor de 380 m de largo por 75 m de ancho, conformado por 5 terrazas siguiendo la forma piramidal de la colina.2

Estas terrazas poseen diferentes formas (rectangulares, cuadrangulares y circulares) y diferentes tamaños. La forma distribuida del pucará es alargada en dirección norte-sur. La distribución de los espacios es como sigue:4

Primera terraza: Lugar ritual y consumo de alimentos.

Segunda terraza: Lugar ritual y consumo de alimentos.

Tercera terraza: Zona ceremonial.

Cuarta terraza: Desconocido.

Quinta terraza: Zona doméstica y residencial

Espacios laterales: Zona doméstica y residencial

Entre los objetos hallados figuran de procedencia incaica y de las culturas locales, entre los que destacan:3

Objetos de piedra: armas como boleadores usados como flecha y piedras de honda.

Objetos de madera

Objetos de terracota: cerámica

Objetos de hueso

Rumipamba

Un espacio ancestral que data del año 1500 a.C. al 1500 d.C. se muestra en medio del Parque Ecológico Rumipamba. Este complejo se ubica al oeste de la capital del Ecuador, Quito, exactamente en la avenida Occidental y Mariana de Jesús.

En este Museo Arqueológico y Natural se encuentran las evidencias de la cultura Quitu, y de culturas aún más antiguas de la historia aborigen del Ecuador que habitaron Rumipamba de manera discontinua a lo largo de la historia.

 

Rumipamba, palabra quichwa que significa pampa o «planicie de la piedra», es un museo in situ cuyos vestigios corresponden a diversos periodos arqueológicos, entre los que están: restos del periodo denominado Formativo Tardío, desde 1500 a.C. al 500 a.C. estudiado por la evidencia de restos cerámicos de esta datación; existen vestigios del periodo posterior denominado de “Desarrollo Regional”, desde el 500 a.C. al 500 d.C., caracterizado por la presencia de tumbas y asociado a fragmentos de platos trípodes perforados y variedad de cerámicas encontradas en el sitio.

 

La evidencia del período de Integración, desde el 500 d.C. a 1500 d.C., está compuesta por restos de aldeas y viviendas construidas en barro y techumbre de paja, las mismas que se construyeron rodeadas por muros de piedra. De este período hay también evidencia de tumbas poco profundas, ubicadas muy cerca de las estructuras habitacionales antes mencionadas. Estas estructuras funerarias constan de ajuares cerámicos que nos dan indicios de sus costumbres rituales relacionadas con la muerte. Finalmente, del último periodo precolonial se pueden apreciar paredes incas. También existen coluncos, senderos cavados por los habitantes Yumbos de esta zona durante siglos antes de la conquista española, y que eran usados para atravesar los Andes y llegar a la Costa.

 

Seguramente, la ocupación de este lugar no fue continua. Debió haberse interrumpido por las erupciones volcánicas, especialmente las del Pululahua y las del Guagua Pichincha. Estos y otros datos aún están en investigación. Las excavaciones arqueológicas están en progreso y el visitante puede observar como se realiza el trabajo de campo del investigador.

 

El Parque Arqueológico y Ecológico Rumipamaba cubre un área de 32 hectáreas donde se ha encontrado, a partir del año 2001, gran cantidad de evidencias arqueológicas anteriores a la conquista española, especialmente de carácter arquitectónico. El espacio arqueológico se encuentra atravesado por la quebrada del mismo nombre que se origina en los flancos occidentales del volcán Pichincha. En medio de este exuberante paisaje podemos visitar y observar los sitios de excavación y restauración de la cerámica, uno de los elementos que más abunda en el sitio.

La Florida

El Museo de Sitio La Florida es un cementerio o Necrópolis de los antiguos pobladores del valle de Quito. Es un pequeño pero valioso Museo de Sitio, construido en el lugar mismo de los hallazgos arqueológicos.

La Florida muestra una arquitectura funeraria formada por varias tumbas que tienen forma de pozos profundos con cámara central. Fueron construidas entre los años 200 d.C y 680 d.C 

El pensamiento funerario de los antiguos pobladores del valle de Quito se caracterizó por la idea de una vida después de la muerte. Esto se lo puede ver en los ricos y bellos ajuares con los que enterraban a sus muertos. Los decorados con concha spondylus, los diseños simbólicos en las cerámicas de los entierros y los finos trabajos de metal en los adornos de los muertos, hacen pensar que los difuntos eran el vínculo entre los dioses y los familiares vivos.

El visitante puede observar las tumbas y recorrer la exposición de objetos funerarios hallados en el Sitio.

El Panecillo

Tan ancestral como los pueblos que se han asentado sucesivamente en sus alrededores, la colina de El Panecillo divide su historia en tres grandes momentos: la época quitu-inca, la colonial y la moderna.

Época aborigen y colonia

Quito, óleo del pintor Rafael Salas que muestra la ciudad del siglo XIX, con la colina de El Panecillo como su telón de fondo.

A su llegada a Quitu, los españoles no encontraron más que cenizas de lo que fue la segunda capital del Tahuantinsuyo; sin embargo también notaron que la colina, conocida como Shungoloma era un lugar estratégico en el valle del Pichincha, por lo que asentaron la ciudad españolizada deQuito junto a la colina y bautizaron a esta peculiar elevación con el nombre de "Panecillo" por su parecido con un pan pequeño.

Algunas teorías sin mayor fundamento documental sostienen que en el cerro había un templo dedicado al Sol, pero no hay vestigio alguno en el lugar que las confirme.

Durante toda la época colonial el Panecillo marcó el fin de la ciudad por el extremo sur, y por ello los viajeros que llegaban desde ciudades como Ambato, Guayaquil, Latacunga, Lima o Cuencasabían, al divisarlo, que su llegada a Quito era cuestión de un par de horas nada más. El cerro tenía una parte boscosa, en especial en el costado sur.

La Virgen de Quito

Artículo principal: Virgen de El Panecillo

La Virgen de Quito

Placa cerca de la entrada del edificio del monumento

Compuesta por siete mil piezas diferentes, esta es la mayor representación de aluminio en todo el mundo. La obra, inaugurada el 28 de marzo de 1975, es una réplica de la escultura de 30 centímetros realizada en el siglo XVIII por el escultor quiteño Bernardo de Legarda, la misma que reposa en el altar mayor de la iglesia de San Francisco, y que está considerada como la obra cumbre de la escultura de laescuela quiteña colonial.

La escultura representa a la Virgen María tal como se la describe en el libro bíblico del Apocalipsis: una mujer con alas, una cadena que apresa a la serpiente que tiene bajo sus pies y que representa a la bestia del 666. Es por ello que además de los nombres de Virgen de Quito ó Virgen de Legarda (por el escultor de la obra original), esta estatua también es llamada Virgen del Apocalipsis.

La escultura reposa sobre un edificio base de cuatro niveles, construido en hormigón y revestido de piedra volcánica; dentro se puede recorrer un pequeño museo en el que se relata la historia del milenario cerro y de la construcción de la escultura. Además, accediendo por este museo se puede llegar a un mirador ubicado en los pies mismos de la Virgen, desde el cual se tiene una privilegiada vista de 180 grados de la ciudad de Quito.

En su base de hormigón se encuentra una placa nombrada "La Mujer de la Apocalipsis (Cap 12)" escrita por el Padre Jesús Rigoberto Correa Vázquez la cual dice: "¿Quién es esta mujer, de sol vestida, reina, de doce estrellas coronada, portentosa señal, airosa, alada, que al firmamento se remonta erguida? ¿Quién es esta mujer engrandecida, que a sus plantas la luna ve postrada, mantiene a la serpiente encadenada y entre todas es la única escogida? Es María, la Virgen, la esperanza mostrada, en el edén, a cielo y tierra, en quien Dios se encarnó y entró en la historia. Es la Madre de Dios, flor de la alianza, la mujer fuerte que al infierno aterra, la esclava del Señor, la asunta a gloria."

 

 

 TULIPE y la cultura yumbo

 

Historia de la civilización de los Yumbos

La civilización Yumbo, (800 después de Cristo hasta la conquista española alrededor de 1660) anterior a la de los incas. Los Yumbos fueron un pueblo amante de la paz, autónomo, independiente, personas maduras y abiertas a las relaciones exteriores.

Los incas trataron de conquistar a los Yumbos entre 1520 y 1534, pero los juzgaron por ser "gente desnuda" y pobres, retirándose a Quito. Los Yumbos finalmente aceptaron la dominación española.

La civilización de los Yumbos al parecer fueron aniquilados por las epidemias introducidas por los invasores europeos (15.000 murieron entre 1560 y 1570), las guerras locales y la erupción del Pichincha, en particular la de 1660 que cubrió Tulipe entre 20-25 cm. (8 - 10 pulgadas) de ceniza volcánica.

 

Los Yumbos fueron principalmente un pueblo agrícola y de comercio, que también cazaban y elaboraban artesanías. Los Yumbos cultivaban plátanos, aguacates, piñas, lúcuma, miel, palmito, frutas cítricas, guayabas, y criaban animales como pecaríes, pavos, guatusa, el pescado. Ornamentales, rituales o plantas medicinales, tales como las orquídeas y la coca, fueron cultivados en terrazas.

 

Los Yumbos intercambiaban el maíz, yuca, chile, coca, papas dulces, frutas, maní, coco, la sal, el caucho, el algodón, el incienso y las plantas curativas, a cambio de obsidiana, conchas y pieles de animales sagrados como el spondylus princeps (un molusco bivalvo) y la madre de la perla.

Los estudios indican que tanto la sal y el oro formaban parte de los recursos de los Yumbos, aunque es incierto si este último fue extraído de fuentes locales o fue resultado del intercambio. Los españoles colectaban de los Yumbos cobijas de algodón con diseños distintivos, camisas, chales, bufandas y bolas de hilo. Esto fue un estímulo para que Quito se convirtiera en el centro de la industria textil de sur América.

La red comercial Yumbo se extendía desde la sierra hasta la costa. Sus rutas comerciales consistían en caminos ('culuncos') escondidos en la densa vegetación de las laderas de las montañas. Mucho tiempo después se convirtieron en caminos incas y utilizados posteriormente por los conquistadores españoles, los republicanos, los madereros, los comerciantes de licor de contrabando y de los trabajadores agrícolas de hoy.

 

 

Cultura y Creencias:

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Los Yumbos estuvieron familiarizados con la astronomía, la geometría y la arquitectura. Las creencias de los Yumbos se encontraban en medio de tres mundos:

el de las deidades celestes

el mundo terrenal

por debajo del mundo

Durante los solsticios y equinoccios Tulipe se convirtió en un centro ceremonial, ritual y religioso para la gente local para llevar a cabo rituales de iniciación, purificación, fertilidad y agradecimiento a la Madre Tierra.

Los Yumbos celebraban a la naturaleza en formas de cascadas, ríos y valles, ya que los consideraban sagrados. Los Yumbos caminaban con dos palos largos de madera, parecidos a los bastones de trekking usados actualmente. Ellos cargaban una canasta grande ('Chalo') en su espalda, ligeramente tejida con fibras naturales y con el apoyo de una banda alrededor de su frente. Las casas de los Yumbos estuvieron hechas de bambú.

 

"Tolas"

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En la región de Tulipe abundan las "tolas" - pirámides truncadas de aproximadamente 20 metros (65 pies) de altura, su altura es una indicación de señorío entre los habitantes. Formado por la tierra y una mezcla de otros materiales, las estructuras más importantes tienen escaleras o rampas. Se cree que han sido tanto viviendas y áreas ceremoniales, con los sitios funerarios situados en las inmediaciones. Aspectos de la vida y la muerte para los Yumbos estaban inextricablemente entrelazados. Las 4 tolas principales y guardianas, situados en los 4 puntos cardinales de la brújula, la cara del Valle Sagrado de Tulipe y las "piscinas". 

 

 "Piscinas" (Senderos & Petroglifos)

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Una piscina es una zona hundida geométricamente en forma de cuenca o de piedra con significado astronómico y religioso. Hay 7 "piscinas" en Tulipe (1 piscina Inca):

2 semicirculares

2 rectangulares

1 plaza

1 circular

1 poligonal (en forma de jaguar yaciente)

La interacción de círculos, cuadrados y cruces formadas por sus posiciones y ángulos es culturalmente significativo. La pendiente de la 'piscina' y paredes suavemente hacia fuera en un ángulo de 15 grados para ayudar a la estabilidad. Una piscina 'contiene un monolito con el símbolo de la fertilidad fálica. Las "Piscinas" fueron conectadas por una red de canales para transportar el agua.

El agua fue un elemento clave de la vida Yumbo, con las dos propiedades curativas y purificadoras. Al igual que un gigantesco espejo que refleja el cielo y la grande 'piscina circular' permitía a los chamanes observar el paso del sol y la luna. Las aguas en la "piscina" en efecto, presos de la luna, atrapándola en el mundo de abajo. Los creyentes lanzaban pequeñas piedras del río en la piscina "como parte de un ritual, que recibiendo el espíritu del agua, que se manifestaba en los círculos concéntricos.

 

 La geometría de la "piscina circular" es fascinante, su forma redonda un símbolo de la perfección, la eternidad y el infinito. El círculo imita tanto la forma de la luna llena y el sol y, posiblemente, la madre naturaleza en gestación.

Estaba formado por cinco círculos concéntricos de piedra, y los arqueólogos han descubierto una caída significativa de la sombra en la rampa de acceso en el 06 de mayo la fecha inmediata entre el equinoccio de primavera y el solsticio de verano y la fecha en que terminan las lluvias y el verano comienza. Una gran roca cerca al río tiene petroglifos con círculos concéntricos, espirales y diseños antropomorfos, que representan tanto a los órganos reproductores masculino y femenino que simboliza la eternidad y el infinito, la vida, la tierra, la humanidad, la divinidad y la fertilidad.

 

La Cultura Yumbo de hoy

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Los habitantes actuales de Tulipe no son descendientes directos de la antigua civilización Yumbo. En el 2005 la población de la aldea de Tulipe fueron 82. Hoy en día es de aproximadamente 300 personas.

Entre 1870 y 1960 las personas locales talaban los árboles para abrir espacio para la agricultura y exportar madera. Mucho daño fue causado por sustitución de la vegetación original con pastos y por la quema de cultivos, generando la erosión del suelo.

Entre 1950 y 1970 los habitantes locales se concentraron en el cultivo de la caña de azúcar para hacer aguardiente (brandy). Los residentes actuales de Tulipe son principalmente agricultores y trabajadores agrícolas, a la ganadería y el cultivo de caña de azúcar, paltas y naranjas.

 Especialidades de la comida Yumbo:

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La gente Yumbo dejó un rico legado en forma de restos arqueológicos, primer lugar excavado en la década de 1980. Estos incluyen:

 

El palmito marinado en limón (“ceviche de palmito”)

Carne y trucha preparada de diversas maneras

Dulces caseros, como "dulce de leche"

Conservas de frutas exóticas por ejemplo, arasha, borojó, guayaba

Pasteles y galletas

Yogurt y quesos duros y blandos, incluyendo 'panela' un queso elaborado con zumo de caña de azúcar hervida

Bebidas alcohólicas, incluida la chicha de yuca y el célebre "yumbito

 

 

Entre las quebradas principales -que en la zona de Pacto descienden hacia el Guayllabamba- se encuentra la del río Chirape que permanentemente fluye con

un volumen aproximado de 3 m3 de agua por segundo, pero que en temporadas invernales crece hasta el triple, arrastrando consigo todo tipo de rocas, troncos y sedimentos humíferos.

 

En esta quebrada del Chirape y en otras que circundan a Tulipe -aparentemente desvinculados de las pirámides o tolas-, se encuentran varios monolitos, que claramente testimonian un uso gráfico aplicado por los yumbos.

 

Se trata de grandes piedras semi sumergidas en el agua y en determinadas quebradas, bajo la protección de espesos follajes. En su cara superior, generalmente más plana que las otras, dejan ver una serie de grabados repetitivos que se distribuyen de manera racional y equidistante.

 

Estos diseños sígnicos, prevalecientes en Tulipe y en muchas culturas antiguas, contienen mensajes probablemente de connotación cosmológica. Sin embargo, pese a tratarse de un tema interesante, no consta entre los más destacados de la arqueología ecuatoriana. En Uruguay, Perú y Centro América, los estudios sobre la semiótica y simbolismo plasmados en piedra han logrado interpretaciones muy importantes para entender la cosmovisión de sus pueblos antiguos; esto para no citar los estudios sobre las famosas pinturas lacustres de Lascaux, las rupestres de Altamira, o las señaladas por el arqueólogo cubano Antonio Núñez Jiménez en el Perú cuya obra fuera publicada últimamente por la UNESCO.

La presencia de las espirales y de los círculos concéntricos, tan evidente en los petroglifos recientemente descubiertos en el río Chirape, también demuestra el manejo de la grafía simbólica por parte de los sabios y artistas de la nación yumbo.

 

Estos habitantes ancestrales -al igual que los pueblos de la Amazonía y en menor esca- la los del callejón interandino- dejaron plasmada estéticamente en esos monolitos una serie de signos que traducían su cosmovisión, religiosidad y cultura intangible. Asignar una cronología a un vestigio de esta naturaleza en piedra, a partir de su mera constitución física, resulta no confiable y bastante difícil.

El conjunto de signos, tallados con el martilleo de herramientas puntiagudas hasta lograr un acabado uniforme de incisiones, se manifiesta como un contexto de grabados aparentemente repetitivos. El contenido astronómico, cosmogónico y sagrado de este nivel de comunicación es incuestionable. Bajo ese criterio, y teniendo en cuenta la asociación de tantos otros elementos ceremoniales dispersos en el territorio yumbo (estructuras hundidas, tolas, cementerios, cascadas, etc.), nuestra lectura semiótica y de valoración sígnica se inclina hacia una interpretación de tipo religioso que expresa una comunicación ritual, pues sus signos plasmados en repetitivas figuras espirales y de círculos concéntricos, entre las cuales sobresale por dos oportunidades la figura antropomorfa divinizada, guardan significantes propios de una cosmovisión astronómica, míti- ca y religiosa que concebía al hombre y al cosmos en permanente movimiento, renovación y retorno a su ser.

 

A continuación describimos los petroglifos hasta ahora descubiertos, a los que se los ha identificado con el nombre del lugar   y numéricamente.

1- Petroglifo Chirape

Dentro de la simbología generalmente adscrita al círculo, este representa la “unidad indivisa del principio” (Burckhardt, 1976: 10), alude al cosmos como fuente de vida y esencia del ser. Asimismo, la periodicidad cíclica de las estaciones sugiere los ojos de Imaymana o el Gran Hacedor (Haro, 1974: 17)… “El que observa, el que todo lo ve”. El sol concebido como la divinidad más importante de los pueblos aborígenes, en la cosmovisión y religiosidad de los yumbos tiene forma de hombre, es el mismo hombre. Por otra parte, las culturas ancestrales andinas concebían al círculo o a los círculos concéntricos como el símbolo de la figura perfecta, eterna, estelar y sobre todo solar. El dios sol estaba representado por cinco círculos concéntricos.

 

La lectura semiótica del diseño total del petroglifo determina que su mensaje es astronómico, religioso y creativo: soles en permanente crecimiento, luna o lunas biconcéntricas, cosmos espirales en movimiento y tendiendo al infinito; y, en medio de todo este universo, el personaje antropomorfo, definiéndose como el ser estelar y procreador.

Figura antropomorfa en la que la cabeza aparece formada por los círculos concéntricos que recuerdan al dios sol. Se podría tratar de un hombre de cuya mano izquierda se genera un nuevo sol y su extremo fálico se orienta a un signo vaginal, denotando así una totalidad simbólica de fertilidad, fecundidad

y creación. Por asociación y por encontrarse entre las evidencias del contexto yumbo, se asume que debió ser grabada y transmitió su mensaje simbólico, real y directo, durante el perío- do de Integración (500-1500 d. C) y, más concretamente entre 800 d.C. y 1660 d.C., período manejado en Tulipe en base a las dataciones cronológicas del análisis del C14.

Estas piedras fueron talladas y probablemente consideradas sagradas, como una obra más que competía con las tolas, las cascadas, los cementerios y las piscinas de Tulipe, dentro de la cosmogonía y religiosidad de los yumbos. De hecho, los actuales pobla- dores de subtrópico quiteño las identifican con respeto e inclusive temor, como ‘piedra yumbo’, ‘la yumbo’, ‘la churona yumbo’, etc., concediéndoles así una filiación y unos atributos sobrenaturales.

 

 

 

Tulipe al igual que muchas zonas de nuestro territorio está rodeada de misterio y leyendas, las que, seguramente justifican la presencia de la gran cantidad de tolas de diversos tamaños que cubren la región y que a primera vista pueden ser consideradas como parte de una orografía accidentada.

Una de las leyendas dicen que los antiguos moradores de la región los yumbos desaparecieron como efecto del conjuro que lanzó un cacique embravecido ante la traición de sus amigos quienes le emborracharon y luego abusaron de su joven y bella esposa. Un brebaje, palabras mágicas y una serie de bichos enterrados en la mitad del pueblo marcarían el desalojo de los ofensores y también el inicio de una nueva etapa de prosperidad. 

Los estudiosos, por su parte atribuyen la salida de los yumbos de la zona a la gran erupción del Guagua Pichincha de 1668 que debió causar trastornos muy duros a la población, porque se han encontrado arqueológicamente dentro del estudio estatigráfico, capas bastante grandes de 20, 30, 40 y hasta 50 centímetros de espesor, lo que podría significar que la zona quedó cubierta por una capa de hasta un metro y medio de ceniza. 

A estos factores naturales, dice el arqueólogo Alfredo Santamaría funcionario del Fonsal, hay que sumar los efectos culturales ocasionados por las dos conquistas que soportaron –la inca y europea- que debieron diezmar a la población yumbo en el sector.

 

Visitar Tulipe es como embarcarse en una máquina de tiempo y de aventuras. De la mano del arqueólogo Rodrigo Erazo director del proyecto vamos descubriendo una infinidad de tolas que rodean al valle. Son acumulaciones de tierra con formas geométricas muy bien definidas a modo de pirámides truncadas con plataforma rectangular a la que se acceden a través de rampas, ubicadas en los extemos del eje mayor.

El tamaño de estas tolas ceremoniales-habitacionales varía de acuerdo al dominio visual del espacio. En las partes altas están las tolas más grandes y disminuye su tamaño en la parte baja quizá como una demostración de la estratificación jerárquica de sus ocupantes.

El acceso a las tolas así como a las plazas se realizaba a través de los “culuncos” caminos estrechos en la mayoría cubiertos de vegetación que cubren toda la zona y que aún perviven haciendo de su caminata un fantástico recorrido fascinante para el estudio y abierto a la imaginación.

Piscinas del valle sagrado

Un aspecto impresionante denotan las piscinas de Tulipe, siete en total, todas hundidas seguramente porque su función estaba “relacionada con prácticas mágico-astronómicas”. Son dos piscinas semicirculares, dos rectangulares, una cuadrada, una poligonal y una circular, a las que llegaba el agua a través de acueductos. Todas las piscinas, astrológicamente hablando tienen relación con Catequilla.

( tomado de la hora)

 

 

Extinguidos los yumbos, ¿qué nos queda de ellos? La herencia que nos han dejado corresponde a un paisaje natural y cultural extraordinariamente atractivo y rico. Las capas de arena volcánica son simples testimonios que interesan solamente a los estudiosos, mientras las vicisitudes de los yumbos históricos, así como su apogeo pre-inca, están sepultados en el olvido.

 

Los monumentos arqueológicos comienzan a destacarse entre los pastizales y espacios desbrozados. Por desgracia, las últimas actividades madereras, agrícolas y ganaderas ya descritas, han generado un agresivo cambio en la fisonomía del noroccidente. Hoy tenemos activos campesinos que se proyectan a nuevos estatus de desarrollo, y que deben convivir con esos legados arqueológicos. No sería justo ir contra las aspiraciones de su bienestar económico, pero sería oportuno implementar políticas gubernamentales que garanticen el desarrollo de dichos habitantes a la vez que la conservación de los bienes culturales.

 

En este contexto, la amenaza que realmente preocupa y que podría convertirse en un ‘cataclismo’ total para esta riqueza ecológica, arqueológica y de la misma población actual, es la actividad minera. En esta obra de reivindicación del pueblo yumbo, lo denunciamos con toda la energía, y exigimos a las instancias competentes que intervengan para frenarla.

 

El Palacio de El Callo - el palacio de Atahualpa 

está localizado en la provincia de Cotopaxi, en el Cantón Latacunga. Dentro de la Parroquia de Mulaló se encuentra este Palacio también conocido como Tambo Real de San Agustín de El Callo donde se sitúa la construcción incaica que forma parte de la actual casa hacienda transformada en sitio turístico.CRÉDITO: kalipedia

La palabra “tambo”, originaria del kichwa, significa lugar de hospedaje o descanso. Es el sitio donde se alojaba el Inca, su familia y los personajes más importantes de la administración del imperio que recorrían el nuevo territorio conquistado después de las guerras con las comunidades locales, para controlar, regir y establecer el régimen imperial en los poblados. Los tambos se hallaban generalmente cada 25 o 30 Km. a lo largo del Cápac Ñan.

 

El Cápac Ñan, que en quechua significa: Camino del Señor, fue el sendero y eje principal del sistema vial del Imperio Inca hacia los territorios conquistados tanto en el norte como en el sur, interconectados con el centro administrativo: el Cusco, la capital imperial de los conquistadores incas.

 

El Palacio de El Callo forma parte de los tambos distribuidos a lo largo del camino del Inca. El sitio probablemente fue construido por Huayna Cápac alrededor del año 1500, en plena expansión territorial del Imperio.

 

En 1440 los muros de la hacienda, que se asume fueron las bases de un templo o palacio anterior y preinca, fueron readaptados y moldeados para la construcción del tambo real por los conquistadores del imperio Inca. Cuando los españoles llegaron, desearon integrar la nueva hacienda con la edificación Inca sin destruirla por completo, por eso la hacienda actual tiene un mezcla de decoración inca y colonial.

 

Del Palacio de El Callo se conservan algunas habitaciones con su construcción original que usted puede visitar. Como parte de la casa de hacienda de San Agustín de El Callo, ubicada en las laderas del Volcán Cotopaxi, usted encontrará cimientos del Palacio Inca y parte de las habitaciones y anexadas a la casa de hacienda en la época de la colonia.

 

El edificio tiene claros rasgos de arquitectura Inca ya que fue construido con bloques de piedra tallados de forma rectangular unida entre sí. La piedra es de color negro y proviene en su mayoría de las erupciones del volcán Cotopaxi. Se conoce que el Tambo de El Callo fue distribuido en cuatro cámaras de planta rectangular ubicadas alrededor de un patio central. Además las puertas eran de forma trapezoidal y estaban rematadas por un dintel de una sola piedra. En el interior de las cámaras o supuestas habitaciones se conservan hornacinas (falsas ventanas), también de forma trapezoidales, en donde se colocaban objetos de adoración y culto.

 

Si desea conocer este lugar histórico y arqueológico, actualmente convertido en Hostería y hacienda turística, debe tomar la Panamericana Sur hacia la provincia de Cotopaxi, localizado a 77 Km. al sur de Quito.

 

Para acceder al lugar debe tomar el desvió en el kilómetro 67 de la Panamericana Sur, y de allí dirigirse a la Hacienda San Agustín del Callo, en cuya casa se conservan las ruinas de este edificio, a 5 Kilómetros de distancia desde la carretera. El punto de referencia es la entrada al Parque Nacional Cotopaxi, a una hora y media desde Quito en vehículo. La entrada principal al Parque Nacional Cotopaxi está a pocos kilómetros antes del pueblo de Lasso. Desde Quito la mejor opción es tomar la nueva avenida Simón Bolívar que llega hasta Tambillo y luego seguir la Panamericana hacia el sur, hasta el desvío indicado.

Yo no soy curandera porque

no uso velas para curar.

No soy bruja porque 

no doy pócimas mágicas para tomar.

Ni soy hechicera porque no hago la maldad con rituales paganos.

Mi sabiduría viene desde el lugar

donde nace el amor.

Yo curo con el lenguaje, 

del amor y de la humildad 

como mujer que soy 

Soy sabia, porque conozco 

el siglo de mis lunas 

y honro a mis hermanas

de los antepasados 

Soy conocida en los cielos,

por mi danza a la tierra nada más. 

Solo soy una que habla

con la madre tierra desde mis entrañas 

y Creo profundamente, 

en un mundo mejor y 

es para mí un bien más real

que esta miserable quimera que nosotros devoramos y llamamos vida,

lo creo con toda la fuerza de mi convicción y después de tantas luchas, tantas pruebas y tantos estudios, este es el consuelo de mi alma.

ser un guerrera como tantas mas

 

Salitre Pucará o el Pucará del Salitre se halla en Cotopaxi, Latacunga, exactamente en la Parroquia Mulaló, al interior del Parque Nacional Cotopaxi, Ecuador.

 

Muy cerca de la laguna de Limpiopungo, en dirección al Río Pita, usted puede visitar el Pucará del Salitre, construido en la cima de una colina, con pendientes y laderas pronunciadas que fueron cambiadas por sus constructores para crear los espacios aterrazados y concéntricos.

 

El Pucará del Salitre es una antigua fortaleza estratégica militar del Imperio Inca. Su finalidad, como la mayoría de pucarás encontrados a lo largo del callejón interandino, fue la de servir como observatorios de vigilancia y puesto militar. En su momento tuvo como objetivo controlar el paso de los ejércitos, los grupos de resistencia y la migración dentro de los territorios conquistados en el actual Ecuador. Es por ello que el Pucará del Salitre está construido en una zona elevada que facilitó la observación de estos grupos humanos.

 

Es innegable su procedencia Inca, al menos en su mayoría; se considera que el 70% del material arqueológico recuperado tiene una filiación Inca, por lo que se cree que se construyó durante la expansión del Tahuantinsuyo, a finales del siglo XV. El restante treinta por ciento del material es de procedencia local y se le atribuye a la obra de de los Panzaleos.

 

El Pucará del Salitre forma parte de un conjunto de edificaciones de carácter defensivo, construidas en el contexto de la invasión inca a los grupos locales para la dominación de los mismos. Está ubicado en una zona estratégica ya que se comunica hacia el norte del territorio con Quito, hacia el Sur con el Tambo Real de El Callo y al Este con la Amazonía.

 

El interior del Pucará está compuesto por un muro revestido de tierra por el lado exterior. En el espacio interior se construyeron 15 estructuras habitacionales, la mayoría de planta circular. La segunda terraza del Pucará del Salitre corresponde al espacio superior central y esta rodeada por un muro de piedra de forma elipsoidal, además en este espacio se encuentran una puerta al norte y otra al sur, y 4 estructuras habitacionales.

 

En el exterior del Pucará se encuentra un foso defensivo cortado en dos puntos que dan lugar a las puertas. En el espacio interior de esta terraza se identificaron las 15 estructuras habitacionales antes mencionadas. El frente de las terrazas presenta una muralla defensiva o muyuypirka, elaborada en base de piedras sin labrar, de 3 ó 4 metros de alto que se levantan sobre el borde de la terraza para formar un repecho destinado a la protección de los defensores

 

 

NUESTRO CEREAL MADRE. EL UNIVERSO DEL MAÍZ

La historia de un pueblo sedentario está estrechamente vinculada al cultivo de un producto agrícola. Tal es el caso de México con el maíz. Y más aún: desde el norte de nuestra actual geografía política hasta el centro de Sudamérica, el maíz ha sido el alimento fundamental de sus habitantes y con frecuencia ha devenido incluso moneda indígena. De alguna manera, esta gramínea ha sido factor de unidad cultural y económica entre los pueblos del continente.

El maíz en el mundo prehispánico era sustento básico del cuerpo y también del espíritu. La religiosidad de los aztecas estaba vinculada de varias maneras al maíz: dioses representados con esa planta o con mazorcas; ofrendas de tortillas, atoles, pinole y tamales; ídolos de masa; culto a la fertilidad y a la agricultura.

Dejemos que fray Diego Durán nos asome a ese mundo fantástico de los ritos prehispánicos nahuas y de otros pueblos:

Los sacerdotes y dignidades del templo tomaban el ídolo de masa y desnudarle aquellos aderezos que tenía, y así a él como a los trozos que estaban consagrados en huesos y carne suya, hacían muchos pedazos y, empezando desde los mayores, comulgaban con ellos a todo el pueblo, chicos y grandes, hombres y mujeres, viejos y niños, lo recibían con tanta reverencia y temor y lágrimas que era cosa de admiración, diciendo que comían la carne y huesos del dios; teniéndose por indignos de ello. (Historia de las Indias.)

El Popol Vuh, por su parte, deja constancia de la creación del hombre a base de maíz, en contraste con el barro de la tradición cristiana. Los dioses mayas intentaron sin éxito moldear al ser humano con tierra, pero se doblaba, de madera, carecía de alma:

He aquí, pues, el principio de cuando se dispuso hacer al hombre, y cuando se buscó lo que debía entrar en su carne .Y así encontraron la comida y ésta fue la que entró en la carne del hombre creado, del hombre formado; está fue su sangre, de ésta se hizo la sangre del hombre. Así entró el maíz por obra de los progenitores [...] De maíz amarillo y de maíz blanco se hizo su carne; de masa de maíz se hicieron los brazos y las piernas [...] Únicamente masa de maíz entraron en la carne de nuestros padres.

La vertiente náhuatl de nuestra herencia prehispánica coincide en lo fundamental con la aseveración maya. El maíz, grano divino o cinteotl, fue el alimento que los dioses guardaban en el centro de Tonacatépetl, el cerro de nuestra carne, y de allí lo sustrajo Quetzalcóat, el dios civilizador, disfrazado de hormiga roja, para entregarlo a la humanidad para que participara de la comida divina, tal como lo consigna la Leyenda de los Soles en el Códice Chimalpopoca. Gracias a ello, los individuos tenemos el sustento necesario para nuestras carnes.

 

Agradecidos, los hombres de maíz reconocieron el carácter divino de la planta y su grano, le otorgaron el culto adecuado según la etapa de su desarrollo y le trataron con veneración y delicadeza. Por eso cuando cocían el maíz, al ponerlo sobre cenizas, manifestaban su amor calentándolo primero con su aliento, en esta forma evitaban que sufriera con el cambio brusco de temperatura. (El maíz: nuestra carne y sustento.)

Nuestro cereal nativo sigue otro curso muy diferente allende el océano:

Fuera del Nuevo Mundo, el maíz fue inicialmente sólo grano para la alimentación animal. Siéndolo al poco tiempo también para el hombre, liberándolo, en especial en Europa, del fantasma del hambre. El maíz se introdujo en Europa no en sustitución del trigo, sino de los otros ingredientes con que los pobres fabricaban su pan: bellotas, cebada, centeno, avena, castañas, guisantes y aun cortezas de pino y abeto.

El hambre en la historia. El buen pan de trigo era para sectores privilegiados, urbanos o agrícolas. El maíz reducido a harina, se popularizó a través de las polentas italiana y rumana, del pan de maíz en el centro europeo, de la borona en algunas regiones españolas y más recientemente con la maicena y las hojuelas de maíz con las que Estados Unidos invade Europa.

Dentro de los varios aspectos que unen a los mexicanos sobresale el hábito del consumo de maíz, único alimento que sin discriminación consumimos todos. En efecto, sin distinción económica, social, cultural, intelectual o regional, todos los mexicanos comemos maíz y sobre todo tortillas. Somos una cultura maicera.

Después del encuentro de los dos mundos en 1492, han pasado casi quinientos años de mestizaje racial, religioso, cultural y por supuesto gastronómico, mediante el cual se ha agregado a nuestra dieta indígena el uso del trigo y del arroz.

En cuanto al maíz, su consumo en América es, con mucho, prehispánico. Hay numerosas pruebas arqueológicas que permiten fechar a este cereal con más de tres mil años como alimento básico mesoamericano. Al margen de cuál haya sido el origen del hombre en el Nuevo Continente —lo más probable es que sea un origen múltiple—, es indiscutible que el tránsito que va desde los nómadas cazadores hasta las civilizaciones sedentarias, estuvo vinculado en el México antiguo al inicio del cultivo del maíz.

Hoy sigue predominando su consumo, aunque las cifras per cápita son inversamente proporcionales al estrato socioeconómico de que se trate. No obstante, no hay miembro de nuestras "clases altas" que sea capaz de rechazar una tortilla echada a mano y recién salida del comal, aunque su único relleno consista en un poco de sal.

Hay que precisar que el maíz no sólo se convierte en tortillas, sino que se transforma en una muy amplia gama de variantes regionales, en México existen  no menos de 700 formas de comer el maíz.

CUTUCHI.

El espacio arqueológico industrial Cutuchi, circunscrito en la provincia de Cotopaxi, cantón Latacunga, es una estructura de cal y canto rodado en la que se ubicó parte de la antigua fábrica textil San Gabriel, específicamente la casa de máquinas.

La fábrica textil a orillas del río Cutuchi fue construida a partir de la revolución industrial en el Ecuador a mediados del siglo XIX y en la actualidad se conservan sus ruinas destruidas en 1877 por una catástrofe natural: la erupción del volcán Cotopaxi.

 

En una superficie aproximada de 6000 metros funcionó hasta el año de 1877 esta fábrica de la que se ha podido conocer que contaba con un canal de conducción de agua ya que funcionaba en base a un sistema energético hidráulico. La fábrica utilizó la energía proporcionada por el río Pumapunchi y Cutuchi para producir lienzos, telas, bayetas, siguiendo la tradición textil de la provincia de Cotopaxi, la misma que durante el siglo XVII llegó a tener más de 15 obrajes. Además se ha podido localizar la casa de máquinas, la sala de telares, las bodegas y los talleres de carpintería, cerrajería, y mecánica.

 

Para la construcción de este espacio industrial, uno de los primeros en el Ecuador y en la zona andina, se ocuparon los mismos materiales que se utilizan en la actualidad con la excepción del cemento, además de materiales tradicionales.

 

El canal de conducción del agua, por ejemplo, fue construido con piedra labrada, las paredes fueron elaboradas a base de ladrillo con argamasa de cal, arena, y el piso también de ladrillo. Se utilizó canto rodado (piedra de río), piedra pómez y cubiertas de madera y teja.

 

La fábrica estuvo compuesta por un canal de conducción de agua para el sistema de generación hidráulica y una planta baja cubierta por un techo de teja. En el interior de la sala textil hubo dos espacios destinados a la producción de bienes de consumo masivo: en el primero se elaboraban bayetas, paños, frazadas, calcetines, lienzos, y otros productos; en el segundo espacio se realizaban trabajos especializados como la carda, hilado, tejido, teñido, planchado y prensado.

 

La excavación realizada a mediados de los 90 permitió también descubrir en el costado sur de la fábrica San Gabriel, varios compartimientos y dos pozos para la elaboración de morteros o argamasas utilizados para la construcción de muros, paredes y enlucidos.

 

De acuerdo con la historia, dicho sistema productivo destruido por el Cotopaxi fue uno de los primeros intentos que se conocen en el Ecuador, en el siglo XIX, por industrializar el área textil, dejando de lado el sistema del obraje. Por ello es que se puede decir que el espacio industrial Cutuchi fue una tentativa para trasformar la producción manual textil de la época, en producción a gran escala.Los obrajes, característicos del sistema económico de la Real Audiencia de Quito, eran las fábricas de tejidos de lana, algodón y cabuya. En ellas se producían las telas que eran comercializadas dentro y fuera de la audiencia.

También se elaboraban alpargatas, costales, mechas, pólvora, monturas, sombreros, entre otros productos textiles. Los obrajes, como el que precedió a la fábrica textil de San Gabriel y los numerosos obrajes que existieron en Cotopaxi, tenían como característica la mano de obra indígena que trabajaba días y noches, muchas veces hasta morir, para poder acceder a un pedazo de tierra y pagar las deudas adquiridas con el español que no podían ser pagadas ni en la muerte, porque la deuda era heredada a los hijos.

 

Estas fábricas eran complementadas por los denominados Batanes, como el que debió existir en las faltas del río Cutuchi y Pumapunchi, en donde se preparaba la materia prima que se iba a utilizar en el obraje, como: lanas, tejidos, hilos, cueros, etc. Estos trabajos los realizaban las mujeres indígenas y los niños. En los obrajes trabajaban los indígenas mayores, adultos y jóvenes. Las mujeres y niños también cumplían con el extenso horario de trabajo de los hombres durante 312 días al año, con una paga muy baja o inexistente.

 

Los dueños de este obraje y de los que existieron a lo largo de todo el Ecuador en la época de la colonia, pertenecieron a la clase dominante local: españoles y criollos. A través del concertaje, un convenio por el que se concertaba un trabajo determinado, los patrones aseguraban la permanencia de la mano de obra forzando a los indígenas a endeudarse de por vida, por ello se dice que el obraje se convirtió prácticamente en un lugar de reclusión para cubrir las deudas y tener derecho a trabajar sus tierras para poder sobrevivir.

Se ha llegado a conocer que la factoría San Gabriel cambió paulatinamente este sistema de trabajo manual cuando sus dueños trajeron máquinas de Inglaterra y Francia, las mismas que llegaron en vapor hasta Guayaquil y a lomo de mula hasta Latacunga.

 

La excavación permitió recuperar una colección variada de piezas de la fábrica destruida por la erupción como: tornos, tapas de calderos, yunques, engranajes, entre otros. La erupción del Cotopaxi del 26 de junio de 1877, ocasionó un caudal de lodo, piedra y agua que arrasó con todo lo que encontró en las riveras del Río Cutuchi, incluida la factoría.

 

La más cercana imagen de lo que fue la última erupción del volcán Cotopaxi, el 26 de junio de 1877, se encuentra en la sala de Arqueología Industrial de la Casa de los Marqueses de Latacunga. Allí permanecen, en exposición permanente, las piezas que fueron rescatadas de la fábrica textil sepultada bajo el lodo, las rocas y arena resultado de la erupción del Cotopaxi.

 

Lo que quedó de la edificación en las riveras del río Cutuchi, puede ser visitado en la entrada norte de la ciudad. El sitio se encuentra en la parroquia urbana Eloy Alfaro, a orillas del río. Es un recuerdo constante de la fuerza del Cotopaxi y del riesgo que corre la ciudad actual de Latacunga que se construyó sobre el mismo terreno antes destruido por el volcán.

La naturaleza y la fuerza del cosmos se unen en el Chimborazo, ícono de nuestra provincia y símbolo del Ecuador. Debido a la posición en el Ecuador es considerado la montaña más alta del planeta medida desde el centro de la Tierra.

El volcán Chimborazo da nombre a la Reserva de Producción Faunística, que como unidad de protección ambiental fue creada en el año de 1987. Esta área protegida tiene una extensión de 58 mil 560 hectáreas, que comparten las provincias de Chimborazo, Bolívar y Tungurahua.

El acceso por Riobamba hacia parte de la Reserva es cómodo, ágil a través de una carretera asfaltada, que conecta la parroquia de San Juan con las faldas del coloso.

Los atractivos que contienen la Reserva y que pueden ser visitados son numerosos. En primer lugar, y sobre todos, está el nevado que sobrepasa en altura a todas las elevaciones del callejón interandino del país. Los expertos suponen que no ha tenido actividad volcánica reciente.

El ascenso hasta la cumbre requiere entrenamiento y de la orientación de guías especiales. El Chimborazo cuenta con dos refugios, uno a 4 mil 800 metros al cual se llega con vehículo, y el otro a 5 mil metros, donde existen las condiciones para pasar la noche.

Quienes no son andinistas especializados, también pueden encontrar actividades qué realizar alrededor del primer refugio. Sobre todo el deslizamiento sobre la nieve.

Pero, llegar al Chimborazo no es la única posibilidad. Por la vía principal, puede encontrar paisajes realmente diversos y hermosos, en algunos encontrará el desierto, otros llenos de vegetación de altura y otros con grande moles de roca.

La vegetación a lo largo de la reserva está compuesta por especies del tipo herbáceo con la presencia esporádica de pequeños arbustos. Entre las plantas sobresale la chuquiragua, considerada la flor del andinismo. Por supuesto se observa la paja de páramo.

En cuanto a la fauna, la Reserva está habitada por venados, lobos, conejos y aves, como el curiquingue. En los últimos años se desarrollan proyectos para la reintroducción de camélidos andinos, como la vicuña y la alpaca.

En el caso de la vicuña, su regreso fue posible gracias a un convenio internacional firmado entre Ecuador, Argentina, Bolivia, Chile y Perú. Las tres últimas naciones donaron a nuestro país alrededor de 277 ejemplares, los cuales se adaptaron perfectamente a los páramos del Chimborazo.

Yana Sacha

Es importante ir aclimatándose a medida que se avanza a través de la vía principal. Antes de llegar al refugio –siempre con el apoyo de un guía nativo es mejor- puede ir por una explanada hacia Yana Sacha, un conjunto de montañas de roca pura, en cuya cima sobreviven los árboles de papel.

La formación de la roca es tal, que aunque sumamente vertical, con cientos de picos, permite al visitante ensayarse como un verdadero hombre araña y escalar el macizo. Al llegar, la recompensa es una vista incomparable del Chimborazo y la presencia de árboles milenarios que subsisten a 4300 metros sobre el nivel del mar.

El templo Machay

Se trata de una formación de roca enorme de forma piramidal, cuya entrada tiene formas extrañas que se prestan para que vuele la imaginación. En su interior se percibe un ambiente húmedo y confortable. Está ubicado a 4.560 metros de altura. Se llega a pie o en caballo.

Quienes han tenido la oportunidad de llegar hasta él aseguran que alberga una energía especial. El lugar motiva un respeto sacro especial, que lo demuestra la serie de peticiones que han sido depositadas en un rincón de la cueva, que sirve como un altar. Allí se observan monedas y pequeños papeles.

Silvio Luis Haro, en su obra “Mitos y Cultos del Reino de Quito”, explica que los indígenas de este lugar del país centraron sus cultos en las montañas. Y las cuevas míticas debieron ser lugares de culto, pues ellas se caracterizan por su “soledad misteriosa, por abras en que sopla el viento, por cubrirse su entrada con escarcha refulgente a los rayos del sol o por ser guarida de cóndores y venados”.

Por tanto, se afirma que las entradas a estos lugares eran lugares aptos para danzas y para inmolar niños y doncellas hijas de caciques, como ofrenda para sus divinidades.

El Cuartel de los Incas

Este atractivo forma parte de la conformada Ruta arqueológica de los Andes del Ecuador. Según la descripción del Ministerio de Turismo, los vestigios del Cuartel de los Incas o Cuartel Huayco constituyeron un tambo utilizado para el descanso de las tropas incas durante los enfrentamientos con el pueblo Puruhá. Este tambo se encuentra próximo a la red del Camino Principal Andino.

Para llegar al lugar, seguir por la vía hacia el nevado, a la altura de la hacienda Santa Catalina, aproximadamente en el km 28, se ubica una quebrada en cuya parte alta está el atractivo arqueológico.

El levantamiento de información del Ministerio ha permitido conocer la descripción arquitectónica del lugar:

En la actualidad existen cimentaciones que conformar una estructura habitacional múltiple, muy similar a las canchas incaicas. Esto es, un patio central de forma cuadrangular de aproximadamente 48 metros de largo por 38 metros de ancho, rodeado por vario recintos rectangulares en los cuatro costados. En el extremo occidental es probable que existan dos muros paralelos y en el extremo opuesto, se conserva un alineamiento de lajas que forma una especie de cerramiento en “L”. En la parte central se ubica una estructura rectangular de gran tamaño en cuyo centro se dibuja un círculo de dos metros de diámetro y un metro de profundidad.

El padre Maldonado, ya en el siglo XVI, hizo una descripción del lugar, en la cual se da a conocer su origen inca. La construcción data del año 1000 D.C.

El cuartel se encuentra construido a base de tierra, en un lugar estratégico, en un valle, para protegerse del frío, y muy cerca de una vertiente de agua.

Esta construcción subterránea está conformada de habitaciones que fueron construidas un metro debajo de la superficie, con la finalidad de conservar el calor.

Los muros son de pirca con argamasa de barro negro, salvo el recinto en “L”, que está construido con lajas de gran tamaño enterradas en el suelo. Entre las herramientas utilizadas para su construcción se encuentran: azadones, hachas y picos.

Loma Pucará

Las construcciones cubren una superficie cercana a las 20 000m2, siendo la estructura defensiva más importante el país.

La conformación arquitectónica esta determinada por espacios horizontales y concéntricos alrededor de una pirámide central. Alrededor de este ultimo elemento, se distribuyen, siguiendo la topografía del terreno, dos churos. Uno al norte del monumento que tiene tres terrazas, en la actualidad bastante destruidas. El churo central comprende cuatro terraplenes superpuestos, de los cuales el más bajo denota la existencia de una puerta. En el centro, la pirámide se halla bastante alterada por acción de huaqueros. Los componentes anteriores en cierta manera constituyen el área defensiva del pucara, además, de acuerdo al criterio del arqueólogo Udo Oberem, existe una zona con más de 80 recintos habitacionales, la mayoría de ellos de forma cuadrangular y rectangular. Dos de estos recintos han sido excavados por un equipo de investigación del Museo del Banco Central del Ecuador, habiendo comprobado que efectivamente se trata de estructuras habitacionales

Técnica constructiva

La forma de esta pucara permite deducir que los constructores primero modificaron la topografía de la colina, con el fin de lograr las terrazas y demás espacios interiores a diferentes niveles de altura. Paralelamente a esta labor construyeron largos y profundos fosos defensivos en todo el perímetro del edificio. Junto a los fosos existen muros de pirca, unidos con argamasa de tierra de la misma zona. La piedra utilizada es sin labrar, tipo laja, extraída de minas cercanas. Los recintos, en su época debieron tener cubierta de madera y techumbre de paja de paramo.

Funcionalidad

Como todo pucara del periodo tardío, este fue un importante baluarte defensivo y ofensivo durante la convulsiva etapa incaica a finales del siglo XV. Los señoríos de la sierra norte en general y el de Cayambe en particular, ofrecieron una tenaz resistencia a la ocupación cuzqueña, por lo cual se justifican las decenas de pucaraes que existen en el área, de los cuales se destaca Quitoloma.

Temporalidad

De acuerdo con los resultados de las investigaciones de Oberem (1964) y del Museo del Banco Central (1992) se ha comprobado que se trata de una fortaleza en las que se evidencia una clara ocupación de los incas. Los materiales cerámicos reflejan, además, contextos domésticos, a juzgar por los huesos de animales (llama, conejo) y cerámica utilitaria. Quitoloma data aproximadamente de finales del siglo XV, aunque no se descarta la posibilidad de una ocupación previa, puesto que las investigaciones realizadas hasta ahora han sido bastante limitadas.

Estado de conservación

Dada la ubicación de este pucara, bastante alejado de los centros poblados y con cierto grado de dificultad en el acceso, se ha conservado bastante bien y cubierto por el pajonal. Una limitada campaña de trabajo realizada por el Museo del Banco Central, ha permitido descubrir algunas estructuras de evidente función habitacional.

En 2005, los técnicos del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC)  visitaron la comunidad Alacao, ubicada en Guano, provincia de  Chimborazo. Allí encontraron piezas de oro que pertenecían a los indígenas elenpata.  Ellos fueron parte  de la nacionalidad Puruhá. Según  publicaciones  del investigador  Silvio Luis Haro, editadas  en 1977, se caracterizaron por moldear metales como el oro y el cobre.  Las  muestras fueron enviadas al laboratorio del Instituto. El examen químico indicaba que las piezas tenían  oro de 18,4 quilates; además los arqueólogos determinaron que en el lugar existía un cementerio. Al mismo tiempo, se denunció que en la zona los huaqueros saqueaban las piezas por las noches. Pese a la oposición de la mayoría de campesinos de Alacao, el Instituto realizó las excavaciones.

Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección:

https://www.elcomercio.com/actualidad/inpc-freno-saqueo-arqueologico-alacao.html. 

Su mayor virtud ahora es la humildad. No le agrada nada de grandilocuencias ni de fastuosidades. Por eso, se levanta discretamente desde los pies de Licto, parroquia rural de Riobamba, y guarda celosamente los misterios de épocas pasadas.

Como todo monte enigmático se esconde en la niebla y propicia la lluvia cuando un advenedizo quiere llegar hasta su cráter, ahora vestido de verde y usado por las comunidades indígenas como estadio.

Su nombre es sonoro y poderoso: Tulabug. Es el monte considerado como dios de los lictos (parcialidad de los Puruháes) y ubicado aproximadamente a 18 kilómetros de Riobamba.

El Tulabug es un cerro de forma casi cónica en cuya cima hay una concavidad circular similar a la de un cráter apagado. Su altura máxima es de 3.500 metros.

El monte pertenece a los denominados “cerros históricos”, conocidos también como de Cacha o Yaruquíes, que son relativamente bajos e irregulares y se extienden hacia el sur formando un arco. Los que más destacan son: Chuyug, Salaronloma, Luceroloma y por supuesto, el Tulabug.

Un encuentro con el arcano

La aproximación se realiza un domingo en la tarde, cuando el ambiente surge cansado y apático, aunque sereno. Atrae su nombre, lo que se cuenta de él, pero preferimos ir sin mayor información para evitar cualquier juicio anticipado.

Se toma la vía Riobamba-Licto y se llega al punto conocido como Banderas (en vehículo, diez minutos antes de abordar la cabecera parroquial). Un pequeño sendero a la derecha marca el inicio del camino de tierra. La flecha y un nombre confirman que vamos bien: Comunidad Tulabug.

Un aire puro y vital nos recibe. Pero no es todo, en la base de la montaña, entre las grietas, descubrimos un hálito de oxígeno que se expide con fuerza. Es como si el monte respirara.

Seguimos por la vía polvorienta y sentimos una fina lluvia que cae constantemente, y que luego de 20 minutos, consigue obstaculizar el tránsito vehicular porque el lodo ha vuelto lisas las llantas del vehículo.

Avanzamos despacio, sorteando dificultades: un tramo donde el agua se ha estancado, y más tarde, una serie de piedras puntiagudas, que requiere de la pericia del conductor para superarlas. Aún así, el último impedimento parece insalvable; se trata de una empinada cuesta que termina por vencer.

El siguiente tramo lo hacemos a pie. Hay que tener cuidado para no resbalar por un piso jabonoso. Sin embargo, no hay forma de perderse, y eso nos anima.

Finalmente abordamos la entrada a la concavidad, que se presume es la huella del cráter que alguna vez hubo. Es sencillamente simétrica, como si un objeto gigante se hubiera posado allí. La explanada está completamente verde y adornada con dos arcos de fútbol. Más tarde nos contaría una muchacha indígena que en este lugar hace diez años existía una laguna de aguas cristalinas.

El silencio y la concentración se rompen por el vuelo de un par de aves que planea muy bajo sobre el cráter, mientras emite un sonido fuerte. Internamente lo tomamos como una advertencia.

Las aves pasan una y otra vez formando una línea imaginaria por el centro del cráter. Impresiona la cercanía de las aves, que usualmente ante la presencia del ser humano, prefieren alzar el vuelo o encumbrarse hasta la copa de los árboles. Pero, estos pájaros se mantienen ahí, vigilando, advirtiendo, amenazando, tal vez.

Intentamos captar la belleza del sitio e incluso de las aves, de alas oscuras atravesadas por una línea blanca y de patas largas de color naranja. Pero, el Tulabug después de mostrarse espléndido, ejecuta su rutina: esconderse tras la niebla. Captamos unas gráficas y también el sonido de los pájaros en una grabadora. Es todo, debemos bajar antes que el cielo termine de convertirse en un velo negro.

La huaca de los lictos

Una vez conocido al Tulabug, hurgamos en los libros para buscar información. Ahí comprendimos la importancia de este monte sagrado.

El significado de Tulabug puede interpretarse de la siguiente forma: Tola-bug: cerro en forma de tola. La final puruguay “bug” siempre sirve para designar a montes.

Las tolas fueron los primeros monumentos de los aborígenes. La tola textualmente se define como “tierra amontonada”; era un lugar sagrado, construido por los aborígenes, para el culto y para enterrar a los difuntos en los flancos.

El Tulabug, al ser una construcción de la naturaleza, se ajusta a la categoría de huaca. Cristian Aguirre, descubridor de la pirámide en el cerro Puñay (Chunchi), explica que una huaca era un monte donde se hacían ofrendas, se guardaban vasijas y se hacían sacrificios. “Cada pueblo tenía su huaca”, indica Aguirre. En este caso, el Tulabug fue la huaca de los lictos.

Los guardianes del cerro

La segunda parte de la ligera pesquisa se concentró en averiguar a qué tipo de ave pertenecían los ejemplares vistos sobre la cima del Tulabug. La descripción mental y la grabación del sonido eran las únicas pistas.

En “Puruhá Nación Guerrera”, de Silvio Luis Haro, encontramos un nuevo indicio. El historiador hace referencia a un manuscrito del silgo XVI, donde se explica que licto puede ser una derivación de licli, o sea gavilán, y que el ave debió su tótem (animal, planta o fenómeno natural, objeto de culto y veneración por algunos pueblos primitivos).

La coincidencia podía funcionar en este caso. Buscando en libros, enciclopedias virtuales e internet, cotejando la grabación con archivos de audio sobre sonidos de animales, efectivamente confirmamos que la pareja de aves eran gavilanes.

Atribuimos a la suerte el hecho de que el gavilán, ave adorada posiblemente por los lictos, nos recibiera en nuestra visita.

Y había más, dentro de la cosmovisión andina, se cree que los espíritus de los antepasados cuidan los templos sagrados; para hacerlo toman formas físicas que corresponden a los tótem de los pueblos antiguos.

Cristian Aguirre indica que en el caso del “Camino del Inca” es el curiquingue; y del cerro Puñay, un ave colorida parecida a un papagayo. ¿Es absurdo pensar que aquellos gavilanes eran los guardines del Tulabug? Posiblemente sí, lo seguro es que hay hechos que están fuera de nuestra comprensión humana.El humano no puede comprender que antes ellos tenian vida y  pasiones. La leyenda ancestral cuenta que ellos peleaban por quien era mas grande y el Tulabug iba ganando entonces el chimborazo convenció a la luna para que lo pisara y no creciera mas. La luna lo hizo y no volvió a crecer por eso tambien esta hundido en la cima 

En el libro “Caminantes sin camino”, recopilación de leyendas, César Arturo Herrera recoge una leyenda acerca del Tulabug, salvada del olvido por Euclides Paula.

Según la leyenda, después del diluvio universal, en la zona central de la llanura de Tapi existieron dos hermanos: Chimborazo y Tulabug.

Los dos se disputaban la custodia de la llanura, el primero por estar en la cabecera (norte) y el otro por estar en el centro.

Un día les invadió la vanidad y en demostración de capricho y orgullo, el Chimborazo creció 100 metros y el Tulabug 150; al otro día el Chimborazo creció 500 metros y Tulabug al atardecer apareció con 600 metros más.

En la absurda competencia pasaron los meses. Dios pidió a los montes que cesaran en sus intentos, pero solamente el Chimborazo aceptó. El Tulabug vio la oportunidad de tomar ventaja y se convirtió en el más alto y dominante. Dios se enojó y envió a uno de sus arcángeles para que castigue la desobediencia. El enviado pisó fuertemente la cima del Tulabug, el cual se desinfló. El crecimiento se pasmó para siempre, y como huella quedó un  hoyo enorme, a manera de cráter de dos hectáreas de superficie.

Sólo entonces, el Tulabug aprendió las virtudes de paciencia y humildad, aún cuando miraba a su hermano, el Chimborazo, levantarse alto, hermoso y brillante sobre la llanura.

Al correr de los miles de años, el Tulabug recibió un consuelo. A diferencia del Chimborazo, donde nadie habitaba, sus faldas empezaron a poblarse de habitantes que lo miraban como una divinidad benevolente. Es así, que los humanos subían a la cima, entregaban ofrendas y entregaban vírgenes para halagarlo. Las jóvenes se bañaban en la cocha (laguna) del centro.

En un acto recíproco, el Tulabug dispuso que se organizaran juegos en su cima para unir a todas las comarcas. Pero, no quería levantar envidia en su hermano, así que cuando presumía que los estaba viendo, se nublaba y llovía.

Cojitambo

El sitio arqueológico de Cojitambo se encuentra a una altura de 3.020 metros (9.910 pies) metros sobre el nivel del mar. Azogues está a 6 kilómetros (3,7 millas) al noreste. La distancia en línea recta al noreste de la ciudad de Cuenca es de 18 kilómetros.

Los arqueólogos han descubierto evidencia de que el sitio de Cojitambo fue ocupado desde 500 aC en adelante. Probablemente fue un sitio militar y religioso del pueblo Cañari mucho antes de la llegada de los incas. 

Los incas comenzaron su conquista de Ecuador bajo el emperador Pachacuti Inca Yupanqui (gobernó c. 1438-1471) alrededor de 1450. Antes de la invasión inca, el Cañari probablemente consistía en una cantidad de jefes relacionados pero políticamente independientes . Se unieron para resistir a los incas, pero sucumbieron alrededor de 1460 después de una vigorosa lucha. Cojitambo fue construido en parte para reprimir el Cañari y para promover la conquista de los pueblos más al norte. Después de su conquista, los incas instituyeron un importante programa de construcción para integrar a los Cañnari en su imperio. Esto incluyó la construcción del camino real inca que se extendía a lo largo del Imperio Inca y pasaba por Cojitambo. Cojitambo sirvió para fines religiosos y ceremoniales.

Los incas también extraían piedras de construcción en Cojitambo. Transportaron bloques de andesita a su capital del norte de Tomebamba , la actual Cuenca

Ruinas de Culebrillas

Las ruinas arqueológicas de Culebrillas son de construcción sólida a base de bloques canteados y tallados de la roca andesita, colocados unos sobre otros formando hileras naturales, unidos con argamasa de tierra negra y amarilla.

Las paredes son de 2.40 m de alto por 0.80 m de ancho y guardan simetría entre sí. Los aposentos tienen una sola entrada de 0.80 m de ancho y en algunos casos presentan varias piedras talladas en la aristas y vanos de puertas y ventanas.

Época de Construcción

Por el estilo de construcción de los elementos arquitectónicos y de infraestructura, y el análisis de los materiales culturales observados en la superficie, podemos decir que el sitio arqueológico de Culebrillas fue construido por Cañaris e Incas, entre el 500 y el 1532 d. C.Clima

El clima es ecuatorial de alta montaña, con fuertes vientos y neblina. La temperatura oscila alrededor de los 6 ºC, pudiendo en ocasiones descender a los 0 ºC o superar los 15 ºC.

Atractivos

• El sitio arqueológico de Culebrillas está integrado por un inmenso conjunto de bloques tallados de andesita, estructuras de piedra, basamentos de vivienda y caminos empedrados. Los monumentos arqueológicos principales son:

• La cantera incaica de Labrashcarumi: En el margen derecho del río San Antonio, a 900 metros del desfogue de la laguna, se observa la cantera de Labrashcarumi, donde yacen centenares de bloques grandes de piedra, producto de derrumbes del cerro de Yanaurco. Se trata de un conjunto de bloques de roca andesita en proceso de labra y corte, para ser utilizados como piedra de construcción.

La calidad de los bloques cúbicos para ser utilizados en la construcción de muros y el tamaño de los dinteles presentes (mucho mayor que los de Ingapirca y Tomebamba) demuestran la excepcional importancia de los edificios a los que estaba destinado este material.

Esta cantera incaica es la mayor conocida en el territorio ecuatoriano y una de las pocas en todos los Andes, lo que le da un carácter excepcional.

• Los basamentos de vivienda: En la orilla izquierda del río, al frente de la cantera, en las partes laterales del valle glaciar, existen un gran número de basamentos de vivienda, probablemente construidas originalmente de bahareque, que debieron albergar a los trabajadores de la cantera y a los constructores del conjunto de edificaciones.

• Edificaciones de carácter religioso junto al desfogue de la laguna: En la orilla de la laguna, donde comienza el drenaje, existen dos plataformas rectangulares con bloques cúbicos. Frente a estas, se observa un conjunto de estructuras incaicas de piedra labrada, ubicadas en parte sobre la orilla de la laguna y en parte bajo el nivel del agua.

Se trata de recintos cerrados en un número no precisado, pues las estructuras sumergidas están cubiertas de algas y limo que dificulta su observación. Se conoce además que la antigua orilla, hoy sumergida, se halla delimitada por un muro de contención, del que desciende al parecer un graderío hacia el interior de la laguna.

El nivel de agua de la laguna, ha crecido en los últimos siglos por acumulación de sedimentos junto a su desembocadura. Del fondo de la laguna se han recuperado algunos objetos arqueológicos que representan una muestra muy pequeña de las ofrendas lanzadas al agua desde este sitio.

Este conjunto arquitectónico muestra la gran importancia de la laguna en la creencia de los habitantes Cañari de la región, lo que motivó el que fuera integrada por los Incas en su religión estatal, al ser incorporados aquellos en su imperio.

• Paredones de Culebrillas: Aproximadamente a 300 metros de la orilla izquierda de la laguna, sobre una pequeña altiplanicie, se observa dos complejos de edificaciones incaicas construidas con bloques de piedra canteada y tallada, además una construcción de la época republicana.

El conjunto presenta las características de un "tambo real", con alojamiento para viajeros, viviendas para funcionarios y otros residentes permanentes, recintos de almacenamiento, puntos de control, canales y estructuras religiosas.

• El "Camino Real del Inca" o Capac Ñan: El gran Camino Real de los Incas, en su ruta Cuzco-Quito, recorre el valle de Culebrillas por varios kilómetros, procedente del sur (Ingapirca). El camino corre a media altura de la ladera meridional del valle, para tomar las alturas de tres Cruces y el Nudo del Azuay. En el sector denominado Chacapamba el camino desciende y cruza por el piso del valle para subir el Cerro Quilloloma y la cercana cueva de Espíndola.

Aquí la ruta presenta un magnífico tramo empedrado, en excelentes condiciones de conservación donde aún se pueden observar los estribos de un puente incaico en el punto en el que el camino cruza la quebrada Espíndola. En otros puntos del camino se pueden apreciar muestras importantes de la ingeniería vial incaica: muros de contención, atarjeas de varios tipos, empedrados, graderíos, etc.

En la provincia del Cañar, al sur del país, a 3160 msnm y a 16 km de la ciudad de Cañar se levanta la más importante construcción arqueológica de origen inca en la actual república del Ecuador.

Ingapirka es una palabra quichua que significa Muro del Inca. Es una construcción auténticamente incásica-cañari, hecha a principios del siglo XVI de nuestra era, que se presume pudo ser un observatorio del sol y la luna poco tiempo antes de la llegada de los españoles a esa zona. El conjunto de vestigios arqueológicos de Ingapirca es registrado por el mundo exterior al menos desde mediados del siglo XVIII, aunque existen referencias sobre el lugar en que se encuentran estas edificaciones -valle del Cañar- desde el siglo XVI, cuando se lo conocía como la provincia de Hatun Cañar (quichua: Hatun Kañar), que significa "el lugar grande de los cañaris".

 

Ruinas de Ingapirca

En el año 1582 Fray Gaspar de Gallegos, párroco de San Francisco de Peleusí de Azogues, ciudad cercana al sitio, escribe lo siguiente :

"Se llaman generalmente los cañares, porque tres leguas de aquí está un pueblo que se llama Hatum Cañar que quiere decir en la lengua Inca "La provincia grande de los cañares"; y allí dicen que en tiempo del inca Huayna Cápac había grandes poblaciones de indios y que allí era la principal cabeza de estos cañares; y así parece, porque en el día de hoy hay grandes y muy suntuosos edificios, y entre ellos una torre muy fuerte...".

No se sabe a ciencia cierta cuáles fueron los fines para los que fue construido este edificio de origen Inca-Cañari. El único criterio en que coinciden varios historiadores y arqueólogos es que fue construido bajo las órdenes directas del que fuera inca Huayna Cápac, durante las campañas de expansión territorial y conquista de pueblos que el inca Túpac Yupanqui, su padre y antecesor como emperador del Tahuantinsuyo, iniciara años atrás hacia los territorios que hoy comprenden el sur del Ecuador

Al parecer jugó un gran papel dentro de las estrategias militares incas, como puesto de avanzada y aprovisionamiento de las tropas hacia el norte del Ecuador, pero su más importante objetivo era, el de ser un lugar de adoración y veneración al sol, el máximo dios inca, constituyéndose así en una Coricancha, dedicada al ritual Inca.

Las ruinas de Ingapirca fueron excavadas y restauradas por una Misión Arqueológica de España entre los años 1974 y 1975. Esas investigaciones dieron origen a varias publicaciones de los arqueólogos José Alcina, Miguel Rivera y Antonio Fresco.

 

 

Los Cañaris

Los Cañaris fueron los antiguos pobladores de las provincias del Cañar y Azuay del Sur del Ecuador. Esta cultura ha sobrevivido el paso del tiempo, manteniendo sus tradiciones y costumbres hasta la actualidad.

Coyoctor es un sitio arqueológico cañari inca, ubicado en la falda del Macizo del Azuay a 1,5 kilómetros del cantón El Tambo, provincia del Cañar. El espacio arqueológico cubre unos 9 kilómetros cuadrados y su altitud está en torno a los 3000 metros sobre el nivel del mar.

 

Coyoctor, llamado así por el cacique Collay, es conocido tradicionalmente como los Baños del Inca, por el predominio de unas estructuras que se asemejan a las igualmente denominadas en Ingapirca, con agua corriente que llega del cerro Yanacauri o Huanacauri y con asientos de piedra, por lo que es considerado un recinto sagrado para realizar sacrificios. 

 

Es un sitio sagrado donde se hacían rituales dedicados a las diferentes deidades, tiene una antigüedad que se remonta a las épocas prehispánicas, es decir ubicado en la época Cañari e Inca. El complejo está compuesto por el cerro Yanacauri, los baños del Inca, un altar, un observatorio astronómico, un cementerio y algunas viviendas que posiblemente fueron usadas por sacerdotes o jefes tribales.

 

 

Yanacauri es un cerro de forma cónica que alcanza a los 3380 metros sobre el nivel del mar, y es considerado un lugar sagrado. El término se traduce como Casa Negra del Fuego, Monstruo Negro o Coloso Negro y se considera que fueron los cañaris quienes lo deificaron y que la tradición religiosa fue mantenida por los incas.

Los Baños del Inca constituyen un espacio lleno de escalinatas, terrazas, altorrelieves y cortes, en una superficie de cangagua, donde se destacan dos reservorios que por su forma y la similitud con otros del área cañari, serían los denominados Baños del Inca, sin embargo, como ocurre en Ingapirca, la función más clara debió ser religiosa. Los espacios debieron cumplir con las complejas ceremonias, con ritos y danzas que se hacían a su dios tutelar, los cañaris a la luna y luego los incas al sol.

Posiblemente las evidencias arqueológicas más notables del sitio o, por lo menos, las que mejor se han conservado, forman un conjunto escultórico ubicado en la parte central del área, al cual se le conoce con el nombre de "Baños del Inca" debido a que, ocupando lugar destacado, se encuentran dos estanques que dan la apariencia de tinas interconectadas. Estas decoraciones están esculpidas sobre una extensa roca, en forma de relieves" (Sigüencia, 1995: 29:). 

La existencia de los llamados "baños" en la arqueología andina, va mas allá de la obra destinada a la satisfacción de una necesidad profiláctica. Esta conducta, que debió ser común a toda la población se efectuaba en los ríos, podios, lagunas y en general en todo lugar donde existía una fuente de agua. 

La ubicación de Coyoctor en el pueblo de El Tambo y su cercanía con Ingapirca, llevan a conjeturar que estos dos lugares estuvieron formando parte de un mismo complejo ceremonial-administrativo en la región. Más aún el escenario ritual se complementa con la toponímica del cerro que se encuentra cerca de Coyoctor. En efecto, el Yanacauri fue un lugar sagrado, a la que se ofrecían productos agrícolas y animales para que fructificasen los campos